miércoles, 22 de enero de 2020

«No he podido salir de casa desde la explosión. Voy de la cama al sofá»

Una semana después, los enfermos con sensibilidad química múltiple siguen sufriendo llagas, dolores y náuseas
Cori Artiga (derecha), una de las afectadas con sensibilidad química múltiple
(SQM). «Aún notamos los efectos», explican. Foto: Pere Ferré
«No he podido salir de casa desde que fue la explosión. Lo noté desde el primer momento, y eso que mi casa está de espaldas al viento. Voy de la cama al sofá», explica María, de 50 años, diagnosticada desde 2015 de sensibilidad química múltiple (SQM), aunque padece la enfermedad desde los cinco.

Ella, como otros pacientes, vive un drama desde el accidente de Iqoxe, que ha agravado los síntomas de un cuadro médico ya de por sí complejo y crónico. «Una hora después de la explosión no me podía mover, me quedé como un palo. Voy con silla de ruedas por casa. Me salieron llagas en la piel. Y eso que la explosión me pilló en casa», cuenta esta tarraconense, que no puede estar expuesta a productos químicos y que sufre en sus carnes cualquier afectación en el aire. «Estoy así cuando hay una crisis muy bestia», dice María, y pone algunos ejemplos: «Una vez iba en un bus y el conductor echó ambientador. Estuve un mes sin salir de casa».  

En cuestión de unas pocas horas, su saludo empeoró. «Recuerdo que el lunes pasado estaba bien, dentro de lo que cabe. Mi cabeza y mi cuerpo funcionaban, pero fue la explosión y vino el bajón. Tengo la voz afectada, pasé varios días en los que no podía ni hablar», cuenta María, una de las voces de este colectivo que sufre en silencio y que en muchas ocasiones denuncia «ser invisible». En pleno debate sobre los efectos de la industria en calidad del aire, ellas perciben antes que nadie las afectaciones y con una virulencia especial.

Vómitos, neuralgia o debilidad en general son algunos de los efectos en estos enfermos

«Estoy peor, tengo más rigidez muscular, me altera el sistema nervioso, tengo más dolor, más neblina mental, no me puedo centrar y estoy siempre alerta. He empeorado de forma muy clara», narra Cori Artiga, vecina de la calle Ibiza de Tarragona que padece sensibilidad química múltiple, además de fibromialgia, fatiga crónica o sensibilidad electromagnética. «Desde el accidente tengo más insomnio y estoy mucho más irritable. Solo he salido de casa para ir al médico», cuenta Cori, siempre a merced de la contaminación atmosférica. «Tengo energía para dos horas. No puedo hacer más», admite. María, además, va con mascarilla y sale a la calle con gafas de sol por la molestia que le provoca el sol.

«Fui consultora en la química»

Colonia o jabón son enemigos cotidianos directos, pero también esa química con la que conviven y ahora en el ojo del huracán. «Yo fui consultora en la industria química hasta que tuve que retirarme. 

Ahora tengo una incapacidad permanente absoluta», cuenta Maria, armada de paciencia para afrontar un momento duro de la enfermedad. «No sé cuántos días más me va a durar esto», dice.

Manuela Moya vive en Reus. Padece fibromialgia, tiene síndrome de fatiga crónica y síntomas de sensibilidad química múltiple. En ocasiones, los pacientes sufren varias de estas patologías, agrupadas bajo el paraguas de los llamados Síndromes de Sensibilidad Central (SSC). «Tengo picor en la garganta, sobre todo al salir a la calle. Por suerte vivo en Reus y no me afectó tan directamente», dice Manuela. Apenas hay remedios para estas enfermedades. «La medicación son componentes químicos, así que no nos sirve, no hay nada. La única manera es comer de forma ecológica, productos naturales. Soy afortunada y puedo pagármelo, pero otra gente no», cuenta María, muy crítica con la industria que tan bien conoce y en la que trabajó durante tanto tiempo: «Es necesario un control riguroso de la química monitorizado por las autoridades».

Algunos de estos enfermos se plantean marcharse a entornos más amables. «Quiero irme a Reus o a Cambrils. En Tarragona sufro más», reconoce Cori Artiga. «Los enfermos estamos buscando zonas blancas, en las que no haya ni químicos ni campos electromagnéticos, y no encontramos», cuenta María.

«¿A qué lugar puedo ir que no haya nada que me afecte? Es muy difícil», reconoce Maria Riera, desde Reus: «Me ha afectado, a pesar de que mi casa está muy sellada y tengo purificador de aire». Maria relata su padecimiento: «Me provocó afectación neurológica, además de debilidad general y mucho dolor de cabeza, que aún tengo. Me pasé tres o cuatro días vomitando».

domingo, 12 de enero de 2020

PROTESTA GLOBAL 25 DE ENERO STOP 5G

Protesta Global contra la 5G, un llamamiento internacional, el sábado 25 de enero.

¿Por qué Stop5G?

El impacto en la salud de las personas y el medio ambiente de la tecnología inalámbrica está documentado científicamente desde hace varias décadas. Es por esta razón que la OMS calificó en 2011 a las radiofrecuencias en la categoría de posible cancerígeno, y que la Resolución 1815/2011 del Parlamento Europeo, a la que se adhirió en su momento el Gobierno de Navarra, aconseja bajar límites de emisión y proteger a la población, en particular a personas electrosensibles, niños y ancianos.
El atractivo de esta tecnología para todos y el desarrollo económico que puede inducir, ha hecho que estas precauciones hayan sido abandonadas por nuestras instituciones. La consecuencia es que vivimos cada vez en un entorno más “radiado”, y en el futuro próximo con la 5G se avecina un incremento exponencial, que implicará incluso el lanzamiento de miles de satélites para “radiar” a la tierra (documéntate en castellano en el Llamamiento internacional stop 5G).

La 5G prometeun desarrollo económico, pero no se está contemplando los costes de esta tecnología: los impactos sobre la vida en general, y en particular sobre la salud de las personas. Por la propia definición de esta nueva generación de telefonía, “El Internet de las Cosas, se pasará de la conexión de las personas a los objetos. Lógicamente va a suponer un enorme y omnipresente incremento de la radiación que nadie está cuantificando ni limitandoMuchos científicos llevan advirtiendo de los peligros de esta tecnología, pero nuestras instituciones están sordas, a veces por falta de información, otras tal vez por la complejidad de tener en cuenta a todos los intereses implicados. El hecho es que ciudadanos y medio ambiente estamos absolutamente desprotegidos. Los valores límite son establecidos por organismos supuestamente independientes, pero que en la realidad cotidiana evidencian no serlo.

Una sociedad libre sólo puede serlo con información, y el impacto de las nuevas tecnologías se está negando, luego nos niegan la libertad y por tanto la posibilidad de protegernos a nosotros y a los nuestros. Se sabe que los niños son especialmente vulnerables. El defensor del pueblo ha dicho recientemente (2019) que en España: El despliegue del 5G se realiza sin garantías ambientales ni sanitarias.

Pero… “¿esto tiene que ver conmigo? Pero¿exactamente qué problema de salud puede acarrear el 5G?

Usemos las palabras de algunos de los organismos de salud (clica en el link para acceder al documento), juzga tú mismo:

Academia Europea de Medicina Ambiental: "Existe una fuerte evidencia de que la exposición a largo plazo a ciertos CEM (Campos Electromagnéticos) es un factor de riesgo para enfermedades como ciertos tipos de cáncer, la enfermedad de Alzheimer y la infertilidad masculina".

Academia Estadounidense de Medicina Ambiental: “El hecho de que la exposición a RF (radiofrecuencias) causa daño neurológico ha sido documentado repetidamente. Se ha encontrado un aumento en la permeabilidad de la barrera hematoencefálica y el daño oxidativo, que están asociados con el cáncer cerebral y las enfermedades neurodegenerativas”.

Ministerio de Saludde Israel: “Se recomienda el uso razonable de la tecnología móvil e inalámbrica, incluida la consideración de alternativas como teléfonos fijos, el uso de un altavoz mientras se habla por un teléfono móvil y la abstención de instalar la base de teléfonos inalámbricos en una habitación, sala de trabajo o sala de niños”.

Comité Nacional Ruso sobre Protección contra la Radiación No Ionizante: "los niños usuarios de teléfonos móviles probablemente enfrentarán los siguientes peligros para la salud en el futuro más cercano: interrupción de la memoria, disminución de la atención, disminución del aprendizaje y las capacidades cognitivas, aumento de la irritabilidad, problemas para dormir, aumento de la sensibilidad al estrés y aumento de la preparación epiléptica. Riesgos de salud remota esperados (posibles): tumores cerebrales, tumores de nervios acústicos y vestibulares".

¿Otras evidencias?

La propia industria reconoce en sus informes su preocupación por que los impactos sobre la salud afecten a su cuenta de resultados.

El proveedor de seguros Swiss Re subraya el alto riesgo de la 5G, y por tanto las aseguradoras no aseguran sobre esta tecnología.

¿Qué puedo hacer?

Infórmate, informa, ¡Únete a nosotros!

Por el derecho a la información.
Por el derecho a la salud y a una tecnología biocompatible.
Porque una sociedad que no protege la salud de los ciudadanos ni del medioambiente no tiene futuro.

COMPARTE, GRACIAS.

Convocan:

Acción Pamplona (Asanacem, Ecologistas en Acción, EQSDS).

ACCIONES DE PROTESTA 25 DE ENERO STOP 5G, en:

BARCELONA: 12:30h Pg de Gracia/Diagonal (Davant del PALAU ROBERT)

PAMPLONA: 11h a 13h en la Plaza del Ayuntamiento

SEGOVIA: 17h Plaza del AZOGUEJO

MURCIA: 18h a 20.30 GLORIETA de ESPAÑA

MADRID: 12:30-14:00h Paseo DEL PRADO 18 (Frente al Ministerio de Sanidad)

GRANADA: 12:30-13:30 h Plaza del Carmen Nº3 de Granada

sábado, 4 de enero de 2020

Imprescindible una unidad de diagnóstico y tratamiento para el Síndrome de Sensibilización Central

Al igual que Hay unidades de diagnostico y tratamiento de Sensibilidad central en Cataluña, Madrid y Sevilla. AESSEC CyL (Asociación de Enfermos con Síndromes de Sensibilidad Central de Castilla y León) organizó en Valladolid la conferencia 'Enfermedades asociadas al Síndrome de Sensibilización Central'

2 enero, 2020
Imagen de la conferencia 'Enfermedades asociadas al Síndrome de Sensibilización Central'  
La asociación AESSEC CyL (Asociación de Enfermos con Síndromes de Sensibilidad Central) organizó la semana pasada la conferencia “Enfermedades asociadas al Síndrome de Sensibilización Central (SSC)” impartida por el Dr. en Medicina D. Ceferino Maestú, Director del Laboratorio de Bioelectromagnetismo del Centro de Tecnología Biomédica y Profesor de la Escuela de Ingenieros de Telecomunicaciones de la Universidad Politécnica de Madrid.

El Dr. Maestú puso de manifiesto la irregular situación de miles de pacientes en España cuya patología es prácticamente desconocida por la clase médica y en casi todas las áreas (atención primaria y especialidades médicas, urgencias, cirugía, etc…). El SSC del que ya se empezó a hablar allá por 1987, engloba distintas enfermedades con un factor común: el descenso del umbral sensitivo y, por tanto, la alteración en la percepción de los estímulos.

Los pacientes con síndrome de Sensibilidad Central (SSC) no deben acabar en el psiquiatra ya que su dolencia se debe a que su sistema nervioso e inmunológico es hiperexcitable e hipersensible a productos químicos, campos electromagnéticos, estrés, infecciones, fármacos, alimentos…

La complejidad de este síndrome, tan desconocido como incapacitante, se estima que podría afectar a entre un 10% y un 20% de la población.

En Castilla y León, los pacientes afectados por este síndrome han aumentado exponencialmente en los últimos años y eso ha provocado que los asociados a AESSEC CyL hayan aumentado un 37%.

La situación de desconocimiento actual debe subsanarse con la mayor celeridad posible ya que influye en la calidad del diagnóstico y la idoneidad del tratamiento, muchas veces inexistente debido al la falta de conocimiento de los síntomas y también de su existencia: “hay mucho trabajo por hacer con estos enfermos que sufren las primeras consecuencias del deterioro del medio ambiente” manifestó el Dr. Maestú. Por otra parte, “es necesario avanzar en los procesos diagnósticos comunes, y hacer un protocolo de actuación para mejorar y unificar estos criterios diagnósticos de Sensibilización Central, así como poner en marcha nuevas terapias que permitan mejorar la calidad de vida de todos estos pacientes”, añadió. Destacó, además, que actualmente ya existe una forma de diagnóstico por imagen con una RM especial en la que se ven las alteraciones reflejadas en la zona cortical.

En la sesión, se puso de manifiesto que el deterioro del medioambiente se debe, no solo al aumento exponencial de CO2, sino a otros tóxicos como químicos y radiaciones.

Maestú definió las cinco principales patologías del Síndrome de Sensibilización Central: la Fibromialgia (FM), el Síndrome de Fatiga Crónica (SFC), la Sensibilidad a alimentos, la Sensibilidad Química Múltiple (SQM) y la Electrohipersensibilidad (EHS), poniendo énfasis en la ausencia de un cómputo oficial del número de afectados que ayude a hacer un diagnóstico de la situación, y emprender medidas de cara a la formación de los médicos en este nuevo escenario con pacientes que sufren las primeras consecuencias de un medio ambiente altamente contaminado por químicos y radiaciones provenientes de la telefonía móvil (donde habrá que estar atentos ante la inminente generalización de las redes 5G…) y otros aparatos electrónicos, además del aumento de CO2 y otros agentes contaminantes.

En definitiva, la conferencia, a la que asistieron la Asociación de Fibromialgia de Salamanca y la Asociación de SQM de Murcia junto a pacientes de Valladolid, Burgos, Palencia y Soria, permitió que estas patologías emergentes invisibles del s.XXI saliesen a la luz entrando de lleno en el horizonte médico con el objetivo de que estén en el punto de mira hospitalario y médico.