martes, 15 de julio de 2014

Riesgos asociados con las mezclas de contaminantes químicos en el agua

  • Calidad del agua: Contaminantes químicos en el agua
  • Consecuencias de los cocteles de contaminantes químicos en el agua
El JRC junto con un amplio grupo de entidades de investigación han publicado los resultados de un estudio sobre los riesgos que plantean las mezclas de contaminantes en el medio ambiente. En concreto las mezclas de contaminantes químicos en el agua.

23-06-2014 | FUENTE DE LA NOTICIA: TOXICOLOGICAL SCIENCES

En la UE hay un amplio grupo de normas destinadas a garantizar que las concentraciones de sustancias químicas a las que estamos expuestos se encuentran dentro de unos límites de seguridad individuales, es decir, que ninguno de tales productos esté presente a un nivel superior a su límite de seguridad individual.

Como norma general, la legislación sobre productos químicos está basada en las evaluaciones efectuadas con sustancias químicas por separado y, en el caso de las mezclas intencionales, cuya composición se conoce bien, las evaluaciones están basadas en las propiedades de los componentes y se complementan, en su caso, mediante pruebas con todo el producto.

En relación con la evaluación de sustancias múltiples procedentes de fuentes múltiples, se dispone de un número limitado de ejemplos en la legislación de la UE. Pero en el marco legislativo actual no existe ningún mecanismo de evaluación sistemática, exhaustiva e integrada de los efectos de las mezclas que tenga en cuenta diferentes vías de exposición y distintos tipos de producto.

La Comisión Europea expuso ya hace un par de años la necesidad de examinar si una mezcla de sustancias químicas procedentes de diferentes fuentes y a través de diferentes vías, en la que cada una de estas sustancias se encuentra a concentración muy baja, puede tener realmente efectos negativos sobre la salud humana o el medio ambiente.

En el Estudio, que forma parte de la primera campaña de ámbito comunitario para evaluar la calidad del agua en Europa mediante bioensayos, se prepararon mezclas de 14 y 19 sustancias de posible riesgo (pesticidas, productos farmacéuticos, metales pesados, hidrocarburos aromáticos policíclicos, un tensoactivo y un plastificante), cada uno presente en la concentración límite de seguridad impuesto por la legislación europea, y se ensayaron sus efectos tóxicos.

Los efectos de las mezclas se evaluaron en 35 bioensayos, en once organismos que representan diferentes niveles tróficos. Un consorcio de 16 laboratorios estuvo involucrado en la realización de los ensayos biológicos.

Las mezclas tuvieron efectos tóxicos cuantificables sobre algunos de los sistemas, entre ellos cambios en la composición microbiana marina, toxicidad de microalgas y en embriones de pez.

Según sus autores los resultados destacan la necesidad de medidas de precaución en la evaluación de mezclas químicas, incluso en los casos en que las sustancias tóxicas individuales están presentes en concentraciones aparentemente inofensivas.


Ojo con los nanomateriales¡

Hay fuentes oficiales que dicen que NO es tóxico y que por ello no era necesario especificar una ingesta diaria admisible (IDA). Lo cierto es que hay personas que enferman al contacto con sustancias en cantidades mucho más bajas que las “admisibles”; que se lo pregunten, si no, a las enfermas de Sensibilidad Química Múltiple (SQM) o a quienes tienen un polimorfismo genético y no desintoxican bien algunas sustancias.

ENVIADO POR: ECOTICIAS.COM / RED / AGENCIAS, 14/07/2014

La etiqueta de muchos y conocidos alimentos, cosméticos y productos de gran consumo no indica que contengan nanomateriales. Estos son nuevos compuestos de tamaño reducidísimo que se usan para dar un valor añadido, aunque, por otra parte, prescindible. El problema más grave son sus posibles daños en la salud de las personas y medio natural. Reproducimos este texto del periodista e investigador Miguel Jara.

Leí este buen post sobre el asunto (aunque he hecho una somera búsqueda de lo de Danone y no lo he encontrado), pero me sirvió para reflexionar sobre el tema. Los nanomateriales en los que más han avanzado desde el punto de vista comercial son las nanopartículas de óxido metálico. Uno de los compuestos más utilizados es el dióxido de titanio (E171), apreciado por la industria cosmética y alimentaria por su poder blanqueador.

Hay fuentes oficiales que dicen que NO es tóxico y que por ello no era necesario especificar una ingesta diaria admisible (IDA). Lo cierto es que hay personas que enferman al contacto con sustancias en cantidades mucho más bajas que las “admisibles”; que se lo pregunten, si no, a las enfermas de Sensibilidad Química Múltiple (SQM) o a quienes tienen un polimorfismo genético y no desintoxican bien algunas sustancias.

Otras fuentes, como Amigos de la Tierra, han publicado recientemente un extenso estudio llamando la atención sobre los nanomateriales en la alimentación. La entrada dióxido de titanio se repite 125 veces. Según esta organización ecologista, en estudios hechos en laboratorio se ha detectado que este óxido tiene efectos perjudiciales sobre el sistema inmune.


El informe cita los estudios científicos. Uno de ellos concluye, por ejemplo, que este material puede hacer daño en el ADN de las células del intestino. Las autoridades tendrán que actualizarse. En las tablas elaboradas para que veamos qué productos contienen titanio podemos ver que hay mayonesas, pan de sandwich, aperitivos de patata, cremas de queso o café, barritas de chocolate, cereales de desayuno, pastas y muchos otros productos de las marcas más conocidas: Unilever, Lindt, Kellogg’s, Kraft, Mars, Nestle, Donuts o Ferrero.

Además del citado trabajo de Amigos, disponéis de un proyecto informativo sobre nanomateriales con un buscador por varias categorías. Si por ejemplo buscáis por titanium dioxide (está en inglés) encontraréis 91 referencias de productos que lo contienen. Algunos pertenecen también a marcas y compañías muy conocidas y son por ello fácilmente identificables.

Tanto este proyecto como el informe de los ecologistas ofrecen buscar sobre muchos más nanomateriales y productos de consumo. En esta ocasión sólo me he fijado en el dióxido de titanio.

Mi consejo es que nos proveamos de alimentos ecológicos, los únicos que pueden documentar que no contienen estos peligrosos neomateriales, que son útiles al marketing de sus fabricantes pero todo lo contrario a las personas.