- "El dolor es subjetivo y no constituye una base para acreditar que existe invalidez": uno de los argumentos más utilizados por la Seguridad Social en este tipo de procesos judiciales
- Para que un tribunal falle a favor de la Incapacidad Permanente Absoluta, debe acreditar "lesiones muy acentuadas acompañadas de una depresión crónica y de larga evolución", explica Mª José Iglesias Toro, abogada laboralista
- La confirmación de once puntos de dolor supone el diagnóstico de la fibromialgia y debe haber al menos 14 puntos identificados para obtener la incapacidad permanente, según los expertos
Mónica Martín 31/07/2018
La fibromialgia es un trastorno crónico
que causa dolor generalizado, hipersensibilidad y fatiga persistente.
En España, la padecen alrededor de un millón de personas y se
estima que un 20% de los afectados podrían tener algún tipo de
incapacidad para desempeñar sus funciones laborales. "No es la
primera causa para conceder una invalidez", destaca Mª José
Iglesias Toro, abogada especializada en derecho laboral. Añade que
para que un tribunal falle a favor de la Incapacidad Permanente
Absoluta, el afectado debe acreditar "lesiones muy acentuadas
acompañadas de una depresión crónica y de larga evolución".
Carla (nombre ficticio) trabajaba como
maquinista industrial cuando solicitó una pensión de invalidez a la
Seguridad Social como consecuencia de la fibromialgia y un trastorno
depresivo grave que le diagnosticaron. El Equipo de Valoraciones de
Incapacidades (EVI), denegó su petición al considerar que "no
se encontraba en situación de incapacidad permanente en ninguno de
sus grados". Carla denunció a la institución y solicitó la
Incapacidad Permanente Absoluta, la justicia le dió la razón en
primera instancia y condenó a la Seguridad Social a pagarle una
pensión vitalicia del 100% de su salario.
El TSJ gallego –tras el recurso
interpuesto por la Seguridad Social– matiza ahora la primera
resolución, basando su criterio en un "proceso de
individualización" del caso a enjuiciar y obliga a la Seguridad
Social a concederle la Incapacidad Permanente Total, es decir, la
invalidez que únicamente inhabilita al empleado en determinadas
funciones de su profesión habitual.
Algunos expertos consideran la
profesión habitual aquella que ha desempeñado el empleado "en
los doce meses anteriores a la fecha de inicio de la incapacidad
temporal de la cual deriva la incapacidad permanente". En
cualquier caso, la Incapacidad Permanente Total no inhabilita al
trabajador para el ejercicio de otras profesiones. Otra situacióne s
la Incapacidad Permanente Absoluta, aquella que no permite desempeñar
ninguna función laboral al no poder garantizar un mínimo de
"rendimiento, eficacia y profesionalidad".
Aunque las causas de la fibromialgia no
están del todo esclarecidas, expertos en medicina afirman que puede
estar relacionada con alteraciones neurológicas. Por este motivo, es
frecuente que la patología "se desarrolle tras sufrir una
infección bacteriana o viral, un accidente u otra enfermedad que
limite la calidad de vida", según indica la Fundación Española
de Reumatología.
A efectos de incapacidad permanente,
"es habitual que esta patología vaya acompañada de depresión
y otras lesiones del aparato locomotor como hernias discales o
artrosis", explica Iglesias a eldiario.es. Los expertos subrayan
que una de las muestras para medir la enfermedad es el dolor y para
ello se tienen en cuenta 18 puntos que se reparten de forma simétrica
por todo el cuerpo. Algunos de ellos se encuentran en la parte
inferior del cráneo, pasando por las cervicales, escápulas,
costillas y las rodillas. La confirmación de once puntos de dolor
supone el diagnóstico de la enfermedad y "debe haber al menos
14 puntos identificados para obtener la incapacidad permanente",
señala Iglesias.
"El dolor es subjetivo y no
constituye una base para acreditar que existe invalidez", es uno
de los argumentos más utiliza la parte demandada en los procesos
judiciales sobre la concesión de incapacidades permanentes, sostiene
Iglesias. Sin embargo, los informes médicos de la Seguridad Social y
no de sanidad privada, acreditando la imposibilidad de realizar
determinadas tareas son fundamentales para constatar la incapacidad.
El caso de Carla no es el primero que
dibuja este escenario para aquellos que solicitan la Incapacidad
Permanente Absoluta con motivo de esta enfermedad. Otra sentencia del
TSJ de Extremadura concede la Incapacidad Permanente Total a una
camarera con fibromialgia y hernia discal que solicitó la
Incapacidad Absoluta y que sin embargo, le denegaron al considerar
que sus secuelas no anulaban por completo su capacidad laboral.
El TSJ gallego recoge en la sentencia
que determinadas lesiones pueden afectar de manera distinta a cada
trabajador y subraya valorar al detalle el grado de las lesiones para
comprobar en qué medida influyen en las capacidades de la persona
afectada. En este caso, Carla pidió una prueba pericial que reconoce
sus patologías psíquicas, según la sentencia. La resolución añade
que dicho informe "debe prevalecer sobre el dictamen del EVI".
El tribunal considera que la
fibromialgia, el trastorno ansioso-depresivo y el trastorno
somatomorfo que le diagnostican a Carla, le incapacita de manera
permanente "para desarrollar con la debida profesionalidad y el
exigible rendimiento su actividad profesional". La justicia
matiza de esta manera la primera sentencia concediéndole la
Incapacidad Permanente Total y condena a la Seguridad Social a
pagarle una pensión vitalicia del 55% del salario que percibía.
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