27
DE DICIEMBRE DE 2013 ANA
ISAN
Huelen
bien, hacen una rica espuma y nos limpian
el
pelo, incluso lo acondicionan. Así son los champús, de uso
agradable y con pocas desventajas: como mucho, algunos escuecen en
los ojos. Pero esto no
es todo.
De lo malo hay más, mucho más…
Aunque
parezca algo increíble, según alerta un estudio estadounidense, los
champús podrían llegar a ser mortales.
No todos, afortunadamente, pero sí aquellos que contengan un posible
carcinógeno conocido como dietanolamina
cocamida o
cocamida DEA.
El Centro para la Salud Ambiental de Oackland, en California, ha llevado a cabo el estudio que ha concluido tal afirmación, publicando a su vez una lista (http://goo.gl/93TiLQ) de un centenar de champús que contienen cocamida DEA.
El Centro para la Salud Ambiental de Oackland, en California, ha llevado a cabo el estudio que ha concluido tal afirmación, publicando a su vez una lista (http://goo.gl/93TiLQ) de un centenar de champús que contienen cocamida DEA.
Riesgos
por uso continuado
¿Pero,
qué es la cocamida DEA? Se trata de una sustancia detergente que
como residuo poluciona
las
aguas, normalmente utilizado para estabilizar el pH, así como para
aportar cremosidad, actuar como espesante y lograr unos resultados
espumosos.
Podemos
encontrar algunas variantes
en
el etiquetado, entre otros con términos
como
dietanolamina de aceite de coco o dietanolamina de laurilo (lauramide
DEA).
En
Europa y en buena parte de Estados Unidos se ha restringido
el
uso tanto de dietanolamina (DEA) como de monoetanolamina (MEA) y
trietanolamina (TEA) por sus efectos cancerígenos y síntomas del
tipo de reacciones alérgicas
en
los ojos, la piel o el cuero cabelludo.
Reputados
científicos alertan de su peligrosidad, pues experimentos han
demostrado que su aplicación repetida sobre la piel de ratas, hace
aumentar exponencialmente la incidencia de cánceres
de
hígado y de riñón. Según advierte Samuel Epstin, profesor de
Salud Ambiental de la Universidad de Illinois, tras absorberse vía
dérmica se
acumula en
el organismo.
Visto
lo visto, aunque las leyes
dicen
claramente que los cosméticos no pueden contener sustancias
carcinógenas o tóxicas, éstas no siempre se respetan, por lo que
se impone estar
informados y
leer bien las etiquetas.
Fuente:
http://ecologismos.com/encuentran-una-sustancia-cancerigena-en-100-champus/