jueves, 20 de septiembre de 2018

ATENTADO CONTRA LA SALUD: OCHENTA MIL SUSTANCIAS QUÍMICAS Y ALIMENTOS CON RESIDUOS TÓXICOS

La OMS sujeta a intereses tecnológicos e industriales prefiere ignorar enfermedades específicas, englobándolas en un cúmulo de alergias para no cambiar la realidad

La industria y la tecnología han generado 80 mil sustancias químicas, entre las cuales entre 4 mil y 8 mil reunirían condiciones de toxicidad, hallándose el resto bajo análisis de expertos ambientales. Además, el 45% de los alimentos en góndolas poseen residuos venenosos, sobre todo pesticidas, y todavía ignoramos el “grado de toxicidad del 85% de los 3 mil productos químicos utilizados en mayor cantidad”. Estas afirmaciones se pueden encontrar en el libro Medio Ambiente y Salud Mujeres y Hombres en un Mundo de Nuevos Riesgos de la investigadora catalana y médica especializada en endocrinología Carmen Valls-Llobet.

El medio ambiente contamina con sustancias sintéticas, artificiales y minerales que “se introducen en el cuerpo a través de la piel, del agua y de los alimentos, o de partículas en suspensión en el aire que se introducen por la respiración.” Las radiaciones ionizantes (Rayos X, radioactividad), o no ionizantes como electromagnetismo, telefonía móvil y antenas afectan directamente a los tejidos. La autora especifica que la toxicidad en el medio ambiente puede transmitirse de generación en generación por modificación genética deliberada.

Accidentes laborales y la Sensibilidad Química Múltiple

Los accidentes laborales dieron a luz lo que se pretende negar: los insecticidas aplicados en áreas laborales cerradas, los llamados organofosforados, perturban la función endocrina ovárica hipotalámica y tiroidea de las mujeres expuestas, y surgen enfermedades emergentes como el síndrome de sensibilidad química múltiple, fibromialgia y síndrome de fatiga crónica.

La Sensibilidad Química Múltiple (SQM) desencadena una serie de síntomas frente a un grupo amplio de sustancias tóxicas, generalmente sintéticas, tales como hidrocarburos y múltiples compuestos hallados en cosméticos y limpiadores de uso cotidiano. También la electro sensibilidad (EHS) es una respuesta del cuerpo al superarse los biomarcadores y las dosis de los límites reglamentados mundialmente. Los principales causantes son: teléfonos móviles, antenas de telefonía, los Wifis y otros sistemas de transmisión por radiofrecuencia como vigila bebés o televisiones inteligentes, al igual que transformadores, líneas de alta tensión, y motores eléctricos.

La Organización Mundial de la Salud prefiere ignorar estas enfermedades

La SQM y la EHS son enfermedades negadas por la Organización Mundial de la Salud, obviamente no ajena a los intereses tecnológicos e industriales. Por eso solo afirma que se trata de alergias no específicas. España no reconoció oficialmente la SQM hasta 2014 y el único país que admite la electro sensibilidad y sus consecuencias contraproducentes es Suecia, vinculándola con la discapacidad.

Lo cierto es que según la Asociación de Gran Canaria Afigranca, de denodada actuación contra la contaminación ambiental, reafirma que tras reiteradas investigaciones en diversos lugares del mundo la mayoría de los productos químicos tóxicos son disruptores endocrinos, rompen el equilibrio de las hormonas, especialmente las ováricas, testiculares y tiroideas y alteran la melatonina. “Son cancerígenos, acrecentando los riesgos de cáncer de mama, linfomas, cáncer de páncreas, y otros tipos de cáncer.

Por su parte, Valls Llobet concluye “…todo ser humano está ahora sujeto al contacto con peligrosos productos químicos desde su nacimiento hasta su muerte".

Expertos en sensibilización central actualizarán conocimientos en Sevilla

Sevilla alberga el próximo mes de octubre el II Simposio Internacional de Síndrome de Sensibilidad Central 2018, en el que se darán cita expertos tanto de España como Europa e Hispanoamérica. La Sociedad Española de Síndrome de Sensibilidad Central (SESSEC) ha organizado un programa dividido en dos partes. El día 26 de octubre está dedicado a los médicos, mientras que en el 27 los protagonistas serán los pacientes.

La SESSEC es una sociedad científica que engloba a médicos de diferentes especialidades, profesionales de la salud e investigadores que se ocupan del estudio, diagnóstico y tratamiento de las enfermedades que componen el síndrome de sensibilización central. El presidente de la SESSEC, Ceferino Maestu, explica que el objetivo es “estimular y divulgar la investigación en los campos de la fibromialgia, fatiga crónica, cefalea y migraña, síndrome de intestino irritable, síndrome químico múltiple, así como de otras patologías que se suponen englobadas en el síndrome de sensibilización central”.

“Esta nueva entidad nosológica establece novedosos paradigmas diagnósticos y una nueva manera de enfocar estas patologías emergentes todavía infradiagnosticadas, que generan importantes expectativas sobre nuevos tratamientos y cuyos retos siguen apasionándonos”, comenta el Dr. Maestu, especialista en Bioelectromagnetismo y profesor en la Universidad Politécnica de Madrid.

Neurotransmisores y biomarcadores

En el ámbito europeo, destaca la intervención de Fabio Guagnini, de Italia, quien analizará las principales novedades en el ámbito de los probióticos, microbiota y la inmunomodulación. También, en el ámbito internacional, será de gran interés la participación de Gloria Alcira Pizzuto, procedente de Argentina, que abordará en su ponencia la interpretación de neurotransmisores en el abordaje de la sensibilización central.

Uno de los temas más interesantes del programa será el que trate Francisco Martín, de España, ya que los biomarcadores en el síndrome de sensibilización central es una de las grandes asignaturas pendientes en el diagnóstico y seguimiento de estos pacientes. Posteriormente, Luis Jiménez hablará de la disfunción mitocondrial en el síndrome de sensibilización central. Por su parte, el presidente de la SESSEC, Ceferino Maestu, será el encargado de hablar de la sensibilización electromagnética.

Información e inscripción:

II Simposio Internacional de Síndrome de Sensibilidad Central 2018

CRITERIOS DEL TSJ CATALUNYA RESPECTO AL ALCANCE INVALIDANTE DEL SÍNDROME DE FATIGA CRÓNICA Y LA DEPRESIÓN MAYOR

Althaia.cat  
JUEVES, 13 DE SEPTIEMBRE DE 2018

Vale la pena comentar esta reciente sentencia del TSJ Catalunya, de 15/6/2018 (acceso aquí), ya que coinciden en una misma persona los diagnósticos de Síndrome de fatiga Crónica, Fibromialgia y Depresión, además con carácter severo, lo que lleva a la magistrada ponente de la sentencia, a ratificar la incapacidad permanente en grado de absoluta declarada en la sentencia de instancia. Entiendo que cualquiera de las tres patologías, individualmente consideradas y teniendo en cuenta la severidad de las mismas, darían lugar a una limitación funcional tan importante como para ser tributarias de la declaración de aquel grado de incapacidad, pero en este caso confluyen de forma conjunta, provocando la más absoluta imposibilidad de efectuar trabajo remunerado alguno.

Lo más interesante de la sentencia es que, tras confirmar las lesiones que fueron declaradas en la instancia, que ni tan siquiera fueron cuestionadas en el recurso por la entidad gestora recurrente, - a saber: "la actora presenta el siguiente cuadro clínico residual: fibromialgia severa 18/18, síndrome de fatiga crónica (informe de 2/11/2016 del Hospital Universitari Dexeus, Servicio de Reumatología). Poliartropatia degenerativa generalizada del raquis, rodillas, manos (rizartrosis) y hombros (síndrome subacromial bilateral), sin limitación funcional. Trastorno depresivo-ansioso. Intento de autolisis en 2013 y el 16/03/2017 por sobreingesta medicamentosa (documentos 7 y 8 de la parte actora)"-, es que aprovecha para señalar cual es la doctrina de nuestro TSJ para declarar esas enfermedades constitutivas de incapacidad permanente. Dice así -cito literalmente-:

1. En cuanto a la fibromialgia, esta Sala viene declarando reiteradamente que su diagnóstico no determina automáticamente el reconocimiento de un grado de incapacidad permanente, siendo necesario, además del diagnóstico diferencial, la constancia de datos tales como el número de puntos gatillo positivos, el tiempo de evolución de la enfermedad , el tratamiento o tratamientos específicos prescritos a la afectada y la respuesta a los mismos , así como, y esencialmente, el nivel de repercusión funcional en su caso concreto, puesto que, como es sabido, la fibromialgia no sólo incide de forma diferente según las personas, sino que también varía la repercusión funcional en la misma persona de un día a otro, e incluso en función de las horas del día, pudiendo provocar desde la más absoluta de las incapacidades hasta una irrelevante repercusión funcional, paliable con tratamiento farmacológico adecuado (STSJ Catalunya STSJ, del 03 de Noviembre del 2010 (ROJ: STSJ CAT 8529/2010) Recurso: 431/2010) . En efecto, tiene dicho la Sala que " la fibromialgia puede oscilar desde la absoluta imposibilidad de realizar tareas tan livianas como levantar o asir un objeto e escaso peso, pasando por la limitación exclusivamente para esfuerzos intensos por aparecer un cansancio precoz, y hasta la inexistencia de repercusión funcional alguna, la ser posible el desarrollo de las actividades cotidianas sin interferencia del dolor músculo-esquelético" (STSJ Catalunya de 10 de diciembre de 2005/JUR 20054637), habiéndose apreciado el grado de absoluto de incapacidad en los casos en que existe una severidad notoria de la fibromialgia : STSJ, Social sección 1 del 03 de Noviembre del 2010 (ROJ: STSJ CAT 8520/2010) Recurso: 1120/2010 STSJ, Social sección 1 del 22 de Abril del 2010 (ROJ: STSJ CAT 4507/2010) Recurso: 3575/2009 1352/2018 También se aprecia el grado de absoluta cuando concurre con otras enfermedades significativas como depresiones graves o severas, (vid STSJ Catalunya 23 marzo 2006 JUR 200641267). SSTSJ 12 de Enero del 2011 (ROJ: STSJ CAT 15/2011) Recurso:2112/2010 . STSJ, 5 de Diciembre del 2009 ( ROJ: STSJ CAT 14398/2009 ); 21 de Julio del 2009 ( ROJ: STSJ CAT 9437/2009), Recurso: 4966/2008 , etc.

2. En cuanto al Síndrome de fatiga crónica la Sala ya ha dicho, entre otras en STSJ Catalunya del 26 de Julio del 2011 (ROJ: STSJ CAT 8237/2011) Recurso: 6070/2010 que para que el Síndrome de Fatiga Crónica sea tributario de una incapacidad permanente que ha de ser severo y comportar sintomatología intensa y acusada con virtualidad incapacitante ( STSJ Catalunya 3 noviembre de 2010, Rec 1163/2010 ), siendo que se suele declarar en situación de incapacidad permanente absoluta a las personas que sufren el SFC en grado III o IV, ya que se trata de un diagnóstico que comporta la constatación de una limitación tan grave de la capacidad de esfuerzo que impide a quien la sufre cualquier trabajo, ya que no puede realizar esfuerzos elementales, lo cual equivale a valorar que no pueda desarrollar un trabajo con un mínimo de eficacia y responsabilidad. Así, las SSTSJ Catalunya de 24-10-07 , 27-03-07 , 6-02-2007 , 2-02-07 , y más recientemente en STSJ Catalunya de 4 de noviembre de 2010, Recurso 1074/2010 . Así mismo, respecto de SFC grado III, esta Sala tiene dicho que hoy por hoy comporta, mientras no haya un tratamiento paliativo, una incapacidad permanente absoluta, ya que se trata de un diagnóstico de enfermedad crónica, muy incapacitante y a pesar de las técnicas paliativas, no existe una perspectiva de curación, sin perjuicio de la revisión de grado que contempla el art. 143 LGSS (Vid STSJ Catalunya 8 de octubre de 2010, Recurso 7883/2009 ).

3. En relación a los supuestos de depresión que esta Sala entiende tributarios de una Incapacidad permanente absoluta son aquellos cuadros crónicos, persistentes, y graves o severos: STSJ Catalunya núm. 1221/2011 de 15 febrero JUR 201160121 ; STSJ Catalunya 03 de Noviembre del 2010 (ROJ: STSJ CAT 8520/2010) Recurso: 1120/2010 , STSJ Catalunya de 22 de diciembre de 1998 ; AS 1998658 , de 03 de Noviembre del 2010 (ROJ: STSJ CAT 8520/201). núm. 6087/2001 de 12 julio JUR 200174806 ; números 364/1995, de 23 de enero ; 969/1995, de 11 de febrero ; 5.349/1995 y 5.352/1995, de 6 de octubre ; 5.440/1996, de 25 de julio ; y más recientemente, 5.259/2001, de 18 de junio ; 7.775/2001, de 15 de octubre y 2.994/2002, de 11 de abril, con cita de las Sentencias de la Sala de lo Social del Tribunal Supremo de 29 de enero , 16 de febrero , 9 de abril y 14 de julio de 1.987 , 17 y 23 de febrero de 1.988 , 30 de enero de 1.989 y 22 de enero de 1.990 -,...".

En fin, ante estas enfermedades, de las que el grueso más importante de afectadas son mujeres -en la sentencia que comentamos la profesión es la dependienta téxtil-, especialmente en relación al Síndrome de Fatiga Crónica y la Fibromialgia, creo que es de recibo remarcar la importantísima labor de nuestro TSJ en defensa del reconocimiento de su carácter incapacitante, mal que le pese al INSS o al ICAM/SGAM.

Ya por último, destacaría dos aspectos más de la sentencia:

1. En referencia a la acreditación médica de las patologías mencionadas, lejos ya de aquella situación en que parecía que solo los facultativos de la Unitat de Fatiga Crònica del Hospital Clínic o su homóloga del Hospital Vall d´Hebron eran los únicos especialistas en FM y SFC, hoy se constata la existencia de otros acreditados servicios médicos acreditados en nuestro territorio. Y así, son los informes del Servicio de Reumatología del Hospital Universitari Dexeux y del servicio de Medicina Interna del centro Sant Joan de Deu de Manresa los valorados en esta resolución judicial para señalar el diagnóstico y severidad de aquellas patologías.

2. Una vez más observamos la triste realidad -ya he comentado que son enfermedades absolutamente "feminizadas"-, y es que, la conclusión es la declaración, sí, de una incapacidad permanente absoluta, pero sobre una base reguladora de 581,76 €, que con el posible complemento de mínimos, apenas sobrepasará los 600 € mensuales. Está claro, ni es una pensión digna ni suficiente, ya que está muy poco por encima del actual "índice de suficiencia de rentas" que marca la Llei 14/2017 para el reconocimiento de la "renda garantida de ciutadania". Lo que constata que el nivel de protección contributivo del sistema de seguridad social empieza a estar solapándose con el nivel asistencial, algo inadmisible.

Y, por dejarlo claro, no es una sentencia aislada, ya que en la misma se hace eco de otras resoluciones del propio TSJ CAT..... seguimos avanzando.

«El sulfato de la viña también me mata»

La asociación gallega de SQM solicita al consello Rías Baixas el uso de productos ecológicos en la viticultura
MÓNICA IRAGO
BEA COSTA CAMBADOS / LA VOZ 02/09/2018

Hace un par de años empezó a notar que algo no iba bien. Vómitos, irritación de la piel, asfixia… algo le hacía daño y no sabía qué hasta que por fin en abril del 2017 dieron con el problema: le diagnosticaron sensibilidad química múltiple (SQM).

A María Costa le hace daño todo lo que contenga componentes químicos, desde un detergente a una colonia, desde el humo del tabaco a una lechuga de invernadero. Su última penitencia le llegó con un simple nardo. Su madre le regaló la flor con la mejor intención, «pero debía de estar tratada con algún producto, que me mataba», explica. La contaminación del aire también le afecta, y en un municipio vitivinícola como el suyo, Cambados, lo tiene complicado.

Los agricultores aplican durante todo el año productos fitosanitarios en el viñedo para combatir las plagas de la viña, pero la medicina de las plantas, enferma a personas como ella. «Y seguramente a más gente, pero no se sabe», matiza.

María Costa se ha propuesto aportar su grano de arena en la batalla por una atmósfera libre de químicos, de modo que la semana pasada se presentó en unas jornadas sobre sostenibilidad y enoturismo que se celebraron en Castrelo (Cambados) para hablar de su problema. Ante científicos, profesores y profesionales del sector relató los efectos que le provocan los productos fitosanitarios. «Si cuando sulfatan van con mascarilla y cubiertos como si fueran a tratar el ébola, ¿cómo al día siguiente de dejar esos productos en la viña no van a estar en el aire, cómo no le va afectar a la gente?. La normativa dice que no se puede sulfatar a menos de quinientos metros de las casas, pero no se cumple», afirma. «Es necesario concienciar a la gente desde abajo, es la única forma de cambiar las cosas», y en su opinión son muchas las cosas que hay que cambiar.

La cambadesa forma parte de la asociación gallega de afectados por sensibilidad química múltiple, que ha iniciado una campaña para dar visibilidad a su enfermedad y a los problemas con que se encuentran a diario los afectados.

Demandas de los enfermos

Entre las muchas gestiones que tienen en su agenda se incluye pedir una reunión con el Consello Regulador da Denominación de Orixe Rías Baixas para solicitar al sector viticultor que dé prioridad a los productos ecológicos en detrimento de los químicos a la hora de tratar el viñedo.

«En O Salnés algo raro tiene que haber, por algo será que aquí hay más cánceres que en ningún otro sitio. Está claro que tiene que haber un problema ambiental general porque están surgiendo un montón de enfermedades. La gente tiene que saberlo», insiste María Costa.

Más allá del caso puntual que atañe a los viticultores, desde la asociación gallega tienen otras muchas demandas, especialmente dirigidas a la administración. Reclaman una atención sanitaria adaptada a sus necesidades, porque, hoy por hoy, incluso tienen problemas para que se les diagnostique la enfermedad. Los afectados por SQM sostienen que no hay profesionales especializados ni protocolos de actuación para tratarlos en centros de salud y hospitales, lo cual aumenta los riesgos para su salud. «Antes que ir a las urgencias del PAC de Cambados prefiero morirme de dolor en casa, si vas te pinchan cualquier cosa, y te mueres. Menos mal que mi médico de cabecera está concienciado, me da la vida», relata María.

La asociación nació de la desesperación de personas como ella, y ya no se van a callar más. En septiembre esperan empezar a ser recibidos por los grupos del Parlamento de Galicia; se van a dirigir a la ministra de Sanidad para instar a que la Organización Mundial de la Salud reconozca esta enfermedad y van a iniciar un programa de charlas en los colegios para dar a conocer los efectos de los productos químicos entre las personas, entre otras medidas.

Esperando juicio para que se le reconozca la incapacidad

María Costa está dispuesta a pelear, aunque para ello tenga que dejar la burbuja de su hogar -allí no entra comida sin revisar ni nadie que se haya duchado con un champú del súper- y no desprenderse de esa mascarilla que la protege del veneno ambiental. Además de alzar la voz en aquellos foros en los que la dejen expresarse, también acudirá a los juzgados. Para octubre del 2019 tiene fijada la vista de la demanda que ha interpuesto contra el Instituto Nacional de la Seguridad Social para que le reconozca una incapacidad laboral permanente. María trabaja en el despacho de un procurador en el que está de cara al público «y no me dejan ponerme la mascarilla», afirma.

Esta exposición pública le provoca continuos problemas de salud que la obligan a encerrarse en casa, con dolor, asfixia y vómitos, y la aboca a coger bajas continuamente. «No sé que va a pasar hasta el juicio, yo así no puedo volver a trabajar. Y lo mío no es un problema psiquiátrico ni psicológico como dicen».

El ejemplo de Merchi Álvarez

María Costa tiene un espejo en el que mirarse. El de otra cambadesa, Merchi Álvarez, que se ha convertido en el rostro de la lucha contra la atrofia muscular espinal (AME) y que, gracias a su labor incansable, ha conseguido dar a conocer el problema que representa esta enfermedad rara y que los poderes públicos empiecen a implicarse en la búsqueda de tratamientos. «Sí, conozco su trabajo y la conozco a ella», comenta María Costa, y está dispuesta a seguir su ejemplo. Salir en los medios de comunicación contando su historia es uno de los caminos que está dispuesta a recorrer.