lunes, 25 de junio de 2012

La variación de hábitos de vida previene el deterioro cognitivo

Hay que mantener a las neuronas más activas

La variación de hábitos de vida previene el deterioro cognitivo

Pasar la barrera de los 65 años en condiciones óptimas depende, en parte, de los hábitos de vida que la persona adopte. Aparte de la influencia de la carga genética, la exposición a condiciones de vida adecuadas mejora las capacidades cognitivas durante el envejecimiento.

Santiago Rego. Santander | 05/06/2012

El envejecimiento de la población y los nuevos estilos de vida, en ocasiones alejados de las medidas preventivas aconsejadas a partir de los 65 años, están favoreciendo el aumento de las enfermedades degenerativas, entre las que destacan aquéllas que afectan al sistema nervioso. "Para paliar los efectos del paso del tiempo sobre nuestro cerebro, y su manifestación en forma de cognición, nada mejor que cambiar los hábitos de vida, y seguir pautas preventivas que ayuden a mantener el cerebro sano, activo y con la capacidad de emitir la respuesta adecuada en cada momento".

Esta es la opinión de Dámaso Crespo, catedrático de Biología Celular de la Facultad de Medicina de la Universidad de Cantabria (UC), que ha participado en el programa Conferencias de Salud, que organizan el Colegio de Médicos y el Ayuntamiento de Santander, y en donde ha destacado que la población mayor se está incrementando tanto en valores relativos -aproximadamente el 18 por ciento de los españoles superan los 65 años- como en cifras absolutas, al aumentar día a día.

Contrapartida biomédica

"Este aspecto tan interesante para nuestra demografía tiene como contrapartida biomédica el hecho de que con el envejecimiento comienzan a manifestarse un grupo de enfermedades, denominadas en su conjunto como neurodegenerativas. El incremento en la esperanza de vida de las personas conlleva que las neuronas tengan que acompañarnos durante nuestra larga vida, por lo que la prevención es clave".

Sobre nuestro organismo, en general, y el cerebro, en particular, actúan dos procesos diferentes, ha agregado el experto. "Por una parte, la genética de cada individuo, que determina, de algún modo, ciertas condiciones de nuestro cerebro, mientras que, por otro lado, el ambiente también condiciona la actividad cerebral. Sobre la genética poco podemos hacer todavía, pues viene determinada por la herencia biológica que transmiten nuestros padres, pero sobre el ambiente sí que podemos actuar para mejorar la actividad cognitiva con la modificación de los hábitos de vida".

Según Crespo, las neuronas, salvo en lugares muy concretos y específicos del organismo, no se dividen y "con las que nacemos nos debemos mantener durante la vida. Es más, algunas de ellas degeneran y mueren, lo que provoca que una persona mayor tenga menos neuronas que cuando era joven. Además de esta falta de proliferación neuronal, es difícil también eliminar los tóxicos que producen las neuronas como consecuencia de su actividad metabólica a lo largo de su vida".

¿Qué hábitos saludables debemos entonces seguir? El catedrático ha precisado que el ejercicio físico y adecuado a las capacidades de cada individuo -caminar, bailar, etcétera- es obligado para mantener la fuerza muscular y evitar la pérdida masiva de tejido muscular. "También ayuda a mejorar la capacidad respiratoria, y así poder oxigenar nuestros órganos. Si además paseamos de forma rápida y acompañados de otras personas con las que mantengamos una conversación agradable, el ejercicio será aún mejor".

Control mantenido 

A juicio de Crespo, al cerebro hay que mantenerle activo la mayor parte del tiempo. "No sirve haber estudiado mucho en la juventud, y luego dejar toda actividad mental reducida a una monotonía diaria. El cerebro necesita estimulación de forma continua, y por este motivo la realización de actividades destinadas al estímulo cerebral son muy importantes". Así, el también vocal del Colegio de Médicos de Cantabria ha recomendado, entre otras actividades para que el cerebro esté activo, los crucigramas, sudokus, sopas de letras y la lectura de prensa y libros. "Estas actividades implican estímulos novedosos para el cerebro que le ayudarán a mantener su actividad".

ALIMENTACIÓN Y VIVIR LA VIDA CON OPTIMISMO

Autor de numerosos trabajos en el área de la neurobiología cerebral y que en la actualidad dirige varios proyectos de investigación centrados en el envejecimiento cognitivo, Dámaso Crespo se ha referido igualmente a la alimentación, un pilar fundamental en la vida diaria, ya que representa la forma de aporte de nutrientes a las células. "La alimentación debe ser equilibrada y rica en productos vegetales que ayudan a desintoxicar a las células de diversas moléculas que nos dañan. Se debe beber agua de forma regular, ya que las personas mayores pierden la sensación de sed y no ingieren el agua necesaria para mantener la actividad corporal y cerebral en los niveles óptimos". Y parar completar el círculo cuando se llega a los 65 años edad, Crespo tiene una propuesta sencilla. "Si a todo esto le agregamos una personalidad optimista, que encuentra siempre un motivo de alegría en cualquier acontecimiento que le suceda, probablemente ese individuo entre en el grupo de personas que no sólo vivirá muchos años, sino que lo hará, asimismo, con mucha salud, tanto física como mental".

CUIDADOS PARA SENSIBILIZACIÓN CENTRAL, FIBROMIALGIA, ,FATIGA CRÓNICA Y SENSIBILIDAD QUÍMICA MÚLTIPLE

Se enumeran a continuación los comportamientos adecuados para que los pacientes con síndrome de sensibilización central, fibromialgia, fatiga crónica y sensibilidad química múltiple no experimenten complicaciones.

Evitar tóxicos medioambientales de todo tipo

Lejía, amoniaco, spray de limpieza, productos de higiene o cosmética no ecológicos, como lacas, colonias y perfumes. Su aroma ocasiona embotamiento, malestar general o irritación faríngea.

Pinturas, disolventes, derivados del petróleo e insecticidas

Deben soslayarse todos los productos mencionados precedentemente, mientras que las personas con estas enfermedades no deben permanecer ni concurrir a lugares que han sido fumigados, ya sean edificios, jardines y huertas, entre otros.

Existen alternativas válidas que consisten en elementos de limpieza e higiene ecológicos y naturales.

No comer determinados alimentos

Descartar los productos de alimentación tratados con plaguicidas, pesticidas y funguicidas.
Tampoco son recomendados los transgénicos (OGM); los organismos genéticamente modificados en la cadena alimentaria animal alteran el sistema inmunológico de los seres vivos.

Optar, en cambio, por los alimentos sin química:verduras y frutas, carnes y aún embutidos de producción natural.

No a la hipermedicación:

Nunca excederse en el consumo de medicamentos aunque sean herbolarios: empeoran la carga tóxica que ya portan los enfermos y pierden su tolerancia a la misma; siempre es necesaria una supervisión médica antes de cualquier prescripción.

No caer en el estrés crónico

Estas enfermedades necesitan que los pacientes no vivan situaciones que causan estrés; tienen que tomar recaudos para no exponerse a él.

Nada de pastas dentales de color plateado:

Los empastes de color plateado suelen poseer mercurio, plata, estaño y cobre y llegan a provocar una intoxicación crónica.

Alejarse en lo posible de la contaminación electromagnética

Sobre todo la electromagnética no debe acercarse a la cabeza del enfermo ni hallarse en su dormitorio; no corresponde el uso de móviles, WI-FI, teléfonos inalámbricos o relojes eléctricos.

Ejercicio físico

Se aconseja la práctica de Tai Chí y Chi-Kung, ejercicio aeróbico dentro y fuera del agua, estiramientos, relajación, yoga y caminatas, acorde a los síntomas y la severidad de cada patología.

Hay que obviar la gimnasia con aparatos y Pilates.

En casos con altas dificultades de movilidad no hay que hacer ejercicio físico.

Mejorar la calidad del sueño

Si se mejora el trastorno del sueño, se sufre menos dolor y fatiga; lo ideal es contar con un sueño reparador.

Tareas domésticas

Cuando la utilización de algún producto incrementa los síntomas hay que recurrir de inmediato al médico.

Un problema suele surgir al planchar porque promueve jaquecas, embotamiento y hasta deterioro cognitivo.

Conviene sustituir el forro de la tabla de planchar por una manta muy antigua y sábana de algodón 100% ecológico.

Los forros actuales tienden a presentar sustancias químicas que con el calor de la plancha se liberan y se inhalan, los cuales inducen síntomas orgánicos que lesionan .el sistema nervioso central y el tracto olfatorio –sistema límbico- en diversos grados de intensidad.

AFIGRANCA, España

Cómo afrontar el dolor por fibromialgia


Publicado el 11/06/2012 por ClinicaUniversitaria

El doctor Enrique Ornilla, especialista del Departamento de Reumatología de la Clínica Universidad de Navarra, explica cómo se trata el dolor en los casos de fibromialgia.
Un 40% de los pacientes responde al tratamiento farmacológico, el 60% se trata mediante medicina alternativa como acupuntura, hidroterapia e incluso meditación.

Fatiga crónica en adolescentes relacionada con adversidades familiares

Las adversidades en la familia se reflejan en la salud de 
los hijos. ARCHIVO
El padecimiento genera ausentismo escolar

De diez mil un niños con una edad promedio de 13 años, cinco mil 657 reunieron características de fatiga crónica discapacitante

CHICAGO, ESTADOS UNIDOS (19/JUN/2012).- La fatiga crónica discapacitante es más común en adolescentes con familias que sufrieron alguna adversidad y es un padecimiento que no es reportado con frecuencia en los centros de atención médica, según conclusiones de investigadores pediátricos.

El estudio "La fatiga crónica discapacitante a los 13 años y su asociación con la adversidad familiar", a cargo de Esther Crawley, de la Escuela de Medicina Comunitaria y Social de la Universidad de Bristol, Reino Unido, que se difunde en la revista Pediatrics, recurrió al análisis de una muestra nacional de 10 mil un niños.

De ellos, cinco mil 657 menores con una edad promedio de 13 años reunieron características de fatiga crónica discapacitante, un cansancio reportado por las madres que ha durado por tres o más de seis meses.

El padecimiento genera ausentismo escolar, disminución de la participación en aficiones, deportes y actividades de ocio.

En tanto, la adversidad familiar se definió mediante 14 preguntas referentes a la vivienda, la educación, las relaciones sociales y la salud materna, evaluados prospectivamente desde el nacimiento.

De los adolescentes examinados que se habían cansado durante el último mes en la investigación, el análisis encontró a 117 que tenían fatiga crónica discapacitante de tres meses y 53 menores de hasta seis meses, con un incremento de la misma, y en ninguno de los casos hubo diferencias por género.

El riesgo de fatiga crónica discapacitante tuvo una puntuación mayor por la adversidad en la familia. En la muestra, sólo en 36 de los niños que padecieron la enfermedad se había consultado a un médico acerca de su fatiga.

Por otra parte, esta semana la revista de la Academia Estadunidense de Pediatría (AAP), difundió un estudio referente a las lesiones renales que se producen entre los atletas y los jóvenes que sólo tienen un riñón y se dedican al deporte.

El análisis, coordinado por Mattthew M. Grinsell, de la Universidad de Utah, destaca que una de cada mil 500 personas nace con un solo riñón.

Los investigadores señalan que la mayoría de médicos siguen desalentando la participación en deportes de contacto/colisión para los pacientes con riñones únicos y en su estudio pretenden dar respuesta a la ausencia de información sobre la incidencia de lesiones renales relacionadas con el deporte.

Para ello analizaron datos nacionales de más de cuatro millones 400 mil atletas que reportaron 23 mil 666 lesiones, de las cuales 18 fueron renales, ninguna de ellas catastrófica o que requiriera cirugía, en comparación con tres mil 450 en la rodilla, dos mil 69 en cabeza/cuello/columna vertebral, mil 219 traumática cerebral leve, 148 en los ojos y 17 testiculares.

El mayor número de lesiones renales en estudiantes atletas fueron por jugar fútbol, 12 de ellas reportadas en varones y dos en mujeres, mientras que las lesiones de otro tipo ocurrieron principalmente en deportes como el béisbol y basquetbol, entre otros.

Las lesiones renales, concluyeron los científicos, se producen con mucha menos frecuencia que otras lesiones en el deporte, por lo que recomendaron otorgar un "sí condicionado" a la participación deportiva de los atletas con riñones únicos.

Expertos alertan del aumento progresivo de enfermedades ambientales

El cáncer, la infertilidad o la Sensibilidad Química múltiple son algunas de las patologías que más crecen a causa del abuso de los tóxicos | Afectados piden que se creen unidades específicas para atenderlos | El Parlamento Europeo estudia aceptarla como enfermedad

Salud | 25/06/2012
LORENA FERRO / RAQUEL QUELART

Cristo Bejarano pasó por un “calvario” hasta ser diagnosticada. Tiene, entre otras patologías,sensibilidad química múltiple (SQM) y vive recluida en su casa sin colonias ni detergentes. Elena Ferrer madruga cada mañana para acercarse al mar a respirar aire puro. Es el único momento del día en que se puede permitir el lujo de estar en el exterior sin mascarilla. Las consultas médicas atienden cada vez más casos como el de Cristo y Elena. La previsión es que la incidencia de este síndrome se incremente en los próximos años si no se toman medidas preventivas. La preocupación ha llegado al Parlamento Europeo a través de una iniciativa, que apoyan varios europarlamentarios, para conseguir que la SQM sea reconocida como enfermedad, tal como ya ha ocurrido en Alemania, Austria, Francia y Luxemburgo. Actualmente, la Organización Mundial de la Salud (OMS) la considera “un síndrome”.


La Vanguardia.com ha pasado una mañana con Elena Ferrer, afectada de Sensibilidad Química Múltiple (SQM) para conocer los inconvenientes de llevar una vida alejada de los productos tóxicos que nos envuelven a diario. Ferrer se intoxicó en el trabajo, cuando regentaba una tienda en un mercado municipal de Barcelona donde se fumigaba a menudo. Los organofosforados, presentes en insecticidas, fueron los que le causaron el síndrome que le impide llevar una vida normal. Después de varios juicios, consiguió la invalidez total. Lorena Ferro / Raquel Quelart

No es un secreto, vivimos rodeados de tóxicos, pero lo que mucha gente desconoce es que productos tan cotidianos, como perfumes, desodorantes y zapatos, en algún grado pueden ser nocivos para la salud, según los expertos. Bisfenol A, ftalatos, retardantes de llama, metales pesados, alquilfenoles, disolventes, forman parte de la larga lista de sustancias que han conseguido llegar a la sangre de la mayoría de los ciudadanos.

Este fenómeno ha contribuido a incrementar la tasa de cáncer
entre la población y de otras enfermedades ambientales, como asma, alergias y el síndrome de sensibilidad química múltiple. “Prácticamente el 100% de los habitantes de los países occidentales (...) tenemos en nuestros cuerpos concentraciones de numerosos compuestos tóxicos peligrosos como el hexaclorobenceno, el lindano, los PCB’s, y otros muchos”, alerta el Presidente del Fondo para la Defensa de la Salud Ambiental, Carlos de Prada, que también es autor de los libros La epidemia química (ediciones i) y Anti-tóxico (Espasa).

No hace falta vivir en una ciudad con altos índices de polución o trabajar en una fábrica que contamine, ya que muchos de los compuestos más peligrosos están incorporados en productos que acaban en el hogar. Según explica de Prada, los tóxicos presentes en pinturas, plásticos o pesticidas “van integrándose” en el polvo doméstico y al final “se acaban respirando”. Por otro lado, algunos productos de aseo también pueden contener sustancias nocivas para la salud, como los parabenes –presentes, por ejemplo, en desodorantes y cremas para la piel- o los ftalatos, que pueden tener efectos de alteración hormonal y que se pueden encontrar, incluso, en fragancias, como denuncia este estudio de Greenpeace.

Entre los productos más problemáticos están los organofosforados, un grupo de químicos usados como plaguicidas artificiales aplicados para controlar las poblaciones de insectos. Hace una década su uso estaba todavía más extendido que en la actualidad.“Se habían llegado a fumigar panaderías con clientes dentro”, explica el doctor del Hospital Clínic Joaquim Fernández-Solà, especialista en Sensibilidad Química Múltiple. Incluso, ha sucedido en centros sanitarios, como el CAP Tàrraco, donde se intoxicaron en octubre de 2003 diversos trabajadores. “Por suerte, hay una legislación que ha regulado la manera de hacer las desinfecciones, que no se pueden efectuar en presencia de personas”. Aún así, asegura que todavía “hay comercios que fumigan una hora antes de que entren los clientes”.


Las consecuencias de vivir entre tóxicos
Los efectos derivados de esta contaminación no son predecibles por la cantidad asimilada de tóxicos. “Es una lotería”, puntualiza Carlos de Prada. Pero es un factor de riesgo. La contaminación química cotidiana es una de las principales causas del cáncer, enfermedades autoinmunes, alergias, asma, parkinson, problemas cognitivos en niños, diabetes e infertilidad, entre otros problemas. En este sentido, el Institut Marquès publicó
un estudio en el 2004 sobre la calidad del esperma de los españoles. El trabajo llegó a la conclusión que un 58% de los jóvenes tiene una calidad anormal por la contaminación industrial. Otros institutos de fertilidad en España han mostrado su inquietud al respecto. Un ejemplo son las declaraciones de Simón Marina, representante del Instituto Cefer, en la presentación de un estudio el 2007. Advirtió que “de seguir al mismo ritmo, en el año 2067 todos los espermatozoides serían inmóviles”.

Pero, ¿es posible evitar las sustancias tóxicas? Carlos de Prada considera que “hay alternativas a casi todo” y que se pueden reducir los factores de riesgo mediante el consumo de productos ecológicos o el uso de productos de limpieza respetuosos con el cuerpo humano. Sin embargo, afirmar que una vida sin tóxicos es posible es casi una utopía. “En muchos casos el tóxico no aparece ni en la etiqueta de los productos”, señala Carlos de Prada. Pero, ¿por qué si un compuesto puede ser nocivo para la salud está a la venta? “Menos de un 1% de las sustancias que el hombre ha producido (…) han sido debidamente estudiadas acerca de sus posibles riesgos”. El efecto cóctel también preocupa a los expertos: “No hay ningún modelo que haya tenido en cuenta el conjunto a la exposición de tóxicos”, comenta Joaquim Fernández-Solà. 


El creciente número de afectados por los tóxicos
La sensibilidad química múltiple se inicia en la mayoría de casos por una exposición intensa a una sustancia tóxica, por ejemplo, un pesticida. El organismo reacciona frente al contaminante y al final la persona se ve incapaz de exponerse a ningún producto químico. “Hay un aumento exponencial de casos en los últimos diez años”, afirma Fernández Solà, y añade: “El principal problema es que va en incremento y que no somos conscientes de que se tiene que hacer algo”. Se calcula que un 1% de la población es sensible a productos químicos y que los casos graves serían una decena parte de este porcentaje.

Cristo Bejarano (Huelva, 1951) tiene fibromialgia, fatiga crónica, electrosensibilidad y sensibilidad química múltiple (SQM) –afección que también padece la mayor de sus cinco hijos. Lleva años conviviendo con SQM pero hace un lustro que prácticamente no sale de casa. No tolera los tóxicos, tiene problemas de riego, se desorienta y se pierde cuando va por la calle y no puede cocinar sola porque puede “hacer cualquier cosa”. Además tiene fotofobia y mira la tele “con gafas de sol”.

Esta onubense, que preside la asociación
Altea, no convive con ningún producto químico –en su casa no hay y su familia y visitantes no pueden usar, por ejemplo, colonia-. Consume únicamente comida biológica y 15 días al mes se ve obligada a ausentarse a una casa de la sierra y vivir separada de sus familiares. Y la distancia con parte de la familia es enorme: “Dos hermanos no me hablan porque no entienden lo que me pasa”. Tampoco comprenden que no se pueda hacer cargo de sus padres.

Temor a la operación
Cristo dice haber vivido toda su infancia enferma: “No sabían que me pasaba”. De pequeña sufrió una intoxicación por hierro y más tarde fue diagnosticada de asma por alergia, pero se daba cuenta que cuando vivía rodeada de plantas y flores era cuando mejor se encontraba. Asegura haber sufrido un auténtico “calvario” hasta conseguir ser diagnosticada. Pero sus dificultades no acaban ahí. Sus problemas con la vesícula la obligan a pasar por el quirófano, pero la operación se ha pospuesto dos veces. “Los médicos están asustados”, afirma Bejarano. A parte del protocolo hospitalario -alejado de zonas con químicos- que requiere, asegura que los facultativos no saben cómo va a reaccionar Cristo a la anestesia y a otros medicamentos.

Ella, igual que muchas otras afectadas, pide que se incluya la SQM en el nuevo CIE (clasificación internacional de enfermedades). También la barcelonesa Elena Ferrer, cuya historia se relata en el vídeo, cree que los casos de SQM irán a más. Miembro de
ASQUIMIEM, Ferrer lleva una vida totalmente alejada de los tóxicos.

Intoxicación en la peluquería

“Me pones delante una prenda lavada con jabón de Marsella y no duro ni dos horas”, asegura María J. Roldán. Es valenciana y aunque se ha criado en Reus vive en Vinarós. Enfermó por contaminación de DDT y tiene los “organofosforados de los tintes” de la peluquería que regentaba en Reus: “Trabajé durante 13 años con mascarilla y guantes”, relata.  Marieta, dice ser una de las primeras diagnosticadas de fibromialgia. También padece Sensibilidad química y fatiga crónica, en todos los casos de forma severa. Pero no está sola en casa: su marido también tiene SQM.


Cuando está en contacto con alguna sustancia que le ha hecho daño –un ambientador o un perfume, por ejemplo- se “desprograma” y se queda “sin fuerza en las piernas”. Por eso son habituales las caídas - y más teniendo en cuenta que ha sufrido dos parálisis completas-. En ocasiones no reconoce a la gente por la calle.


A pesar de todo reivindica que, en la medida de lo posible, las afectadas deben intentar vivir con normalidad. Por lo menos es lo que intenta cada día: “Aunque me encuentre mal hago el esfuerzo de levantarme”. Eso sí, afirma que tiene “controlados” todos los lugares a los que va. Aún así, lamenta no poder ir al teatro o al cine.

Mayor gasto sanitario
Marieta, que se ha movido mucho en el terreno asociativo y es miembro de
AFCYSQUIM, se queja del gasto sanitario que supone para las afectadas y de que en este ámbito: “No te atienden, no te informan, no te cuidan y encima te culpan”. También lamenta que no se investigue más este síndrome a pesar de ser “la pandemia del siglo XXI”. En este sentido se posiciona el doctor Joaquim Fernández-Solà, quien atiende a afectados en su consulta privada: “No nos dejan atender estos casos en la seguridad social”. También explica que este tipo de dolencias generan conflictos laborales, por lo que se opta por darle la consideración de “problema psicológico”. Los enfermos se ven obligados a recurrir a la vía judicial. En la actualidad, existen varias sentencias favorables al respecto.

La unánime reivindicación de todos los afectados por SQM, a parte de una mayor comprensión y consciencia social de los peligros de los tóxicos, es que haya más médicos formados para poder tratar esta dolencia. También piden que se creen unidades específicas con el fin de que todos los afectados puedan ser diagnosticados y tratados. En este sentido, Bejarano recuerda la importancia de diagnosticar cuánto antes para que “con un control ambiental” se pueda evitar que la enfermedad vaya a más y la persona pueda llevar una vida “lo más normal posible”.

Brutal honestidad de presidente de Uruguay sorprende en discurso de cumbre Río+20

Jueves 21 junio 2012

Publicado por Christian Leal

El presidente de Uruguay, José Mujica, sigue ganando adeptos a nivel internacional debido no sólo a su proverbial humildad, sino también a la honestidad con que aborda temas que otros políticos evaden o complican.

Así lo demostró durante su intervención este miércoles en la cumbre de Río+20, que se lleva a cabo en Brasil con representantes de 139 países bajo el alero de la ONU, y donde el mandatario charrúa volvió a cosechar los aplausos de su audiencia.

Pero no lo hizo proponiendo planes ni realizando promesas, sino lanzando preguntas tan fundamentales sobre la actual situación de la humanidad que podrían pecar de inocentes. ¿Qué es lo que buscamos? ¿Somos realmente felices? ¿Estamos gobernando nuestras invenciones o dejamos que ellas nos gobiernen a nosotros?

“¿Qué le pasaría a este planeta si los hindúes tuvieran la misma proporción de autos por familia que tienen los alemanes? ¿Cuánto oxígeno nos quedaría para respirar? ¿Es posible hablar de solidaridad y que estamos todos juntos en una economía basada en la competencia despiadada? ¿Hasta dónde llega nuestra fraternidad?”, fueron algunas de las interrogantes que dejó a la conciencia del mundo.