Investigadores de la Universidad de
Almería han comprobado que la exposición a pesticidas de los
insectos encargados de la floración y polinización de las plantas
provoca la pérdida de neuropéptidos en su organismo. Estas
moléculas regulan los mecanismos nerviosos del aprendizaje y la
memoria, el apetito, el comportamiento sexual o el control del dolor
y de la presión arterial.
Expertos del Departamento de Física y
Química de la Universidad de Almería (UAL) han confirmado que la
exposición a plaguicidas o puede afectar a las funciones cerebrales
de las abejas, ya que provocan una disminución de neuropéptidos.
Estas pequeñas moléculas son claves en la regulación de los
mecanismos nerviosos del aprendizaje y la memoria, el apetito, el
comportamiento sexual o el control del dolor y de la presión
arterial.
Según los expertos, la presencia de
estas sustancias se incluye entre los motivos por los que desaparecen
estos insectos, que son los responsables de la floración y
polinización de las plantas. Los trabajos se han desarrollado a
nivel de campo, en 60 colmenares de toda España.
Los investigadores han identificado 25
péptidos que se ven alterados en el grupo de abejas más afectadas
por plaguicidas. Los resultados, aseguran las doctoras de la UAL,
María José Gómez y María del Mar Gómez, son contundentes, ya
que, cuando las abejas se exponen a pesticidas, se produce una
alteración de estos elementos.
La exposición a plaguicidas o puede afectar a las funciones cerebrales de las abejas, ya que provocan una disminución de neuropéptidos
Los expertos destacan como novedad,
además de ser un estudio de campo, que existen muy pocos que traten
sobre neuropéptidos, dada su dificultad para analizarlos. También
es complicado, añaden, relacionarlo con los plaguicidas en una
situación de exposición real. De hecho, es el primero que conecta
esta idea, e impulsará trabajos que profundicen en este ámbito.
Asimismo, se ha constatado que la exposición a varias de estas
sustancias a la vez produce efectos sinérgicos, es decir, potencia
el impacto de todos ellos en el insecto.
El proceso está publicado en la
revista Environmental Pollution. Esta investigación puede impulsar
más ensayos en situaciones reales. En este sentido, proyectos de
organismos internacionales, financiados por la Agencia Europea de
Seguridad Alimentaria han conseguido, hace pocos meses, retirar del
mercado pesticidas muy utilizados en control de plagas.
El papel de las abejas, debido a su
labor polinizadora en las plantas, resulta primordial para mantener
los ecosistemas naturales o producir alimentos. Durante los últimos
años, se están registrando declives en las colonias de estos
animales, en todo el planeta. Numerosos estudios a nivel mundial, en
el que se incluye el que realiza el grupo de Residuos de Plaguicidas
de la UAL, cuyo responsable es el profesor Amadeo R. Fernández-Alba,
tratan de descubrir qué está sucediendo con estos insectos,
esenciales para preservar la biodiversidad. Por esta razón es
fundamental encontrar una solución a este problema global.
Altos y bajos niveles
En una etapa previa al estudio se
analizaron los niveles de un total de 260 pesticidas en las abejas, y
se clasificaron en dos grupos, uno con altos y otro con bajos niveles
de pesticidas. La investigación se dividió en dos partes. En la
primera, analizaron los neuropéptidos conocidos, escogiendo los más
relevantes que han sido descritos en otros estudios, y se
cuantificaron.
Posteriormente se examinaron las
diferencias entre los dos grupos de estos insectos, comparando los
que presentaron concentraciones de pesticidas altas y bajas. Para
ello, se diseccionaban las cabezas. La muestra de cada uno de los 60
colmenares observados estaba compuesta por 500 ejemplares, de seis de
sus colmenas seleccionadas al azar.
En el estudio de campo se han analizado muestras de 60 colmenares de toda España
El análisis de estos grupos de abejas
se acomete a través de una serie de técnicas avanzadas; la
cromatografía líquidos, acoplada a espectrometría de masas de baja
y alta resolución. Con estos procedimientos se consigue identificar,
separar y cuantificar los distintos elementos de la muestra,
obteniéndose datos de miles de compuestos. Seguidamente, se realiza
un análisis estadístico para priorizar los más importantes. A
través de un programa informático específico, esta información se
traslada a una base de datos para identificar los neuropéptidos que
están presentes.
Anteriores publicaciones han confirmado
que algunos grupos de pesticidas son disruptores endocrinos, es
decir, sustancias capaces de alterar el equilibrio hormonal que
afecta al metabolismo de los neuropéptidos. Este estudio ha dado un
paso más, al constatar que sí existen diferencias en los cambios de
éstos, pero se desconoce aún hasta qué punto tienen relevancia
estas modificaciones. Por lo tanto, habría que comprobar cómo actúa
cada uno de los que se han identificado en estos insectos o a qué
función del cerebro le afecta.
Las científicas de la UAL señalan que
se está produciendo un declive de abejas por varios motivos:
parásitos, patógenos, modificación de los hábitats, especies
invasivas, o el cambio climático. Sin embargo, numerosos trabajos
han concluido que los pesticidas son también un factor importante en
esa pérdida de población.
La investigación está financiada por
el Ministerio de Ciencia, Innovación y Universidades en el marco del
plan Nacional de I+D+I, dentro de los proyectos Mejora de las
condiciones de producción en explotaciones apícolas, impacto de
tratamientos veterinarios en gestión convencional, e indicadores de
bienestar de la colonia, y Evaluación y estudio integrado de
pesticidas y perfiles de masa molecular para la caracterización de
neuropéptidos y biomarcadores relacionados con la despoblación de
abejas melíferas.
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