lunes, 30 de abril de 2018

Pacientes de sensibilidad química múltiple piden que los casos más graves sean reconocidos como incapacidad laboral

EUROPA PRESS 29.04.2018
  • La Asociación de Sensibilidad Química Múltiple de Galicia ha reclamado, con motivo de la celebración del Primero de Mayo, que los casos más graves de la patología que provoca la pérdida a la tolerancia a diversos productos químicos sea reconocida como un motivo de incapacidad laboral.
Así lo ha trasladado este colectivo en un comunicado emitido este domingo en el que recuerdan que la mayor parte de las casos se producen "en el ámbito laboral, por fumigaciones, vertidos de gasoil en los centros de trabajo o por desarrollar éste en edificios enfermos, mal ventilados, deficientemente construidos o en los que se utilizan materiales inadecuados".

La sensibilidad química múltiple es una enfermedad que provoca síntomas que afectan a diversos sistemas orgánicos al entrar en contacto con determinadas sustancias químicas. Así, la asociación recuerda que el día a día de las personas que lo padecen "no es fácil" en "un mundo rodeado de productos químicos", presentes, incluso, en los alimentos, el agua o la ropa.

Además, apuntan que, a esta situación, hay que sumar "el rechazo" de las mutuas que consideran estos casos como "un accidente laboral", las empresas que no adaptan los puestos de trabajo "cuando aún es posible" y "el empeño" del Instituto Nacional de la Seguridad Social en no conceder bajas e incapacidades a las personas que sufren esta patología.

De este modo, muestran su "preocupación" por que se les niegue la concesión de una incapacidad por sufrir sensibilidad química múltiple en los grados más altos, lo que provoca "nuevas recaídas a sabiendas de que no existe tratamiento y de que la única medida eficaz es evitar la exposiciones".

Así las cosas, la Asociación de Sensibilidad Química Múltiple de Galicia censura que el Estado "niegue" la asistencia médica que estos pacientes precisan y que tampoco impulse estrategias o estudios para conocer con mayor detalle "la magnitud" de este problema.

La fibromialgia que se visibiliza entre las páginas de un libro

El escritor Xan Eguía lleva a una novela la historia de Soledad Morales y Carmen Barrientos, que sufren la enfermedad
JAVIER BECERRA REDACCIÓN / LA VOZ 29/04/2018

Hay enfermedades visibles, que generan empatía y comprensión. Y hay otras que no son evidentes. Por lo general no encuentran ese mismo eco por esa falta de presencia en los ojos de los demás. Soledad Morales lo sabe perfectamente. Preside la Red Española para la Defensa de los Enfermos de Fibromialgia, Síndrome de Fatiga Crónica y Sensibilidad Química Múltiple. Ha encontrado un aliado para su causa en el escritor vigués Xan Eguía. «Hay muchos libros clínicos, pero no hay libros que cuenten una historia, con este humor y con esta humanidad», explica.

El libro se titula Inevitable como la vida. Y se subtitula Cuando el dolor se llama fibromialgia. «Quería hacer una novela no muy larga, muy accesible, que fuera fácil de leer y que reflejara el día a día, la parte mala, pero también la parte más optimista». Para ello se basó en la historia de Soledad y Carmen Barrientos, otra socia de la entidad, describiendo sus peripecias por Europa sin tener ni idea de inglés. Con su dolor, pero también con una sonrisa humanizadora.

El volumen, cuyos beneficios se destinan íntegramente a la asociación, se iba a quedar ahí. Pero ahora opta a un reconocimiento a nivel europeo. «Pertenecemos a la Alianza Europea del Dolor. El año pasado llevamos el libro a Malta. Allí se interesaron y nos propusieron llevarlo a otro encuentro para ver si lograba ser conocido con el premio a las buenas prácticas», indica Soledad.

El escritor ha conocido de primera mano los problemas de esas mujeres que no solo echan en falta un enfoque médico más adecuado, sino que se encuentran con un muro social. «Le dices a la gente fibromialgia y piensan que se trata de algo psicológico y que es una quejicas», dice Xan. «Normal, si el médico le resta importancia lo lógico es que quien va contigo haga caso al médico», añade otra socia que se une a la conversación.

Estos problemas, con los que conviven personas como Soledad o Carmen día a día, no se conocen. «En Galicia estamos muy atrasados», señala la primera. «Hemos recogido firmas para llevar al Parlamento de Galicia para lograr un centro específico que trate la enfermedad en todo su conjunto. Aquí eso no lo hay», añade. Se refiere a comunidades como Cataluña o Andalucía. Pero, más allá del caso gallego, existe otro lastre patrio que genera una cadena de despropósitos: «Como no hay investigación, no hay tratamiento y por tanto somos incómodos».

La edición de este libro supone un pequeño empujón en lo que ellos consideran que es una constante cuesta arriba. «Nos derivan al médico de atención primaria. Te dan antiinflamatorios y psicofármacos. Si ven que no funciona, te derivan al reumatólogo. Pero de ahí no te derivan a nada más», describe Soledad.

China desarrolla un sistema para fabricar lluvia que ocupa tres veces España

  • El proyecto aumentaría las precipitaciones en 10.000 millones de metros cúbicos al año. 
  • Están empleando tecnología militar de vanguardia para fabricar las cámaras de combustión en el Tíbet.
Paisaje del Monte Everest desde el Campamento Base en la cara norte del Tíbet.
GTRES
China necesita más agua y, por eso, está desarrollando un sistema sin precedentes: una red gigantesca para fabricar lluvia que ocuparía tres veces la superficie de España. Este proyecto podría aumentar las precipitaciones en la región hasta 10.000 millones de metros cúbicos al año, lo que equivale al 7% del consumo de agua en China, según ha publicado el periódico South China Morning Post.

Actualmente, la meseta del Tíbet dispone de unas cámaras que conforman la reserva más grande de agua fresca de Asia. Sin embargo, las simulaciones climáticas muestran la posibilidad de que la meseta tibetana experimente una sequía severa en las próximas décadas. El plan en el que ahora están trabajando propone construir decenas de miles de cámaras más hasta ocupar un área de 1,6 millones de kilómetros cuadrados, es decir, tres veces el tamaño de España.

Empleando tecnología militar de vanguardia, en las cámaras se quemaría combustible sólido para producir yoduro de plata, un agente que 'sembraría' las nubes de lluvia. A medida que el viento golpease contra la montaña y produjese corrientes, las partículas del yoduro ascenderían hasta las nubes. Con una brisa suave sería suficiente para transportar las partículas a 1.000 metros por encima de los picos de las montañas.

La desventaja de estas cámaras de combustión es que, si el viento no sopla o lo hace en dirección incorrecta, no funcionan

"[Hasta ahora] se han desplegado más de 500 quemadores en pendientes alpinas en el Tíbet, Xinjiang y otras áreas para uso experimental. Los datos que hemos recopilado muestran resultados muy prometedores", dijo un investigador que trabaja en el sistema al South China Morning Post.

El sistema está siendo desarrollado por la Corporación Científica de Ciencia y Tecnología Aeroespacial de China, un contratista propiedad del Estado que lidera otros proyectos nacionales como la exploración lunar y la construcción de la estación espacial de China.

China es el primer país que intenta aplicar la tecnología militar a gran escala. Estados Unidos intentó llevar a cabo pruebas similares, pero en sitios mucho más pequeños.

La red costaría relativamente poco: cada unidad de combustión cuesta alrededor de 50.000 yuanes (unos 6.500 euros), precio que incluye la construcción y la instalación. Además es probable que, con el paso del tiempo, el precio disminuyese debido a la producción en masa. Un avión de siembra de nubes, sin embargo, cuesta millones de yuanes y cubre un área mucho más pequeña.

Ma Weiqiang, un investigador del Instituto de Investigación de la Meseta Tibetana de la Academia China de Ciencias, ha advertido que es posible que Pekin no de luz verde al proyecto ya que modificar la humedad actual del cielo podría tener un efecto de arrastre y reducir las precipitaciones en otras regiones de China.

domingo, 22 de abril de 2018

Vecinos y autoridades se rebelan contra los nuevos contadores de luz

El Parlament y ayuntamientos catalanes cuestionan su inocuidad y que respete la protección de datos privados

Una usuaria inspecciona uno de los nuevos contadores de luz. / FERRAN SENDRA  
Un suministro eléctrico que genera tantas luces como sombras. Ese es el escenario que se cierne sobre los hogares que cuestionan la ejecución del plan del Gobierno para sustituir los contadores electromecánicos por otros telegestionables, dotados de una tecnología PLC (comunicaciones de línea energética, por sus siglas en inglés), que usan el cableado eléctrico para transmitir datos de consumo, además del propio flujo de corriente. Las compañías eléctricas disponen hasta el 31 de diciembre para gestar un cambio inspirado en una directiva europea sobre eficiencia energética pero que alumbra dudas sobre el impacto pernicioso que pueden tener esos nuevos aparatos en la realidad de los usuarios.

El principal argumento contra e efecto indeseado de estos contadores tiene que ver con la salud, como destaca Núria Marín, portavoz de la Plataforma Stop Comptadors, que señala que "no hay informes concluyentes que avalen su inocuidad". "Cuando pedimos garantías a Endesa [que acapara el 95% del mercado en Catalunya] nos hablan de análisis que demuestran que no hay impacto real, pero aún estamos esperando que los muestren", esgrime Marín. Los contadores usan señales PLC, "las mismas que se emplean en las redes de alta tensión", pero que ahora penetran en el interior de los hogares, con la diferencia de que el cableado doméstico "no está preparado para soportar este tipo de frecuencias", remarca.

La Cámara catalana reclama la paralización del proceso mientras haya dudas

Los vecinos reticentes a la modificación de contadores cuentan con el respaldo de una sesentena de mociones de ayuntamientos catalanes y del propio Parlament, que el pasado julio aprobó una resolución en la que se instaba a la Generalitat a que reclamara al Gobierno central" paralizar preventivamente estas gestiones" para dar respuesta "al malestar de un gran número de ciudadanos", así como a exigir a Endesa y al resto de eléctricas la elaboración obligatoria "de un informe preceptivo y vinculante sobre la contaminación electromagnética" de estos aparatos. La Cámara catalana pone el foco especialmente "en menores, mujeres embarazadas y colectivos sensibles", como las personas diagnosticadas con electrosensiblidad.
 
Personas vulnerables a radiaciones que la propia Organización Mundial de la Salud "considera potencialmente cancerígenas", como recuerda Carme Herranz, abogada del Col·lectiu Ronda que asesora a personas que se oponen a la medida, como ya pasa en otros países. "En Gran Bretaña no es obligatorio, el usuario decide; en Alemania solo es obligatorio a partir de consumos elevados, cuando se justifica el ahorro energético; Holanda ha modificado la norma para que la transmisión se haga por fibra óptica, que es inocua", destaca Pilar Revelles, de Stop Comptadors, una de las entidades a la que se refiere el Parlament en su resolución. Herranz apela al principio de precaución "como concepto jurídico vinculante", que establece la renuncia a cualquier producto, servicio o tecnología "siempre que la evaluación científica permita determinar riesgos con suficiente certeza".

Datos y privacidad

El propio Parlament plantea la necesidad de que se garantice el derecho de los ciudadanos a "oponerse a la instalación de estos contadores "y subraya"el incumplimiento de la legislación en materia de protección de datos", reclamando que los sistemas de medida se rijan bajo parámetros que garanticen la privacidad del usuario. "Saber la curva horaria de consumo abre la puerta a la captación de una ingente cantidad de información sobre nuestros hábitos domésticos, contra la privacidad y aportando una información muy valiosa para empresas que desean conocer las necesidades de potenciales clientes", destaca Marín.

En tanto que responsable del cambio del 95% de contadores en Catalunya, Endesa sostiene que se limita a cumplir con su "responsabilidad para con el marco legislativo en vigor", en referencia a la normativa impulsada por el Ejecutivo español, que a su vez se ampara en una directiva comunitaria del 2012 que fija un objetivo de mejorar la eficiencia energética de los socios comunitarios. También asegura facilitar los informes que avalan la inocuidad del PLC a los usuarios y autoridades que lo reclamen, extremo desmentido por diversos clientes. El Ministerio de Energía se refiere a la normativa de la UE para justificar la medida y sostiene que Bruselas "realizó un estudio de coste-beneficio y en España se determinó la necesidad de cambiarlos", sin mostrar dicho estudio. Asimismo sostiene que los protocolos de actuación "cuentan con el visto bueno de la Agencia de Protección de Datos".

Usuarios alegan que la UE impone la eficiencia energética, no el contador

Marín replica que la directiva europea hace referencia a un horizonte del 20% de eficiencia energética en el 2020, pero en tanto que directiva solo marca los objetivos y corresponde a cada país elaborar sus propias normas para alcanzarlos, a diferencia del reglamento, que es vinculante. "El Gobierno español hace una interpretación absolutamente maximalista de lo que son meramente recomendaciones", exponen desde el Col·lectiu Ronda. Marín plantea que quizá haya intereses ocultos en esta "inflexibilidad que no se da en otros países" y lo fundamenta en que la normativa española "es, además, del 2007 y por tanto previa a la directiva europea".

Más de 7.000 contadores instalados por semana

La normativa determina que las compañías eléctricas disponen hasta el 31 de diciembre para implementar los nuevos contadores, un extremo al que recurren algunos vecinos que se niegan a instalarlos. "Es imposible que el cambio se haga solo al final del periodo porque por necesidades logísticas debe de hacerse de manera escalonada: estamos colocando unos 7.000 por semana", explican desde Endesa. Según la compañía hay un 92% de aparatos ya instalados en Catalunya y prevén llegar al 98% a finales de año, dejando un margen para personas con electrosensibilidad y que acrediten patologías asociadas al impacto de las ondas PLC. Un extremo que cuestiona Pilar Revelles, de la Plataforma Stop Comptadors, que sostiene que ella misma y otros afectados por esta enfermedad se siguen viendo "asediados" por las presiones de la compañía.

Otras de las quejas que reciben las suministradoras tienen que ver con usuarios que denuncian cortes de luz realizados cuando no dan su consentimiento. La proveedora destaca que se limita a cumplir los objetivos, plazos y premisas que establece el marco legislativo en la materia. Endesa destaca asimismo que uno de los objetivos de la telegestión es que los propios usuarios puedan conocer su propia curva de consumo para alcanzar un objetivo de eficiencia en el gasto doméstico. Los usuarios denuncian asimismo la imposición del contador de Endesa, sin poder elegir otro, "atentando contra la libre competencia".

Condenas y exilios eléctricos

Una mujer con electrosensibilidad relata la huída de su propia casa ante el impacto de la señal de los nuevos contadores

Gemma Plana, afectada de electrosensiblidad, en una playa barcelonesa. / JOAN 
CASTRO (ICONNA)  
Gemma Plana huyó de su casa el jueves de la semana pasada, en plena noche, con rumbo incierto, casi a la desesperada. Ningún incendio acechaba su vivienda, ni nadie entró a robarle. La amenaza es etérea, en forma de ondas electromagnéticas que emanan del contador que le acababan de instalar a un vecino, sostiene. Señales que se expanden hasta impactar contra su cuerpo sensible. Desde hace 15 años, Gemma está diagnosticada de fatiga crónica, sensibilidad química múltiple e hipersensiblidad electromagnética por especialistas del Hospital Clínic. "El jueves me levanté con vértigo, con el cerebro ardiendo, ansiedad, sin fuerzas, con una mancha marrón en la cara... Antes de saber que habían cambiado la instalación a un vecino. Mi médico me dijo que tenía lipodistrofia semicircular, que afecta al tejido adiposo subcutáneo, y que me marchara de casa lo antes posible", recuerda.

Gemma sufre el cerco tecnológico: ha cambiado 9 veces de segunda residencia

Gemma reside en el Eixample, donde solo enciende la nevera y usa linternas al anochecer. "Si pongo una lavadora, me voy de casa", describe. Pero incluso así, de tanto en tanto, su cuerpo dice basta y debe buscar refugio en la montaña o en la playa. Exilio eléctrico, allá adonde no tenga que soportar señales y repetidores. Un objetivo infructuoso ante el implacable cerco tecnológico: "He cambiado nueve veces de segunda residencia, hasta que compramos una caravana y buscamos espacios donde estar a salvo". Ahora se ha instalado por la costa barcelonesa, desesperada por no poder volver a su domicilio. "Me paso los días llorando, con ataques de ansiedad; hasta ahora tenía la suerte de la generosidad de mis vecinos, que tienen cableada la señal de internet y apagan el móvil por la noche para que yo pueda dormir. Pero un propietario que no es residente habitual aceptó la instalación de los nuevos contadores, algo a lo que todos los demás nos negamos", resume.

Se desespera ante la adversidad, cansada, a sus 72 años, de ser "una nómada", indignada cuando alguien le recomienda que vaya a una masía o a una tienda de campaña. Reclama su derecho a mantener su residencia desde hace cuatro décadas, "de tener vida", pero lamenta que "Endesa ignora todos los certificados médicos oficiales" que les remite. Gemma reclama que le visite el médico que tiene la compañía, "que compruebe en primera persona el daño" que sufre, la condena que vive en su propia casa.

Derechos

Otro tipo de condena, aunque también relacionada con los contadores, es la que le ha tocado a Pablo Álvarez y a su familia en su domicilio de Cornellà. Casi mes y medio sin electricidad después de que Endesa les cortara la luz ante la negativa a aceptar el nuevo contador. "Desde el 2014 pido información a la compañía para conocer el impacto sobre la salud de la telegestión, pero replican que se limitan a cumplir la normativa", describe. Pablo recuerda las dificultades de vivir sin luz y por tanto sin calefacción eléctrica, con la imposibilidad de conservar alimentos, de que sus hijas atiendan sus obligaciones estudiantiles, de lavar la ropa íntima en casa. Pero sobre todo lamenta que "las empresas pisotean los derechos de los ciudadanos con la complicidad del Gobierno".

Pablo lamenta que se "pisoteen" los derechos del usuario con la complicidad del Gobierno

Pablo ha contado con el apoyo del Ayuntamiento de Cornellà, que se sumó a su denuncia y demandó a la empresa por coacciones. "Es muy grave, una vulneración de los derechos fundamentales por parte de una multinacional que habla de compromiso social pero no tiene un servicio de mediación", explica Montse Pérez, tenienta de alcalde y concejala de Educación y Política Social. Esta semana, el juez ordenó cautelarmente que se restituya la luz en el hogar de los Álvarez.

Desmontando mitos: lo que de verdad significan 'light', 'bio', 'orgánico' o 'eco'

Vivimos en plena era del 'boom' por lo saludable y los alimentos 'bajos en grasas', 'lights' y 'ecológicos' nos inundan. Pero, ¿qué quieren decir?
Las diferentes denominaciones de los alimentos pueden originar confusión en 
los consumidores / Pixabay  
VERÓNICA LECHUGA

'Eco', 'Bio', 'Light', 'Bajo en grasas'... Esto es solo una muestra de la cantidad de denominaciones que encontramos en los supermercados cuando vamos a hacer la compra. Porque de un tiempo a esta parte, este tipo de alimentación nos ha inundado ante la nueva fiebre saludable que se ha desatado prácticamente en todo el mundo. Nos hemos concienciado de la importancia que tiene alimentarse bien, tanto para la salud como para el medio ambiente. Pero, entre esta amalgama de denominaciones, ¿sabemos lo que comemos?

Porque, automáticamente, pensamos que si un alimento lleva alguna de estas etiquetas, ya significa que es más saludable, cuando muchas veces no es así. Pero el problema es que no conocemos lo que realmente quieren decir. Según puso de manifiesto un estudio de Unilever, el 64% de los españoles confunde este tipo de términos, lo que supone que la mayoría hacemos la compra 'a ciegas'.

Puestos en contacto con la nutricionista y dietista Judit López Izquierdo, que tiene su propia consulta en el centro de Madrid, nos ha explicado qué se esconde detrás de cada uno de esos conceptos que pueblan los lineales y que nos hacen pensar que nos alimentamos mejor...y a veces es todo lo contrario.

Lo 'bio' como respuesta al "miedo irracional"

Para la experta en nutrición, actualmente existe un "miedo irracional y muchos mitos" alrededor de la alimentación, sobre todo con el tema de los transgénicos, que ha favorecido la irrupción de todos esos productos calificados como 'bio', 'eco' u 'orgánicos'. Pero, ¿esto qué quiere decir? Para empezar, López Izquierdo señala que los alimentos 'bio' son los que no se han alterado genéticamente, es decir, no han pasado por un laboratorio y se han cultivado de forma tradicional. Si bien esto no lleva implícito que sean más sanos. "Alterar genéticamente un producto no es malo para la salud, pues si fuera así no podríamos comer nada de lo que venden en los supermercados. De hecho, a veces se hace para que los alimentos sean mejores o sepan mejor", aclara. Por ello, el hecho de que un alimento sea 'bio' no quiere decir que sea más saludable, simplemente es que no ha pasado por ningún laboratorio, va de la tierra a tu mesa.

Por su parte, los alimentos denominados como 'ecológicos' son los que se han cultivado de una forma respetuosa con el medio ambiente. Es decir, algo 'bio', por muy natural que sea, no tiene porqué haberse cultivado de forma respetuosa, y esa es una diferencia importante para todos aquellos que cambian su alimentación con el objetivo de ser más sostenibles. Lo 'orgánico', que completa esta triada de alimentación 'natural' significa que los alimentos no contienen nada de químicos.

Pasando al plano de las dietas y los alimentos que no engordan, o eso se supone, la nutricionista nos aclara que los productos 'light' "son menos calóricos que los originales, pues se reduce el nivel de azúcar o de grasas, habitualmente". Si bien, matiza que "el hecho de que aporte menos calorías no quiere decir que no contengan ninguna, simplemente que tiene menos que su producto original". 'Light' es un término más genérico, tal y como explica, si bien cuando dice 'bajo en grasas' se hace referencia específica a ese nutriente, pero solo a ese, "porque puede contener otros que no sean saludables.

Es el caso de los productos 'sin azúcar', pues como indica Judit, "le eliminan el azúcar natural pero lo sustituyen por sustancias más perjudiciales, como el aceite de palma, que contiene grasas saturadas". En este sentido, la experta señala que la grasa, "siempre que sea virgen, no es perjudicial, pero el aceite de palma contiene muchas grasas procesadas". En este sentido, la doctora diferencia entre alimentos naturales, que son los obtenidos de la naturaleza, los procesados, que son los que se han envasado, cocinado o añadido algún ingrediente "y no tienen porqué ser malos", y los ultraprocesados, "que son los que habría que evitar porque la manipulación posterior que se ha realizado los ha aleado mucho de su origen natural".

Por último, en el caso de la leche y la polémica sobre la conveniencia de tomar leche entera o no, López Izquierdo señala que el problema reside en que "la leche desnatada después contiene azúcares añadidos, que son peores que la nata natural que lleva la leche, que incluso se recomienda en dietas para adelgazar".

Alimentación de toda la vida

Viendo que lo que supuestamente es más saludable al final no lo es tanto y con la cantidad de dietas, consejos y productos que ahora tenemos al alcance, al final la tarea de comer de forma saludable es incluso más difícil, ante la diversidad de opciones y las contraindicaciones que dan unos y otros. ¿Qué debemos comer para estar sanos y no ganar peso? La doctora lo tiene claro: "tenemos que tender a comer los alimentos de toda la vida".

Es decir, verduras, frutas, pescados, legumbres, cereales, huevos, lácteos naturales... Todos los alimentos típicos de la cesta de la compra y con los que nos hemos alimentado desde hace décadas y que hoy en día, a pesar de tanta evolución tecnológica, siguen siendo los mejores en todas las mesas.

jueves, 12 de abril de 2018

Más de 300.000 personas sufren el Síndrome de Sensibilidad Central en Andalucía, según expertos sanitarios

Más de 300.000 personas sufren el Síndrome de Sensibilidad Central en Andalucía, según han concluido expertos sanitarios, como es el caso del doctor Manuel Blanco, director de la Unidad de Síndrome de Sensibilidad Central del Hospital Viamed Santa Ángela de la Cruz de Sevilla.

11/04/2018 MÁLAGA, 11 (EUROPA PRESS)

Más de 300.000 personas sufren el Síndrome de Sensibilidad Central en Andalucía, según han concluido expertos sanitarios, como es el caso del doctor Manuel Blanco, director de la Unidad de Síndrome de Sensibilidad Central del Hospital Viamed Santa Ángela de la Cruz de Sevilla.

Estos datos, junto al enfoque integral de la enfermedad, diagnóstico y tratamiento desde un punto de vista multidisciplinar, se abordan este miércoles en las XIV Jornadas Sobre el Síndrome de Sensibilidad Central en el Colegio de Farmacéuticos de la capital malagueña, organizadas con motivo del 20 aniversario de la Asociación de Pacientes de Fibromialgia y Síndrome de Fatiga Crónica de Málaga (Apafima) y patrocinadas por Prisma Natural, especialista en salud y bienestar.

El Síndrome de Sensibilidad Central (CSS) fue definido por Yunus en 1994 y abarca otras entidades nosológicas como fibromialgia, cefalea tensional y migraña, síndrome de fatiga crónica, síndrome de intestino irritable, síndrome químico múltiple, síndrome de electrosensibilidad, síndrome de vejiga irritable y síndrome premenstrual, entre otros.

Todos ellos tienen en común una sensibilización central a diferentes estímulos, lo que significa una disfunción en los sistemas nerviosos inmunoneuroendocrino y autonómico; así como un exceso de estrés oxidativo con disfunción mitocondrial.

En esta línea, la unidad SHC Medical, en donde trabaja el doctor Manuel Blanco, lleva a cabo varios tratamientos a nivel inmunoneuroendocrino con un porcentaje de mejora del 85 por ciento. Por un lado, trabaja con LIMS, una estimulación magnética transcraneal de bajo campo que consiste en cargas magnéticas de baja frecuencia.

Asimismo, desarrolla tratamientos de hipoxia e hiperoxia, una técnica dirigida a la estimulación mitocondrial mediante ciclos de hipoxia e hiperoxia. Está dirigida a pacientes que tienen mayor prevalencia de Síndrome de Fatiga Crónica.

Otro tratamiento es el TDCS, una estimulación transcraneal por corriente directa con la que se consigue mejorar los patrones de actividad neuronal adaptativos y restaurar el equilibrio de lagunas redes neuronales. El OAF, por su lado, mejora la eficiencia respiratoria, facilitando la oxigenación y mejorando la eliminación del dióxido de carbono, lo que proporciona al paciente un estado de bienestar y relajación.

Igualmente, la inmonoterapia específica pretende fortalecer el sistema inmunológico; así como disminuir los niveles de histamia; mientras que las dietas terapéuticas, entre otros tratamientos, también se enfocan a la sensibilidad alimentaria del paciente y la reacción negativa a ciertos alimentos.

UN 3% DE LOS ESPAÑOLES AFECTADOS

Dado el aumento de esta afección entre la población española, en donde más del tres por ciento de la sociedad está afectada por esta patología, empresas como Laboratorio Best Médical Diet del grupo Nueva Dietética ha investigado sobre el tratamiento con productos naturales de última generación.

En este sentido, ha desarrollado distintas líneas de complementos alimenticios que, bajo la marca Prisma Natural Premium, dan respuesta activa a las necesidades de este tipo de pacientes. Se trata de una línea libre de ingredientes transgénicos o genéticamente modificados, sin aditivos BSE y TSE y sin metales pesados y contaminantes ambientales.

En líneas generales, tratar de investigar sobre el Síndrome de Sensibilidad Central puede resultar un poco complejo; si bien empresas como Best Médical Diet o la unidad del doctor Blanco investigan, realizan análisis específicos; así como diseñan biomarcadores para el diagnóstico y tratamiento de esta patología. No obstante, al tratarse de una patología multifactorial, un buen estilo de vida acompañado con el control y manejo de situaciones de estrés ayuda positivamente a mejorar la salud global.

Comienza la Semana Sin Tóxicos en Valdepeñas con una charla sobre sensibilidad química múltiple

11 Abril 2018 Maite Guerrero VALDEPEÑAS
La charla de la Semana Sin Tóxicos de “La Alegría de Huerta Manchega” en Valdepeñas / 
Maite Guerrero
“La Alegría de la Huerta Manchega” informa de que hay muchos productos en nuestros hogares y en el ambiente que son perjudiciales para nuestro organismo

El Grupo de Consumo Agroecológico “La Alegría de la Huerta Manchega” ha iniciado este miércoles su VI Semana Sin Tóxicos o Semana Sin Pesticidas, ya que el Mercado de la Tierra que tenía previsto celebrar el pasado sábado en la Plazoleta Balbuena tuvo que suspenderse debido a la previsión de lluvias. Las actividades de esta semana se desarrollarán hasta el 13 de abril en el Auditorio “Francisco Nieva” de la Plaza Veracruz, y este miércoles ha tenido lugar la proyección de la película “Snowflake”, documental sobre la sensibilidad química múltiple, un proyecto de la Fundación Alborada que pretende dar visibilidad a las personas que sufren esta enfermedad, caracterizada por una hipersensiblidad ante sustancias químicas a las que todos estamos expuestos a diario, a través del testimonio de personas afectadas y de expertos de distintos campos de la ciencia. Se estima que esta enfermedad afecta ya a entre un 5% y un 15% de la población en países industrializados.

María José García, miembro de “La Alegría de la Huerta Manchega”, se ha mostrado ilusionada por el interés que despierta esta semana y ha señalado que la actividad de hoy quería llamar la atención y visibilizar la enfermedad de la sensibilidad química múltiple. “Que la gente se pregunte qué está pasando y por qué hay tantos productos tóxicos, por ejemplo, al fumigar o en productos que tenemos en nuestra casa para la limpieza o la higiene”.

Ha señalado que el Ayuntamiento de Valdepeñas está tomando buenos hábitos en jardinería para utilizar menos productos tóxicos y ha apuntado que la población demanda cambios y que hay que intentar sustituir algunas prácticas que nos pueden afectar.

María José García ha dado las gracias a todas las personas que forman el grupo de consumo por la labor conjunta que realizan.

Por su parte, Carmen Lozano, que tiene la enfermedad de sensibilidad química múltiple, ha contado su experiencia. Ha comentado que era peluquera y que, debido a las sustancias perjudiciales de su trabajo, comenzó a tener alergia al níquel y luego a productos químicos. “Mi alergia es dérmica, digestiva y de olfato. El perfume me hace daño”.

Ha dado las gracias a “La Alegría de la Huerta Manchega” por celebrar esta Semana Sin Tóxicos para concienciar a la gente. “Los ciudadanos tenemos que tomar conciencia. Hay más de 100.000 sustancias tóxicas que perjudican la salud”.

Ha manifestado que sería conveniente que este tipo de jornadas se hicieran en otras ciudades. “Hace cuatro años la sensibilidad química múltiple no estaba reconocida. Queda mucho por hacer. Hay que llegar a la OMS (Organización Mundial de la Salud). Los ciudadanos deben ser más conscientes de que hay sustancias tóxicas que nos hacen daño”.

Otras actividades

La Semana Sin Tóxicos continúa este jueves a las 18 horas con el taller infantil “En abril, frutas mil”, para niños de entre 5 y 8 años, organizado por alumnos del IES Francisco Nieva.

A las 20 horas tendrá lugar la charla sobre “Cómo reducir los tóxicos en el hogar”, con la ponencia de Carlos de Prada, naturalista, periodista y escritor. “El contenido químico de las casas actuales poco tiene que ver con el que tenían las casas de nuestros antepasados. Dentro de ellas podemos encontrar un complejísimo cóctel de sustancias, muchas de las cuales, pueden pasar a nuestros cuerpos. Con esta charla se pretende dar consejos, recomendaciones y alternativas para conseguir un hogar más sano y proteger a aquellos más vulnerables, como niños y embarazadas”.

El 13 de abril a las 18 horas habrá un cuentacuentos infantil y un taller titulado “Otra vez azul”, para niños de entre 6 y 10 años.

El 13 de abril a las 20 horas, Patricia y Fernando hablarán sobre su experiencia práctica de “Cómo vivir sin plásticos”. En agosto de 2015 se plantearon el reto de evitar los residuos plásticos. Desde que comenzaron a llevar este estilo de vida, esta pareja escribe sus experiencias en el blogvivirsinplastico.com.

Exigen a Arias Cañete que frene a los lobbies de los combustibles fósiles

Decenas de organizaciones medioambientales exigen al comisario europeo de Clima y Energía que se apliquen medidas para apartar de las negociaciones climáticas a las empresas con conflictos de intereses.
Arias Cañete en el Parlamento Europeo.Foto: ©Claude Truong-Ngoc  
En una carta enviada al Comisario de Clima y Energía de la Unión Europea (UE), Miguel Arias Cañete, 93 organizaciones sociales y ecológicas de Europa y de países afectados por las políticas climáticas de la UE piden que se frene la presión y el poder de negociación que tienen las empresa y los lobbies con conflictos de intereses en las negociaciones climáticas.

Estas organizaciones denuncian que, a pesar de ser gran parte del problema contribuyendo al cambio climático y de tener conflictos de intereses que podrían verse afectados por las decisiones tomadas en dichas negociaciones, las empresas de combustibles fósiles y sus lobbies han participado en todas las fases de las negociaciones en torno a la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (CMNUCC). Asimismo, según señala el comunicado, estas han estado “impulsando soluciones falsas y obstaculizando la adopción de medidas eficaces”.

Para mantener el aumento medio de la temperatura mundial por debajo de 2°C, tal y como se comprometieron los países que firmaron el Acuerdo de París, es necesario reducir la influencia de estos grupos de presión en las negociaciones de las Naciones Unidas, según la carta enviada al comisario. "Ya existe un buen ejemplo de una política exitosa sobre conflictos de intereses en la ONU”, explica Nina Renshaw, secretaria general de la Alianza Europea de Salud Pública, “el Convenio Marco de las Naciones Unidas para el Control del Tabaco ha incluido en una lista negra a las empresas con conflicto de intereses, a fin de proteger la formulación de políticas de salud pública de la influencia de la industria tabacalera y sus grupos de presión, el cual tiene un claro paralelismo con los lobbies de los combustibles fósiles en la política climática”.

La carta enviada a Cañete, a la que ha tenido acceso El Salto, exige al comisario que garantice la integridad de la CMNUCC, ya que, según estas organizaciones, es uno de los “únicos espacios internacionales democráticos en los que puede abordarse el cambio climático”. Asimismo, piden a Cañete que apoye una política eficaz que pueda invalidar los conflictos de intereses en las próximas negociaciones que se celebrarán en la ciudad alemana de Bonn entre abril y mayo.

Pascoe Sabido, integrante del Corporate Europe Observatory y uno de los firmantes de la carta, ha explicado que “mientras que el Parlamento Europeo aprobó recientemente una resolución con exactamente las mismas peticiones que hacemos nosotros, la Comisión Europea sigue bloqueando que se avance en este tema”.

Entre las organizaciones firmantes se encuentran algunas del Estado español, como Ecologistas en Acción o el Observatorio de la Deuda en la Globalización, y otras plataformas y organizaciones sociales como Corporate Europe Observatory, Friends of the Earth Europe, The European Public Health Alliance, Greenpeace EU y la Oficina Europea de Medio Ambiente.

La crisis del plástico es más grave de lo que piensas: no basta con reciclar botellas

  • El plástico está en lo que comemos, bebemos y en el aire que respiramos y representa una amenaza cada vez más importante para la salud humana
  • En los años 50 el mundo producía dos millones de toneladas de plástico al año. Ahora son 330 millones de toneladas
  • John Vidal 07/04/2018
    Anillas de plástico para botes de cerveza se convirtieron en una prisión para esta tortuga. EFE  
    Oeste de Gales, hace dos fines de semana. Un viejo colchón que probablemente había estado en el mar durante meses antes de ser arrastrado por la marea yace ahora completamente empapado en una playa que de otro modo estaría limpia. Al colchón le falta un gran trozo y el resto se está desintegrando. Representa una amenaza para la fauna y flora del lugar, así que lo arrastramos hasta una parte de la playa donde no llegan las olas con el compromiso de volver para tirarlo cuando ya esté seco.

    Sin embargo, ¿cómo te desprendes de un viejo colchón formado por miles de millones de minúsculas partículas de plástico que van perdiendo formaldehído y otros productos químicos potencialmente peligrosos? ¿Lo quemas? ¿El fabricante debería desplazarse y recogerlo? Pueden enviar sus respuestas al ministro de Medio Ambiente, Michael Gove, que se ha comprometido a frenar la marea de desechos plásticos y ha anunciado una consulta sobre un programa de devolución de botellas de plástico en Inglaterra, cuyo objetivo es lograr que la gente recicle más.

    Hay que celebrar la iniciativa de Gove, pero es anecdótica y no tendrá ningún impacto sobre el grave y cada vez más importante problema del plástico. El programa está pensado para personas que están hartas de acumular basura y para los espectadores de Planeta Azul, horrorizados por las imágenes de pájaros tragando pajitas de plástico y tortugas ahogadas por bolsas de plástico. Es como si un fumador empedernido renunciara a un solo cigarrillo.

    Desde que empezamos a utilizar polímeros para fabricar productos de plástico a gran escala en los años cincuenta, este subproducto de la industria petroquímica, que utiliza alrededor del 6% de todo el petróleo que extraemos al año, se ha extendido a innumerables procesos de fabricación. En estos momentos el plástico es omnipresente y es imposible de evitar. Está en nuestra ropa, en los envases, en las botellas, en los productos electrónicos, en las bandejas de comida, en las tazas y en la pintura.

    Nuestros coches dependen de este material, así como nuestros ordenadores, nuestros tejados y las tuberías del desagüe. Es el material de embalaje preferido a nivel mundial. Dormimos sobre él, lo usamos, lo miramos, y estamos en contacto corporal directo con él de una forma u otra todo el día y la noche.

    Tal vez tenga grandes beneficios para nuestra sociedad pero lo cierto es que una vez está entre nosotros, el material más famoso de todos los que ha sido capaz de fabricar el hombre no desaparece durante siglos.

    Cuando se expone a la luz solar, al oxígeno o a la acción de las olas, no se biodegrada, sino que simplemente se fragmenta en pedazos cada vez más pequeños, hasta que partículas microscópicas o de tamaño nanométrico entran en la cadena alimenticia, el aire, el suelo y el agua que bebemos.

    La popular serie Planeta Azul de BBC y una serie de estudios científicos nos han hecho tomar conciencia de la contaminación que azota nuestros océanos, pero todavía nos falta información del impacto que muchos productos químicos sintéticos y aditivos que se usan para dar al plástico sus cualidades tienen sobre nuestra salud.

    En los últimos años, se han encontrado microplásticos y fibras diminutas, que miden el ancho de un cabello humano o mucho menos, en una extraordinaria gama de productos, como la miel y el azúcar, mariscos, agua embotellada y del grifo, cerveza, alimentos procesados, sal de mesa y refrescos.

    El 95% de los adultos que participaron en un estudio realizado en Estados Unidos presentaban bisfenol A en su orina. En otro, se descubrió que el 83% de las muestras de agua del grifo analizadas en siete países contenían microfibras de plástico. Un estudio publicado la semana pasada evidenciaba contaminación plástica en más del 90% de las muestras de agua embotellada, que eran de once marcas diferentes. Y a principios de este año se descubrió que el río Tame en Manchester tenía 517.000 partículas de plástico por metro cúbico de sedimento, casi el doble de la concentración más alta jamás medida en todo el mundo.

    Cuantos más estudios se llevan a cabo, más partículas de plástico encuentran los investigadores en el cuerpo humano. Los mismos científicos que hicieron saltar las alarmas sobre la contaminación del aire provocada por las mortíferas partículas emitidas por los vehículos diésel están encontrando ahora micropartículas de plástico que llueven sobre las ciudades y son lanzadas al aire desde automóviles y zonas de construcción, líneas de lavado y envases de alimentos.

    La contaminación por plásticos en lugares interiores podría ser todavía peor que en el exterior ya que un solo lavado de un equipo deportivo o de telas sintéticas hechas por el hombre liberan miles de microfibras en el aire.

    En unas jornadas que organizó recientemente en el Reino Unido el grupo Common Seas (Mares Comunes), treinta científicos, doctores y otros expertos compararon información y llegaron a la conclusión unánime de que el plástico está en lo que comemos, bebemos y en el aire que respiramos y representa una amenaza significativa y cada vez más importante para la salud humana.  

    Según los científicos, si podemos respirar estas partículas y fibras de tamaño micro y nanométrico, también es probable que entren en el torrente sanguíneo, en el tejido pulmonar y en la leche materna, o que se alojen en los sistemas intestinal y respiratorio. Tal vez algunas micropartículas pasen por nuestro cuerpo sin causar daño, pero otras pueden representar una amenaza para nuestra salud. Se sospecha que muchos de ellas son cancerígenos o pueden actuar como disruptoras de hormonas.

    Hay consenso de que existen grandes lagunas de conocimiento sobre cómo afectan los microplásticos a la salud humana, y que necesitamos estudios científicos más sólidos. Desconocemos el riesgo de beber agua embotellada o del grifo. No sabemos cuántos plásticos estamos ingiriendo o respirando o qué efectos puede tener para la salud haber estado expuestos durante años a partículas plásticas peligrosas. No sabemos qué concentraciones son seguras para los adultos, y mucho menos para los bebés. Existe una creciente preocupación de que las partículas microplásticas poco estudiadas sean una amenaza para la salud al presentar una fuente potencialmente importante de sustancias químicas tóxicas para el cuerpo humano.

    Aunque sabemos desde hace años que algunos de los aditivos utilizados para aumentar la flexibilidad, la transparencia y la durabilidad de los plásticos son químicamente peligrosos, pocos han sido probados en humanos. Algunos países han prohibido ciertos materiales pero no hay un criterio coherente y para las empresas del sector ha sido fácil esquivar esta normativa, ya que han encontrado sustitutos que probablemente sean igual de peligrosos.

    No basta con declarar la guerra a las botellas de plástico, las tazas de café o las microperlas que se encuentran en los cosméticos. Necesitamos con urgencia que el Gobierno diseñe un plan de acción para abordar la crisis del plástico de una forma exhaustiva.

    Prohibir las bolsas de plástico y los envases de un solo uso sería un buen comienzo pero tenemos que ir mucho más allá. Es necesario reducir la producción de plástico y fomentar alternativas menos nocivas. Es necesario que se prohíban grupos enteros de sustancias químicas nocivas, en vez de ir prohibiendo algunas sustancias una por una. Se debe ayudar a los consumidores a comprender a lo que están expuestos y explicarles qué se puede reciclar, compostar o quemar.

    En los años 50 el mundo producía dos millones de toneladas de plástico al año. Ahora la cifra ya es de 330 millones de toneladas anuales, y se prevé que se triplique en 2050. Devolver algunas botellas de plástico no será suficiente. Tampoco lo será sacar de la playa el viejo colchón.

    John Vidal fue jefe de la sección de Medio Ambiente de The Guardian

    Traducido por Emma Reverter

sábado, 7 de abril de 2018

"Me anularon la incapacidad en una visita de 5 minutos"

El ICAM declaró a Christian en capacidad de trabajar pese a que está de baja tras una operación y tiene dos sentencias que le dan la razón. Como él, más pacientes se quejan de «altas injustificadas»

Norian Muñoz
Christian con la resolución en la que le declaraban apto para trabajar. Foto: Lluís Milián  
«La visita en el ICAM (Institut Català d’Avaluacions Médiques) duró menos de cinco minutos. No me preguntaron nada sobre mi estado de salud ni mucho menos me hicieron ninguna revisión médica», cuenta Christian sobre la cita con el médico a la que asistió el pasado mes de enero en la sede del ICAM de Tarragona y tras la cual decidieron anularle la incapacidad permanente. Se la habían concedido debido a un problema degenerativo de la columna vertebral que le causa unos intensos dolores que apenas consigue paliar con morfina.

Pocos días después de aquella visita de inspección médica, Christian pasó por quirófano en el Hospital del Mar por segunda vez (ya le habían operado sin resultados satisfactorios en 2012) para una operación de columna en la que le colocaron unos tornillos. La idea era paliar un problema en la vértebra L5, una de las que tiene afectadas.

Justo al llegar a casa desde el hospital se encontró con la carta en la que le anunciaban que habían determinado que ya no tenía «ningún grado de incapacidad permanente» y decidieron dar de baja la pensión que recibía a partir del 1 de febrero. Paradójicamente, por esas mismas fechas, un informe de su médico de cabecera le daba la baja por lo menos durante los 89 días siguientes. Hoy sigue de baja.

A partir de entonces, Christian, que tiene 36 años y no cuenta con familia cercana, tiene como único ingreso la renta mínima de 430 euros, «con los que pretenden que coma, pague el alquiler, me vista y pague los medicamentos».

Sin poder costear las medicinas

Y es que, además, tras esta decisión no sólo se ha quedado sin la pensión, sino que ha perdido el derecho a medicación compensada (los pensionistas pagan el 10%) y ahora debe pagar el 40% del coste, como la mayoría de los ciudadanos.

Cuenta que desde que le quitaron la pensión no le alcanza el dinero para pagarse los medicamentos. Nos enseña el informe de su médico de cabecera, donde aparece la lista de medicamentos que debe tomar: son trece. En el caso de algunos está espaciando las tomas de los fármacos que ya tenía en casa; en otros, sencillamente, no los está tomando porque no los puede comprar.

Y es que, además de los problemas de columna, Christian tiene diagnosticado lupus y un cuadro ansioso-depresivo. «Mi vida se resume a la cama», explica.

Relata que cuando comenzaron sus problemas de salud, en 2011, llevaba 14 años cotizados. Su último empleo fue en un hotel donde uno de sus trabajos era acarrear maletas. «Siempre he trabajado, y por supuesto que me gustaría trabajar, pero ahora me es imposible... Te tratan como escoria por estar enfermo. Yo no he elegido esta situación», dice.

En su caso, además, se da la circunstancia de que ya tuvo que pasar por los tribunales en dos oportunidades para que se reconociera su incapacidad, primero fue en 2015 en un Tribunal de lo Social de Barcelona y luego la decisión la ratificó en 2016 el Tribunal Superior de Justícia de Catalunya, «pero ahora no me veo con fuerzas de volver a pasar por lo mismo».

Explica que en su desesperación ha decidido dar la cara «porque hay muchos pacientes que viven silenciados por miedo a lo que pueda pasar».

Un caso repetido

Àngels Homedes, del colectivo Ronda, es la abogada que llevará el caso de Christian en este nuevo proceso judicial y reconoce que casos como el suyo, lamentablemente, no son aislados.

El Diari de Tarragona ya se hizo eco en noviembre del año pasado de las quejas de un grupo de pacientes que denunciaban trato inadecuado y altas injustificadas en el ICAM de Tarragona.

Relataron entonces que los pacientes debían soportar largas esperas, visitas demasiado escuetas y, en algunos casos, incluso un trato vejatorio. Se lamentaban de que pacientes que todavía no se habían recuperado eran dados de alta prematuramente.

Homedes explica que la decisión del ICAM de Tarragona no tiene justificación alguna ni fundamento jurídico porque todos los informes de los especialistas de la sanidad pública certifican que no ha habido ningún cambio en el estado de salud de Christian.
Igual que sucedió en otro caso que llevó recientemente contra el ICAM en Barcelona, la abogada espera que le den la razón. No obstante, explica, eso no le ahorra al paciente tener que esperar en torno a un año a que se produzca el juicio. En el caso de Christian ni siquiera hay juzgado asignado. «Es verdad que luego se recuperan los atrasos, pero todo ese tiempo la persona está sin apenas ingresos, con la desesperación que eso supone... No le encuentro ninguna lógica», se ratifica.

El Diari intentó contactar con algún responsable del ICAM, cuya gestión depende del Departament de Salut, sobre el caso de Christian, pero no obtuvo respuesta.

Más casos: Una plataforma de afectados por el ICAM

Desde el 2016 un grupo de pacientes en la misma situación de Christian fundaron la Plataforma de Persones Afectades de l’ICAM, PAICAM, para «visualizar el trato inhumano y el funcionamiento injusto de este organismo evaluador de la sanidad catalana... Cada vez las bajas son más restrictivas, así como los criterios para otorgar pensiones de invalidez, lo que aboca a estos pacientes al límite de la exclusión social».

Ma. Angels García, afectada y miembro de la plataforma quien a la vez atiende algunas consultas en las redes sociales y acompaña a otros pacientes, explica que, en seis años, ha podido comprobar que el trato del ICAM puede ser muy diferente según el médico que toque. En dos oportunidades ha denunciado maltrato verbal. Además, critica que las visitas cortas en las apenas se ve a los pacientes y la no revisión de los informes médicos también son una constante.