lunes, 16 de abril de 2012

Día Mundial contra la Explotación Infantil

De Proyecto Fresneda
Hace 17 años, tal día como hoy, la mafia tapicera de Pakistán asesinaba a Iqbal Masih, un niño de 12 años, esclavo infantil. Este niño destacó por su lucha internacional contra la esclavitud infantil y lo acabó pagando con su vida. Como militante del Frente de Liberación del Trabajo Forzado, durante su vida consiguió cerrar varias empresas que utilizaban a niños esclavos. Denunció la situación de millones de niños pakistaníes que estaban en su situación incluso en la ONU y fue premiado en diversos países. Con el dinero del premio, abrió una escuela. Y su intención era hacerse abogado para luchar contra la explotación infantil. Por eso y para conmemorar su lucha, hoy se celebra el día internacional contra la explotación infantil.

La Organización Internacional del Trabajo (OIT) estima que en el mundo hay unos 215 millones de niños víctimas del trabajo infantil. De éstos se estima que 127 millones son niños y 88 millones son niñas, de los cuales 74 millones de niños y 41 millones de niñas están involucrados en las peores formas de trabajo infantil.

En el articulado de la Convención de los derechos del Niño se establece que “Todo niño tiene derecho a la educación y es obligación del Estado asegurar, por lo menos, la educación primaria gratuita y obligatoria” y “Es obligación del Estado proteger al niño contra el desempeño de cualquier trabajo nocivo para su salud, educación o desarrollo”.

Y a pesar de ser uno de los instrumentos de derechos internacional más ratificados, las cifras hablan por sí solas…

La Organización Internacional del Trabajo define el “trabajo infantil” como todo aquel trabajo que priva a los niños de su niñez, su potencial y su dignidad y que es perjudicial para su desarrollo físico y psicológico y las peores formas de trabajo infantil abarcan:
  • Todas las formas de esclavitud o las prácticas análogas a la esclavitud, como la venta y la trata de niños, la servidumbre por deudas y la condición de siervo, y el trabajo forzoso u obligatorio, incluido el reclutamiento forzoso u obligatorio de niños para utilizarlos en conflictos armados.
  • La utilización, el reclutamiento o la oferta de niños para la prostitución, la producción de pornografía o actuaciones pornográficas.
  • La utilización, el reclutamiento o la oferta de niños para la realización de actividades ilícitas, en particular la producción y el tráfico de estupefacientes, tal como se definen en los tratados internacionales pertinentes.
  • El trabajo que, por su naturaleza o por las condiciones en que se lleva a cabo, es probable que dañe la salud, la seguridad o la moralidad de los niños. Este tipo de trabajo debe ser determinado por las autoridades nacionales.
Y ¿cómo se lucha contra el trabajo infantil??

Una manera es combatir las causas que lo originan, y a pesar de que sus causas son múltiples y variadas, se podrían resumir en pobreza y pobreza extrema; por eso en estos casos la cooperación internacional al desarrollo es una potente herramienta.

La legislación internacional y nacional también contribuyen a que los estados puedan luchar contra esta lacra, ya sea mediante la ratificación de los instrumentos internacionales que lo regulan (Convención de los derechos del niño y sus protocolos facultativos, los Convenios fundamentales de la OIT…) como la adopción de medidas y programas nacionales que garanticen un progreso efectivo (y eso implica dotar de presupuesto a esas medidas y programas- ahí suelen fallar los Gobiernos- )y la puesta en marcha de diversas iniciativas (ya directamente por los Gobiernos o a través de ONG) que luchan contra el trabajo infantil.

En esta lucha contra el trabajo infantil, cada vez más los Gobiernos y las ONG (habituales actores principales de esta lucha) están encontrando a un aliado en las empresas. Y es que son las empresas, las que mediante el cumplimiento de la ley y la puesta en marcha de mecanismos que garanticen que en su cadena de suministro (principal y subcontratas) no se emplea mano de obra infantil, entre otras iniciativas, pueden contribuir de un modo más eficaz en la lucha contra la explotación infantil.

En España, se carece de informes sobre el trabajo infantil desde hace 10 años. Las últimas cifras oficiales establecían en el año 2000 la existencia de unos 170.000 los menores que trabajaban en todo el país (siendo explotados laboral o sexualmente). Y sin embargo y a pesar de las alarmantes cifras, parece que no existe mucha voluntad política, al menos en estos tiempos, de luchar contra la explotación infantil, ya que si nos atenemos a los presupuestos de este año, se ha recortado en más de un 50% en cooperación internacional (la lucha contra las causas del problema), y los presupuestos destinados a programas nacionales (Plan Nacional contra la explotación infantil, plan nacional contra la trata de seres humanos….) brillan por su ausencia… Así que parece que sólo nos queda apelar al sector privado: empresas y particulares… y éstos tampoco es que se encuentren en su mejor momento…

Así las cosas, parece que no tenemos un gran futuro por delante…En 2010 la comunidad internacional estableció una hoja de ruta para la eliminación de las peores formas de trabajo infantil para el 2016, y sin embargo ni las cifras ni las voluntades políticas parecen muy halagüeñas. Por eso, o tal vez para evitarlo, hoy debemos tomar conciencia del largo camino que aún queda por recorrer y asumir que la infancia de un país es su futuro, y que no estamos invirtiendo en lo verdaderamente importante: la infancia.

Vía @SANDConsultores

Ojito, la España real puede romper en la España 'infernal'


Ojito, la España real puede romper en la España 'infernal'
  Valor Añadido




S. McCoy 16/04/2012 06:00h

Nos hemos empeñado desde el inicio de la crisis soberana europea en negar la evidencia. Cuando un estado entraba en desgracia, el voluntarismo de los demás por distanciarse se activaba de inmediato. “Por favor, dónde va hombre, mi país no es como ese otro. Dicho con mucho énfasis, eso sí, como si a los mercados –léase acreedores- se les pudiera convencer por la vía de las palabras. Tales cortafuegos verbales, como era de suponer, han sido ineficaces. A los hechos me remito. La discrepancia en las causas, base de la argumentación, no ha impedido la uniformidad de la consecuencia.

Ahora es España la que está en el punto de mira. Y la insana indiferencia inicial y la teórica imposibilidad posterior se han visto sustituidas por la incredulidad y la indignación. ¿Qué ha fallado? En esencia tres han sido las causas fundamentales que han puesto la cruz a las naciones hasta ahora intervenidas. Un problema de credibilidad de sus finanzas públicas, caso de Grecia; la inviabilidad de su sistema financiero, que fue lo que condenó a Irlanda; y un cóctel imposible endeudamiento-crecimiento, talón de Aquiles, mejor dicho: cuerpo entero, portugués.

A nivel país, nos hemos empeñado en dar razones para la primera, con o sin razón, al revisar el déficit en más de dos puntos y cuestionar la credibilidad de las cuentas regionales; pesa como una losa dentro de la segunda el tema Bankia, al que todo el mundo ahí fuera sigue vinculando la resolución definitiva de la cuestión bancaria española, demora asociada a ese vocablo tan bonito que es procrastinar; y, mientras que el sector exterior nos da un respiro, muchos se cuestionan qué puede ser de nosotros con un consumo interno deprimido por el desempleo, el precario valor de los activos y el exceso de endeudamiento. No es de extrañar que, ante ese panorama, nos hayan puesto la cruz. Hay razones para ello.

Otra cosa bien distinta es esa imagen que muchos medios internacionales se empeñan a dar de España, que sucesos ‘reales’ como los de este fin de semana no ayudan a mejorar (Valor Añadido, A don Juan Carlos se le acabó el crédito, ¿es la hora de Felipe VI?, 15-04-2012). El sesgo hacia la calamidad es una contante, como lo es la difusión de aquellas imágenes que más daño pueden hacer a nuestra percepción exterior, algaradas, manifestaciones y/o situaciones desesperadas. Ni un resquicio para la esperanza. Da la sensación de que solo falta un muerto para que estalle la calle. Y pesa. Y de qué manera. No lo digo yo, lo dicen por ejemplo esas escuelas de negocio que han tenido que convertir en prescriptores a sus alumnos foráneos ante el rechazo del estudiante extranjero a matricularse en esa suerte de infierno en la tierra que parece que somos. Y es solo un ejemplo.

Los que tenemos nuestro día a día entre las fronteras nacionales sabemos que no es la realidad, que en el espejo cóncavo del sensacionalismo, la figura hispánica que se percibe es errada. Pero poco importa. Los datos son los que son y ni los observadores externos pueden ni los analistas españoles deben sustraerse a ellos. Porque son caldo de cultivo para lo peor. Y si no ha llegado ya, si la calle no ha ardido, es por esas siete razones, entre otras, a las que hicimos referencia en su día en estas mismas líneas (Valor Añadido, Siete Razones por las que no arde la calle en España, 02-11-2011). Economía sumergida, protección familiar, bajos tipos de interés, estado del bienestar, deflación de precios, globalización y virtualización, ausencia de liderazgo.

El problema es que la duración de la crisis y la necesidad de abordar medidas radicales para afrontar su solución hacen que buena parte de tales diques de contención puedan estar a punto de resquebrajarse. Entonces la corriente del descontento y la frustración puede inundar las aceras y romper lo que eufemísticamente se ha dado en llamar ‘cohesión social’. 
Solo la reconciliación con el pueblo de sus representantes, tema al que aludimos hace ahora una semana (Valor Añadido, No va más: hora de llevar al matadero a nuestros políticos, 09-04-2012), y un pacto de estado que incorpore la mayor representatividad ciudadana pueden impedirlo. No estamos hablando de un tema menor, ni mucho menos. Más bien al contrario:está en juego buena parte del rédito logrado en casi cuarenta años de vida democrática en España. Ojito.

Buena semana a todos... si nos dejan.

Expertos avisan que discurso de los recortes sólo busca privatizar la sanidad

EFE - 15/04/2012

Barcelona, 15 abr (EFE).- Cuatro expertos en sanidad han publicado un libro en el que advierten que el "pseudodiscurso" de que es inevitable aplicar recortes en el actual contexto económico esconde, en realidad, una intención de privatizar el sector sanitario que ya viene de lejos.

"El problema ya no son tanto los recortes, sino que se estén usando estos ajustes como una excusa para que saquen provecho los movimientos neoliberales que, desde hace años, quieren que la sanidad se abra al capital privado", ha explicado Joan Benach, uno de los autores del libro "La sanidad está en venta".

En una entrevista con Efe, Benach ha asegurado que "la sanidad es la gran joya de la corona del Estado que aún queda para explotar y sacar beneficios".

Benach es profesor del Grupo de Investigación en Desigualdades de Salud (GREDS) de la Universidad Pompeu Fabra (UPF) y, entre 2005 y 2008, colaboró con la Organización Mundial de la Salud (OMS) analizando los factores sociales que determinan el estado de salud de las personas.

Los otros autores del libro, Carles Muntaner y Gemma Tarafa, son también investigadores del GREDS, mientras que la cuarta autora, Clara Valverde, es profesora de Enfermería y presidenta de la Liga Síndrome de la Fatiga Crónica (SFC).

Los autores del libro sostienen que, ya incluso antes del estallido de la crisis, las políticas neoliberales están "contaminando" el discurso político con teorías como que los sistemas sanitarios son insostenibles o "eufemismos" como que hay que "racionalizar" el gasto.

Para Benach, todo es una cuestión de prioridades en la inversión de los recursos públicos, pero tanto CiU en Cataluña como el PP en España han optado por lanzar una "batalla de palabras" para "crear mucha confusión, desvirtuar todo lo público y conseguir una sanidad dual, una de pobres pública y otra privada de ricos", sostiene.

El libro aborda la situación de la sanidad en diferentes partes de Europa y también entra a valorar las políticas sanitarias que se están llevando a cabo en España.

Sobre Cataluña, el libro critica abiertamente fórmulas como el copago del euro por receta, al considerarlo un sistema ineficaz para reducir el gasto farmacéutico y que sólo consigue generar más inequidad.

Según Benach, "el gasto farmacéutico en España es escandaloso", pero en gran parte por factores sobre los cuales, dice el autor, se puede actuar, como la idea ciudadana de que hay que salir de la consulta con una receta o la presión de las farmacéuticas sobre los médicos para que receten.

El profesor de la UPF también rechaza el discurso de que se gasta mucho en sanidad en España, ya que la inversión está por debajo del promedio de la Europa de los 15 o del de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE).

"Gastamos poco en sanidad y hay una infradotación de funcionarios, pero aún así es un sistema bastante eficiente, aunque siempre puede ser mejorable", resume el experto.

Benach también carga contra el conflicto de intereses que, en su opinión, tienen algunos dirigentes políticos como el mismo conseller Ruiz, en su caso, afirma el experto, por su pasado profesional en la patronal Unión Catalana de Hospitales. EFE jfc/ce/mlb

Cada vez más asistentes a las Concentraciones de Fibromialgia-Sfc-Ssqm

13/04/2011 | 06:00 h
Cada vez son más las personas que acuden a la 
calle Luis Vives de Castellón donde se realizan 
las concentraciones
Todos los días 12 de cada mes en todas las ciudades de españolas, se organiza una Concentración Provincial fibromialgia-Sfc-Ssqm para sensibilizar a la gente hacia las personas que padecen enfermedades crónicas como la Fibromialgia (FM) o el Síndrome de Fatiga Crónica postviral (SFC/EM), entre otras, y que sufren el olvido, la marginación y la falta de diligencia de las Instituciones.



“Nuestro propósito es insistir para que pongan en marcha los mecanismos necesarios para acabar con esta injusticia que destroza física y psicológicamente a los enfermos y los lleva casi siempre, con su familia, hacia un estado de pobreza real, al no ser reconocidas estas enfermedades como invalidantes por la Sanidad Pública Española, salvo dramáticas excepciones, y provocan así el consecuente despido procedente por faltas al trabajo, aun justificadas” comentan las personas que acudieron a la concentración.



Tóxicos en nuestra ropa

DOMINGO 15 DE ABRIL DE 2012 20:28 SONIA GARCÍA AUSÍN

Sonia.G.Ausin.- Según el informe Trapos Sucios 2012 de Greenpeace, la ropas consumida en Europa contienen tóxicos que acaban contaminando nuestros ríos. No es la primera vez que se pone en evidencia la industria textil por el uso de compuestos tóxicos que acaban teniendo efectos en la salud de trabajadores y consumidores, y contaminando el medio ambiente.

La actual práctica de subcontratar la producción en terceros países donde la legislación al respecto es menos severa está aumentando este tipo de sustancias en nuestros armarios y en la naturaleza.

Al mismo tiempo que aumentan estas sustancias en nuestras prendas, se elevan las denuncias y la preocupación de los consumidores. Por esta razón muchas empresas están desarrollado códigos de buena conducta para sus proveedores y se ocupan de que se pongan en práctica, mientras otras se desentienden de lo que ocurre en sus cadenas de producción [1].

El estudio Trapos Sucios III: Recarga, 2012, de Greenpeace, denuncia que dos tercios de los 78 productos estudiados, recogidos en tiendas de 18 países europeos, contienen nonilfenol etoxilato (NPE), sustancia prohibida en la Unión Europea y con fuertes restricciones en China [2]. El estudio demuestra el uso de sustancias tóxicas en las fábricas que abastecen a muchas multinacionales del textil, ya anunciado en los resultados de las invetigaciones previas Trapos Sucios I y Trapos Sucios 2: Aireando la ropa realizados por Greenpeace internacional.

Trapos Sucios 3: Recarga, comprueba que la contaminación de las prendas de ropa va más allá de los países donde se fabrican, contaminando nuestros ríos, con el cotidiano gesto de lavar la ropa [3]. Los resultados demuestran que los límites actuales para sustancias tóxicas, e impuestos por normas como Oeko-Tex, no son efectivos y dejan margen para su uso durante la fabricación, lo que conlleva su vertido tanto en el país de producción como en el de venta [2].

Según Li Yifang, jefe de campaña de Greenpeace China, “los NPE alteran el desarrollo sexual y afectan al sistema reproductivo, incluso en bajas concentraciones representan una gran amenaza para el medio ambiente y la salud humana"[2].

Greenpeace calcula que en 2010 el vertido de NPE a nuestros ríos podría haber superado las 100toneladas, basándose en que más de un millón de toneladas de textil fueron importadas a España desde fuera de la UE y que se permiten 100 ppm (partes por millón) de esta peligrosa sustancia por prenda[3].

La Directiva Marco de Aguas (legislación europea que se aplica en todos los países de la Unión) establece que esta sustancia debe desaparecer de las aguas en 2020. Las depuradoras no eliminan esta sustancia, [3] sino que aceleran su degradación y transformación en NP (nonilfenol) más peligroso aún por ser persistente [3], bioacumulativo [3] y tratarse de un potente disruptor hormonal [3].

Los productos con NPE hallados por Greenpeace fueron fabricados y comercializados por 14 marcas líderes en el sector: Abercombie & Fitch, Adidas, Calvin Klein, Converse, G-Star RAW, H&M, Kappa, Lacoste, Li Ning, Nike, Puma, Ralph Lauren, Uniqlo y Youngor.
Otros casos

El reportaje de Rtve “Víctimas de la moda” demostró la utilización de DMF dimetil fumarato en zapato vendidos en países europeos, el DMF es un fungicida no permitido en la UE desde 2009, que provoca numerosas reacciones en el cuerpo humano y se propaga rápidamente por el ambiente.

En el curtido de cuero, realizado en países donde no existe regulación, se usan sustancias cloro-orgánicas, además de cromo que se transforma en cromo VI, compuesto muy peligroso, puede ser puro veneno para los seres humano. En la mayoría de las fábricas, situadas en Bangladesh , los trabajadores no cuentan con ningún tipo de protección y los vertidos se tiran en los alrededores de la fábrica sin control.

Otra peligrosa práctica en la fabricación de ropa de las grandes marcas es el desgaste de vaqueros mediante arena de cuarzo. Dicha técnica acabó con cientos de víctimas en Turquía donde se acabó prohibiendo, pero que continúa en países asiáticos. Hoy en día algunas marcas se preocupan en que este desgaste se haga a mano.

El negro es otro producto peligroso, ya que es muy difícil de producir y conservar sin desgaste. No hay ninguna forma de producirlo ecológicamente, este tinte lleva muchos azoderivados, cancerígenos. Los azo derivados están prohibidos en la UE pero las anilinas que son uno de sus derivados están permitidos.
Se estima que solo un 1% de la ropa esta libre de sustancias contaminantes y son productos muy caros.

Cómo averiguar qué productos son peligrosos y contaminantes

Existen estudios para valorar el nivel de responsabilidad social de las cadenas de venta de ropa más conocidas de Europa, pero pocos analizan la responsabilidad ambiental.

Según el estudio “Ética en las cadena de moda” de la OCU (organización de consumidores) efectuado en 2007 destacan positivamente la sueca H&M, seguida por la española Mango. Adolfo Domínguez, Springfield, Zara y C&A han hecho progresos, pero aún podrían mejorar. Benetton, Celio y Promod no están tomando apenas ninguna medida para garantizar que su ropa se ha fabricado de forma responsable. Pero como ya se ha hecho mención que la ropa de H&M contiene NPE, Greenpeace calcula que se permiten entre 15 y 20 toneladas de NPE en los productos textiles vendidos globalmente por H&M cada año,(con su límite actual de 100 ppm) [3].

En Europa contamos con el Sistema RAPEX: alerta rápida para los productos que entrañen unriesgo grave [4]. Permite limitar o impedir la difusión de productos no alimentarios peligrosos para la salud y la seguridad. Según este sistema el mayor porcentaje de prohibiciones (32%) corresponde productos textiles y de confección, seguidos por los juguetes (25%) [5].

En cuanto a los productos ecológicos hay que cuidar que aunque el cultivo sea ecológico, el tinte también lo sea.

Cómo llegan los tóxicos a la ropa

Producción fibras naturales

Para tener una producción mayor e intensiva en los cultivos de todo el mundo se usan grandes cantidades de pesticidas (para matar plagas generalmente de bacterias, hongos, insectos y animales) y herbicidas (para eliminar plantas no deseadas). Estos productos usados sin control contienen sustancias que son muy perjudiciales para los seres humanos que los manipulan e incluso pueden llegar al consumidor final, a parte de contaminar el medio donde se aplican [6][7].

Según la OMS, entre 500.000 y dos millones de personas aproximadamente son víctimas de las sustancias utilizadas para proteger a las plantas; de ellas, hasta 40.000 son víctimas mortales.los cultivos del mundo, el algodón es en el que se aplican más pesticidas [7].

EL cultivo de OMG, Organismos Modificados Genéticamente, comunmente conocidos como transgénicos, desarrollaron plantas tolerantes a herbicidas, provocando la aplicación de herbicida en exceso. La aplicación de estas sustancias acaban con la biodiversidad local. Las hierbas y animales, potenciales alimentos de otros insectos y aves beneficiosos para los cultivos (polinizadores, insectos depredadores de otros insectos perjudiciales, etc.) son eliminadas aumentando el riesgo de que se pierda el cultivo [7].

Cada año aumentan este tipo de cultivos, y también las trabas para identificarlos. En los productos transgénicos que no son alimentarios no es obligatorio el etiquetado. Las grandes empresas de agroquímicos cuentan con una presión política que garantizan sus intereses sin medir las consecuencias sociales y ambientales [7].

Esta industria donde destaca la multinacional Monsanto, ambién toma el control de las Universidades y los centros públicos de investigación mediante los contratos de patrocinio y la financiación de numerosos proyectos de investigación, fomentan aquellos estudios que más convienen a sus intereses, contribuyendo cada vez más al alejamiento de la producción agrícola de los sistemas naturales y artificializando su evolución [7].

Los monocultivos genéticamente homogéneos (OMG) no poseen los mecanismos ecológicos de defensa necesarios para tolerar el impacto de las poblaciones epidémicas de plagas, por lo que al cabo del tiempo son atacados por otras plagas que no se pueden combatir.
En el caso del algodón, los costos cada vez mayores de los productos químicos y la caída de los precios en el mercado mundial han sumido a los agricultores en progresivas espirales de endeudamiento.

Sector de transformación y confección de ropa

Las condiciones insalubres de trabajo es el día a día de miles de trabajadores de países asiáticos donde se produce la mayor parte de la ropa consumida en Europa. En el hilado de los textiles, el aire está lleno de pequeñas fibras y polvo que contienen pesticida, que acaban produciendo enfermedades pulmonares [7][8].

En los centros de teñido los trabajadores absorben sobre los disolventes, fijadores y tintes a través de los pulmones y de la piel [7]. 7 En el blanqueado de algodón y otros materiales para su posterior tinte se utilizando cloro,elemento altamente tóxico y perjudicial, afecta al sistema respiratorio. También se usan compuestos organoclorados, que se vierten en las aguas de los alrededores generando residuos altamente tóxicos y con una peligrosa capacidad de persistir y acumularse en los seres vivos. Estos compuestos provocan cáncer, alteraciones del sistema inmunológico y problemas de reproducción [7].

Otra consecuencia de esta deslocalización de la producción desde el punto de vista mediombiental es el incremento del transporte.

Condiciones laborales

Según la “Guía para el consumo responsable Setem" en la industria textil localizada en terceros países los trabajadores (mujeres, la mayoría) cobran sueldos que no llegan al mínimo para sobrevivir, no existen contratos por escrito y las empresas despiden a las trabajadoras, como y cuando quieren sin indemnización. Empiezan a trabajar a los catorce años y dejan de hacerlo a los 25, debido al gran desgaste que sufren. Se dan muchos casos de explotación infantil y niños trabajando.

Las jornadas laborales suelen ser de doce a catorce horas al día. Con suerte, se dispone de un día de descanso semanal o una semana de vacaciones al año. Se obliga a las trabajadoras a hacer un gran número de horas extras, que a menudo ni se contabilizan ni se pagan.

Los sindicatos suelen estar prohibidos o muy manipulados. Las condiciones sanitarias y las medidas de seguridad acostumbran a ser muy pobres o inexistentes. En las rebajas se aumenta la presión en los talleres para llegar a unas cuotas de producción diaria más altas [8].

Estas fábricas son llamadas Los talleres del sudor (sweatshops). Y no son una excepción en los denominados países del Norte, también existen dentro del sector de la economía sumergida.

¿Qué hacer?

Exigir que las cadenas a las que compramos las ropas tengan y apliquen Códigos de conducta:normas mediante las cuales la empresa afirma su compromiso con el cumplimiento de los derechos humanos en todas sus operaciones y en todos los países en que trabajan, con el respeto a las leyes nacionales (en especial a las leyes laborales y a los Convenios Laborales Internacionales), y con el cuidado y la defensa del medio ambiente [8].

Conocer y exigir información verídica de los tipos de fibras utilizados en las prendas. Es preferible comprar ropa fabricada con fibras naturales, e intentar que provengan de cultivos ecológicos, sin un uso excesivo de plaguicidas y herbicidas, sin blanqueantes y con tintes poco nocivos. Que la empresa cuente con códigos de conducta y que se cumpla.

Para entender las etiquetas es importante conocer las principales fibras naturales que son la lana, seda, algodón y lino; las fibras sintéticas poliéster, nylon, lycra, poliamida y tergal; y las artificiales acetato, rayón y viscosa [8].

Se recomienda el uso de fibras naturales porque las sintéticas y artificiales acumulan electricidad estática, son menos cómodas en el contacto con la piel, pueden manifestar alergias, y no permite una buena transpiración. Provienen de derivados del petróleo y de industrias químicas, que consumen recursos naturales no renovables y vierten residuos contaminantes a los ríos y a la atmósfera [8].

En cuanto a las pieles como ya se ha descrito el uso de cromo en el curtido es muy contaminante y perjudicial para la salud, es muy importante conocer y exigir la aplicación de otras técnicas como el curtido de forma vegetal.
Etiquetas.

Existen dos tipos de etiquetas en la ropa comercializada en España. Etiquetaje de composición que identifica el material o los materiales que componen un producto textil, y etiquetado de conservación, que da información sobre el mantenimiento y conservación de la prenda. Importante para evitar el deterioro. Debe estar fijada al artículo y tener una duración igual a su vida útil [8].

Otros opciones para frenar los abusos sociales y ambientales en la fabricación de ropa es reducir el consumo.

Hay que cuidar la ropa, reutilizarla si esta en buenas condiciones, e incluso ir de compras a tiendas de segunda mano o tiendas gratis. En el caso que no sea posible su uso se puede reciclar, existen contenedores de ropa en los puntos limpios.

El consumo responsable, ¿es más caro?

¿No son los productos convencionales demasiado baratos? la ropa no tiene por qué ser más cara si se produce en condiciones laborales justas. Los costes salariales son siempre inferiores al 5% del precio de un artículo de ropa, de forma que a las multinacionales les queda mucho margen para mejorar las condiciones laborales y la protección del medio ambiente [8].

Hemos de actuar como consumidores a la vez que exigir responsabilidad a las empresas y autoridades públicas.

No merece la pena consumir ropa que siembre de víctimas en otros lugares del mundo, ningún precio ha de arrastrar la salud de seres humanos, sus vidas o el deterioro del medio ambiente.
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