miércoles, 29 de abril de 2020

Confinados para siempre: el caso de las personas con sensibilidad química múltiple

Llevan siempre mascarilla, desde mucho antes de que comenzara la crisis del coronavirus, y ahora se encuentran que no hay o que han subido mucho de precio

Laia Maestro Sopeña / Xavier Fornós Ciurana - 04/27/2020


Geraldine Ferrer Martí ya debía ponerse mascarilla mucho antes de que comenzara la crisis sanitaria por el coronavirus. Hace más de 8 años que se debe proteger cuando sale de casa porque tiene sensibilidad química múltiple.

Esto significa que su cuerpo reacciona ante muchos productos químicos:
"Me provocan reacción los perfumes, los desodorantes, los detergentes, los suavizantes de la ropa, las pinturas, la contaminación de los coches ... mil cosas. Puedo salir a comprar, pero una vez llego a casa, si he estado en contacto con productos que me crean mucho malestar en el organismo, puedo llegar a estar 24 horas en la cama antes de recuperarme".
Estos días, debido a las fuertes limpiezas y desinfecciones que se hacen en las calles y supermercados, necesita especialmente llevar mascarilla.

Pero en las farmacias defecto o han subido mucho de precio. Sobre todo las de alta protección, que son las que necesitan los que tienen sensibilidad química múltiple, como explica Santi Cutura, presidente de APQUIRA, la Asociación de afectados por Productos Químicos y Radiaciones Ambientales:
"Se ha multiplicado a veces por 10. Mascarillas que valían 30 o 40 euros, hasta 200 y 250 euros. Una exageración. Sabemos que es un tema puntual, que ahora es un oportunismo, pero claro, estamos hablando de cosas de necesidad . Nosotros estas mascarillas las necesitamos pero es que no hay mascarillas para nadie".
Se estima que este síndrome afecta a un 3% de la población, más de 200.000 personas en Cataluña. Y ellas, más allá de la recomendación sanitaria actual, necesitan mascarillas para su día a día. En algunos casos, incluso para estar dentro de casa.

Este es el caso de la Fátima García Martínez, que tiene un grado de afectación alto:
"Yo llevo tres años sin poder salir de casa. Nunca he podido ir a un supermercado desde la enfermedad. Si salgo es por algo muy puntual, como ir a una cita médica. No salgo para decir me voy a hacer un paseo o he quedado con unos amigos. De todo ello, nada. No se sale. Y ya son tres años".
Limpieza con jabón y bicarbonato todo lo que le llevan del supermercado. Y ahora mismo no puede ni plantearse entrar en un hospital. Necesita un ambiente sin productos químicos "y en hospital é imposible que no hayan desinfectado".  

Para la gran mayoría de la población, el confinamiento tendrá un final más tarde o más temprano. Para ellas, en cambio, las perspectivas de futuro son pocas, como explica Fátima: "Las perspectivas son sobrevivir el día a día. Es estar así siempre".