sábado, 20 de abril de 2013

Sanidad pública y desvergüenza

Por Dori
Miércoles, 17 de Abril de 2013 17:21

¿Quién defiende al paciente? ¿Quién sabe qué enfermedad tiene? ¿Quién…? Está claro que ellos, los trabajadores de la Sanidad Pública, “todos ellos”. Desde un doctor hasta un inspector, es necesario aclararlo y que se aclaren “todos los trabajadores de éste medio”, porque LA SANIDAD SE DEFIENDE LUCHA

Sanidad publica y desvergüenza

El eslogan de que “la Sanidad Pública no se vende, se defiende”, debería empezar por que todos los trabajadores ejerzan presión y denuncien lo que realmente pasa, comenzando por defender a los enfermos crónicos, no sólo con sus informes y recetas, sino exigiendo que se cumplan sus diagnósticos y tratamientos. Si esto no se tiene claro por parte de ese colectivo, la lucha en las calles será inútil.

¿Quién defiende al paciente? ¿Quién sabe qué enfermedad tiene? ¿Quién…? Está claro que ellos, los trabajadores de la Sanidad Pública, “todos ellos”. Desde un doctor hasta un inspector, es necesario aclararlo y que se aclaren “todos los trabajadores de éste medio”, porque LA SANIDAD SE DEFIENDE LUCHANDO DIARIAMENTE, no sólo por un puesto de trabajo, sino por sus pacientes, porque sin los pacientes, la Sanidad Publica SE VENDE, y con ello sus puestos de trabajo.

Si este colectivo deja actuar a la Administración, obedeciendo sus órdenes sin oponerse a las injusticias que se están cometiendo con los enfermos, actúan como cómplices de estos abusos y demostrarán claramente que sólo defienden sus puestos de trabajo (esos puestos de trabajo que tan poco importan en la Comunidad de Madrid, sobre todo, ya que la privatización y el expolio público son su único interés).

Es lo que está sucediendo en la actualidad con todos los enfermos y sobre todo con los “crónicos”, enfermos que parece ser que de repente tienen cura, como ocurre con los de Alzheimer, por poner un ejemplo.

Los inspectores de la Sanidad Pública vigilan sus recetas con muchísimo celo, hasta el extremo de que les deniegan las recetas para sus medicaciones si no presentan informes o éstos están a punto de caducar. ¿El Alzheimer tiene cura? ¿Desde cuándo? ¿Quién lo ha decidido? ¿Quién…? Si este acoso criminal a los enfermos no se detiene, tampoco se pararán el expolio y la privatización de la Sanidad Pública.

Este atentado contra la salud pública demuestra claramente que nuestra salud no importa y que están dispuestos a todo para conseguir lo que parece que son sus fines: acabar con los enfermos crónicos, un objetivo vil e inhumano. 

Da la impresión de que, si pudieran, los meterían en cámaras de gas para exterminarlos y evitar un gasto que les priva de parte de su botín. Todo ello con la complicidad y consentimiento de este gobierno que tan bien sabe defender lo privado y criminalizar lo público.

Para el poder, los enfermos crónicos son un gasto al que hay exterminar y lo tienen muy claro, han puesto toda la maquinaria en marcha para conseguirlo. Evidentemente eso les funciona con la inestimable ayuda de todos los trabajadores de la administración, los ejecutores de sus órdenes.
Lo siguiente es preguntarse si estos trabajadores están dispuestos a defender la Sanidad Pública o solamente sus puestos de trabajo. A eso ha de responder este colectivo que está luchando con ese eslogan que todos apoyamos, “la sanidad no se vende se defiende”.

Aunque poco o nada vamos a defender si todos los trabajadores de este sector no son parte activa y participativa en la práctica de esa defensa desde sus puestos de trabajo, porque esas órdenes funcionan si se cumplen y solo hay un camino para que no sean efectivas: su incumplimiento. Sólo así es posible impedir la venta y privatización de la Sanidad Pública.

Desde un celador hasta un administrativo pueden practicar esta defensa activamente, porque los trabajadores de este medio conocen, pueden, saben, cómo boicotear este saqueo de lo público. Defender lo público, y por consiguiente lo de todos, pasa por perder el miedo y ser parte activa en un asunto que nos atañe a todos, trabajadores y enfermos; los primeros por su puesto de trabajo, los segundos por su vida.

Por último, pedir a este colectivo que en sus asambleas planteen esta lucha a todos los niveles, desde el administrativo hasta el director del centro. Todos y cada de ellos son los que pueden informar de la realidad a los pacientes, y con ello a toda la ciudadanía, para que se pueda defender masivamente lo de todos. Es decir lo público, lo que es nuestro.

alasbarricadas, La Marea de los enfermos de fm, sfc/em, sqm, ehs

Enviado por Anónimx (no verificado) en Mié, 04/17/2013 - 16:36

Esta crisis y sus recortes, solo ha dejado millones de damnificados, los ciudadanos y ciudadanas mas débiles, como siempre ocurre.

Muchos compañeros/ras abocados a la más vil pobreza y desamparo, desahucios, desatención sanitaria y muertes.

A los enfermos y enfermas, además nos está causando un mayor deterioro de nuestro organismo, dado el carácter de nuestras enfermedades de Sensibilizacion Central, ya suficientemente mermado por las patologías que padecemos. Crisis de ansiedad, trastornos de sueño, debilidad del sistema inmunológico, deterioro cognitivo y un largo etc. que empeoran nuestra salud haciendo crecer y avanzar las enfermedades que padecemos al no ver solución a nuestras enfermedades. Sabemos que no tienen tratamiento nuestras enfermedades, pero: saber, que no tenemos atención sanitaria, que perdemos el trabajo, no asistidas por el Estado con recortes de desempleo, viendo perder nuestras viviendas y negándonos lo que nos corresponde por Justicia. Somos uno de los colectivos más afectados.

Este colectivo, con todo lo que está sucediendo en el país, prácticamente es el único que no ha salido a la calle unido a demostrar que está ahí y hacerse visible.

Tenemos que ver lo que nos une, no lo que nos separa. Sólo así conseguiremos hacer ver y comprender a todos que aquí estamos, recluidos en nuestras casas, en camas, sin fuerzas para vivir.

Los enfermos y enfermas, independientemente de que estemos asociados o no, tenemos que unir fuerzas por todos y para todos.

La unidad no entiende de intereses particulares, es una defensa común.
La unidad consigue demostrar ante las administraciones la fuerza que si tenemos.

La unidad entiende de defender con uñas y dientes lo que nos pertenece por derecho y no nos pueden negar.

Vamos a luchar como parte activa de una sociedad que nos rechaza e ignora una y otra vez, nos niegan, nos anulan, nos apartan como una lacra … vamos a romper con esta dinámica definitivamente y vamos a salir juntos con nuestra propia Marea.

Nuestra lucha es diaria y cotidiana en beneficio de todos, en demostrar que si queremos podemos, es llamar a la unidad porque sólo depende de nosotros que esto sea una marea que nadie pueda parar, callar e ignorar.

Vamos todos juntos, porque sólo unidos codo con codo podemos conseguirlo.
Hacemos este llamamiento también a nuestras familias, amigos, colectivos, otras Mareas, gente solidaria necesitamos vuestra ayuda y colaboración porque nuestras enfermedades nos limitan para la lucha activa, pero a pesar de todo haremos el esfuerzo de preparar y organizar esta cita en la que esperamos encontrarnos con todos vosotr@s.

Ni el dolor, ni el cansancio, ni el frío o el viento, ni nuestra incapacidad... conseguirán rendirnos ante tanto atropello e injusticia.

Nuestra lucha de hoy es el futuro de nuestros hijos y nietos por un planeta limpio y que no nos maten con enfermedades que a las grandes industrias químicas y farmacéuticas les favorecen enormemente llenando-les las arcas.
Para nuestro colectivo esto se traduce en más enfermedades comórbidas, compañeros y compañeras enfermas que padecerán Electrohipesensibilidad y Sensibilidad Química Múltiple.

Ya hay niños diagnosticados de Síndrome de Fatiga Crónica, ya hay niños electrosensibles, con sensibilidad química. El llamado “déficit de atención” e hiperactividad es eso, contaminados por químicos y electrohipersensibles… y son niños y niñas ¿que futuro les espera?

CON TU PUEDO Y MI QUIERO… VAMOS JUNTOS COMPAÑER@S

¡¡¡UNIDOS POR TOD@S Y PARA TOD@S!!!

¡¡¡A LA CALLE… QUE NO NOS PARE NADIE!!!

¡¡¡NOS VEMOS EN MADRID EL 11 DE MAYO… NO NOS CALLARÁN!!!

Organización:


REBELIÓN ...MOVIMIENTO 12 DE MAYO

ALTEA-SQM

MADRIDFIBROMIALGIA-SOS

Marea, enfermos de fm, sfc/em, sqm, ehs vamos juntos a Madrid el 11-5-13

Sanidad publica y desvergüenza

Enviado por Dori en Mié, 04/17/2013 - 16:51

El eslogan de que “la Sanidad Pública no se vende, se defiende”, debería empezar por que todos los trabajadores ejerzan presión y denuncien lo que realmente pasa, comenzando por defender a los enfermos crónicos, no sólo con sus informes y recetas, sino exigiendo que se cumplan sus diagnósticos y tratamientos. Si esto no se tiene claro por parte de ese colectivo, la lucha en las calles será inútil.

¿Quién defiende al paciente? ¿Quién sabe qué enfermedad tiene? ¿Quién…? Está claro que ellos, los trabajadores de la Sanidad Pública, “todos ellos”. Desde un doctor hasta un inspector, es necesario aclararlo y que se aclaren “todos los trabajadores de éste medio”, porque LA SANIDAD SE DEFIENDE LUCHANDO DIARIAMENTE, no sólo por un puesto de trabajo, sino por sus pacientes, porque sin los pacientes, la Sanidad Publica SE VENDE, y con ello sus puestos de trabajo.

Si este colectivo deja actuar a la Administración, obedeciendo sus órdenes sin oponerse a las injusticias que se están cometiendo con los enfermos, actúan como cómplices de estos abusos y demostrarán claramente que sólo defienden sus puestos de trabajo (esos puestos de trabajo que tan poco importan en la Comunidad de Madrid, sobre todo, ya que la privatización y el expolio público son su único interés).

Es lo que está sucediendo en la actualidad con todos los enfermos y sobre todo con los “crónicos”, enfermos que parece ser que de repente tienen cura, como ocurre con los de Alzheimer, por poner un ejemplo.

Los inspectores de la Sanidad Pública vigilan sus recetas con muchísimo celo, hasta el extremo de que les deniegan las recetas para sus medicaciones si no presentan informes o éstos están a punto de caducar. ¿El Alzheimer tiene cura? ¿Desde cuándo? ¿Quién lo ha decidido? ¿Quién…? Si este acoso criminal a los enfermos no se detiene, tampoco se pararán el expolio y la privatización de la Sanidad Pública.

Este atentado contra la salud pública demuestra claramente que nuestra salud no importa y que están dispuestos a todo para conseguir lo que parece que son sus fines: acabar con los enfermos crónicos, un objetivo vil e inhumano. Da la impresión de que, si pudieran, los meterían en cámaras de gas para exterminarlos y evitar un gasto que les priva de parte de su botín. Todo ello con la complicidad y consentimiento de este gobierno que tan bien sabe defender lo privado y criminalizar lo público.

Para el poder, los enfermos crónicos son un gasto al que hay exterminar y lo tienen muy claro, han puesto toda la maquinaria en marcha para conseguirlo. Evidentemente eso les funciona con la inestimable ayuda de todos los trabajadores de la administración, los ejecutores de sus órdenes.
Lo siguiente es preguntarse si estos trabajadores están dispuestos a defender la Sanidad Pública o solamente sus puestos de trabajo. A eso ha de responder este colectivo que está luchando con ese eslogan que todos apoyamos, “la sanidad no se vende se defiende”.

Aunque poco o nada vamos a defender si todos los trabajadores de este sector no son parte activa y participativa en la práctica de esa defensa desde sus puestos de trabajo, porque esas órdenes funcionan si se cumplen y solo hay un camino para que no sean efectivas: su incumplimiento. Sólo así es posible impedir la venta y privatización de la Sanidad Pública.

Desde un celador hasta un administrativo pueden practicar esta defensa activamente, porque los trabajadores de este medio conocen, pueden, saben, cómo boicotear este saqueo de lo público. Defender lo público, y por consiguiente lo de todos, pasa por perder el miedo y ser parte activa en un asunto que nos atañe a todos, trabajadores y enfermos; los primeros por su puesto de trabajo, los segundos por su vida.

Por último, pedir a este colectivo que en sus asambleas planteen esta lucha a todos los niveles, desde el administrativo hasta el director del centro. Todos y cada de ellos son los que pueden informar de la realidad a los pacientes, y con ello a toda la ciudadanía, para que se pueda defender masivamente lo de todos. Es decir lo público, lo que es nuestro.