lunes, 20 de junio de 2016

«Cuando eres una 'mujer burbuja', la vida de tu familia cambia y socialmente estás sola»

Marisa Toca Gutiérrez, enferma de Sensibilidad  Química Múltiple, con 
su mascarilla de carbón activo, en su jardín en San Román. / Celedonio 
Martínez  
La Sensibilidad Química Múltiple es una enfermedad emergente y crónica cuyo único tratamiento es evitar la exposición a todo tipo de sustancias químicas

@mariadelascueva 19 junio 2016

Productos tan inofensivos y cotidianos como el jabón, champú, colonia o detergentes son «veneno» para los enfermos que han desarrollado Sensibilidad Química Múltiple (SQM). La lista es larga: suavizantes, cremas, alimentos con aditivos, conservantes o tratados con insecticidas (todos, salvo los ecológicos), agua corriente, envases de plásticos... En definitiva, todo aquello que provenga de la industria tiene que desaparecer de sus vidas y, por tanto, de la de sus familias y entorno social, si quieren mantener relación con ellos.

Cualquier contacto con sustancias químicas por aire, sistema digestivo o piel desencadena los síntomas: «Con tan solo olerlos damos pasos hacia el cementerio», explica Sonia Cuetos Pérez, de Laredo, que ha desarrollado la enfermedad en noviembre de 2015. «Fue de la noche a la mañana»- continúa-, «un día estaba sana y al siguiente empezaron las crisis respiratorias, ataques de asma, fatiga crónica, pérdida de memoria, escozor de ojos y garganta y confusión mental sin saber por qué», explica esta mujer de 45 años, trabajadora del sector de la limpieza, una de las profesiones de riesgo para contraer esta enfermedad.
«Con solo oler una fragancia, detergente o lejía... son pasos hacia el cementerio»

«Como responsable de limpieza, trabajé muchas horas en unas obras de retirada de un tejado de uralita. Desde entonces no puedo oler un ambientador, entrar en un bar o cafetería. Paseo por la playa alejada de la gente para no oler sus colonias y siempre voy con mascarilla. No puedo tener wifi en casa ni en el móvil por el alto riego a desarrollar electrosensibilidad. Tu vida cambia radicalmente hacia el aislamiento porque el mundo sigue su vida».

Otros gremios afectados son personal de hospitales, trabajadores de 'edificios enfermos' donde existen altos niveles de químicos y pesticidas, agricultores o fumigadores. Es una enfermedad emergente, que no está considerada dentro de las catalogadas como 'enfermedades raras' porque el número de afectados supera el umbral de los 0,5% de población y se acerca al 5%. Aún así, es desconocida «incluso por los médicos» y solo desde el 2014 está reconocida en la ley española y en Alemania desde el 2000.
SANIDAD PÚBLICA
José Ramón López Lanza | Médico de familia
«Los enfermos de SQM 'van rodando' de un especialista a otro y es frecuente que los profesionales 'huyan' por desconocimiento y escurran el bulto», señala José Ramón López Lanza, médico de familia del centro de salud de La Albericia, que trató a Marisa Toca, paciente con SQM. Después de ella, ha visto un incremento de casos: «La cifra estará en un 5% de afectados, pero creo que detrás de algunas alergias se oculta este síndrome». 
El papel que debe tomar el médico de familia es el de «apoyar al paciente, que se encuentra psicológicamente muy mal porque no hay una prueba diagnóstica que evidencie su enfermedad y tampoco tratamiento, solo alejarse de los químicos, y debemos actuar como coordinadores para evitar que se dupliquen pruebas entre especialistas».

La SQM se produce por la sobreexposición a productos tóxicos. «Tu cuerpo rebasa su límite de toxicidad y reacciona para que te alejes de ellos. Es una enfermedad crónica, para la que no hay tratamiento, solo queda cortar drásticamente con la vida moderna e industrial», explica Marisa Toca Gutiérrez, una enfermera cántabra que desarrolló esta enfermedad en 2009, en grado dos. Hay cuatro niveles, el más alto te convierte en «una 'mujer burbuja' aislada en tu casa, sin quitarte la mascarilla y obligada a pasear de noche y socialmente estás sola».

Marisa tuvo su primera crisis en el trabajo: «En La Residencia Cantabria se produjo una inundación de vertidos fecales y químicos y estuve en el foco. No era la primera vez que ocurría algo así, pero después de esa ocasión caí enferma, con el agravio de que la Seguridad Social no reconoce esta enfermedad y no te da la baja laboral».

La buena noticia es que esta cántabra «luchadora incansable», como la define su hija Marta Pascual, habla en pasado de sus síntomas. «Gracias a la medicina alternativa de ozono endovenoso, hidroterapia, acupuntura y comida ecológica he logrado reducir los niveles de toxicidad de mi organismo y puedo llevar una vida un poco más normal, viajar en coche con otras personas... cosas antes impensables», asegura.
«En Cantabria no se diagnostica ni hay ayudas para costear el tratamiento»

Marisa tuvo el apoyo incondicional de su marido e hijas y círculo de amigos que, «apartaron de sus vidas todo lo que a mi me hacía daño. Tus relaciones sociales se ven alteradas, pero tienes que coger las riendas de tu enfermedad y decirlo claramente: lo siento, pero no puedo acercarme a ti, no puedo hablar contigo si llevas un perfume, una crema... si quieres verme tienes que lavar tu ropa al menos tres veces con bicarbonato para quitar todo resto de detergentes y suavizantes. Hay que ser radical, solo así se mejora».

«El verdadero calvario»

El agua para beber y cocinar tiene que ser embotellada en cristal, ya que el plástico desprende químicos; para ducharse también utilizan un filtro especial por lo que se absorbe por la piel y la comida, sin aditivos ni conservantes, libre de gluten y lácteos. Siempre van acompañados de una mascarilla de carbón activado que les aísla y gafas de sol para evitar un fuerte escozor de ojos.

El desconocimiento acerca de la enfermedad entre los profesionales de la medicina provoca que muchos pacientes sean tratados de hipocondríacos, depresivos, raros o vagos por no poder ir a trabajar ni a ningún sitio concurrido. Se les recetan antidepresivos y medicamentos con sustancias químicas que les lleva a empeorar. «El cementerio está lleno de personas con esta enfermedad a quienes trataron como locos», asegura la doctora Muñoz-Calero, que dirige la Fundación Alborada, especializada en SQM.

En esta fundación es donde recibe tratamiento la pejina Sonia. «No hay ningún médico en Cantabria que diagnostique SQM y no tenemos ayudas para costear el tratamiento», denuncia Sonia. «La sanidad pública no reconoce la enfermedad y me he dirigido a un centro privado donde por tres análisis he pagado 1.500 euros; tomo a diario 15 suplementos del orden de 50 euros cada uno. No podemos comprar nada en las farmacias habituales y acudir a consulta en un hospital nos hace empeorar por los altos niveles de químicos que se concentran».

El doctor José Ramón López Lanza, médico de familia que trató a Marisa, explica que lo duro para el paciente es que «sin prueba diagnóstica no se puede demostrar su enfermedad y solo podemos basarnos en los síntomas. Esta incomprensión es parte del verdadero calvario de los enfermos». El caso de Marisa fue el primero que este médico trató y ella misma fue quién le explicó lo que le ocurría. «Siempre me apoyó, le estoy muy agradecida», resalta la paciente.

sábado, 18 de junio de 2016

La Comisión Europea se pronuncia dos años tarde sobre los contaminantes hormonales de plásticos y cremas

  • Son productos químicos empleados masivamente por la industria en plásticos, cosméticos o plaguicidas y que la OMS considera una "amenaza global" para la salud pública
  • La CE presenta su informe sobre disruptores endocrinos tras una sentencia del Tribunal Europeo de Justicia por los retrasos injustificados y las críticas de los eurodiputados
  • "Está muy claro que bajo la presión de la industria, la Comisión ha intentado todos los trucos posibles para retrasar la decisión y basarla en criterios no científicos", afirma David Azoulay a eldiario.es
Teguayco Pinto 15/06/2016
Comisión europea / Sébastien Bertrand/Flickr  
La Comisión Europea ha presentado hoy los criterios científicos para identificar las sustancias químicas que actúan como disruptores endocrinos. Una presentación que llega con dos años de retraso, lo que le ha valido a la comisión una condena del Tribunal Europeo de Justicia y una moción por parte del Parlamento Europeo. Básicamente confirma los criterios científicos de la OMS, sobre los que ya existía un amplio consenso.

"Está muy claro que bajo la presión de la industria, la Comisión ha intentado todos los trucos posibles para retrasar la decisión y basarla en criterios no científicos", ha afirmado a eldiario.es David Azoulay, director del Centro de Derecho Ambiental Internacional, una organización no gubernamental que promueve la defensa del medio ambiente y de los derechos humanos.

Además, Azoulay también ha señalado las estrategias en las que se ha basado la industria para torpedear el proceso, "desde la contratación de científicos para sembrar dudas a amenazar con un apocalipsis económico y agrícola en caso de que se adoptaran criterios puramente científicos".

Una "amenaza global", según la OMS

Los disruptores endocrinos (EDC, por su siglas en inglés) son sustancias químicas que son capaces de alterar el normal funcionamiento del sistema hormonal de los seres vivos. Aunque este tipo de sustancias también existe en la naturaleza, son de especial importancia en la actualidad por utilizarse de forma masiva a nivel industrial, particularmente en productos de uso diario como plásticos, cosméticos o plaguicidas.

Según un informe del Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente y la Organización Mundial de la Salud, elaborado en 2013, estos compuestos químicos son una "amenaza global" que hay que investigar en profundidad, ya que están vinculados a problemas reproductivos y pueden estar relacionados con cánceres de mama, de próstata y de tiroides.

Actualmente existen varias normas europeas que permiten regular aquellas sustancias químicas que resultan tóxicas para los seres humanos o el medio ambiente. Sin embargo, para aplicar la normativa es necesario establecer unos criterios que permitan la identificación de los disruptores endocrinos.

Para ello, en el año 2012 se encargó un informe científico que fue realizado por un consorcio de expertos liderado por Andreas Kortenkamp, investigador de la Universidad Brunel. En el informe se recomendaron una serie de criterios, pero el estudio fue discutido y dio inicio a un debate científico sobre los EDC y su posible regulación.

El debate científico no justifica el retraso

Sin embargo, la aparente falta de consenso científico no era tal, o al menos, no lo suficiente para retrasar la regulación. El pasado mes de abril un grupo de expertos que incluía tanto a partidarios de Kortenkamp como a opositores se reunió en Alemania para llegar a un consenso de mínimos. Una reunión que fue moderada por la bióloga Anne Glover, quien fue asesora científica del presidente de la CE entre 2012 y 2014.

El grupo publicó un documento con las conclusiones de la reunión, en el que aclaraban que "las diferencias de opinión" en cuanto varios aspectos de los EDC "no son un obstáculo para la definición de criterios científicos para su identificación" e hicieron hincapié en "que estas fuentes de incertidumbre no deben retrasar los esfuerzos actuales para regular los disruptores endocrinos".

Dos años de retrasos

La CE ha justificado sus retrasos en la necesidad de hacer una evaluación del impacto, algo que ha sido criticado por varios estados de la unión. Finalmente, Suecia presentó una denuncia ante en Tribunal Europeo de Justicia (TEJ), que el pasado mes de diciembre dictaminó que la CE no había sido lo suficientemente rápida en la "identificación y la prohibición de productos químicos potencialmente dañinos".

En su sentencia, el Tribunal considera que la CE tenía "una obligación clara, precisa e incondicional" de presentar "los criterios científicos para identificar las sustancias químicas que actúan como disruptores endocrinos y que eso debió haberse realizado el 13 de diciembre de 2013" y aclaró que ninguna disposición de la actual normativa europea obligaba a realizar una evaluación de impacto, con lo que rechazaba el argumento jurídico presentado por la comisión para justificar su retraso.

Presiones de la industria y de EEUU

En base a esta resolución judicial, los miembros del Parlamento Europeo aprobaron la semana pasada una moción, con 593 votos a favor, 57 en contra y 19 abstenciones, en la que se considera "inaceptable" que la comisión siguiera sin asumir sus obligaciones incluso después de la sentencia del TEJ y critica la realización de una evaluación de impacto, reiterando que la comisión "debe disociar cualesquiera intereses económicos de su obligación de establecer los criterios" científicos.

Además, los eurodiputados se mostraban "profundamente preocupados" por la información publicada por varias ONG, que achaca los retrasos a las presiones ejercidas tanto por representantes del sector industrial, como por responsables estadounidenses de asuntos comerciales en el contexto de la Asociación Transatlántica de Comercio e Inversión (TTIP, por sus siglas en inglés).

A este respecto, la periodista francesa Stéphane Horel, que lleva más de tres años estudiando los retrasos de la CE, ha denunciado las presiones de los lobby para retrasar las nuevas restricciones. En un informe presentado el pasado mes de febrero, Horel denuncia cómo "una importante Iniciativa de Salud Pública de la UE ha sido bloqueada por lobos corporativos" y cómo "algunos funcionarios, a pesar de trabajar en servicios a cargo de la salud pública en la Unión Europea, parece que han servido a los intereses corporativos por encima de los intereses públicos".

Un lugar sin tóxicos

León tiene un espacio libre de tóxicos. Es el único de Castilla y León y uno de los pocos de España a los que pueden ir las personas con Sensibilidad Química Múltiple. La arquitecta María Cornejo apuesta por otra forma de vida sin wiffi ni aditivos ni fuentes químicas. «No estamos locos, vivir así es posible», dice
Nayara, brasiñela, y Chiara, italiana, buscan un lugar natural, silencio y el conocimiento de 
la zona, incluido el Camino de Santiago. JESÚS F. SALVADORES -  
CARMEN TAPIA | LEÓN

Bicarbonato, vozka y vinagre para limpiar y desinfectar. «Que no estamos locos, que se puede vivir así». La arquitecta leonesa María Cornejo ha diseñado un espacio único en Castilla y León y uno de los pocos de España libre de agentes tóxicos y corrientes electromagnéticas. En La Casa del Arzipreste pueden alojarse las personas con Sensibilidad Química Múltiple (SQM). La mitad de los clientes que buscan este refugio sufren problemas graves de salud si están en contacto con sustancias químicas. Es la enfermedad de las ‘personas burbujas’, reconocida por las autoridades sanitarias en España en 2014.

En la casa de Requejo de Pradorrey no hay wiffi —a no ser que la persona que se aloje lo pida expresamente—, los alimentos son ecológicos —tienen su propia huerta—, las sábanas y toallas están lavadas con productos ecológicos y puestas a secar al sol, no se planchan, no hay microondas, televisión ni aparatos que emitan ondas nocivas, y toda la información turística de la zona está en libros.

«Esto ya funcionaba en Estados Unidos hace treinta años», asegura Cornejo, especializada en arquitectura biológica y estructuras antiguas. «Es la marea de comer, vivir y experimentar de antes», asegura.

La casa rural ha sido el laboratorio de prueba de esta arquitecta leonesa. «He probado materiales y de la zona como el barro, ripio, barro y paja. Tenemos el único tejado de centeno de la zona, centeno que hemos plantado nosotros».
María Cornejo en las despensas en las que conserva todos los productos naturales
JESÚS F. SALVADORES
Las personas que padecen SQM sufren un auténtico calvario que les obliga en la mayoría de los casos a vivir confinados en su hogar y a ponerse mascarilla las escasas veces que salen a la calle. «Lo peor es que todos los días nos metemos para el cuerpo químicos y aditivos sin darnos cuenta y el riesgo es la acumulación. ¿Por qué hay tantos niños celíacos o con hiperactividad?. La razón está en la alimentación y las ondas electromagnéticas». Un mensaje que repite con insistencia «porque lo que más me interesa es concienciar. Concienciar de que es posible alimentarse con productos biológicos, «no es más caro, al contrario, simplifica mucho. No es necesario comer carne todos los días, con dos o tres veces al mes es suficiente siempre y cuando esa carne tenga todas las garantías. No es necesario comer dos kilos de tomates a la semana. Come uno, pero biológico, libre de químicos. No es necesario beber leche y menos desnatada. No es necesario protegerse la piel con cremas de pantalla total; ponte un bueno gorro y cúbrete la piel si tienes que salir a las horas punta. Para beneficiarse de la vitamina D hay que tomar el sol 20 minutos al día, diez por la mañana a primera hora y otros diez a última hora. Eso sí, en pelota, sin crema».

La casa tiene hoy dos huéspedes, Nayara, de Brasil, y Chiara, de Italia. Dos estudiantes de erasmus que buscan «el silencio y estar en un lugar sostenible en el Camino de Santiago». Encontramos a las dos jóvenes pintando parte de la cocina. El trabajo forma parte de otro de los proyectos de este espacio. «Sólo pueden pagar 20 euros por noche así que hacen algún trabajo para pagarse la estancia», explica Cornejo.

En esta casa, de 1774, también se imparten talleres y cursos intensivos en los que se enseñan pautas saludables de alimentación, higiene y limpieza.

En la despensa solo se conservan productos naturales, de comercio justo o en conservas preparadas en la cocina de la casa rural.
Iablena Petrova limpia la cocina de la casa con bicarbonato y vinagre. JESÚS F. 

viernes, 10 de junio de 2016

SÍNDROMES DE SENSIBILIZACIÓN CENTRAL EN CAMPAÑA

Carta de las asociaciones de Sindromes de Sensibilización Central a los partidos políticos

Desde diferentes asociaciones de afectados por los Síndromes de Sensibilización Central nos dirigimos a los distintos partidos políticos para plantear los compromisos concretos que pueden adquirir para mejorar la situación de las personas afectadas.

Los principales Síndromes de Sensibilización Central (a partir de ahora SSC) son Fibromialgia, Síndrome de Fatiga crónica-Encefalomielitis Miálgica, Sensibilidad Química Múltiple y Electrohipersensibilidad. En conjunto estos síndromes afectan alrededor de 1.500.000 de personas en España. (Ver Nota al pie)

La mayoría de las personas que padecen estos síndromes tienen una situación vital muy difícil, además de por su estado de salud, por las consecuencias derivadas del mismo directamente relacionadas con una actuación institucional deficiente, que incluye: falta de tratamientos eficaces desde la seguridad social, tratamientos eficaces sólo accesibles desde la medicina privada, falta de baremos adecuados para la valoración de la discapacidad asociada a los SSC, falta de legislación para la adaptación de los puestos de trabajo (en los casos en los que sea posible), desatención sobre los factores ambientales implicados, ausencia de formación de los profesionales de los servicios sociales para una asistencia adecuada a las particulares necesidades de las personas afectadas, denegación sistemática de incapacidades, ausencia de formación médica actualizada y de investigación acerca de los mecanismos fisiológicos implicados, invisibilidad de los factores de género.

Un número elevado de estas personas pierde su trabajo y, en diferente grado, la capacidad de trabajar, a la vez que no puede acceder a recursos económicos que palíen esta situación de desventaja. Todo esto lleva a la mayoría de los afectados a una situación de atención sanitaria ineficaz, pobreza y exclusión social. Si tenemos en cuenta que la mayoría de las personas afectadas son mujeres (alrededor del 80%) la situación es altamente preocupante, ya que todo apunta a que esta parte de la población puede estar sufriendo discriminación debido a unas políticas inadecuadas e inoperantes posiblemente marcadas por prejuicios de género.

Nuestro objetivo con esta iniciativa es que este problema se introduzca en los programas y agendas de los diferentes partidos políticos con compromisos claros para avanzar en la mejora de la situación de las personas afectadas por estos síndromes.

Los compromisos que consideramos pueden mejorar la situación de este colectivo son:
  • Elaborar un plan de acción de forma conjunta con las asociaciones de afectados/as, médicos/as y sociedades médicas expertas.
  • Actualización de los baremos de valoración de discapacidad que reflejen la realidad de la discapacidad asociada a estos síndromes.
  • Formación a los profesionales sanitarios sobre las enfermedades del SSC, y difusión de los avances en el conocimiento y prácticas de tratamiento.
  • Creación de unidades de referencia, áreas especializadas y zonas adaptadas para la atención de estos pacientes.
  • Promover la integración, participación, mejora de la calidad de vida y eliminación de barreras asociadas a la discapacidad, para evitar la discriminación y la exclusión social.
  • Garantizar el derecho de acceder a una incapacidad laboral o a recursos básicos, a las personas que no puedan trabajar por sus problemas de salud.
  • Formación de los servicios de asistencia social sobre las necesidades diferenciales asociadas a estos síndromes.
  • Tratamientos eficaces para las personas afectadas a cargo de la Seguridad Social.
  • Partidas presupuestarias para investigación médica-científica sobre estos síndromes.
  • Información y control sobre los factores ambientales (químicos tóxicos y radiaciones no ionizantes) que pueden desencadenar o agravar estos síndromes.
  • Incluir en el CIAP los Síndromes de Sensibilización Central que aún no están incluidos.
  • Impulsar un estudio que de cuenta de la situación de las personas afectadas por estos síndromes.
  • Información a la sociedad sobre estas patologías. Campañas de prevención.
Llevamos mucho tiempo esperando. Necesitamos acciones concretas ya. Por favor hágannos llegar las medidas recogidas en sus programas, documentos gráficos o de otro tipo en los que quede constancia de los compromisos adquiridos. Estaremos muy atentos a su campaña. Iremos colgando en esta web todas las novedades que nos vayan llegando. Y dándole publicidad en nuestras redes.


Sinceramente GRACIAS


Estamos en proceso de recogida de firmas.

Envíanos la vuestra a sscencampania@gmail.com 

Dirigido a asociaciones sobre alguno de los Síndromes de Sensibilización Central mencionados.

Difunde. Gracias!


Organizaciones que Firman*
















AIRE Sensibilidad Química Múltiple Enfermedades Medioambientales y Protección del Medio Ambiente




ASAFA Teruel – Asociación Aragonesa de Fibromialgia y Síndrome de Fatiga Crónica de Teruel




Asociación de Sensibilidad Química Múltiple de Tenerife



AVASFASEM-AVASQ – Asociación Valenciana de Afectados del Síndrome de Fatiga Crónica, Fibromialgia y Sensibilidad Química Múltiple









FIBROSEGOVIA – La asociación de Fibromialgia de Segovia

FFISCYL – Federación de Fibromialgia y Síndrome de Fatiga Crónica de Castilla y León








Organizaciones que Apoyan*












*Por Orden Alfabético.

jueves, 9 de junio de 2016

"Las farmacéuticas inventan trastornos y enfermedades mentales para tener gente adicta a sus productos"

Entrevista a Peter C. Gøtzsche, autor de 'Medicamentos que matan y crimen organizado: cómo las grandes farmacéuticas han corrompido el sistema de salud' y 'Psicofármacos que matan y denegación organizada'.

Jordi Sabaté 08/06/2016
Foto: The BMJ  
En 2013 Peter C. Gøtzsche publicó el libro 'Medicamentos que matan y crimen organizado: cómo las grandes farmacéuticas han corrompido el sistema de salud' (Libros del Lince, 2014), donde cargaba duramente contra el sector farmacéutico, que conoce como la palma de su mano tras haber trabajado ocho años en él. La obra, en la que acusa a las compañías farmacéuticas de amañar las conclusiones de numerosas investigaciones en beneficio propio, levantó una gran controversia al ser el profesor Gøtzsche una gran autoridad en materia de diseño de estudios científicos.

Hace pocos días ha aparecido en España su último libro, titulado 'Psicofármacos Que Matan y denegación organizada' (Libros del Lince, 2015), donde Gøtzsche aborda el campo de la psiquiatría moderna y asegura que esta se ha simplificado hasta el extremo de limitarse a recetar los psicofármacos que la industria va lanzando al mercado. Siempre radical, aboga por abolirlos todos salvo en casos extremos, donde realmente se demuestre su aportación a la cura del enfermo. Para Gøtzsche, ansiolíticos, antidepresivos e incluso antipsicóticos se recetan sin tener en cuenta sus efectos dañinos.

El profesor Peter C. Gøtzsche se graduó como Máster de Ciencia en Biología y Química en 1974, y se licenció como médico en 1984. Es especialista en medicina interna, trabajó en la industria farmacéutica entre 1975 y 1983, y ejerció en hospitales de Copenhague entre 1984 y 1995. En 1993 contribuyó a la creación de la Cochrane Collaboration, una institución dedicada a revisar la veracidad de todos los estudios que se publican en el ámbito de la salud y así filtrar los intereses de las diferentes industrias en el negocio de la sanidad.

Su libro describe a los psiquiatras como profesionales dedicados a recetar medicamentos a los pacientes sin saber realmente si van a funcionar...

Una razón importante por la que la psiquiatría moderna está tan centrada en los fármacos es que la gente no sabe muy bien cuáles son ni sus beneficios ni sus daños. Yo tomé una actitud crítica respecto a estos fármacos; conseguí el acceso a estudios no publicados y fue entonces cuando me di cuenta de lo mucho que la industria farmacéutica, y en ocasiones también los psiquiatras, nos han engañado con sus ensayos clínicos.

¿No existen psicofármacos de beneficios comprobados?

Mediante las revisiones de muchísimos estudios he podido comprobar que el beneficio de muchos psicofármacos es dudoso, pero en cambio no existe duda de que pueden causar daños graves, que pueden incluir el suicidio, el homicidio o la muerte por otras causas. Otro problema es que probablemente todos estos fármacos son susceptibles de provocar daños permanentes en el cerebro cuando se usan a largo plazo, pero los pacientes que los quieren dejar, por lo general cuentan con muy poco apoyo por parte de sus médicos.

La psiquiatría actual reduce los problemas psicológicos a desequilibrios químicos que pueden ser curados con fármacos. ¿Hay intereses de la industria detrás de esta gran simplificación?

El cuento sobre los supuestos desequilibrios químicos fue inventado por un médico hace 61 años y la industria farmacéutica lo abrazó de inmediato. No he encontrado ninguna investigación que acredite científicamente que un desequilibrio químico es la causa de problemas psiquiátricos. Es más: los psiquiatras más relevantes son conscientes de que esto es una mentira y sin embargo muchos de ellos, tal vez la mayoría, siguen utilizándola a fin de persuadir a sus pacientes a continuar con su medicación.

El sueño de una solución rápida nunca desaparece, pero no hay soluciones rápidas en psiquiatría y los fármacos son muy raras veces la solución a los problemas de la gente. La profunda ironía es que quizás no haya un desequilibrio químico implicado salvo el que crean los propios psicofármacos, que en muchos casos funcionan como drogas adictivas.
Yo tomé una actitud crítica respecto a estos fármacos; conseguí el acceso a estudios no publicados y fue entonces cuando me di cuenta de lo mucho que la industria farmacéutica, y en ocasiones también los psiquiatras, nos han engañado con sus ensayos clínicos.

¿Podríamos decir entonces que estamos frente a una industria que inventa enfermedades para crear adictos a sus productos?

No es desacertado asegurar que la industria farmacéutica inventa enfermedades para conseguir gente enganchada a sus productos. Dicho esto, es cierto que hay muchas personas que sufren problemas mentales severos y necesitan en ocasiones un apoyo en la medicación. Pero creo que tratar estos problemas sistemáticamente con psicofármacos solo empeora la situación. La forma en que usamos las drogas psiquiátricas hoy en día sin duda causa mucho más daño que beneficio.

El 'trastorno bipolar', el 'TDAH', el 'trastorno obsesivo compulsivo', etc., son palabras que han entrado en el lenguaje común. ¿Son tales diagnósticos una simplificación de los problemas de la persona para adaptarlos a la aplicación de ciertos medicamentos?

Una de las grandes tragedias de la psiquiatría moderna es que muchos trastornos psiquiátricos son causados por los psicofármacos que se usan para tratar otro trastorno anterior; es decir, son daños colaterales, o efectos secundarios si se quiere. Por ejemplo, los efectos secundarios de la medicación para tratar el TDAH (trastorno por déficit de atención) coinciden bastante con el cuadro de diagnóstico de un trastorno bipolar.

Lo mismo ocurre con la depresión: los fármacos antidepresivos pueden provocar síntomas que cumplen con los criterios para diagnosticar un trastorno bipolar, por lo que también en este caso muchas personas sufren de efectos secundarios de los antidepresivos. Pero esto a menudo no se detecta y, por lo tanto, estas personas pueden, además, ser tratados con medicamentos antipsicóticos o de litio, o ambos.

En mi libro explico por qué no debemos ver el TDAH como un trastorno psiquiátrico, y la razón por la que la que los psiquiatras deberían centrarse en los problemas del entorno de los niños (el TDAH es más frecuente entre niños) en lugar de decir que son los propios niños el problema. Los medicamentos para el TDAH no resuelven ningún problema; de hecho, parecen agravarlos a largo plazo.

Usted sostiene que la gran mayoría de los fármacos psicoactivos deberían ser abolidos. ¿Cómo se trataría, en tal caso, una psicosis grave?

Hubo una revisión Cochrane que comparó las benzodiazepinas con los antipsicóticos para tratar la psicosis aguda. La misma mostró que los pacientes se calmaron más rápido con la benzodiazepina. El tratamiento estándar es aplicar antipsicóticos, pero he preguntado a muchos pacientes que han probado ambos tipos de fármacos, cuál preferirían en caso de sufrir un nuevo brote psicótico.

Todos los pacientes, hasta el momento, me han dicho que preferirían una benzodiazepina. Y les comprendo, ya que las benzodiazepinas no son tan tóxicas y peligrosas como antipsicóticos. Pero también es posible tratar la psicosis severa sin ningún tipo de medicamentos psiquiátricos. Sé de psiquiatras eminentes en varios países que nunca han usado un antipsicótico para tratar una psicosis. Solo han aplicado la psicoterapia, la empatía y el amor.

Muestran a los pacientes que se preocupan por ellos, que los respetan y tienen un verdadero interés en ellos, y es bien sabido que este enfoque es eficaz. Antipsicótico es un nombre demasiado engañoso, ya que estos fármacos no curan a nadie en contraste con los antibióticos, que realmente pueden salvar la vida de las personas si tienen una infección bacteriana grave. No estoy convencido de que necesitemos antipsicóticos en absoluto, ya que son muy tóxicos.

¿De verdad cree que una persona con una psicopatía severa puede tener una buena calidad de vida solo con terapia y sin medicamentos?

Está perfectamente documentado que muchas personas con psicosis graves pueden tener una buena calidad de vida sin psicofármacos. En realidad, la pregunta correcta es : ¿Pueden los medicamentos psiquiátricos empeorar la calidad de vida de las personas en promedio? Actualmente, mi grupo de investigación está estudiando la calidad de vida con y sin antidepresivos.

Hay muy pocos estudios publicados a este respecto y no tenemos acceso a los estudios no publicados por la Agencia Europea del Medicamento, aunque sabemos que no son pocos. En nuestra opinión, está claro por qué tan pocos estudios han sido publicados: sus resultados no dejan en buen lugar a la industria farmacéutica.