martes, 13 de diciembre de 2016

Un informe científico sobre el glifosato alerta sobre sus peligros para la salud y el medio ambiente

La red de acción en plaguicidas PAN Internacional ha elaborado un monográfico sobre el herbicida más utilizado del mundo, el glifosato, cuya traducción al castellano ha sido realizada y presentada por Ecologistas en Acción. El informe recopila abundante información científica sobre sus efectos para la salud y el medio ambiente, y pone en alerta a reguladores, gobiernos y personas usuarias de todo el mundo.

Además de advertir de los efectos adversos sobre el glifosato, el informe también contiene una sección útil en la gestión alternativa de malezas y proporciona información sobre una amplia variedad de enfoques no químicos para el control de malezas en diversas situaciones.

Para las entidades que han participado en el informe, la fuerte publicidad y labor de marketing de Monsanto, el principal fabricante e inventor de glifosato, bajo su marca Roundup, ha dado lugar a la percepción generalizada de que el producto químico es “seguro", a pesar de las crecientes evidencias científicas y denuncias sobre sus daños para la salud y el medioambiente.

El documento presentado por Ecologistas en Acción aporta una detallada revisión sobre los efectos adversos para la salud humana del herbicida. Intoxicación aguda, daño en riñón e hígado, desequilibrios en el microflora intestinal y el funcionamiento intestinal, cáncer, alteraciones endocrinas, disminución de la fertilidad y daños en el desarrollo fetal, daños neurológicos y disfunción del sistema inmune, son algunos de los efectos sobre la salud recogidos.

El glifosato está clasificado por la Organización Mundial de la Salud (OMS) como "probablemente cancerígeno" y está incluido en la "lista de plaguicidas altamente peligrosos" de PAN Internacional La red global está llamando a sustituir el herbicida por enfoques agroecológicos para el manejo de malezas en sistemas de cultivos diversificados y para situaciones que no son de cultivo.

El glifosato se está utilizando ampliamente como herbicida en agricultura y en ocasiones como desecante antes de la cosecha, con mucha intensidad sobre cultivos transgénicos, lo que supone que queden residuos sobre nuestros los alimentos. También es ampliamente utilizado en los huertos familiares y los lugares públicos, incluidos los bordes de la carretera, parques y jardines. Debido a ello numerosas publicaciones han encontrado residuos de este herbicida en pan, cereales, cervezas o incluso en el agua para beber.

Todos los análisis llevados a cabo sobre su presencia en la orina humana han arrojado datos positivos tanto en la población europea como americana. En EE UU se ha llegado a detectar incluso en la leche materna.

Como resultado, están aumentando drásticamente las prohibiciones y restricciones nacionales, así como la acción voluntaria de las autoridades locales para reducir su uso. Sri Lanka fue el primer país en prohibir su uso por completo; Italia ha prohibido el uso de pre-cosecha y el uso en lugares públicos; Francia está eliminando gradualmente su uso en las ciudades y zonas comunes.

Los impactos ambientales que se detallan en la monografía son también alarmantes, e incluyen efectos adversos sobre el funcionamiento de los ecosistemas, los servicios de polinización, el control biológico, la fertilidad del suelo y la salud de los cultivos. Los residuos son comunes en el medio ambiente, incluso en el agua de lluvia, en aguas superficiales y subterráneas, y en el medio marino.

El glifosato puede persistir en algunos suelos hasta tres años y hay evidencia de bioacumulación. La resistencia a glifosato se registra ahora en 35 especies de malezas y en 27 países, en su mayoría causados por el uso repetido de glifosato en cultivos transgénicos, la agricultura sin labranza y el uso de equipamiento.



[Informe] Glifosato http://www.ecologistasenaccion.org/IMG/pdf/informe-pan-glifosato.pd

La escasa convicción por el modelo ecológico

"No consiste en desarrollar medidas proteccionistas sino en desplegar las bondades de un desarrollo social y económico armónico y cohesionado"  
Francisco Casero 09/12/2016

La superficie, el número de productores, el volumen de facturación del sector ecológico crece a buen ritmo. Al menos es ese el mensaje dominante. Ahora bien, debemos siempre reflexionar si nos sentimos satisfechos, si cada uno de los agentes sociales, públicos y privados estamos haciendo lo suficiente y necesario para que el modelo de producción y consumo ecológico ocupe el lugar económico y social que debería. El modelo agroecológico es el único que da respuesta a los retos del siglo XXI, pero aún no ocupa el lugar en la sociedad que debiera.

El consumo de productos certificados como ecológicos sigue siendo demasiado reducido, la superficie cultivada, el número de productores, transformadores y comercializadores, tiene que seguir creciendo de manera significativa. Según los últimos datos publicados, en el Estado español 1.968.570 hectáreas están en producción ecológica, 37.870 operadores trabajan en el sector, 34.679 como productores primarios, 3.492 como transformadores y comercializadores.

La Fundación Savia ha dirigido diversos informes a las administraciones públicas solicitando que fijemos como objetivo común para el año 2030 que el 30% de la superficie, la producción y el consumo sea con criterios ecológicos. Y aún a algunos les resulta muy ambicioso. Mínimo exigible diría yo, tenemos que revisar nuestras escalas y varas de medir.

Es una cuestión que va más allá de la propia salud. Apostar por el modelo ecológico es asumir una responsabilidad propia y con el futuro, es ser honestos con nosotros mismos, con el prójimo y con las generaciones futuras.

Ahora no la estamos asumiendo. No existen políticas públicas transversales que reflejen una convicción por el modelo. Es por eso por lo que vemos que no existe una apuesta clara por la compra pública responsable, que recoja criterios de sostenibilidad y proximidad, no se impulsa de manera decidida la alimentación ecológica y sana en los comedores públicos y sociales, no se está respaldando al sector productivo mediante medidas públicas que incentiven a agricultores, ganaderos y empresarios.

Andalucía está poniendo en marcha el III Plan Estratégico de Producción Ecológica. La Junta de Andalucía no es capaz de hacer frente a las demandas del sector, similar circunstancia se está produciendo en Castilla-La Mancha donde se está dejando fuera de los incentivos a miles de solicitudes y a la vez se sigue con una alegre política de creación de centros comerciales y de ocio donde abundan los establecimientos de comida basura.

Más allá de cortinas de humo en forma de páginas de periódico o anuncios generalistas que, está probado, no calan en la población, no se están poniendo en marcha acciones específicas que hagan crecer el mercado. Por el camino, seguimos aumentando el consumo de carne, la importación de alimentos producidos a miles de kilómetros en detrimento de la producción local.

Mejorar la cadena de valor del mercado de alimentos

No consiste en desarrollar medidas proteccionistas sino en desplegar las bondades de un desarrollo social y económico armónico y cohesionado. Son las empresas locales las que crean riqueza y empleo en el territorio, son las empresas ecológicas las que tienen demostrada una mayor vinculación con el lugar y la sociedad en la que desarrollan su actividad.

Resulta fundamental seguir mejorando la cadena de valor del mercado de alimentos, la producción local y en ecológico ofrece muchas respuestas, muchas mejoras a la misma. El 80% de los alimentos que encontramos en nuestros platos procede de la agricultura familiar. Otorgar transparencia al mercado, mejorar la información suministrada a los consumidores permitiría trasladarles mayor conciencia y responsabilidad. Muchos deberíamos saber, del precio que pagamos por un alimento, cuánto recibe un productor o cuánto tiene que ir destinado a medidas que palíen la contaminación generada en la producción, transporte y reciclaje de residuos. A buen seguro que el modelo de producción ecológico mejoraría su posición competitiva a los ojos de los compradores.

El actual descontento del sector productivo sobre la política de asignación de ayudas no es más que la punta del iceberg. Ayudas, que, además, van escasamente ligadas al compromiso real y duradero de los beneficiarios.

Una parte menos visible de las acciones públicas y privadas esconde, un nulo sentido crítico hacia las directrices de la PAC, la incapacidad de reconocer la inviabilidad de ciertos cultivos, destructores de recursos, el absoluto fracaso de las acciones de concienciación, la falta de ejemplo en las conductas y prioridades de las administraciones públicas. En definitiva, una, en el fondo, falta de convicción en el modelo de producción ecológico que puede pasarnos una factura impagable.

La responsabilidad tiene que ser compartida. El sector privado tiene que ser más dinámico, más eficiente, más acorde con la disponibilidad y calidad de los recursos, tiene que territorializar su actividad, ejerciendo de agente social, aplicando prácticas respetuosas con el entorno.

Igualmente, resulta imperioso impregnar de manera trasversal las políticas públicas de conceptos y principios de la ecología social, sólo así, podremos seguir manteniendo un desarrollo y calidad de vida aceptable en el futuro. Redefinir políticas como la Política Agraria Común (PAC) hacia un claro y contundente compromiso medioambiental, revertir el proceso de migración hacia las ciudades y la costa, apostar de forma clara y contundente por un modelo productivo agroecológico que permita la generación de riqueza y empleo de manera sostenible y sostenida, tiene que ser el camino.

Cosas que sólo entiende quien tiene dolor crónico……

Hasta un tercio de las personas sufren de algún dolor crónico. Si eres una de esas personas para las que el dolor de espalda, dolores de cabeza, artritis, o cualquiera de una larga lista, hace de la vida diaria una lucha, estas son tus nueve experiencias.

1. Levantarse en la mañana no es ninguna broma.

Y no sólo es el sonido de la maldita alarma!. Para las personas con dolor crónico, puede ser físicamente difícil, dice la escritora y activista de Jenni Prokopy, fundadora de ChronicBabe.com, un sitio web dedicado a las mujeres, enseña a vivir bien a pesar de la enfermedad. Cuando Prokopy, que tiene fibromialgia y otras enfermedades crónicas, dice todo duele cuando se despierta por la mañana, realmente significa todo!. “Mis pies, mis brazos, los hombros, el cuello y la espalda tienen un abrumador sentimiento de dolor, y cada paso que doy me duele”, dice ella. “Es un reto de todos las mañanas salir de la cama y comenzar el día”.

2. Costuras que molestan.

¿Alguna vez siente que no tiene nada que ponerse? Con algunas enfermedades, como la fibromialgia, el dolor puede ser tan malo que incluso las costuras laterales de los pantalones o una cintura elástica que presiona la piel y puede agravar el problema, comparte Prokopy. “Algunos días es un reto elegir que me pongo y para hacer todo lo pensado para ese día”, dice Prokopy, opta por vestidos holgados, sujetadores sueltos y zapatos que sean “holgados para el dolor del día”.

3. Desmoralizado es un eufemismo.

Las personas con enfermedades crónicas son más propensas a sufrir de depresión, y, el riesgo de suicidio casi se duplica en los pacientes con enfermedades crónicas dolorosas, dice el especialista en dolor Paul J. Christo, profesor asociado en la Escuela de Medicina Johns Hopkins y presentador del programa de radio Dolores y ganancias. Los estudios demuestran que los pacientes con dolor crónico se encuentran en un mayor riesgo de pensar, intentar, y de cometer suicidio. “El dolor crónico desmoraliza”, dice Christo. “Se pierde la capacidad de trabajar, socializar, hacer ejercicio, hacer cosas que hacen la vida digna de ser vivida.” El dolor crónico también puede hacer que los síntomas de una depresión existente empeoren. Es por eso que el trabajo con un terapeuta que entiende las necesidades de estos pacientes puede ser clave para mantener su salud mental, dice Prokopy. “Cuando el dolor es elevado y continuo, desaparece su confianza y ya no cree que todo va a estar bien”, dice ella. “Tengo días que estoy convencida de que así es cómo me voy a sentir el resto de mi vida”.

4. El sueño es difícil de conseguir.

El sueño puede tener un gran impacto en los síntomas del dolor crónico, y viceversa. Los síntomas pueden dificultar conciliar el sueño y tener un sueño reparador. Esto conduce a la mala energía durante el día y la imposibilidad de hacer las actividades diarias, dice. Para Prokopy, practicar una buena higiene del sueño es esencial. Sus rituales nocturnos incluyen la meditación y ejercicios de respiración, aceites esenciales de lavanda para ayudar a relajarse, tomar medicamentos para dormir, tapones para los oídos, dormitorio a la temperatura adecuada, no mirar a las pantallas electrónicas durante 30 minutos antes de acostarse . “Mucha gente me dice:” Yo trato de hacerlo. ‘ Pero yo, lo hago, no hay que intentarlo solamente!

5. Hacer las tareas del día.

Muchas personas con dolor crónico no admiten que ya no pueden hacer todo lo que está en su lista. A veces hacen mucho en un corto período de tiempo, y luego se sienten aniquilados y con mucho dolor los próximos días, debemos averiguar cuánto es demasiado.

6. ¿Quieres que me concentre?

Christo encuentra que muchos de sus pacientes tienen problemas para concentrarse. El dolor puede llegar a abarcar todo, por lo que es difícil concentrarse en otras cosas, como leer, hacer ejercicio, o incluso tener una conversación, dice.

7. Tener relaciones sexuales es una tarea difícil.

Si bien algunos tipos de dolor, como el dolor pélvico, obviamente, hacen que sea difícil mantener intimidad sexual con su pareja, incluso los nervios del dolor en el pie o dolores de cabeza crónicos pueden costar caro a su vida sexual.

No es sólo la pérdida de la intimidad sexual que provoca tensión en las relaciones. Otras personas tienen la tarea de conducir a su familiar a múltiples médicos, tienen que dejar de trabajar para hacerlo, o llevar a su ser querido a la sala de emergencia debido a que su dolor no está controlado adecuadamente. El dolor crónico limita el tiempo agradable juntos, dice Christo. “Otras personas, creo, son tolerantes al principio, pero después de el transcurso de 6 meses a un año o más que eso, puede ser duro tratar de conservar la paciencia, apoyo y amor”, dice.

8. Si usted no parece enfermo, las personas no pueden creer que lo esté.

A diferencia de otras enfermedades, el dolor es invisible, dice Christo, dejando a muchas personas con dolor crónico la sensación de que están solos o que no les creen. “No es como si tuvieras una herida”, dice. “Se puede ver a alguien usando un yeso o un aparato ortopédico, pero nuestro dolor es interno. Dentro del cerebro, la médula espinal, el cuerpo, y la gente no puede verlo.” Sentirse incomprendido es decepcionante, dice Christo. “Creo que conduce a una gran cantidad de ira por parte de la persona que tiene el dolor”.

9. Sus amigos probablemente no entienden.

El dolor crónico es algo que tienes que sentir para entenderlo. Por mejor intencionados que estén los amigos tratando de dar apoyo probablemente no lo consigan, dice Prokopy, y no se puede esperar esto de ellos. “Tengo amigos que nunca han tenido un dolor de cabeza y los amo con locura, pero no tienen idea de lo que es mi vida”, dice ella. Lo que importa es que tus amigos no te juzgen si tienes que cancelar los planes, y que traten de entender lo que está pasando, dice Prokopy. “Usted debe tomar decisiones, establecer límites más fuertes. Hay veces que he tenido que decir: “La gente simplemente no me entiende, no me quieren entender, y yo no puedo perder mi tiempo en ellos”.