viernes, 8 de abril de 2011

El Periódico Diagonal se hace eco de las concentraciones provinciales

Les damos las gracias por esta fotonoticia, el único que se ha dignado publicar sobre nuestra lucha desde Septiembre del  2010.

Más de dos mil personas se manifiestan contra la precariedad, el paro y la privatización de la educación. Unos 300 manifestantes, fuera de control, cortan el tráfico en Atocha y Paseo del Prado

ELPAIS.com;España

La manifestación de 'Juventud Sin Futuro' acaba en bronca
MARTA GARIJO / JUAN DIEGO QUESADA - Madrid - 07/04/2011

ESPECIAL: Preparados... y sin empleo

"Sin casa, sin curro, sin pensión, sin miedo" se lee en la pancarta que abre la manifestación de jóvenes y estudiantes que recorre la calle Atocha de Madrid. Cerca de dos mil personas ha acudido a la convocatoria de las siete de la tarde en la plaza de Antón Martín. Iban camino del museo Reina Sofía reclamando visibilidad. "Aquí está la juventud precaria", gritan. Al llegar a la plaza han leido su manifiesto contra la precariedad, el paro y la privatización de la educación. Los jóvenes, y los no tan jóvenes que se han unido a la marcha por solidaridad con la causa, piden un empleo digno, reclaman el "derecho a techo a justo precio" y advierten de que "esta crisis" no la pagan ellos. Según la Policía, se han congregado 1.000 manifestantes, cifra que sube hasta 5.000 según los organizadores. Los agentes detuvieron a 12 personas, una de ellas un menor, por los altercados.

Al término de la concentración, varios cientos de jóvenes, fuera de control, han invadido la rotonda de Atocha y han interrumpido el tráfico utilizando vallas de obra. Después se han dirigido hacia el Paseo del Prado cortando la circulación del carril de bajada. Se han vivido momentos de tensión con los conductores que no podían pasar. Los manifestantes descontrolados han golpeado el mobiliario urbano, pintado las paredes y arrastrado las vallas. La Policía Nacional ha cargado contra ellos y les ha dispersado.
Se percibe la indignación, no cesan los gritos y los silbidos. "En un país en crisis, con todos los retrocesos sociales, lo que es impensable es que no se haya hecho nada hasta ahora", se queja Laura, estudiante de 18 años de Relaciones Internacionales en la universidad Complutense de Madrid. Acompañada de dos compañeros, recuerda las movilizaciones de los jóvenes europeos. "Ya era hora. En Francia, en Italia, en Grecia se han manifestado y nosotros íbamos con retraso. Había que reaccionar ya", reclama.

No cesaban los gritos y los silbidos de los asistentes que estaban indignados por la falta de oportunidades de la juventud.- BERNARDO PÉREZ

La iniciativa ha nacido en el mundo universitario, aunque se ha extendido hasta contar con el apoyo de asociaciones de la sociedad civil, apuntan desde la organización. En la facultad de filosofía nada más entrar se ve un gran cartel en el que se lee "Juventud Sin futuro" y el lema de la convocatoria. "Han conectado con la gente", apuntaba ayer un profesor de la universidad Complutense que ha estado apoyando la iniciativa. La convocatoria nació en Madrid, pero ya hay otras ciudades que se han sumado y han convocado actos o concentraciones en otras ciudades de forma más o menos espontánea. En Barcelona, la propuesta ha surgido en las redes sociales y convocan en la plaza Universitat.

Cuando se les pregunta a los organizadores por los líderes, por los cabecillas de la protesta,aseguran que no tienen. Hablan de una plataforma que se ha organizado con reuniones yse ha gestionado a través de distintas comisiones. Muchos de ellos son estudiantes de la Complutense, pero vienen también de otras universidades y aseguran que también agrupan a estudiantes de bachillerato, becarios y algún investigador.

Siguen la estela de otros países donde los recortes y las reformas económicas ya han llevado a la calle a los jóvenes. En Portugal, miles de ellos jóvenes salieron a la calle para protestar  contra la crisis y la falta de oportunidades. En Inglaterra, los estudiantes protestaron por los recortes  del Estado y en Italia se preparan para manifestarse contra la precariedad en la que viven. El anuncio ha llegado , como ocurre en estos tiempos, a través de FacebookTwitter  y de su página web, donde han colgado un manifiesto, al que ya se han adherido más de 4.000 personas.

Las redes sociales se convierten en el altavoz para estos movimientos, como antes fueron los pasquines o después los mensajes de móvil. En Portugal, la llamada Geracao a rasca (generación en apuros) colgó su manifiesto el 5 de Febrero para convocar su manifestación. Cinco semanas más tarde, el 13 de marzo, 300.000 manifestantes, según la organización, acudieron a la protesta convocada en Lisboa. Juventud sin futuro, ha doblado su número de seguidores a su página de Facebook desde el martes hasta hoy. Más de 4.000 han firmado el manifiesto de su página web.

Entre los firmantes del manifiesto se encuentran además de los propios estudiantes, profesores como Jorge Riechmann, titular de filosofía moral de la UAM o Félix Ovejero, titular de ciencias económicas Universidad de Barcelona. Además, hay poetas como Marcos Ana o Luis García Montero, escritores como Almudena Grandes Hernández o Nacho Murgui, el presidente de la Federación Regional de Asociaciones de Vecinos de Madrid.

La plataforma española quiere reivindicar que no es verdad que esta generación se conforme con todo, que existe un estado de disconformidad. Y es que como decía un joven portugués en la manifestación de Portugal, quieren mostrar, que "este no es país para jóvenes".

Fuente: http://www.elpais.com/articulo/espana/manifestacion/Juventud/Futuro/acaba/bronca/elpepuesp/20110407elpepunac_4/Tes

J. Fernández-Solà: "La Sensibilidad Química Múltiple es una enfermedad compleja, no se puede banalizar

El doctor del Hospital Clínic de Barcelona asegura que cada vez hay más personas que sufren este trastorno


Vida
08/04/2011 - 00:01h
Jesús Sancho
Jesús Sancho

 
 
 
El doctor Joaquim Fernández-Solà, médico consultor de Medicina Interna del Hospital Clínic de Barcelona Jesús Sancho 
 
La Sensibilidad Química y Ambiental Múltiple (SQM) es una patología aún no reconocida, no está considerada oficialmente como enfermedad, aunque cada vez afecta a más personas. Además de la incomprensión del entorno familiar y laboral de la persona que la sufre también se encuentra con el escepticismo de algunos médicos. La SQM consiste en la pérdida progresiva de tolerancia a agentes químicos tan diversos y comunes como productos de limpieza, colonias, disolventes, ciertos alimentos, medicamentos y radiaciones electromagnéticas. Para arrojar luz sobre esta cuestión se ha publicado recientemente el libro ‘Sensibilidad Química y Ambiental Múltiple. Sobrevivir en un entorno tóxico’ (Oxigen Viena Ediciones), escrito por los doctores Joaquim Fernández- Solà, médico consultor de Medicina Interna del Hospital Clínic de Barcelona, y Santiago Nogué, jefe de sección de la Unidad de Toxicología Clínica del Hospital Clínic. El doctor Fernández-Solà, profesor asociado de Medicina de la Universidad de Barcelona y autor también de ‘Sobrevivir al cansancio’, nos da algunas claves para comprender mejor la SQM.

-Libros como el que han publicado sobre la SQM no hay muchos, ¿la poca documentación sobre esta patología es una de las grandes dificultades?
- Hay alguna aproximación con enfermedades relacionadas pero se trata la Sensibilidad Química y Ambiental de diferentes aspectos desde la toxicología. En este libro no estamos hablando de una intoxicación clásica sino de contactos crónico permanentes con sustancias que están en el ambiente.

-Por ejemplo…
-La contaminación ambiental clásica como pueden ser la de los hidrocarburos pero también en situaciones peculiares. En un ambiente laboral puede haber personas que trabajen con un disolvente que tiene una concentración de aquel producto al que repetidamente se están exponiendo e interaccionan con él. Entonces van haciendo respuestas persistentes irritativas, y al final acaban asociando otros síntomas asociados más crónicos como puede ser dolor de cabeza, desconcentración o insomnio.

-¿Cómo definiría la SQM?
-La Sensibilidad Química Múltiple es un trastorno, aún no tiene categoría de enfermedad. Se presentan múltiples síntomas ante la exposición habitualmente de productos tóxicos en el medio ambiente en personas sensibles. No todas las personas reaccionan igual ya que hay dos factores, el factor tóxico en el ambiente y el factor de sensibilidad personal.

- ¿Por qué no está considerada como enfermedad?
- La Organización Mundial de la Salud tiene un centro de un centro de diagnóstico de control de enfermedades en Atlanta que se encarga de estudiar todas las enfermedades y cuando hay fenómenos que son más globales los analiza en diferentes sitios. La evolución de la SQM es aún demasiado precoz. Hay comités internacionales y hasta el momento no ha habido un consenso científico suficiente como para que este trastorno tenga todas las características de llegar a aceptarla como enfermedad.

- ¿Por qué motivo?
- Hay muchos intereses en este campo. Todo el mundo entiende que esto es derivado del estilo de vida que tenemos. Por ejemplo, vamos en coche y consumimos y quemamos gasolina. En Barcelona, casi una tercera parte del tiempo estamos por encima de los límites que la Organización Mundial de la Salud no tolera como aceptables, incluso tenemos restricciones de velocidad para no contaminar. Esto probablemente no es fácil de cambiar.

-¿Y en el hogar?
- Si comparamos los productos químicos que tenemos en un domicilio normal a los que tenían nuestros padres, tenemos un auténtico laboratorio químico: disolventes, pinturas, quitaesmaltes, cosméticos, detergentes, neutralizantes, quitamanchas, insecticidas, ambientadores, pulverizadores… Supone un estilo de vida que comporta un modelo de sociedad que no va a cambiar probablemente en unos días.

- ¿Cómo se diagnostica esta patología?
- Cuando hay unos trastornos de este tipo se establecen grupos de trabajo internacionales que han propuesto criterios de diagnósticos de caso. Cuando estudias la SQM ves que no es de origen alérgico. Hay indicaciones, síntomas respiratorios o irritación de mucosas que empeoran en exposición a ambientes con estos productos volátiles químicos y mejoran cuando los evitas.

-¿Los síntomas son crónicos?
- Los síntomas tienen que ser crónicos, no sólo agudos, sino que duran más de tres meses en la misma persona. Por otra parte, no hay otras enfermedades que lo justifiquen. No es una persona que tenga un fenómeno alérgico al polen sino a una exposición a productos químicos. Y, en tercer lugar, tiene que ser dosis menores de las normales para no hablar de intoxicación.

-¿Cuántas personas estarían afectadas por la SQM?
- Cuando se ha intentado cuantificar no hay estudios extensos pero hay márgenes desde el uno por mil hasta el 5%. También se sabe que hasta un 15% de la población de manera puntual, no como enfermedad crónica, puede tener fenómenos. Tampoco todo el mundo tiene la misma intensidad. Hay casos leves, moderados, y algunos tan intensos que el paciente no puede ir a algunos ambientes sin aislamientos respiratorios.

- ¿Con la mayor presencia de las nuevas tecnologías y el uso por parte de la población de aparatos tecnológicos prevé que cada vez haya más casos?
- Sin duda. El factor ambiente está cambiando y está incidiendo exponencialmente el aumento de la carga química pero también el de la carga electromagnética. ¿Cuánto tiempo hace que tenemos wi-fi? También cada vez tenemos un mayor número de circuitos eléctricos en el domicilio o líneas eléctricas de alta tensión cercanas a las viviendas. Además tenemos una menor protección en la capa atmosférica y nos llega una mayor radiación ambiental atmosférica. Todo esto aumenta la carga electromagnética que recibimos y este conjunto de cargas, la química y la electromagnética, se suman y podríamos hablar de otros tipos.

- ¿Qué otros tipos?
- La carga de tóxicos alimentarios que nosotros consumimos, tales como conservantes, colorantes, aditivos o desnaturalizantes. Es decir, la carga alimentaria, la química y la de ondas ambientales se suman y nosotros hablamos de dintel de carga tóxica.

- La SQM afecta más a las mujeres que a los hombres, ¿por qué motivo?
- Tenemos una incidencia ocho veces mayor en mujeres que en hombres. En general, es mucho más frecuente en las mujeres porque las hormonas femeninas, los estrógenos potencian la sensibilización.

- ¿Este trastorno está asociado a otras enfermedades?
- Un paciente que empiece con una percepción ambiental con más facilidad va a desarrollar también dolor crónico y fatiga crónica. Son enfermedades que van en acúmulos. Ya hay propuestas a nivel científico que todas estas enfermedades son un conjunto de ellas entre las cuales estarían otras tan curiosas como las migrañas, el colón irritable o el bruxismo (apretar los dientes durante el sueño). Esto se llama síndromes de sensibilización central.

- ¿A qué se debe?
- Hay una evidencia científica de que todas estas enfermedades tienen un común que sería esencialmente neurológico, no siquiátrico. Éste es otro punto importante porque se han confundido o se han querido confundir estas enfermedades con un origen psiquiátrico. No es una fobia a los productos químicos. Estos pacientes no tienen trastornos psicopatológicos sino que son pacientes normales que su enfermedad les provoca a largo plazo no poder llevar una vida normal.

- Al no ser una enfermedad reconocida, ¿provoca también incomprensión en el paciente?
- Sin duda. Genera incomprensión para el propio paciente y también en su entorno familiar, laboral y médico. No hay una atención regularizada. El paciente no sabe dónde tiene que ir porque su médico de cabecera no puede asumir esta enfermedad y no hay centros especializados reconocidos en el sistema público de atención.

- ¿La SQM puede hacer peligrar la vida del paciente?
- No es una enfermedad que comporte un riesgo vital. Si comporta muchos casos de demandas de atención urgentes. Lo que sí es cierto es que hemos tenido algún caso de suicidio debido a la dificultad de afrontamiento de la enfermedad.

- ¿Qué consejos daría a los pacientes que sufren esta patología?
- En primer lugar que sepa que esto existe. Que analice los productos tóxicos que tiene en su entorno y haga una especie de diario a los que tiene contacto. Nosotros también tenemos un cuestionario de sensibilidad ambiental, que se está validando ahora en España pero ya se utiliza a nivel internacional.

-¿Y en el día a día qué recomendaciones haría?
- Por ejemplo, utilizar cosméticos de línea natural, derivados de aloe vera, aceite natural. O cuando se pone la lavadora en vez de utilizar un detergente aromatizante convencional usar bolas ecológicas. Llevar una dieta evitando las sutancias que tienen más aditivos colorantes. Es obvio que esto es mucho más caro y también es más difícil encontrar estos productos.

- ¿En Catalunya cuántos pacientes pueden sufrir la SQM?
- Empezamos hace unos diez años atendiendo de forma global a estos pacientes y llegamos a tener unos 1.000 pacientes. Probablemente ahora en su conjunto son unos 2.000 pero no hay un centro específico. Ahora tenemos menos facilidades que antes. Por ejemplo, en Bellvitge había un centro de Sensibilidad Química que dejó de atender. Tampoco se han creado programas específicos. En estos momentos no hay una oferta médica pública concreta donde dirigir al paciente. Lo que sí han aflorado muchos centros privados que están haciendo esta atención.

- A pesar de que los casos van aumentando la oferta médica no es suficiente….
- Esto es exponencial. También hay muchos casos no diagnosticados y de diferente intensidad. Hay casos leves que simplemente con una consulta médica concreta identificando los agentes y disminuyendo la exposición puede ser suficiente. En otros casos tienes que hacer una intervención laboral y en otros incluso una solicitud de invalidez. Lo que sí es cierto es que hay afrontarlo a nivel médico con un programa de atención específico, como enfermedad compleja no se puede banalizar. Cuantos antes la afrontemos antes la solucionaremos.

- Vamos, que tenemos que tener muy en cuenta la SQM…
- Yo pongo el ejemplo del tabaco. Nosotros empezamos a entrar en contacto con el tabaco en el siglo XV cuando lo trajeron de América y hemos tardado 500 años en reconocer que era el tóxico más importante para la salud de las personas. Y ahora estamos haciendo campañas carísimas para evitarlo. Espero que con la SQM no tardemos tantos años en reconocerla porque ya están apareciendo las enfermedades derivadas y ya las podemos reconocer a nivel médico. Sin duda, lo que tenemos que hacer es prevención, a nivel personal, laboral y también social.

Fuente: http://www.lavanguardia.es/vida/20110408/54137988027/j-fernandez-sola-la-sensibilidad-quimica-multiple-es-una-enfermedad-compleja-no-se-puede.html