Enviado por carlosadmin el Dom, 12/26/2010 - 05:08. Campaña SQM SQM
La SQM (Sensibilidad Química Múltiple) es una enfermedad reconocida en países como Alemania , Austria o Japón y sobre la que se han publicado centenares de estudios científicos serios (pueden saber algo más de esta enfermedad a través de diferentes contenidos de esta web, por ejemplo en Sensibilidad Química Múltiple o en SQM ).
Es, sin duda una de las enfermedades más nítidamente asociadas a la polución química de cuantas hay y, muy claramente, una de las enfermedades en los que la ignorancia de ciertos amplios sectores de la clase médica, que parecen incapaces de actualizar sus conocimientos mediante una simple lectura de la bibliografía existente, más daño está haciendo a quienes la padecen.
Desde el Fodesam no nos cansaremos en insistir en la necesidad de reconocer oficialmente esta enfermedad de modo que se obligue a una serie de negligentes a dar un trato adecuado a quienes la padecen.
Esta noticia de la que nos hacemos eco es un ejemplo de hasta que punto es impresentable lo que sucede en una serie de instituciones sanitarias.
http://www.interviu.es/reportajes/articulos/a-cara-descubierta-por-obligacion
http://www.fondosaludambiental.org/?q=node%2F482
viernes, 31 de diciembre de 2010
Otra noticia vergonzosa sobre Sensibilidad Química Múltiple (el caso de Pilar Remiro)
Publicado por
Dori Fernández
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12/31/2010 11:38:00 a. m.
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miércoles, 29 de diciembre de 2010
Críticos con el actual paradigma del cáncer
Publicado por Miguel Jara el 27 de diciembre de 2010
Un grupo de prestigiosos oncólogos publica una “Carta abierta a Mariano Barbacid“ en la que cuestionan tanto lo que oficialmente se afirma del cáncer como los tratamientos que se utilizan. A buen seguro que sembrará la polémica. Los firmantes -miembros de la International Society for Proton Dynamics of Cancer (ISPDC) o Sociedad Internacional de la Dinámica de Protones en el Tratamiento del Cáncer (www.ispdc.net)-, son el Dr. Salvador Harguindey –del Instituto de Biología Clínica y Metabolismo (IBCM) de Vitoria y vicepresidente de la mencionada sociedad-, el Dr. Stefano Fais -Director de la Sección de Medicamentos Antitumorales del Departamento de Investigación Terapéutica y Evaluación de Medicinas del Instituto Nacional de la Salud de Roma (Italia) y presidente del ISPDC-, la Dra. Miriam L. Wahl –ex Directora del Laboratorio de pH Tumoral de la Universidad de Duke (Carolina del Norte, EEUU) y miembro de la Facultad de Medicina de la Universidad de Baltimore (EEUU)- y e l Dr. Stephan J. Reshkin -profesor del Departamento de Fisiología General y Ambiental de la Universidad de Bari (Italia)-.
En la misiva se denuncia que la afirmación de que la palabra “cáncer” engloba en realidad “a más de 200 enfermedades distintas” es una aseveración que “corresponde a una visión obsoleta del cáncer que se opone frontalmente al moderno paradigma surgido en la Oncología hace escasos años”.
“(…) Cabe preguntar tanto al Dr. Barbacid como a quienes con él comparten aún la misma reduccionista y disgregadora cosmovisión oncológica –agrega la carta- qué es lo que en verdad sabe la mayoría de los investigadores en la actualidad sobre la naturaleza íntima y esencial de las enfermedades neoplásicas para sostener que el cáncer son ‘200 enfermedades diferentes’. Es regla de oro de la Medicina que sólo llegando a la raíz, a lo que subyace en cualquier problema de salud, se puede acceder a una comprensión racional e interpretación correcta de una patología, paso previo imprescindible para aspirar tanto a prevenirla como a tratarla adecuadamente una vez se haya manifestado. Sin conocer la causa o causas primarias (etiología), los mecanismos intermediarios (etiopatogenia) y la esencia íntima de una enfermedad (su naturaleza) no se puede siquiera pensar en superarla. Y eso es así muy especialmente en este caso porque como ya dijo el padre de la bioquímica del cáncer, Otto Warburg, sólo podremos curar lo que primero podamos entender”.
El escrito es radical y supone una especie de enfrentamiento entre dos modos de conocer y tratar el cáncer:
“El enfoque y paradigma conceptual asumido hasta hoy está muerto –se afirma en la carta-. Ha sido necesario replantearse todo lo que se cree saber sobre esta patología desde la raíz antes de haber conseguido poder integrar sus muchas caras y ramas dentro del árbol de la ciencia de una unidad superior, el llamado ‘paradigma emergente’”.
Y se añade:
“¿No se puede -o no se quiere- entender aún que ha llegado ya la hora de que los profesionales de la investigación oncológica de todo el mundo se conciencien de esta realidad y de que deben familiarizarse cuanto antes con las claves de los principales sistemas energéticos del funcionamiento anormal y específico de todas las células y tumores malignos?”.
Más adelante se afirma:
“Tal vez haya llegado la hora -o esté cada vez más cerca- de que los oncólogos básicos y clínicos consigan despertar y decidirse a plantear otras alternativas y, al mismo tiempo, hagan acopio de la necesaria inspiración, generosidad y valor para dejar de vivir esclavizados y embobados por ese Gran Hermano de la Oncología que constituyen las grandes multinacionales farmacéuticas, entidades de dudosa ética a las que sólo les importan sus intereses económicos y cuyas dinámicas y motivaciones -muchas veces pseudocientíficas- llevan a tratar por todos los medios de comercializar medicaciones cada día más tóxicas, menos efectivas y más caras”.
La carta, que como explico puede leerse íntegra en el número de Discovery DSALUD que se encuentra a la venta en los kioscos, termina diciendo:
“En suma, los abajo firmantes postulamos un nuevo paradigma integral, unitario y radical de las enfermedades neoplásicas por entender que todos los tumores malignos tienen más factores en común que diferencias entre ellos, tal como ha sido consensuado en el reciente I Congreso Internacional de la Sociedad para el Estudio de las Dinámicas de Protones en el Cáncer celebrado a principios de septiembre pasado en Roma. Ello exige abandonar, también radicalmente, el actual modelo analítico-reduccionista y desintegrado que insiste en que la palabra cáncer designa a más de 200 enfermedades distintas que han de ser tratadas con infinidad de combinaciones farmacológicas diferentes a pesar de que a día de hoy los quimioterápicos han demostrado ser más tóxicos que eficaces, exceptuando los tumores germinales y algunas leucemias y linfomas, neoplasias que conforman una muy reducida minoría dentro del conjunto de todos los tumores malignos. Y eso significa que persistir en el camino trillado sólo puede ahondar aún más en el mayoritario fracaso terapéutico de la Oncología Médica actual al mismo tiempo que impedir y detener todo posible avance y verdadero progreso”.
http://www.migueljara.com/2010/12/27/criticos-con-el-actual-paradigma-del-cancer/
Un grupo de prestigiosos oncólogos publica una “Carta abierta a Mariano Barbacid“ en la que cuestionan tanto lo que oficialmente se afirma del cáncer como los tratamientos que se utilizan. A buen seguro que sembrará la polémica. Los firmantes -miembros de la International Society for Proton Dynamics of Cancer (ISPDC) o Sociedad Internacional de la Dinámica de Protones en el Tratamiento del Cáncer (www.ispdc.net)-, son el Dr. Salvador Harguindey –del Instituto de Biología Clínica y Metabolismo (IBCM) de Vitoria y vicepresidente de la mencionada sociedad-, el Dr. Stefano Fais -Director de la Sección de Medicamentos Antitumorales del Departamento de Investigación Terapéutica y Evaluación de Medicinas del Instituto Nacional de la Salud de Roma (Italia) y presidente del ISPDC-, la Dra. Miriam L. Wahl –ex Directora del Laboratorio de pH Tumoral de la Universidad de Duke (Carolina del Norte, EEUU) y miembro de la Facultad de Medicina de la Universidad de Baltimore (EEUU)- y e l Dr. Stephan J. Reshkin -profesor del Departamento de Fisiología General y Ambiental de la Universidad de Bari (Italia)-.
La carta abierta al Dr. Mariano Barbacid -Director del Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas (CNIO)- está publicada en la revista Discovery DSalud del mes de enero, que ha salido hace unos días-. En ella le solicitan que responda públicamente a una serie de cuestiones de vital importancia en el momento actual de la investigación del cáncer y diga si está de acuerdo en que ha llegado la hora de hacerse un replanteamiento global sobre esta patología, muy especialmente en lo que a la manera de afrontarla se refiere dado el “fracaso de los actuales tratamientos médicos en la mayoría de los tumores malignos”.
En la misiva se denuncia que la afirmación de que la palabra “cáncer” engloba en realidad “a más de 200 enfermedades distintas” es una aseveración que “corresponde a una visión obsoleta del cáncer que se opone frontalmente al moderno paradigma surgido en la Oncología hace escasos años”.
“(…) Cabe preguntar tanto al Dr. Barbacid como a quienes con él comparten aún la misma reduccionista y disgregadora cosmovisión oncológica –agrega la carta- qué es lo que en verdad sabe la mayoría de los investigadores en la actualidad sobre la naturaleza íntima y esencial de las enfermedades neoplásicas para sostener que el cáncer son ‘200 enfermedades diferentes’. Es regla de oro de la Medicina que sólo llegando a la raíz, a lo que subyace en cualquier problema de salud, se puede acceder a una comprensión racional e interpretación correcta de una patología, paso previo imprescindible para aspirar tanto a prevenirla como a tratarla adecuadamente una vez se haya manifestado. Sin conocer la causa o causas primarias (etiología), los mecanismos intermediarios (etiopatogenia) y la esencia íntima de una enfermedad (su naturaleza) no se puede siquiera pensar en superarla. Y eso es así muy especialmente en este caso porque como ya dijo el padre de la bioquímica del cáncer, Otto Warburg, sólo podremos curar lo que primero podamos entender”.
El escrito es radical y supone una especie de enfrentamiento entre dos modos de conocer y tratar el cáncer:
“El enfoque y paradigma conceptual asumido hasta hoy está muerto –se afirma en la carta-. Ha sido necesario replantearse todo lo que se cree saber sobre esta patología desde la raíz antes de haber conseguido poder integrar sus muchas caras y ramas dentro del árbol de la ciencia de una unidad superior, el llamado ‘paradigma emergente’”.
Y se añade:
“¿No se puede -o no se quiere- entender aún que ha llegado ya la hora de que los profesionales de la investigación oncológica de todo el mundo se conciencien de esta realidad y de que deben familiarizarse cuanto antes con las claves de los principales sistemas energéticos del funcionamiento anormal y específico de todas las células y tumores malignos?”.
Más adelante se afirma:
“Tal vez haya llegado la hora -o esté cada vez más cerca- de que los oncólogos básicos y clínicos consigan despertar y decidirse a plantear otras alternativas y, al mismo tiempo, hagan acopio de la necesaria inspiración, generosidad y valor para dejar de vivir esclavizados y embobados por ese Gran Hermano de la Oncología que constituyen las grandes multinacionales farmacéuticas, entidades de dudosa ética a las que sólo les importan sus intereses económicos y cuyas dinámicas y motivaciones -muchas veces pseudocientíficas- llevan a tratar por todos los medios de comercializar medicaciones cada día más tóxicas, menos efectivas y más caras”.
La carta, que como explico puede leerse íntegra en el número de Discovery DSALUD que se encuentra a la venta en los kioscos, termina diciendo:
“En suma, los abajo firmantes postulamos un nuevo paradigma integral, unitario y radical de las enfermedades neoplásicas por entender que todos los tumores malignos tienen más factores en común que diferencias entre ellos, tal como ha sido consensuado en el reciente I Congreso Internacional de la Sociedad para el Estudio de las Dinámicas de Protones en el Cáncer celebrado a principios de septiembre pasado en Roma. Ello exige abandonar, también radicalmente, el actual modelo analítico-reduccionista y desintegrado que insiste en que la palabra cáncer designa a más de 200 enfermedades distintas que han de ser tratadas con infinidad de combinaciones farmacológicas diferentes a pesar de que a día de hoy los quimioterápicos han demostrado ser más tóxicos que eficaces, exceptuando los tumores germinales y algunas leucemias y linfomas, neoplasias que conforman una muy reducida minoría dentro del conjunto de todos los tumores malignos. Y eso significa que persistir en el camino trillado sólo puede ahondar aún más en el mayoritario fracaso terapéutico de la Oncología Médica actual al mismo tiempo que impedir y detener todo posible avance y verdadero progreso”.
http://www.migueljara.com/2010/12/27/criticos-con-el-actual-paradigma-del-cancer/
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Cáncer
Detectan pesticidas en alimentos para bebés
28.12.2010
Por lidia inés
La marca Nestlé vende productos para bebés y adultos con pesticidas en Latinoamérica.
Un jugo de la marca Watt´s también se cuenta entre los productos con elementos tóxicos.
Una alarmante presencia de pesticidas en alimentos para bebés de marca Nestlé, un jugo de naranja marca Watt´ s, y una sopa de espárragos que el Ministerio de Salud entrega para adultos mayores, detectó un estudio encargado por la Liga Ciudadana de Consumidores.
El pesticida encontrado se denomina Carbaryl, un insecticida altamente tóxico que puede provocar neuropatías periféricas, degeneración de nervios, y parálisis de brazos y de piernas. Además, puede interferir en la fertilidad masculina y femenina.
El estudio estuvo dirigido por la doctora Cecilia Castillo, y en él se midieron residuos de pesticidas en alimentos procesados que contienen frutas, verduras, hortalizas, y/o cereales como ingredientes.
Las muestras para el estudio fueron adquiridas en el supermercado Jumbo de Las Condes, y posteriormente se refrigeraron y trasladaron al laboratorio selladas y numeradas de acuerdo a un estricto protocolo. Luego, el laboratorio Andes Control procedió a realizar los análisis correspondientes.
La Liga Ciudadana informó que el secretario ejecutivo de la entidad, Omar Pérez Santiago, se puso en contacto con el ministro de Salud Jaime Mañalich, para entregarle los resultados del estudio y pedirle a la autoridad monitorear este tema en forma urgente y sistemática.
Fuente: La coctelera
http://jofi.lacoctelera.net/post/2010/12/28/detectan-pesticidas-alimento-beb-s
Noticias relacionadas: Tele13
http://tele13.13.cl/nacional/denuncian-existencia-de-pesticidas-en-colados
Por lidia inés
La marca Nestlé vende productos para bebés y adultos con pesticidas en Latinoamérica.
Un jugo de la marca Watt´s también se cuenta entre los productos con elementos tóxicos.
Una alarmante presencia de pesticidas en alimentos para bebés de marca Nestlé, un jugo de naranja marca Watt´ s, y una sopa de espárragos que el Ministerio de Salud entrega para adultos mayores, detectó un estudio encargado por la Liga Ciudadana de Consumidores.
El pesticida encontrado se denomina Carbaryl, un insecticida altamente tóxico que puede provocar neuropatías periféricas, degeneración de nervios, y parálisis de brazos y de piernas. Además, puede interferir en la fertilidad masculina y femenina.
El estudio estuvo dirigido por la doctora Cecilia Castillo, y en él se midieron residuos de pesticidas en alimentos procesados que contienen frutas, verduras, hortalizas, y/o cereales como ingredientes.
Las muestras para el estudio fueron adquiridas en el supermercado Jumbo de Las Condes, y posteriormente se refrigeraron y trasladaron al laboratorio selladas y numeradas de acuerdo a un estricto protocolo. Luego, el laboratorio Andes Control procedió a realizar los análisis correspondientes.
La Liga Ciudadana informó que el secretario ejecutivo de la entidad, Omar Pérez Santiago, se puso en contacto con el ministro de Salud Jaime Mañalich, para entregarle los resultados del estudio y pedirle a la autoridad monitorear este tema en forma urgente y sistemática.
Fuente: La coctelera
http://jofi.lacoctelera.net/post/2010/12/28/detectan-pesticidas-alimento-beb-s
Noticias relacionadas: Tele13
http://tele13.13.cl/nacional/denuncian-existencia-de-pesticidas-en-colados
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12/29/2010 12:52:00 p. m.
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Tóxicos
LA ZONA ECOLÓGICA: De Huelva a Yale
La Universidad de Yale trabaja sobre las causas de la aparición de los tumores en Huelva
El material, procedente de varias biopsias, ha sido enviado a Norteamérica.
El estudio sobre las causas de la aparición del cáncer, que fue anunciado hace ahora un año por autoridades de la Junta de Andalucía y la Universidad de Huelva (UHU), ha iniciado su fase científica con el estudio de muestras biológicas -de biopsias- que desde Huelva y otros puntos del país se están enviando a la Universidad de Yale (EEUU).
Allí, el equipo del profesor en Patología y Medicina Oncológica, José Costa, está llevando a cabo las primeras valoraciones científicas dentro de los campos de la metalónica y la proteómica.
El material biológico empezó a llegar a la universidad americana a partir de agosto de 2010 y las primeras investigaciones se centran, por lo tanto, en el estudio de la interacción de las moléculas y su unión con otros metales, y en comprobar la estructura y función de las proteínas.
Desde la Universidad de Huelva (UHU), el vicerrector de Investigación, Jesús de la Rosa, explicó que esta Universidad espera la visita del investigador catalán José Costa.
Jesús de la Rosa
El científico podrá dar más detalles sobre el trabajo que se lleva a cabo en la universidad americana, aunque desde la UHU se incidió en que se trata de un estudio puntero y novedoso.
Los resultados que den las muestras no sólo valdrán para el estudio sobre las causas del cáncer, sino también para otros en los que se encuentran involucrados investigadores de la UHU.
JOSE COSTA
Sin embargo, el proyecto presentado en octubre del 2009 levantó gran expectación por la envergadura del campo de actuación. En principio, el estudio durará entre 3 y 4 años y surgió como una propuesta de la directora de Investigación de la Junta de Andalucía, Susana Guitar.
La investigación -de ahí su carácter puntero- aplicará los últimos conocimientos sobre cómo medir el riesgo en la población de Huelva, donde está la tasa de mortalidad más alta de España.
Sin embargo, el estudio no tiene un carácter local. La elección de Huelva está justificada por la alta incidencia del cáncer, pero los resultados pretenden ser extrapolables.
Susana Guitar
Uno de los pasos que está incluido en la investigación es dotar a la Universidad de Huelva de un laboratorio molecular de estudios de medio ambiente (análisis de estructuras genéticas, su variabilidad, etcétera).
El proyecto abarca dos subespecialidades. Una de ellas se moverá en el ámbito de la tecnología genómica; la otra contará con expertos de la Escuela de Salud Pública de Yale, entre otros, en trabajos sobre la relación existente entre contaminación en un entorno determinado y el cáncer.
Hay que insistir en que el trabajo no es un estudio epidemiológico, sino que quiere tener en cuenta la causalidad compleja de distintos factores que pueden provocar la aparición de un tumor y busca conocer cómo hay factores genéticos que modifican esa interacción.
En otras palabras, se quiere investigar cómo las características genéticas contribuyen en las personas que están expuestas a factores de riesgo a que acaben por padecer un tumor.
Plataforma Mesa de la Ria de Huelva
La Plataforma Mesa de la Ría comparecerá en Bruselas
Cargado por mesadelaria. - Las últimas noticias en video.
Publicado por ARTURO65 en 13:51
Etiquetas: CANCER, CONTAMINACIÓN QUÍMICA, ESPAÑA ME MATA, ESPAÑA ME MATA: La 1ª víctima de Gripe A en Huelva, LA ZONA ECOLÓGICA, La zona Roja, POLO QUÍMICO, RIA DE HUELVA, VIDEOS
http://imagina65.blogspot.com/2010/12/la-zona-ecologica-de-huelva-yale.html
El material, procedente de varias biopsias, ha sido enviado a Norteamérica.
El estudio sobre las causas de la aparición del cáncer, que fue anunciado hace ahora un año por autoridades de la Junta de Andalucía y la Universidad de Huelva (UHU), ha iniciado su fase científica con el estudio de muestras biológicas -de biopsias- que desde Huelva y otros puntos del país se están enviando a la Universidad de Yale (EEUU).
Allí, el equipo del profesor en Patología y Medicina Oncológica, José Costa, está llevando a cabo las primeras valoraciones científicas dentro de los campos de la metalónica y la proteómica.
El material biológico empezó a llegar a la universidad americana a partir de agosto de 2010 y las primeras investigaciones se centran, por lo tanto, en el estudio de la interacción de las moléculas y su unión con otros metales, y en comprobar la estructura y función de las proteínas.
Desde la Universidad de Huelva (UHU), el vicerrector de Investigación, Jesús de la Rosa, explicó que esta Universidad espera la visita del investigador catalán José Costa.
Jesús de la Rosa
El científico podrá dar más detalles sobre el trabajo que se lleva a cabo en la universidad americana, aunque desde la UHU se incidió en que se trata de un estudio puntero y novedoso.
Los resultados que den las muestras no sólo valdrán para el estudio sobre las causas del cáncer, sino también para otros en los que se encuentran involucrados investigadores de la UHU.
JOSE COSTA
Sin embargo, el proyecto presentado en octubre del 2009 levantó gran expectación por la envergadura del campo de actuación. En principio, el estudio durará entre 3 y 4 años y surgió como una propuesta de la directora de Investigación de la Junta de Andalucía, Susana Guitar.
La investigación -de ahí su carácter puntero- aplicará los últimos conocimientos sobre cómo medir el riesgo en la población de Huelva, donde está la tasa de mortalidad más alta de España.
Sin embargo, el estudio no tiene un carácter local. La elección de Huelva está justificada por la alta incidencia del cáncer, pero los resultados pretenden ser extrapolables.
Susana Guitar
Uno de los pasos que está incluido en la investigación es dotar a la Universidad de Huelva de un laboratorio molecular de estudios de medio ambiente (análisis de estructuras genéticas, su variabilidad, etcétera).
El proyecto abarca dos subespecialidades. Una de ellas se moverá en el ámbito de la tecnología genómica; la otra contará con expertos de la Escuela de Salud Pública de Yale, entre otros, en trabajos sobre la relación existente entre contaminación en un entorno determinado y el cáncer.
Hay que insistir en que el trabajo no es un estudio epidemiológico, sino que quiere tener en cuenta la causalidad compleja de distintos factores que pueden provocar la aparición de un tumor y busca conocer cómo hay factores genéticos que modifican esa interacción.
Plataforma Mesa de la Ria de Huelva
La Plataforma Mesa de la Ría comparecerá en Bruselas
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Etiquetas: CANCER, CONTAMINACIÓN QUÍMICA, ESPAÑA ME MATA, ESPAÑA ME MATA: La 1ª víctima de Gripe A en Huelva, LA ZONA ECOLÓGICA, La zona Roja, POLO QUÍMICO, RIA DE HUELVA, VIDEOS
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sábado, 25 de diciembre de 2010
El conflicto de Foret desemboca en un rechazo unánime al cierre de la fábrica
I.G./ Huelva Actualizado 23.12.2010 - 01:00
Al término de esta declaración, trabajadores de Foret lanzaron sus protestas contra IU, achacando su situación a la política que defienden la coalición y la Mesa de la Ría. Hipertensión en el Salón de Plenos, que luego se extrapoló a la calle.
http://www.huelvainformacion.es/article/huelva/866308/conflicto/foret/desemboca/rechazo/unanime/cierre/la/fabrica.html
Las mociones de PP, PSOE e IU relativas al cierre de Foret se fundieron en una declaración conjunta, a la que dio lectura el alcalde Pedro Rodríguez en el Pleno de ayer: el Ayuntamiento manifestó su rechazo al cese de actividad de la factoría, que conlleva la destrucción de más de 400 empleos, "un duro golpe para las familias y la economía onubense", subrayó el regidor. El Consistorio hizo oficial su apoyo a los trabajadores de la fábrica y exigió a la empresa el inicio inmediato de una negociación con la plantilla que evite el cierre previsto para el 31 de diciembre. Asimismo, entre otros emplazamientos, se insta a Foret a buscar alternativas que aseguren la adaptación industrial y medioambiental de la factoría para el mantenimiento de la actividad y de todos los puestos de trabajo.
Al término de esta declaración, trabajadores de Foret lanzaron sus protestas contra IU, achacando su situación a la política que defienden la coalición y la Mesa de la Ría. Hipertensión en el Salón de Plenos, que luego se extrapoló a la calle.
http://www.huelvainformacion.es/article/huelva/866308/conflicto/foret/desemboca/rechazo/unanime/cierre/la/fabrica.html
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12/25/2010 03:55:00 p. m.
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Concentración Huelva SQM, SFC, Fibromialgia y Electrosensibilidad- Huelva
17/Diciembre/2010
- No nos facilitan la incapacidad laboral temporal (bajas por enfermedad) para poder mantener nuestros puestos de trabajo.
- Nos deniegan la adaptación de los puestos de trabajo cuando ya tenemos la discapacidad.
- En los casos en los facultativos plantean la necesidad de una incapacidad permanente para aquellos afectados que a pesar de ello, con grandes dosis de paciencia, llegan a conseguirla: según las cifras más fiables el 90% de los que consiguen la incapacidad laboral permanente lo hacen por vía judicial. Ello no significa que la vía laboral sea una panacea, pues suele costar más dinero que un divorcio y no suele solucionarse con un sólo juicio. Habiendo sobrados ejemplos de compañeros que tras 8 o 10 juicios siguen sin incapacidad.
- A much@s pacientes a quienes tras un calvario se les ha concedido una incapacidad permanente, al cabo de pocos años se les revisan los expedientes y les son retiradas las pensiones, aún cuando las patologías siguen estando ahí, en muchos casos habiendo empeorado.
- Existen niños afectados que cuando lleguen a la edad adulta no habrán podido cotizar ni un solo día. ¿Qué será de ellos?
- Las personas que no tienen derecho a pensiones contributivas, es decir, personas que enfermaron en la niñez o adolescencia y que no han cotizado lo suficiente, tienen que vivir, en el mejor de los casos, con una pensión de 350 euros, haciendo frente a su enfermedad con ese mísero presupuesto.
- Los tratamientos, a pesar de existir, en nuestro país son prescritos de manera muy escasa, además de tardía, en relación con la progresión de la enfermedad. Con voluntad política de toda la sociedad, especialmente de administraciones y con la ayuda de sindicatos, muchos enfermos podrían recibir sus tratamientos a tiempo de frenar el progreso de su enfermedad, y de este modo podrían seguir trabajando.
- La investigación en nuestro país es mínima y sesgada. Reivindicamos la necesidad de presupuestos para seguir investigando con miras más amplias, con el fin de llegar a resultados más efectivos y situarnos al mismo nivel que otros países europeos.
- Se necesitan profesionales de la salud capacitados para diagnosticar, sobre todo de forma precoz, para evitar la destrucción de vidas a causa de estos síndromes, ya que la mayoría de enfermos desean seguir trabajando antes que convertirse en personas dependientes.
Escrito por altea
Archivado en General, articulos, prensa
http://nuestronombre.es/altea/2010/12/17/concentracion-huelva-sqm-sfc-fibromialgia-y-electrosensibilidad-huelva/#more-567
- Nos echan de nuestros trabajos por estar enferm@s,
- No nos facilitan la incapacidad laboral temporal (bajas por enfermedad) para poder mantener nuestros puestos de trabajo.
- Nos deniegan la adaptación de los puestos de trabajo cuando ya tenemos la discapacidad.
- En los casos en los facultativos plantean la necesidad de una incapacidad permanente para aquellos afectados que a pesar de ello, con grandes dosis de paciencia, llegan a conseguirla: según las cifras más fiables el 90% de los que consiguen la incapacidad laboral permanente lo hacen por vía judicial. Ello no significa que la vía laboral sea una panacea, pues suele costar más dinero que un divorcio y no suele solucionarse con un sólo juicio. Habiendo sobrados ejemplos de compañeros que tras 8 o 10 juicios siguen sin incapacidad.
- A much@s pacientes a quienes tras un calvario se les ha concedido una incapacidad permanente, al cabo de pocos años se les revisan los expedientes y les son retiradas las pensiones, aún cuando las patologías siguen estando ahí, en muchos casos habiendo empeorado.
- Existen niños afectados que cuando lleguen a la edad adulta no habrán podido cotizar ni un solo día. ¿Qué será de ellos?
- Las personas que no tienen derecho a pensiones contributivas, es decir, personas que enfermaron en la niñez o adolescencia y que no han cotizado lo suficiente, tienen que vivir, en el mejor de los casos, con una pensión de 350 euros, haciendo frente a su enfermedad con ese mísero presupuesto.
- Los tratamientos, a pesar de existir, en nuestro país son prescritos de manera muy escasa, además de tardía, en relación con la progresión de la enfermedad. Con voluntad política de toda la sociedad, especialmente de administraciones y con la ayuda de sindicatos, muchos enfermos podrían recibir sus tratamientos a tiempo de frenar el progreso de su enfermedad, y de este modo podrían seguir trabajando.
- La investigación en nuestro país es mínima y sesgada. Reivindicamos la necesidad de presupuestos para seguir investigando con miras más amplias, con el fin de llegar a resultados más efectivos y situarnos al mismo nivel que otros países europeos.
- Se necesitan profesionales de la salud capacitados para diagnosticar, sobre todo de forma precoz, para evitar la destrucción de vidas a causa de estos síndromes, ya que la mayoría de enfermos desean seguir trabajando antes que convertirse en personas dependientes.
Escrito por altea
Archivado en General, articulos, prensa
http://nuestronombre.es/altea/2010/12/17/concentracion-huelva-sqm-sfc-fibromialgia-y-electrosensibilidad-huelva/#more-567
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Estado de alarma y pérdida de salud
Publicado por Miguel Jara el 15 de diciembre de 2010
Juan Gérvas, médico general, fundador del Equipo CESCA y colaborador de este blog, me envía un nuevo artículo en el que reflexiona sobre la pérdida de salud en los estados de alarma (curiosa paradoja que el presidente del Gobierno español, Rodríguez Zapatero, prolongue el estado de alarma para mantener el Estado del bienestar) como por lo visto es el nuestro:
La mala salud y la mayor mortalidad precoz de la clase baja es consecuencia de los determinantes de salud, de su menor grado educativo, de sus peores trabajos, de las malas condiciones de las viviendas, de su menor expectativa vital y laboral, de la falta de control de su propia vida, del mayor consumo de tabaco y de los menores servicios médicos recibidos. Por ejemplo, en España podrían morir todos los años 35.000 personas menos si todas las Comunidades Autónomas (CCAA) tuvieran el nivel de riqueza que las CCAA más ricas.
Está demostrado siempre y en todo lugar que “los cuidados médicos recibidos son inversamente proporcionales a los cuidados médicos necesitados” (Ley de Cuidados Inversos). Es decir, dicho al revés, recibe más cuidados médicos quien menos los necesita. Por ejemplo, la viuda pobre que vive sola recluida en su domicilio, con artrosis de cadera invalidante e insuficiencia cardíaca, recibe proporcionalmente muchos menos cuidados médicos que la mujer joven y sana con sus revisiones en el trabajo, sus visitas ginecológicas y sus consultas al médico ante males menores (todo ello innecesario). La Ley de Cuidados Inversos se cumple más intensamente donde el sistema sanitario se orienta más al mercado privado.
La crisis económica es una calamidad mundial provocada por la falta de control de la codicia de los especuladores y de los banqueros. Los políticos hicieron dejación de sus responsabilidades y dejaron “al mercado” cuestiones esenciales. Por ejemplo, en España la ministra de Vivienda (ahora del Ejército) negó la existencia de una “burbuja inmobiliaria” y el Presidente del Gobierno y el Ministro de Hacienda negaron “la crisis” hasta el final. Con ello agravaron las consecuencias de la misma.
En el Decreto-Ley del 3 de diciembre de 2010, se modifica radicalmente el concepto “baja laboral” (incapacidad laboral, en la jerga legal) para los controladores aéreos. Se hace constar que las horas perdidas por baja laboral no se computarán en el total de horas laborales anuales. Es decir, si usted ha tenido un hijo y ha faltado legalmente cuatro meses al trabajo, usted trabajará cuatro meses el doble de la jornada para “devolver” esas horas de la baja.
Quienes defienden este cambio radical con impacto futuro tremendo en la salud de los controladores aéreos, y por extensión en la salud de todos los trabajadores españoles (pues el precedente se empleará consecuentemente) demonizan a los controladores aéreos como “privilegiados” y demás. Pareciera que los controladores aéreos tuvieran un convenio ilegal y que los sucesivos Ministros de Fomento, Gobiernos y gestores de AENA fueran inocentes en la conservación de las condiciones del contrato y en la no formación de más controladores.
El “Estado de Alarma” es un nuevo asalto de los mercados, una nueva vuelta de tuerca en la reforma laboral, un desprecio a las consecuencias que la crisis tiene para la salud de los españoles y un despropósito a la protección que ofrece la baja laboral. Ante un Gobierno controlado por los especuladores, capaz de responder con armas a las discrepancias con trabajadores desarmados, cabe la desobediencia civil de quienes promovemos una sociedad solidaria contra las leyes y normas que combaten la crisis empobreciendo a la población (y disminuyendo su salud).
http://www.migueljara.com/
Juan Gérvas, médico general, fundador del Equipo CESCA y colaborador de este blog, me envía un nuevo artículo en el que reflexiona sobre la pérdida de salud en los estados de alarma (curiosa paradoja que el presidente del Gobierno español, Rodríguez Zapatero, prolongue el estado de alarma para mantener el Estado del bienestar) como por lo visto es el nuestro:
La salud depende mucho de las circunstancias, de manera que se puede decir bien que “la geografía es el destino”. Por ejemplo, si uno nace en el Sahel la probabilidad de morir de hambre es mucho mayor que si uno nace en la Península Ibérica. También es cierto que “el momento es el destino”, y si uno nace hoy en España su perspectiva de vida estará disminuida por la crisis y las medidas adoptadas frente a la misma.
Llamamos “determinantes de salud” a todas esas circunstancias (educación, suministro de agua, vivienda digna, trabajo honrado, paz social, justa redistribución de la riqueza, crisis económica, sistema sanitario y demás) que son clave para la salud de poblaciones e individuos. Todo el que nace muere (Ley de Hierro de la Epidemiología). Pero el que nace siendo pobre muere antes de enfermedades evitables. Por ejemplo, en España, las personas de clase social baja mueren el triple que las de clase alta por enfermedades infecciosas, como tuberculosis. También en España, los suicidios son casi cuatro veces más frecuentes en la clase baja que en la clase alta.
La mala salud y la mayor mortalidad precoz de la clase baja es consecuencia de los determinantes de salud, de su menor grado educativo, de sus peores trabajos, de las malas condiciones de las viviendas, de su menor expectativa vital y laboral, de la falta de control de su propia vida, del mayor consumo de tabaco y de los menores servicios médicos recibidos. Por ejemplo, en España podrían morir todos los años 35.000 personas menos si todas las Comunidades Autónomas (CCAA) tuvieran el nivel de riqueza que las CCAA más ricas.
Está demostrado siempre y en todo lugar que “los cuidados médicos recibidos son inversamente proporcionales a los cuidados médicos necesitados” (Ley de Cuidados Inversos). Es decir, dicho al revés, recibe más cuidados médicos quien menos los necesita. Por ejemplo, la viuda pobre que vive sola recluida en su domicilio, con artrosis de cadera invalidante e insuficiencia cardíaca, recibe proporcionalmente muchos menos cuidados médicos que la mujer joven y sana con sus revisiones en el trabajo, sus visitas ginecológicas y sus consultas al médico ante males menores (todo ello innecesario). La Ley de Cuidados Inversos se cumple más intensamente donde el sistema sanitario se orienta más al mercado privado.
La crisis económica es una calamidad mundial provocada por la falta de control de la codicia de los especuladores y de los banqueros. Los políticos hicieron dejación de sus responsabilidades y dejaron “al mercado” cuestiones esenciales. Por ejemplo, en España la ministra de Vivienda (ahora del Ejército) negó la existencia de una “burbuja inmobiliaria” y el Presidente del Gobierno y el Ministro de Hacienda negaron “la crisis” hasta el final. Con ello agravaron las consecuencias de la misma.
Las medidas que toma contra la crisis económica el Gobierno de España y los gobiernos de las CCAA no van al control de los especuladores. Por ejemplo, no van a evitar o siquiera paliar la pérdida del hogar de 200.000 familias desahuciadas por impago de hipotecas; no van a paliar el hambre de los parados (y familiares) de larga duración, sino que se les quita el último subsidio que les quedaba. Por ello no es raro que Cáritas denuncie el aumento de la pobreza en España. Como está demostrado, la pobreza conlleva peor salud.
Exige reposo el tratamiento de muchas enfermedades, lesiones y procesos varios. Por ello el sistema sanitario tiene un complemento social que protege a quienes lo necesitan, y mediante la baja laboral se justifica la ausencia al trabajo y al tiempo se mantienen unos ingresos. La baja laboral es un derecho que sostenemos con las aportaciones de todos, un “hoy por ti, mañana por mí”. Este principio de solidaridad es básico en los sistemas sanitarios universales públicos (que tienen todos los países desarrollados del mundo, con la notable excepción de los EEUU).
En el Decreto-Ley del 3 de diciembre de 2010, se modifica radicalmente el concepto “baja laboral” (incapacidad laboral, en la jerga legal) para los controladores aéreos. Se hace constar que las horas perdidas por baja laboral no se computarán en el total de horas laborales anuales. Es decir, si usted ha tenido un hijo y ha faltado legalmente cuatro meses al trabajo, usted trabajará cuatro meses el doble de la jornada para “devolver” esas horas de la baja.
Quienes defienden este cambio radical con impacto futuro tremendo en la salud de los controladores aéreos, y por extensión en la salud de todos los trabajadores españoles (pues el precedente se empleará consecuentemente) demonizan a los controladores aéreos como “privilegiados” y demás. Pareciera que los controladores aéreos tuvieran un convenio ilegal y que los sucesivos Ministros de Fomento, Gobiernos y gestores de AENA fueran inocentes en la conservación de las condiciones del contrato y en la no formación de más controladores.
Los controladores aéreos no fueron luditas pues no hicieron sabotaje, ni rompieron los instrumentos de su trabajo ni crearon problemas de seguridad. Los controladores aéreos tuvieron un gesto de “desobediencia civil”, de quiebra consciente de la legalidad, de insumisión, de rechazo público, pacífico y notorio contra un Decreto-Ley que no puede obligar, por su ilegalidad. El Gobierno de España respondió resolviendo con las armas lo que no supo resolver con las palabras. Declaró el “Estado de Alarma” que restringe gravemente las libertades de todos los españoles. No deberían haber obedecido los militares ante semejante desafuero, pues no les cabrá el refugio en la franquista “obediencia debida” (cuando el caso se dirima en los tribunales españoles e internacionales).
El “Estado de Alarma” es un nuevo asalto de los mercados, una nueva vuelta de tuerca en la reforma laboral, un desprecio a las consecuencias que la crisis tiene para la salud de los españoles y un despropósito a la protección que ofrece la baja laboral. Ante un Gobierno controlado por los especuladores, capaz de responder con armas a las discrepancias con trabajadores desarmados, cabe la desobediencia civil de quienes promovemos una sociedad solidaria contra las leyes y normas que combaten la crisis empobreciendo a la población (y disminuyendo su salud).
http://www.migueljara.com/
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Dori Fernández
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12/25/2010 03:21:00 p. m.
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miércoles, 22 de diciembre de 2010
Cooperativas de alimentación ecológica. ¿Una moda o un cambio profundo en la forma de consumir?
Un año hay que esperar en algunas ciudades para formar parte de una cooperativa de alimentación ecológica. Al final se intenta compensar el hecho de que en un contexto urbano es difícil tener un huerto y el contacto con los campesinos y agricultores prácticamente desaparece. Pero cuál es el motivo de este éxito? Hablamos con miembros de diferentes cooperativas para saber qué les impulsó a crearlas, cómo funcionan, y si realmente esta opción les da un mayor control sobre el origen y calidad de lo que consumen.
Enviado por: sostenible.cat - Laura Basagaña, 09/12/2010, 11:11 h
Los ingredientes necesarios son: la existencia de un grupo de personas concienciadas y con ganas de optar por una compra de alimentos ecológicos, una buena organización y diálogo. 'Se necesitan meses para pasar de la teoría a la práctica', indica Xavi Fernández. Codina señala que 'cuando un grupo empieza, hay más dedicación que cuando la cooperativa ya tiene las dinámicas creadas'. Los integrantes de la cooperativa suelen organizarse en cinco grandes grupos: Comisión de compras (busca nuevos proveedores, hace los pedidos necesarias), Comisión de Infraestructuras (busca el material necesario para el local), Comisión de económicas (cobran los pedidos ), Comisión de relaciones externas (asisten a los encuentros con otras cooperativas y dan a conocer sus proyectos a los demás miembros del grupo) y, por último, la Comisión de relaciones internas (distribuye y asigna las tareas a cumplir, preparación de cajas, limpieza, asambleas, entre otros). La media de horas semanales dedicadas a tareas para la cooperativa es de 2 a 3 horas por familia o integrante de la cooperativa.
Cada cooperativa decide el número de personas que pueden formar parte. 'Gestionar más de 40 cestos ya empieza a ser complicado', explica Engràcia Valls. A veces el freno viene determinado por el espacio del local: si el local es pequeño a partir de un cierto número de socios, ya no es posible crecer más. Por este motivo están las listas de espera donde se apuntan los que quisieran entrar a formar parte de una cooperativa, que desgraciadamente está llena.
Lo más común es que haya una lista de espera de gente que quiere formar parte de otras cooperativas, y cuando se llega a un número de personas concreto, 20 inscritos, se plantea la idea de formar una nueva cooperativa ', añade. Los miembros de cooperativas ya consolidadas guían en el proceso de nacimiento de nuevas cooperativas a sus integrantes. 'Los convocamos, les explicamos nuestras rutinas de funcionamiento, los pasamos una lista con nuestros proveedores y contestamos a las dudas y preguntas que nos plantean', explica Fernández. Codina indica que algunas veces se opta por acompañar en todo el proceso de formación de la nueva cooperativa, haciendo que una persona voluntaria abandone la cooperativa inicial que formaba parte, para pasar a ser integrante de la nueva y poder resolver las dudas que vayan surgiendo, desde dentro '.
¿Y donde se registran más listas de espera? 'En Barcelona y en el Área Metropolitana es donde han aparecido más cooperativas de alimentación ecológica y donde hay más listas de espera', comenta Fernández, que añade que en el Maresme, el Vallès y el Baix Llobregat también hay mucha demanda. En las tierras de Girona, en Tarragona y Manresa, por el contrario, hay menos afluencia. El tiempo de espera para pasar a formar parte de una cooperativa oscila entre 6 meses y un año.
Contacto directo con los campesinos
La principal ventaja formar parte de una cooperativa es 'poder conocer a quien compras los productos, saber qué hace y estar de acuerdo con la manera como lo hace', subraya Xavier Montagut. Las cooperativas organizan, de vez en cuando, visitas a los campesinos proveedores. 'Les hacemos preguntas, vemos de qué manera trabajan y resolvemos dudas sobre el proceso de elaboración y producción del producto', explica Engràcia Valls.
¿Pero como se contacta con los proveedores? 'Hay campesinos que cultivan hortalizas de forma ecológica y ellos mismos ofrecen sus productos a las cooperativas. Otras veces, los mismos integrantes de la cooperativa conocen a algún campesino y lo proponen los demás miembros del grupo. Una tercera opción es conocer campesinos a través de otras cooperativas que recomiendan a ciertos proveedores ', explica Xavi Fernández.
La lucha contra los transgénicos y la recuperación de la soberanía alimentaria
Montagut destaca que 'la soberanía alimentaria es una estrategia de lucha que pretende devolver a los ciudadanos ya los productores el control de su alimentación hoy en manos de unas pocas mutinacionals orientadas a maximizar sus ganancias. Esto implica una alimentación sana, sostenible, justa y adecuada culturalmente '. Y como podemos recuperarla? El movimiento campesino, todo el mundo junto con consumidores, ecologistas, ONG está exigiendo un cambio de rumbo en las políticas agrarias y alimentarias y lo está llevando a la práctica con explotaciones agroecológicas, con proyectos comerciales equitativos, organizando los ciudadanos para consumir productos agroecológicos , de proximidad y con una retribución justa a todos los que participan en la cadena alimentaria 'recalca Montagut.
Esta es una de las finalidades que persiguen las cooperativas de alimentación ecológica. La otra es evitar que las semillas de alimentos modificadas genéticamente contaminen a las ecológicas, debido a la mezcla de los dos tipos de semillas con la ayuda del viento. Montagut es del parecer que las semillas de alimentos transgénicos son invasoras y por tanto hay que parar su producción. 'La sociedad está muy sensibilizada con este tema, aunque el poder económico tira hacia otro lado', dice Montagut, que añade, 'Cataluña está a la vanguardia en productos transgénicos, el maíz que producimos es transgénico y sirve para alimentar animales que luego consumimos en forma de carne animal '. La plataforma ‘Som lo que sembrem' trabaja para conseguir el etiquetado de los productos alimenticios modificados genéticamente. 'Los transgénicos tienen mala prensa, si las personas supieran qué es transgénico y lo dejaran de comprar, las empresas renunciarían a producir más', considera Roger Codina.
Cifras destacadas
Según datos del Observatori de l'alimentació ecològica de Catalunya, un 31% de la población encuestada afirma que consume productos ecológicos, aunque sea esporádicamente. Y de manera habitual el porcentaje es del 2,6%.
En Cataluña hoy hay unos 123 grupos, asociaciones o cooperativas de alimentación ecológica, según datos de Ecoconsum, la Coordinadora catalana de cooperativas de alimentación ecológica. A Ecoconsum, pero, sólo hay inscritos una veintena de grupos, que se encuentran un par de veces al año para tomar decisiones conjuntamente e intercambiar información de interés.
sostenible.cat
http://www.sostenible.cat/
Fuente:
http://www.ecoticias.com/imprimir_noticia.php?id_noticia=38456
Enviado por: sostenible.cat - Laura Basagaña, 09/12/2010, 11:11 h
Creamos nuestra cooperativa para poder consumir productos ecológicos pero sin tener que pasar por el tamiz de los grandes grupos de consumo ', explica Engràcia Valls, socia de la cooperativa de alimentación ecológica La Manduca, de Sant Feliu de Guíxols. Y es que comprar comida ecológica en el supermercado es posible, pero caro. Y las opciones de elección son limitadas. 'Hay muchos botes de colores, pero los productos están fabricados por dos o tres empresas. Cambia el diseño de los paquetes pero la elección es ilusoria ', comenta Xavier Montagut, integrante de la Xarxa de Consum Solidari. El lema de las cooperativas de alimentación ecológica podría ser 'nosotros decidimos y conocemos lo que comemos'. Se trata de grupos de consumidores coordinados que se aseguran de velar por la protección de la agricultura ecológica. Roger Codina, miembro de la cooperativa manresana Almàixera argumenta que una de las finalidades del proyecto común que llevan a cabo es incidir sobre todo el sistema económico establecido 'y destaca que las cooperativas de alimentación ecológica permiten a un grupo de consumidores actuar conjuntamente valorando aspectos sociales y éticos 'de la producción de alimentos. Codina subraya que es importante 'proteger la figura del campesino y evitar intermediarios que encarezcan el precio del producto'. ¿Y el resultado? 'Productos de buena calidad, con un trato directo con el campesino productor, saludables y ecológicos', remarca. La cooperativa de alimentación ecológica barcelonesa Cydonia, inició su proyecto 13 años atrás. 'Empezamos siendo 8 o 9 parejas que buscaban una manera concreta de consumir y ahora ya somos 46 familias que conforman el proyecto', nos dice Xavi Fernández, miembro de la Junta directiva de Cydonia.
¿Qué hace falta para poner en marcha una cooperativa de alimentación ecológica?
Los ingredientes necesarios son: la existencia de un grupo de personas concienciadas y con ganas de optar por una compra de alimentos ecológicos, una buena organización y diálogo. 'Se necesitan meses para pasar de la teoría a la práctica', indica Xavi Fernández. Codina señala que 'cuando un grupo empieza, hay más dedicación que cuando la cooperativa ya tiene las dinámicas creadas'. Los integrantes de la cooperativa suelen organizarse en cinco grandes grupos: Comisión de compras (busca nuevos proveedores, hace los pedidos necesarias), Comisión de Infraestructuras (busca el material necesario para el local), Comisión de económicas (cobran los pedidos ), Comisión de relaciones externas (asisten a los encuentros con otras cooperativas y dan a conocer sus proyectos a los demás miembros del grupo) y, por último, la Comisión de relaciones internas (distribuye y asigna las tareas a cumplir, preparación de cajas, limpieza, asambleas, entre otros). La media de horas semanales dedicadas a tareas para la cooperativa es de 2 a 3 horas por familia o integrante de la cooperativa.
Cada cooperativa decide el número de personas que pueden formar parte. 'Gestionar más de 40 cestos ya empieza a ser complicado', explica Engràcia Valls. A veces el freno viene determinado por el espacio del local: si el local es pequeño a partir de un cierto número de socios, ya no es posible crecer más. Por este motivo están las listas de espera donde se apuntan los que quisieran entrar a formar parte de una cooperativa, que desgraciadamente está llena.
Lo más común es que haya una lista de espera de gente que quiere formar parte de otras cooperativas, y cuando se llega a un número de personas concreto, 20 inscritos, se plantea la idea de formar una nueva cooperativa ', añade. Los miembros de cooperativas ya consolidadas guían en el proceso de nacimiento de nuevas cooperativas a sus integrantes. 'Los convocamos, les explicamos nuestras rutinas de funcionamiento, los pasamos una lista con nuestros proveedores y contestamos a las dudas y preguntas que nos plantean', explica Fernández. Codina indica que algunas veces se opta por acompañar en todo el proceso de formación de la nueva cooperativa, haciendo que una persona voluntaria abandone la cooperativa inicial que formaba parte, para pasar a ser integrante de la nueva y poder resolver las dudas que vayan surgiendo, desde dentro '.
¿Y donde se registran más listas de espera? 'En Barcelona y en el Área Metropolitana es donde han aparecido más cooperativas de alimentación ecológica y donde hay más listas de espera', comenta Fernández, que añade que en el Maresme, el Vallès y el Baix Llobregat también hay mucha demanda. En las tierras de Girona, en Tarragona y Manresa, por el contrario, hay menos afluencia. El tiempo de espera para pasar a formar parte de una cooperativa oscila entre 6 meses y un año.
Contacto directo con los campesinos
La principal ventaja formar parte de una cooperativa es 'poder conocer a quien compras los productos, saber qué hace y estar de acuerdo con la manera como lo hace', subraya Xavier Montagut. Las cooperativas organizan, de vez en cuando, visitas a los campesinos proveedores. 'Les hacemos preguntas, vemos de qué manera trabajan y resolvemos dudas sobre el proceso de elaboración y producción del producto', explica Engràcia Valls.
¿Pero como se contacta con los proveedores? 'Hay campesinos que cultivan hortalizas de forma ecológica y ellos mismos ofrecen sus productos a las cooperativas. Otras veces, los mismos integrantes de la cooperativa conocen a algún campesino y lo proponen los demás miembros del grupo. Una tercera opción es conocer campesinos a través de otras cooperativas que recomiendan a ciertos proveedores ', explica Xavi Fernández.
La lucha contra los transgénicos y la recuperación de la soberanía alimentaria
Montagut destaca que 'la soberanía alimentaria es una estrategia de lucha que pretende devolver a los ciudadanos ya los productores el control de su alimentación hoy en manos de unas pocas mutinacionals orientadas a maximizar sus ganancias. Esto implica una alimentación sana, sostenible, justa y adecuada culturalmente '. Y como podemos recuperarla? El movimiento campesino, todo el mundo junto con consumidores, ecologistas, ONG está exigiendo un cambio de rumbo en las políticas agrarias y alimentarias y lo está llevando a la práctica con explotaciones agroecológicas, con proyectos comerciales equitativos, organizando los ciudadanos para consumir productos agroecológicos , de proximidad y con una retribución justa a todos los que participan en la cadena alimentaria 'recalca Montagut.
Esta es una de las finalidades que persiguen las cooperativas de alimentación ecológica. La otra es evitar que las semillas de alimentos modificadas genéticamente contaminen a las ecológicas, debido a la mezcla de los dos tipos de semillas con la ayuda del viento. Montagut es del parecer que las semillas de alimentos transgénicos son invasoras y por tanto hay que parar su producción. 'La sociedad está muy sensibilizada con este tema, aunque el poder económico tira hacia otro lado', dice Montagut, que añade, 'Cataluña está a la vanguardia en productos transgénicos, el maíz que producimos es transgénico y sirve para alimentar animales que luego consumimos en forma de carne animal '. La plataforma ‘Som lo que sembrem' trabaja para conseguir el etiquetado de los productos alimenticios modificados genéticamente. 'Los transgénicos tienen mala prensa, si las personas supieran qué es transgénico y lo dejaran de comprar, las empresas renunciarían a producir más', considera Roger Codina.
Cifras destacadas
Según datos del Observatori de l'alimentació ecològica de Catalunya, un 31% de la población encuestada afirma que consume productos ecológicos, aunque sea esporádicamente. Y de manera habitual el porcentaje es del 2,6%.
En Cataluña hoy hay unos 123 grupos, asociaciones o cooperativas de alimentación ecológica, según datos de Ecoconsum, la Coordinadora catalana de cooperativas de alimentación ecológica. A Ecoconsum, pero, sólo hay inscritos una veintena de grupos, que se encuentran un par de veces al año para tomar decisiones conjuntamente e intercambiar información de interés.
sostenible.cat
http://www.sostenible.cat/
Fuente:
http://www.ecoticias.com/imprimir_noticia.php?id_noticia=38456
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Dori Fernández
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12/22/2010 12:54:00 p. m.
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Alimentación Bio
Un envenenamiento consentido. Efectos en la salud de la contaminación ambiental
Dra. Carme Valls Llobet
Médico del Centro de Análisis y Programas Sanitarios y consejera de la Comisión Asesora de Desarrollo Sostenible de Cataluña
20-12-2010
El agua
Los contaminantes químicos hidrosolubles y los metales pesados se pueden introducir en los seres humanos, los peces o los moluscos mediante el agua contaminada de los ríos y del mar. Son muchos los ejemplos de estos efectos, como es el escaso desarrollo de los peces y moluscos machos en las proximidades de los deltas de los ríos o de las rías gallegas, el hecho de haber encontrado en las aguas del río Ebro, delante del pueblo de Flix, una gran cantidad de detritos procedentes de las fábricas cercanas, con hexaclorobenceno y otras sustancias, y que los niños de esta localidad nazcan con niveles altos de estos productos en el cordón umbilical.[1] Otro ejemplo es la contaminación causada por el Prestige, que ha afectado el ADN de los voluntarios que fueron a sacar el "chapapote", según estudios realizados entre la Universidad de la Coruña y la Universidad de Barcelona.
El aire
A través del aire se pueden transmitir los contaminantes volátiles, como los insecticidas que se utilizan en la agricultura o en las desinsectaciones de locales, hoteles, escuelas, piscinas, servicios de transporte público o contenedores de residuos, que se han de someter a desinsectaciones frecuentes. Pero también los hidrocarburos procedentes de la combustión de la gasolina, expulsados a través del tubo de escape, son un contaminante; actúan como disruptor endocrino y contienen metales pesados, como el plomo. Y aún más, a todos ellos se unen las emisiones de otros gases, como el óxido nitroso, el anhídrido carbónico y los sulfatos.
Los alimentos
Los alimentos como la carne, el pescado, la leche y sus derivados pueden contener algunos de los productos orgánicos persistentes que se disuelven en medios grasos (liposolubles) del entorno en que viven los animales que luego se utilizan para el consumo humano. Los productos que contienen grasas son los que más niveles de dioxinas y bisfenol policlorados (PCB) pueden contener.
Consecuencias del consumo de sustancias químicas
En primer lugar, pueden afectar la salud del feto (teratogénicos) y el material genético de los seres humanos (genotóxicos). Pueden ser inductores de cambios en la salud reproductiva y en el equilibrio de las hormonas, lo que puede tener el efecto de disruptores endocrinos.[2] Se han descrito también efectos carcinógenos y neurológicos, y pueden ser inductores de procesos autoinmunes i de alteraciones de la inmunidad, de la fatiga crónica y la fibromialgia, y de la hipersensibilidad química múltiple.
La exposición a productos químicos y el riesgo de cáncer ha sido una de las correlaciones que, aunque es difícil de obtener, ha cambiado el panorama de la prevención en salud laboral y ha permitido mejores estrategias de prevención.
Desde la década de los ochenta se empezó a conocer que la exposición a herbicidas como el clorofenoxi podía producir sarcomas de tejidos blandos; la exposición a creosota, cáncer de piel, la exposición a dibromo cloropropano, cáncer de pulmón, el dibromuro de etileno incidía en producir linfomas, el óxido de etileno, en la aparición de leucemias y cáncer de estómago y pulmón. Finalmente, la exposición a formaldehído, ampliamente usado en la industria de la madera y del mueble, en la industria papelera, textil y de producción de plásticos, en hospitales y laboratorios, puede tener consecuencias carcinogénicas amplias.[3]
La exposición laboral o accidental a pesticidas
En primer lugar, afecta a la población de trabajadores y trabajadoras de la agricultura y, a veces, por mala manipulación o por falta de información, también afecta a sus familias, con un riesgo más elevado para los niños de corta edad e incluso durante el desarrollo fetal. Afecta también a los trabajadores y las trabajadoras que fabrican, manipulan y aplican los pesticidas. Además, pueden producir efectos sobre la salud de los trabajadores y las trabajadoras de centros laborales en los que se han aplicado insecticidas sin seguir normas de aplicación, o sin respetar los métodos inocuos de limpieza posteriores a la aplicación. Finalmente, la exposición más sutil y continuada se debe a la contaminación del agua y los alimentos por pesticidas.[4] Las consecuencias a corto, medio y largo plazo de la exposición a insecticidas son cáncer infantil y en la vida adulta, problemas en la salud reproductiva, enfermedad de Parkinson, enfermedades autoinmunes, disrupción endocrina y neuropatía central y periférica.
¿Cómo se pueden generar actitudes exigentes y responsables?
En primer lugar, tenemos que dar mucha más información a toda la población, a padres y madres y a los educadores y educadoras, porque sin información no podemos cambiar las prácticas cotidianas de consumo y alimentación. No es fácil ofrecer información veraz y por ello es necesario actualizar los conocimientos con consultas a bases de datos o páginas web como la del Consejo Asesor de Desarrollo Sostenible (CADS) [5] que también propone buenas prácticas que podríamos hacer en nuestra vida cotidiana para preservar el medio ambiente. El ejemplo de los adultos reciclando los residuos, clasificando la basura y evitando que se multiplique la incineración de residuos hará que las nuevas generaciones cambien su actitud frente a la contaminación ambiental.
Pero la calidad del aire, del agua y los alimentos depende mucho de los controles que debe hacer el gobierno a través del Departamento del Medio Ambiente y de la Agencia de Salud Pública. Por tanto, las nuevas generaciones deberían aprender a consultar y estar atentos a la información que darán los gobiernos y a exigir más, para demostrar que está mejorando la calidad de los medios por los que se puede introducir la contaminación en el cuerpo humano.
¿Cuáles son los retos para afrontar?
Hay que promover la investigación biomédica entre industria, salud pública y universidades para establecer las correlaciones entre contaminantes y problemas de salud de la población. Conocidas las causas, habrá que estimular las tareas de prevención, con normas claras de cómo se deben utilizar los productos químicos, los insecticidas y los productos de limpieza. Habrá que estimular que las etiquetas de los productos contengan toda la información de los contenidos, incluidos todos los productos destinados a la alimentación, y si pueden contener productos transgénicos. Es importante también que se conozcan los beneficios de la alimentación ecológica, que no contiene insecticidas en su producción.
Considero que también será muy importante estimular la participación ciudadana en la toma de decisiones, dar por ley la información necesaria a la población y al mismo tiempo compartir con la ciudadanía las responsabilidades de consumo, reciclaje de residuos y control de la calidad de agua, del aire y los alimentos que tendremos que hacer en el futuro.
¿Cómo podemos exigir el cumplimiento de las legislaciones relacionadas con la reducción de riesgos para la salud?
El denominado Convenio de Estocolmo de 2001, ratificado en 2005, definió doce productos de eliminación prioritaria en todos los países del mundo, atendiendo a los efectos tóxicos que tienen, su presencia en el medio ambiente y su persistencia en el interior del cuerpo humano, ya que todos son productos organoclorados. Estas sustancias, que se llamaron contaminantes orgánicos persistentes (COP)[6], son el aldrín, el PCB, clordano, el DDT, el dieldrín, las dioxinas, las endrinas, el furano, el heptacloro, el hexaclorobenceno, el mirex y el toxafeno. En Cataluña, desde el año 2005, representantes del Departamento de Salud, junto con representantes del Departamento de Agricultura, Ganadería y Pesca, el Consejo Superior de Investigaciones Científicas, la Agencia Catalana del Agua, la Agencia de Residuos de Cataluña y otros organismos, bajo la coordinación del Departamento de Medio Ambiente y Vivienda, trabajan en la vigilancia y el control de los contaminantes del Convenio de Estocolmo desde diferentes vertientes: vigilancia de los alimentos, reducción de emisiones al medio ambiente, identificación y localización de las fuentes o sustitución de las sustancias contaminantes por otras de inocuas.
A escala europea, el Parlamento preparó el Plan de salud y medio ambiente 2004-2010, que han seguido de manera muy precaria todos los países de la UE, y la aprobación de la iniciativa REACH (reevaluación del efecto de las sustancias químicas), que es un primer hito y que se debe seguir con cuidado. Para agrupar el estado del conocimiento sobre esta materia se puede consultar el estudio del CAPS sobre Salud y Medio Ambiente impulsado por el CADS.[7]
[1] Ribas, N.; Sunyer, J. (2003). Breastfeeding, Exposure to Organochlorine Compounds, and Neurodevelopment in Infants. Pediatrics, 111
[2] CAPS (1999). Disrupción Endrocrina. Quadern Caps, 19.
[3] Ver el detalle en www.caps.cat/mediambient.
[4] Porta, M. et al (2002). Concentraciones de compuestos tóxicos persistentes en la población española: el rompecabezas sin piezas y la protección de la salud pública. Gac Sanit, 16.
[5] www.gencat.cat/cads
[6] En inglés, POP, persistent organic pollulants
[7] Disponible en www15.gencat.cat/cads
*Este reportatge ha sido cedido por la revista RCE Educación y Sostenibilidad
http://www.sostenible.cat/sostenible/web/noticies/sos_noticies_web.php?cod_idioma=2&seccio=3&num_noticia=438929
Médico del Centro de Análisis y Programas Sanitarios y consejera de la Comisión Asesora de Desarrollo Sostenible de Cataluña
20-12-2010
Los efectos sobre la salud de las exposiciones a contaminaciones que provienen del medio ambiente se han comenzado a recopilar en los últimos veinte años. Aquí presentamos un resumen de cómo la contaminación del agua, el aire y los alimentos afecta a nuestra salud.
Es difícil establecer relaciones de causalidad entre el producto utilizado y las consecuencias sobre la salud porque a veces las personas están expuestas a elementos contaminantes en el lugar de trabajo, pero también sufren la exposición ambiental que puede provenir del agua, del aire, los alimentos o de productos cosméticos o farmacológicos. A diferencia de las radiaciones ionizantes, el efecto de los productos químicos depende de las dosis y de la repetición de la exposición. También tenemos que partir de la base de que los avances en la síntesis de sustancias nuevas, sean insecticidas de nueva generación, desinfectantes, pinturas o tintes, han supuesto una mejora de la calidad de vida de muchas poblaciones del mundo, y que no todas las sustancias químicas son nocivas. El problema es que muchas no han sido evaluadas en relación con los posibles efectos negativos que pueden tener sobre la salud humana.
El agua
Los contaminantes químicos hidrosolubles y los metales pesados se pueden introducir en los seres humanos, los peces o los moluscos mediante el agua contaminada de los ríos y del mar. Son muchos los ejemplos de estos efectos, como es el escaso desarrollo de los peces y moluscos machos en las proximidades de los deltas de los ríos o de las rías gallegas, el hecho de haber encontrado en las aguas del río Ebro, delante del pueblo de Flix, una gran cantidad de detritos procedentes de las fábricas cercanas, con hexaclorobenceno y otras sustancias, y que los niños de esta localidad nazcan con niveles altos de estos productos en el cordón umbilical.[1] Otro ejemplo es la contaminación causada por el Prestige, que ha afectado el ADN de los voluntarios que fueron a sacar el "chapapote", según estudios realizados entre la Universidad de la Coruña y la Universidad de Barcelona.
El aire
A través del aire se pueden transmitir los contaminantes volátiles, como los insecticidas que se utilizan en la agricultura o en las desinsectaciones de locales, hoteles, escuelas, piscinas, servicios de transporte público o contenedores de residuos, que se han de someter a desinsectaciones frecuentes. Pero también los hidrocarburos procedentes de la combustión de la gasolina, expulsados a través del tubo de escape, son un contaminante; actúan como disruptor endocrino y contienen metales pesados, como el plomo. Y aún más, a todos ellos se unen las emisiones de otros gases, como el óxido nitroso, el anhídrido carbónico y los sulfatos.
Los alimentos
Los alimentos como la carne, el pescado, la leche y sus derivados pueden contener algunos de los productos orgánicos persistentes que se disuelven en medios grasos (liposolubles) del entorno en que viven los animales que luego se utilizan para el consumo humano. Los productos que contienen grasas son los que más niveles de dioxinas y bisfenol policlorados (PCB) pueden contener.
Consecuencias del consumo de sustancias químicas
En primer lugar, pueden afectar la salud del feto (teratogénicos) y el material genético de los seres humanos (genotóxicos). Pueden ser inductores de cambios en la salud reproductiva y en el equilibrio de las hormonas, lo que puede tener el efecto de disruptores endocrinos.[2] Se han descrito también efectos carcinógenos y neurológicos, y pueden ser inductores de procesos autoinmunes i de alteraciones de la inmunidad, de la fatiga crónica y la fibromialgia, y de la hipersensibilidad química múltiple.
La exposición a productos químicos y el riesgo de cáncer ha sido una de las correlaciones que, aunque es difícil de obtener, ha cambiado el panorama de la prevención en salud laboral y ha permitido mejores estrategias de prevención.
Desde la década de los ochenta se empezó a conocer que la exposición a herbicidas como el clorofenoxi podía producir sarcomas de tejidos blandos; la exposición a creosota, cáncer de piel, la exposición a dibromo cloropropano, cáncer de pulmón, el dibromuro de etileno incidía en producir linfomas, el óxido de etileno, en la aparición de leucemias y cáncer de estómago y pulmón. Finalmente, la exposición a formaldehído, ampliamente usado en la industria de la madera y del mueble, en la industria papelera, textil y de producción de plásticos, en hospitales y laboratorios, puede tener consecuencias carcinogénicas amplias.[3]
La exposición laboral o accidental a pesticidas
En primer lugar, afecta a la población de trabajadores y trabajadoras de la agricultura y, a veces, por mala manipulación o por falta de información, también afecta a sus familias, con un riesgo más elevado para los niños de corta edad e incluso durante el desarrollo fetal. Afecta también a los trabajadores y las trabajadoras que fabrican, manipulan y aplican los pesticidas. Además, pueden producir efectos sobre la salud de los trabajadores y las trabajadoras de centros laborales en los que se han aplicado insecticidas sin seguir normas de aplicación, o sin respetar los métodos inocuos de limpieza posteriores a la aplicación. Finalmente, la exposición más sutil y continuada se debe a la contaminación del agua y los alimentos por pesticidas.[4] Las consecuencias a corto, medio y largo plazo de la exposición a insecticidas son cáncer infantil y en la vida adulta, problemas en la salud reproductiva, enfermedad de Parkinson, enfermedades autoinmunes, disrupción endocrina y neuropatía central y periférica.
¿Cómo se pueden generar actitudes exigentes y responsables?
En primer lugar, tenemos que dar mucha más información a toda la población, a padres y madres y a los educadores y educadoras, porque sin información no podemos cambiar las prácticas cotidianas de consumo y alimentación. No es fácil ofrecer información veraz y por ello es necesario actualizar los conocimientos con consultas a bases de datos o páginas web como la del Consejo Asesor de Desarrollo Sostenible (CADS) [5] que también propone buenas prácticas que podríamos hacer en nuestra vida cotidiana para preservar el medio ambiente. El ejemplo de los adultos reciclando los residuos, clasificando la basura y evitando que se multiplique la incineración de residuos hará que las nuevas generaciones cambien su actitud frente a la contaminación ambiental.
Pero la calidad del aire, del agua y los alimentos depende mucho de los controles que debe hacer el gobierno a través del Departamento del Medio Ambiente y de la Agencia de Salud Pública. Por tanto, las nuevas generaciones deberían aprender a consultar y estar atentos a la información que darán los gobiernos y a exigir más, para demostrar que está mejorando la calidad de los medios por los que se puede introducir la contaminación en el cuerpo humano.
¿Cuáles son los retos para afrontar?
Hay que promover la investigación biomédica entre industria, salud pública y universidades para establecer las correlaciones entre contaminantes y problemas de salud de la población. Conocidas las causas, habrá que estimular las tareas de prevención, con normas claras de cómo se deben utilizar los productos químicos, los insecticidas y los productos de limpieza. Habrá que estimular que las etiquetas de los productos contengan toda la información de los contenidos, incluidos todos los productos destinados a la alimentación, y si pueden contener productos transgénicos. Es importante también que se conozcan los beneficios de la alimentación ecológica, que no contiene insecticidas en su producción.
Considero que también será muy importante estimular la participación ciudadana en la toma de decisiones, dar por ley la información necesaria a la población y al mismo tiempo compartir con la ciudadanía las responsabilidades de consumo, reciclaje de residuos y control de la calidad de agua, del aire y los alimentos que tendremos que hacer en el futuro.
¿Cómo podemos exigir el cumplimiento de las legislaciones relacionadas con la reducción de riesgos para la salud?
El denominado Convenio de Estocolmo de 2001, ratificado en 2005, definió doce productos de eliminación prioritaria en todos los países del mundo, atendiendo a los efectos tóxicos que tienen, su presencia en el medio ambiente y su persistencia en el interior del cuerpo humano, ya que todos son productos organoclorados. Estas sustancias, que se llamaron contaminantes orgánicos persistentes (COP)[6], son el aldrín, el PCB, clordano, el DDT, el dieldrín, las dioxinas, las endrinas, el furano, el heptacloro, el hexaclorobenceno, el mirex y el toxafeno. En Cataluña, desde el año 2005, representantes del Departamento de Salud, junto con representantes del Departamento de Agricultura, Ganadería y Pesca, el Consejo Superior de Investigaciones Científicas, la Agencia Catalana del Agua, la Agencia de Residuos de Cataluña y otros organismos, bajo la coordinación del Departamento de Medio Ambiente y Vivienda, trabajan en la vigilancia y el control de los contaminantes del Convenio de Estocolmo desde diferentes vertientes: vigilancia de los alimentos, reducción de emisiones al medio ambiente, identificación y localización de las fuentes o sustitución de las sustancias contaminantes por otras de inocuas.
A escala europea, el Parlamento preparó el Plan de salud y medio ambiente 2004-2010, que han seguido de manera muy precaria todos los países de la UE, y la aprobación de la iniciativa REACH (reevaluación del efecto de las sustancias químicas), que es un primer hito y que se debe seguir con cuidado. Para agrupar el estado del conocimiento sobre esta materia se puede consultar el estudio del CAPS sobre Salud y Medio Ambiente impulsado por el CADS.[7]
[1] Ribas, N.; Sunyer, J. (2003). Breastfeeding, Exposure to Organochlorine Compounds, and Neurodevelopment in Infants. Pediatrics, 111
[2] CAPS (1999). Disrupción Endrocrina. Quadern Caps, 19.
[3] Ver el detalle en www.caps.cat/mediambient.
[4] Porta, M. et al (2002). Concentraciones de compuestos tóxicos persistentes en la población española: el rompecabezas sin piezas y la protección de la salud pública. Gac Sanit, 16.
[5] www.gencat.cat/cads
[6] En inglés, POP, persistent organic pollulants
[7] Disponible en www15.gencat.cat/cads
*Este reportatge ha sido cedido por la revista RCE Educación y Sostenibilidad
http://www.sostenible.cat/sostenible/web/noticies/sos_noticies_web.php?cod_idioma=2&seccio=3&num_noticia=438929
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12/22/2010 12:39:00 p. m.
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Este pez tiene mercurio (y usted)
La contaminación del pescado cuestiona la recomendación de consumo regular -Compuestos cotidianos afectan al desarrollo cognitivo o al sistema reproductor
MÓNICA G. SALOMONE 19/12/2010
Además hay compuestos más modernos y de uso muy común en la vida cotidiana, como los ftalatos -usados en plásticos blandos, por ejemplo para juguetes infantiles-, los compuestos bromados -en tejidos y ordenadores, para evitar incendios- o el bisfenol A, cuyos efectos sobre la salud preocupan.
Organizaciones ecologistas y expertos llevan tiempo dando la voz de alarma, con algunos resultados. La Comisión Europea anunció hace una semana que a partir de 2011 se prohíbe el bisfenol A en biberones, decisión que Estados Unidos tomó ya hace un año. John Dalli, comisario europeo de salud, declaraba que "nuevos estudios demostraban que el bisfenol A podría afectar al desarrollo, la respuesta inmune y la generación de tumores". En contacto con líquidos calientes este compuesto se separa del plástico, en especial si los biberones no son nuevos. Para Olea la prohibición "es una fantástica noticia, pero ¿por qué han tardado tanto? Sabemos cómo actúa este compuesto desde 1936".
¿Cuántos contaminantes exactamente nos comemos? José Luis Domingo, del Laboratorio de Toxicología y Salud Medioambiental de la Universidad Rovira i Virgili, y Joan María Llobet, de la Universidad de Barcelona, llevan desde el año 2000 analizando los alimentos de la cesta de la compra promedio en Cataluña. Su tercer informe está casi a punto. Toman las muestras escogiendo como lo haría un consumidor medio, y miden ocho contaminantes más metales pesados. Luego cruzan los datos con los de consumo de los catalanes y obtienen la ingesta de un consumidor medio.
Hay algunas buenas noticias: "Se nota el descenso de algunos contaminantes en el ambiente, como el plomo, que ya no se usa en las gasolinas, o las dioxinas y los PCB", señala Domingo. Llobet recuerda que "lo que emitimos al ambiente vuelve a nosotros; si el ambiente está más limpio, los alimentos también".
El punto negro está sobre todo en el pescado y el marisco, alimentos en que las concentraciones no bajan. De hecho, si bien la ingesta media de todos los compuestos está por debajo de los niveles de seguridad establecidos por la Organización Mundial de la Salud (OMS), el estudio de 2007, que publica la Agencia Catalana de Seguridad Alimentaria (ACSA), revela que los niños y niñas superan por poco este nivel, y las mujeres prácticamente lo alcanzan. Se remite en el texto a las recomendaciones de la UE: los niños pequeños, las mujeres embarazadas o que deseen concebir y las que estén amamantando no deberían comer más de 100 gramos semanales de pez espada o tiburón, dosis que excluyen más pescado esa semana. El atún, no más de dos veces por semana. Europa no es la única en emitir estas recomendaciones; Estados Unidos y Canadá dan consejos similares desde hace años.
Los datos de los estudios de la ACSA casan bien con que la mayor parte de las alertas emitidas por la Agencia Española de Seguridad Alimentaria en 2009 fueron por niveles altos de mercurio en el pescado. Tiene su lógica. Una vez en el medio, el mercurio no desaparece. Y a las fuentes naturales de mercurio, como las erupciones volcánicas, hay que añadir la actividad del hombre, que lleva 3.500 años usando este metal. Se estima que seguimos liberando al medio cada año 50.000 toneladas de mercurio.
"Nunca nos quitaremos el mercurio de la cadena trófica", dice Bernardo Herradón, químico del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC). "Se ha usado mucho, y aunque ahora está muy restringido sigue estando en algunos tipos de pilas y en tubos fluorescentes, por ejemplo". El mercurio está en el suelo y también pasa a la atmósfera; la lluvia lo lleva a los ríos y de ahí al mar, donde los microorganismos lo convierten en metilmercurio, que es la forma que nos comemos con el pescado. Los microorganismos están en la base de la cadena alimentaria marina, y los grandes peces predadores, y nosotros mismos, estamos en la cúspide.
Pero, además de la dieta, los investigadores están descubriendo -"sorprendidos", dice Olea-, otra fuente de contaminantes químicos para el organismo: la cosmética. "El efecto de los componentes de cremas y champús es ahora un área de investigación en auge. Tenemos cada vez más evidencias de que compuestos de uso muy común en cosmética, como los parabenes, interfieren con la acción de las hormonas. Se absorben fácilmente por la piel pero su eliminación es muy difícil", explica Olea.
También los filtros UV, usados en cremas antisolares y recomendados por los dermatólogos para prevenir el cáncer de piel, empiezan a ser sospechosos. De confirmarse su acción tóxica la comunidad biomédica se encontraría ante un dilema riesgo-beneficio.
Sin embargo, los investigadores advierten de que no será nada fácil establecer fuera de toda duda el vínculo entre exposición a contaminantes en la vida cotidiana y enfermedades. En primer lugar porque los efectos, de haberlos, tardan décadas en manifestarse. Y también porque lo importante, advierten los investigadores, es el 'cóctel' de productos químicos, esto es, su acción conjunta. Los compuestos son muchos, y su posible interacción, un misterio.
"No sabemos qué pasará, pero los datos están ahí", dice Olea. "La exposición es real. Los tóxicos están en la sangre y en la placenta, se excretan en la leche materna. Las madres los pasan a sus hijos. Tenemos en el cuerpo compuestos que nunca antes habíamos tenido", dice Olea.
Los epidemiólogos, por lo pronto, investigan la relación entre exposición a contaminantes y enfermedades como cáncer, diabetes, endometriosis, infertilidad, malformaciones genitourinarias, depresión inmunológica, asma, Alzhéimer y Parkinson.
Para este tipo de trabajo suponen un tesoro los bancos de tejidos y datos como el que tiene el grupo de Olea en Granada: 6.000 placentas de madres de toda España obtenidas hace una década, con información de seguimiento, durante ese tiempo, del par madre-hijo correspondiente. Esto permite investigar, por ejemplo, la relación entre contaminantes en la placenta y desarrollo. Uno de los últimos trabajos científicos publicados, en septiembre, indica que una mayor concentración de compuestos clorados podría afectar negativamente a la función cognitiva, y recomienda más estudios.
Los investigadores también están observando en los últimos años que la baja concentración de estos compuestos en el organismo no garantiza su inocuidad. El llamado mito de las dosis bajas está cayendo.
"Tanto en animales como en humanos se han visto efectos adversos de los contaminantes a las dosis tradicionalmente llamadas bajas", explica Miquel Porta, catedrático de Epidemiología y Salud Pública de la Universidad de Barcelona e investigador del Instituto Municipal de Investigaciones Médicas (IMIM). "Estrictamente, estas dosis no son bajas: las concentraciones o niveles en sangre o en líquido amniótico, por ejemplo, son tan altas como las de nuestras propias hormonas naturales, y a menudo mucho más". Hasta ahora se aceptaba que estos compuestos debían presentarse a dosis más elevadas para alterar funciones fisiológicas en el organismo, "pero eso está en revisión", dice Porta.
A este experto no le tranquiliza saber que en la mayor parte de los alimentos estos compuestos no superan los niveles considerados seguros por las agencias de seguridad alimentaria y la OMS. "A menudo los niveles legales se establecen simplemente para que los alimentos puedan llegar a nuestra mesa", señala Porta. "Pero nadie nos puede asegurar que las concentraciones que tiene una parte importante de la población sean seguras; a mí, como médico, me parecen muy preocupantes".
En un estudio reciente, su grupo midió presencia de contaminantes en una muestra de 919 personas en Cataluña, considerada representativa de la población general. Los resultados revelaron que algunas personas tenían cantidades de DDE y hexaclorobenceno hasta 6.000 veces superiores que otras. "Una minoría de la población tiene una contaminación interna escandalosamente superior a la mayoría. ¿Es esa minoría la que luego desarrolla enfermedad?", se pregunta Porta.
Es una de las muchas cuestiones aún pendientes de estudiar. Los investigadores se preguntan, por ejemplo, cómo interfieren los tóxicos ambientales con la acción de los genes. Algunos datos apuntan a que el arsénico, el cadmio y los pesticidas organoclorados podrían apagar genes supresores de tumores, y encender genes con precisamente la acción opuesta.
Prueba de que el problema importa es que la Unión Europea destina fondos a investigarlo. El grupo de Olea y otros siete laboratorios europeos participan en el proyecto internacional Contamed, que estudia la relación de la química cotidiana con los trastornos del sistema reproductivo. La incidencia de estas alteraciones -desde una menor calidad del semen hasta malformaciones de genitales- está en aumento en Europa y el problema causa "una considerable preocupación", se dice en la web del proyecto.
http://www.elpais.com/articulo/sociedad/pez/tiene/mercurio/usted/elpepisoc/20101219elpepisoc_1/Tes
MÓNICA G. SALOMONE 19/12/2010
"De todos los animales, el que tiene ahora más contaminantes en el cuerpo eres tú", dice Nicolás Olea, de la Universidad de Granada, uno de los pioneros en España en investigar presencia de contaminantes en el organismo. La afirmación suena efectista, pero el mensaje está claro: durante nuestra larga vida los humanos acumulamos compuestos químicos persistentes que aderezan nuestra dieta, contaminantes que nuestra propia actividad industrial ha generado. Y ahí se quedan, en un organismo que no los sabe eliminar. Es más, han entrado en la especie humana para quedarse. Las madres los transmiten a través de la placenta y de la leche materna, así que los bebés los incorporan de serie. ¿Qué efecto tienen? Hay cada vez más evidencias de que muchos inciden desde en el desarrollo cognitivo hasta en la fertilidad, incluso a dosis bajas.
Hace ya tiempo que se conoce la toxicidad de muchos de estos compuestos, y por ejemplo en el caso de las dioxinas, los bifeniles policlorados (PCB) o los metales pesados, su uso industrial o su liberación al medio se han regulado. Pero no por ello han desaparecido del entorno. Están en la cadena alimentaria, atrincherados sobre todo en los tejidos grasos; cuanto más viejos sean los animales que comemos, y más grasos, más contaminados. Los peces predadores, como el tiburón o el emperador, pueden llevar más de diez años almacenando metilmercurio, la forma más tóxica del mercurio, antes de llegar al plato.
Además hay compuestos más modernos y de uso muy común en la vida cotidiana, como los ftalatos -usados en plásticos blandos, por ejemplo para juguetes infantiles-, los compuestos bromados -en tejidos y ordenadores, para evitar incendios- o el bisfenol A, cuyos efectos sobre la salud preocupan.
Organizaciones ecologistas y expertos llevan tiempo dando la voz de alarma, con algunos resultados. La Comisión Europea anunció hace una semana que a partir de 2011 se prohíbe el bisfenol A en biberones, decisión que Estados Unidos tomó ya hace un año. John Dalli, comisario europeo de salud, declaraba que "nuevos estudios demostraban que el bisfenol A podría afectar al desarrollo, la respuesta inmune y la generación de tumores". En contacto con líquidos calientes este compuesto se separa del plástico, en especial si los biberones no son nuevos. Para Olea la prohibición "es una fantástica noticia, pero ¿por qué han tardado tanto? Sabemos cómo actúa este compuesto desde 1936".
¿Cuántos contaminantes exactamente nos comemos? José Luis Domingo, del Laboratorio de Toxicología y Salud Medioambiental de la Universidad Rovira i Virgili, y Joan María Llobet, de la Universidad de Barcelona, llevan desde el año 2000 analizando los alimentos de la cesta de la compra promedio en Cataluña. Su tercer informe está casi a punto. Toman las muestras escogiendo como lo haría un consumidor medio, y miden ocho contaminantes más metales pesados. Luego cruzan los datos con los de consumo de los catalanes y obtienen la ingesta de un consumidor medio.
Hay algunas buenas noticias: "Se nota el descenso de algunos contaminantes en el ambiente, como el plomo, que ya no se usa en las gasolinas, o las dioxinas y los PCB", señala Domingo. Llobet recuerda que "lo que emitimos al ambiente vuelve a nosotros; si el ambiente está más limpio, los alimentos también".
El punto negro está sobre todo en el pescado y el marisco, alimentos en que las concentraciones no bajan. De hecho, si bien la ingesta media de todos los compuestos está por debajo de los niveles de seguridad establecidos por la Organización Mundial de la Salud (OMS), el estudio de 2007, que publica la Agencia Catalana de Seguridad Alimentaria (ACSA), revela que los niños y niñas superan por poco este nivel, y las mujeres prácticamente lo alcanzan. Se remite en el texto a las recomendaciones de la UE: los niños pequeños, las mujeres embarazadas o que deseen concebir y las que estén amamantando no deberían comer más de 100 gramos semanales de pez espada o tiburón, dosis que excluyen más pescado esa semana. El atún, no más de dos veces por semana. Europa no es la única en emitir estas recomendaciones; Estados Unidos y Canadá dan consejos similares desde hace años.
Los datos de los estudios de la ACSA casan bien con que la mayor parte de las alertas emitidas por la Agencia Española de Seguridad Alimentaria en 2009 fueron por niveles altos de mercurio en el pescado. Tiene su lógica. Una vez en el medio, el mercurio no desaparece. Y a las fuentes naturales de mercurio, como las erupciones volcánicas, hay que añadir la actividad del hombre, que lleva 3.500 años usando este metal. Se estima que seguimos liberando al medio cada año 50.000 toneladas de mercurio.
"Nunca nos quitaremos el mercurio de la cadena trófica", dice Bernardo Herradón, químico del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC). "Se ha usado mucho, y aunque ahora está muy restringido sigue estando en algunos tipos de pilas y en tubos fluorescentes, por ejemplo". El mercurio está en el suelo y también pasa a la atmósfera; la lluvia lo lleva a los ríos y de ahí al mar, donde los microorganismos lo convierten en metilmercurio, que es la forma que nos comemos con el pescado. Los microorganismos están en la base de la cadena alimentaria marina, y los grandes peces predadores, y nosotros mismos, estamos en la cúspide.
Pero, además de la dieta, los investigadores están descubriendo -"sorprendidos", dice Olea-, otra fuente de contaminantes químicos para el organismo: la cosmética. "El efecto de los componentes de cremas y champús es ahora un área de investigación en auge. Tenemos cada vez más evidencias de que compuestos de uso muy común en cosmética, como los parabenes, interfieren con la acción de las hormonas. Se absorben fácilmente por la piel pero su eliminación es muy difícil", explica Olea.
También los filtros UV, usados en cremas antisolares y recomendados por los dermatólogos para prevenir el cáncer de piel, empiezan a ser sospechosos. De confirmarse su acción tóxica la comunidad biomédica se encontraría ante un dilema riesgo-beneficio.
Sin embargo, los investigadores advierten de que no será nada fácil establecer fuera de toda duda el vínculo entre exposición a contaminantes en la vida cotidiana y enfermedades. En primer lugar porque los efectos, de haberlos, tardan décadas en manifestarse. Y también porque lo importante, advierten los investigadores, es el 'cóctel' de productos químicos, esto es, su acción conjunta. Los compuestos son muchos, y su posible interacción, un misterio.
"No sabemos qué pasará, pero los datos están ahí", dice Olea. "La exposición es real. Los tóxicos están en la sangre y en la placenta, se excretan en la leche materna. Las madres los pasan a sus hijos. Tenemos en el cuerpo compuestos que nunca antes habíamos tenido", dice Olea.
Los epidemiólogos, por lo pronto, investigan la relación entre exposición a contaminantes y enfermedades como cáncer, diabetes, endometriosis, infertilidad, malformaciones genitourinarias, depresión inmunológica, asma, Alzhéimer y Parkinson.
Para este tipo de trabajo suponen un tesoro los bancos de tejidos y datos como el que tiene el grupo de Olea en Granada: 6.000 placentas de madres de toda España obtenidas hace una década, con información de seguimiento, durante ese tiempo, del par madre-hijo correspondiente. Esto permite investigar, por ejemplo, la relación entre contaminantes en la placenta y desarrollo. Uno de los últimos trabajos científicos publicados, en septiembre, indica que una mayor concentración de compuestos clorados podría afectar negativamente a la función cognitiva, y recomienda más estudios.
Los investigadores también están observando en los últimos años que la baja concentración de estos compuestos en el organismo no garantiza su inocuidad. El llamado mito de las dosis bajas está cayendo.
"Tanto en animales como en humanos se han visto efectos adversos de los contaminantes a las dosis tradicionalmente llamadas bajas", explica Miquel Porta, catedrático de Epidemiología y Salud Pública de la Universidad de Barcelona e investigador del Instituto Municipal de Investigaciones Médicas (IMIM). "Estrictamente, estas dosis no son bajas: las concentraciones o niveles en sangre o en líquido amniótico, por ejemplo, son tan altas como las de nuestras propias hormonas naturales, y a menudo mucho más". Hasta ahora se aceptaba que estos compuestos debían presentarse a dosis más elevadas para alterar funciones fisiológicas en el organismo, "pero eso está en revisión", dice Porta.
A este experto no le tranquiliza saber que en la mayor parte de los alimentos estos compuestos no superan los niveles considerados seguros por las agencias de seguridad alimentaria y la OMS. "A menudo los niveles legales se establecen simplemente para que los alimentos puedan llegar a nuestra mesa", señala Porta. "Pero nadie nos puede asegurar que las concentraciones que tiene una parte importante de la población sean seguras; a mí, como médico, me parecen muy preocupantes".
En un estudio reciente, su grupo midió presencia de contaminantes en una muestra de 919 personas en Cataluña, considerada representativa de la población general. Los resultados revelaron que algunas personas tenían cantidades de DDE y hexaclorobenceno hasta 6.000 veces superiores que otras. "Una minoría de la población tiene una contaminación interna escandalosamente superior a la mayoría. ¿Es esa minoría la que luego desarrolla enfermedad?", se pregunta Porta.
Es una de las muchas cuestiones aún pendientes de estudiar. Los investigadores se preguntan, por ejemplo, cómo interfieren los tóxicos ambientales con la acción de los genes. Algunos datos apuntan a que el arsénico, el cadmio y los pesticidas organoclorados podrían apagar genes supresores de tumores, y encender genes con precisamente la acción opuesta.
Prueba de que el problema importa es que la Unión Europea destina fondos a investigarlo. El grupo de Olea y otros siete laboratorios europeos participan en el proyecto internacional Contamed, que estudia la relación de la química cotidiana con los trastornos del sistema reproductivo. La incidencia de estas alteraciones -desde una menor calidad del semen hasta malformaciones de genitales- está en aumento en Europa y el problema causa "una considerable preocupación", se dice en la web del proyecto.
http://www.elpais.com/articulo/sociedad/pez/tiene/mercurio/usted/elpepisoc/20101219elpepisoc_1/Tes
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Pájaros para llevar un mensaje contra el silencio
Estrenan una película sobre el mal de la burbuja
VÍCTOR SARIEGO 21/12/2010 - 12
El entorno como enemigo. Lo cotidiano como rotundo agresor. Un elemento químico, el sonido fuerte, la luz intensa, cualquier producto de uso habitual en el hogar como desencadenante de una reacción corporal masiva devastadora... Así es la Sensibilidad Química Múltiple o SQM, una enfermedad que relega a los que la sufren a la reclusión en imposibles ambientes asépticos, desaparecidos, invisibles al resto del mundo porque aunque crónica, devastadora, y cada vez más numerosa en todo el mundo, especialmente en las llamadas sociedades avanzadas.
Esta patología no está reconocida oficialmente, “ni siquiera por la Organización Mundial de la Salud (OMS), a pesar de que en España la padecen 400.000 personas, siete millones en EE UU”, advierte Víctor Moreno, director de la película Los Pájaros de la Mina, en la que se narra el proceso personal, familiar y social que sufre Laura, de 32 años, afectada de SQM “desde que manifiesta los primeros síntomas hasta que, por fin, consigue un diagnóstico”, matiza su realizador. Su producción narra el gran desconocimiento que existe sobre la enfermedad de la burbuja, como se la conoce, casi despectivamente, porque está rodeada de un gran oscurantismo mediático, institucional, sanitario y social.
Como matiza la guionista y actriz principal, Mariam Felipe, “Laura, fiel reflejo de un paciente de este tipo, pierde a su pareja, amigos y familia en el intento de que algún médico le haga caso. Todos piensan que su mente no funciona, que está loca o con una depresión profunda de la que no puede salir, pero lo que destroza su vida está en el aire, en lo que respira o toca”. “Cuando escuché en la radio por primera vez a una enferma de SQM me pareció algo de ciencia ficción”, explica Moreno, que añade que “esta mujer, en la que se basa la película, ha de estar protegida continuamente por una máscara, tener un cuidado extremo con todos los químicos, no tocar casi nada, no salir de casa”. Esto le impactó de tal manera que, cuenta, no paró “de documentarse hasta darse cuenta del calvario que pasan estas personas para que las crean y no las tomen por locas, depresivas o mentirosas”. Así, Pájaros en la Mina, que hace referencia a las aves que utilizaban los mineros en el siglo XIX para detectar fugas de grisú, tiene como gran reto, “dramatizar y hacer entender la situación de estas personas”, que trata “de forma no alarmista, sin incidir en la parte estética o polémica de la SQM, incidiendo en la dificilísima relación de la protagonista con su entorno”.
REPERCUSIÓN SOCIAL
“Desde que colgamos los trailers de la película en internet, hace mes y medio, hemos tenido más de 30.000 visitas de 67 países”, comenta Moreno sobre el gran impacto social que ha tenido el largometraje, rodado en varias localizaciones de Pontevedra, A Coruña y Valencia. “Sobre todo, comentarios de agradecimiento de enfermos y familiares”, añade Mariam Felipe, que destaca que les “escribieron desde diversas asociaciones de SQM de todo el mundo en las que los pacientes se veían reflejados en el filme y valoraban nuestro trabajo y la documentación previa”, por lo que todo el contenido de la web se ha traducido al inglés y al alemán.
El director agrega que, desde Estados Unidos, la presidenta de The Canary Report, Susie Collins, les “envió un mensaje muy emotivo diciendo que Los Pájaros de la Mina retrata exactamente lo que es esta enfermedad”, algo que “absurdamente se esconde” añade, por lo que, dice, su “principal objetivo era visibilizar este fenómeno por impactante, por no reconocido y por increíble”.
Hace dos semanas, se realizó un primer pase público simbólico de la película en el teatro Principal de Pontevedra para conocer una primera impresión de los espectadores. Después de Reyes se inaugurará en Ferrol y luego en Valencia. En la ciudad del Lérez, fue presentada por el actor y la actriz gallegos Celso Bugallo y María Faltriqueira, que participaron en el proyecto de forma desinteresada, al igual que el resto del equipo; pues de hecho, este no es un filme al uso, sino que en él prima la intención social, algo que se refleja también en su distribución, fuera de los circuitos comerciales y de forma gratuita, pues, como recuerda su realizador, “nuestra intención no era tanto comercial como la de dar a conocer esta enfermedad y su tremendo impacto social”.
Por ello, recurrió a fondos propios, a la ayuda de las productoras Evofoto de Pontevedra y Elite Fotógrafos de Miño (A Coruña), y no pidió ninguna subvención. Tampoco los que participan han recibido remuneración, lo mismo que los grupos que han compuesta la banda sonora, la mayoría gallegos: Overlook, Maryland, Insomnia y NOC.
http://www.xornal.com/artigo/2010/12/20/sociedad/pajaros-llevar-mensaje-silencio/2010122000251500854.html
VÍCTOR SARIEGO 21/12/2010 - 12
El entorno como enemigo. Lo cotidiano como rotundo agresor. Un elemento químico, el sonido fuerte, la luz intensa, cualquier producto de uso habitual en el hogar como desencadenante de una reacción corporal masiva devastadora... Así es la Sensibilidad Química Múltiple o SQM, una enfermedad que relega a los que la sufren a la reclusión en imposibles ambientes asépticos, desaparecidos, invisibles al resto del mundo porque aunque crónica, devastadora, y cada vez más numerosa en todo el mundo, especialmente en las llamadas sociedades avanzadas.
Esta patología no está reconocida oficialmente, “ni siquiera por la Organización Mundial de la Salud (OMS), a pesar de que en España la padecen 400.000 personas, siete millones en EE UU”, advierte Víctor Moreno, director de la película Los Pájaros de la Mina, en la que se narra el proceso personal, familiar y social que sufre Laura, de 32 años, afectada de SQM “desde que manifiesta los primeros síntomas hasta que, por fin, consigue un diagnóstico”, matiza su realizador. Su producción narra el gran desconocimiento que existe sobre la enfermedad de la burbuja, como se la conoce, casi despectivamente, porque está rodeada de un gran oscurantismo mediático, institucional, sanitario y social.
Como matiza la guionista y actriz principal, Mariam Felipe, “Laura, fiel reflejo de un paciente de este tipo, pierde a su pareja, amigos y familia en el intento de que algún médico le haga caso. Todos piensan que su mente no funciona, que está loca o con una depresión profunda de la que no puede salir, pero lo que destroza su vida está en el aire, en lo que respira o toca”. “Cuando escuché en la radio por primera vez a una enferma de SQM me pareció algo de ciencia ficción”, explica Moreno, que añade que “esta mujer, en la que se basa la película, ha de estar protegida continuamente por una máscara, tener un cuidado extremo con todos los químicos, no tocar casi nada, no salir de casa”. Esto le impactó de tal manera que, cuenta, no paró “de documentarse hasta darse cuenta del calvario que pasan estas personas para que las crean y no las tomen por locas, depresivas o mentirosas”. Así, Pájaros en la Mina, que hace referencia a las aves que utilizaban los mineros en el siglo XIX para detectar fugas de grisú, tiene como gran reto, “dramatizar y hacer entender la situación de estas personas”, que trata “de forma no alarmista, sin incidir en la parte estética o polémica de la SQM, incidiendo en la dificilísima relación de la protagonista con su entorno”.
REPERCUSIÓN SOCIAL
“Desde que colgamos los trailers de la película en internet, hace mes y medio, hemos tenido más de 30.000 visitas de 67 países”, comenta Moreno sobre el gran impacto social que ha tenido el largometraje, rodado en varias localizaciones de Pontevedra, A Coruña y Valencia. “Sobre todo, comentarios de agradecimiento de enfermos y familiares”, añade Mariam Felipe, que destaca que les “escribieron desde diversas asociaciones de SQM de todo el mundo en las que los pacientes se veían reflejados en el filme y valoraban nuestro trabajo y la documentación previa”, por lo que todo el contenido de la web se ha traducido al inglés y al alemán.
El director agrega que, desde Estados Unidos, la presidenta de The Canary Report, Susie Collins, les “envió un mensaje muy emotivo diciendo que Los Pájaros de la Mina retrata exactamente lo que es esta enfermedad”, algo que “absurdamente se esconde” añade, por lo que, dice, su “principal objetivo era visibilizar este fenómeno por impactante, por no reconocido y por increíble”.
Hace dos semanas, se realizó un primer pase público simbólico de la película en el teatro Principal de Pontevedra para conocer una primera impresión de los espectadores. Después de Reyes se inaugurará en Ferrol y luego en Valencia. En la ciudad del Lérez, fue presentada por el actor y la actriz gallegos Celso Bugallo y María Faltriqueira, que participaron en el proyecto de forma desinteresada, al igual que el resto del equipo; pues de hecho, este no es un filme al uso, sino que en él prima la intención social, algo que se refleja también en su distribución, fuera de los circuitos comerciales y de forma gratuita, pues, como recuerda su realizador, “nuestra intención no era tanto comercial como la de dar a conocer esta enfermedad y su tremendo impacto social”.
Por ello, recurrió a fondos propios, a la ayuda de las productoras Evofoto de Pontevedra y Elite Fotógrafos de Miño (A Coruña), y no pidió ninguna subvención. Tampoco los que participan han recibido remuneración, lo mismo que los grupos que han compuesta la banda sonora, la mayoría gallegos: Overlook, Maryland, Insomnia y NOC.
http://www.xornal.com/artigo/2010/12/20/sociedad/pajaros-llevar-mensaje-silencio/2010122000251500854.html
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12/22/2010 11:29:00 a. m.
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martes, 21 de diciembre de 2010
El beneficio de crear enfermedades y ofertar los tratamientos
Publicado por Miguel Jara
Autor: Miguel Jara
Categorías: Tóxicos
En ocasiones me han preguntado por las relaciones de la industria que produce sustancias químicas tóxicas y la farmacéutica. Esa relación viene de lejos incluso de antes de la denominada Revolución Verde. Con la promesa de acabar con el hambre en el mundo llevamos más de sesenta años practicando una agricultura industrializada a base de ingentes cantidades de insumos químicos tóxicos que enferman la tierra, el agua y a los seres vivos[1]. ¿Los grandes beneficiados? Monsanto, DuPont, Bayer, Syngenta, Novartis, Aventis y mcuhas más empresas. Los mismos, por cierto, que ahora impulsan la biotecnología para vender alimentos transgénicos con la misma excusa del hambre. Bayer, Novartis y Aventis también están entre las multinacionales farmacéuticas que más facturan por sus medicamentos. Monsanto llegó a ser propietaria de la empresa Pharmacia, que luego adquirió el laboratorio Pfizer. Viene esto a colación de la presentación de un libro S.Q.M. El riesgo tóxico diario. La Sensibilidad Química Múltiple y otras enfermedades que la química produce en cientos de miles de españoles. Está escrito por mi buen amigo y compañero de fatigas en la investigación de temas medioambientales Carlos de Prada y lo publica la Fundación Alborada.
El texto de Carlos es el primer monográfico sobre el Síndrome de Sensibilidad Química Múltiple que se publica en castellano. De Prada, como hago yo también, asocia la SQM a la fibromialgia (FM) y al Síndrome de Fatiga Crónica (SFC), y a las tres con los químicos tóxicos. Es un libro muy documentado y en el estilo riguroso que gasta Carlos. El autor nos presenta en carne viva a personas que sufren SQM, generalmente acompañada de FM y/o SFC. Explica muy bien todo el proceso de la enfermedad, cuenta con las voces de los profesionales más destacados en el tema e insiste en que estas enfermedades no son psicológicas sino orgánicas o físicas. En fin, un texto indispensable para quienes padezcan o tengan la sospecha de que sus síntomas pueden ser los de la SQM o alguna de las otras dolencias relacionadas con esta.
Pero lo más importante es que Carlos de Prada explica, con razón, que estas personas son la voz de alarma sobre un problema de enormes consecuencias: utilizamos tal cantidad de productos químicos en nuestra vida cotidiana que el planeta Tierra ya no es capaz de absorverlos y las personas tampoco, por ello muchos de nuestros convecinos muestran desde hace unos años signos, trastornos de su salud, que advierten a los demás sobre lo que puede ocurrirles. Toda la ciudadanía debería preocuparse por la existencia de estas enfermedades denominadas ambientales.
Volviendo a la relación de la industria química con la farmacéutica, que es de lo que quería escribirles, indica De Prada que ambas “no son, con frecuencia, más que una y la misma cosa”. Continúa:
Es un hecho que algunas de las principales multinacionales que fabrican fármacos son también los principales fabricantes de venenos como los pesticidas que, además de otros muchos problemas sanitarios, ‘son los químicos más implicados en causar la SQM y en disparar sus síntomas ‘, como dice McCampbell [la doctora Ann McCambell, del MCS (SQM) Task Force os New Mexico]. Y pasa a citar ejemplos concretos, como el de la multinacional Novartis (antes Ciba-Geigy y Sandoz) fabricante del herbicida atracina y cuyo grupo de presión habría ‘enviado información en 1996 al comité legislativo de Nuevo Méjico oponiéndose a toda legislación relacionada con la SQM y declarando que los síntomas de las personas con SQM no tenían un origen físico’. Pero no sólo Novartis, fabricante de otros pesticidas conflictivos como el insecticida organofosforado diazinon, es citada por la autora del artículo.
También cita la farmacéutica El¡ Lilly y sus vínculos con Dow Elanco (hoy Dow Agroscience) fabricante del pesticida organofosforado clorpirifos. Aventis (antes Hoeschst y Rhone-Poulenc) y el insecticida carbamato Sevin. Monsanto, fabricante del Roundup y otros herbicidas. Zeneca, que, como tantas otras veces acontece, no sólo fabrica fármacos (AstraZeneca), contra dolencias como el cáncer de mama o de próstata, sino pesticidas que, en algunos casos, comenta McCampbell, han sido asociados al origen o exacerbación de algunas de las dolencias tratadas. Y la lista prosigue con Pfizer y Abbot Laboratorios, Basf, Bayer,… que aúnan la fabricación de fármacos y pesticidas. Novartis, Ciba, Dow, Elli Lilly, BASF, Aventis, Bayer,… y otras empresas (Dupont, Merck, Roche, Procter & Gamble, … ) serían miembros del American Chemical Council, del que antes hablábamos [un lobby de la industria química]“.
Queda clara pues dicha relación y como expresa Carlos:
No hace falta ser demasiado perspicaz para darse cuenta de que las repercusiones posibles de lo que aquí estamos diciendo pueden ir mucho más allá de lo que se denuncia sobre la SQM y extenderse, en general, a muchas otras enfermedades que una creciente literatura científica está asociando a determinadas sustancias químicas. Los efectos sanitarios de la situación denunciada serían así, simplemente, devastadores. Prosigue el periodista citando de nuevo a McCampbell según la cual la industria farmacéutica estaría ‘extendiendo desinformación sobre la SQM y limitando la cantidad de información correcta recibida por los médicos y otros profesionales sanitarios a través de su influencia financiera en las revistas médicas, las conferencias y la investigación’, así como a través de su influencia en entidades como la Asociación Médica Americana.
Por todo ello, me parece especialmente importante divulgar informaciones sobre la Sensibilidad Química Múltiple porque nos ofrece la verdadera dimensión de la polución que nos rodea, de la equivocación que supone nuestro estilo de vida y porque es unan enfermedad que seguirá pasando desapercibida debido precisamente a que como estas personas no soportan los productos químicos tóxicos ningún fármaco puede “curarlas” por lo que no son interesantes para las farmacéuticas.
Queda claro que además esta industria es hermana de la química luego existe un interés comercial estratégico en ocultar las enfermedades ambientales. No olvidemos que gracias a las personas que sufren SQM podemos saber cuales son la fuentes de contaminación química que nos enferman y cuales las enfermedades relacionadas con los tóxicos. Es urgente aplicar medidas para evitar esta polución. La existencia de personas con hipersensibilidad química evidencia la paradoja de que quienes venden los productos químicos tóxicos que enferman a la ciudadanía son en muchos casos los mismos que quienes venden los medicamentos para tratar las enfermedades provocadas.
http://www.migueljara.com/2009/05/20/el-beneficio-de-crear-enfermedades-y-ofertar-los-tratamientos/
Autor: Miguel Jara
Categorías: Tóxicos
En ocasiones me han preguntado por las relaciones de la industria que produce sustancias químicas tóxicas y la farmacéutica. Esa relación viene de lejos incluso de antes de la denominada Revolución Verde. Con la promesa de acabar con el hambre en el mundo llevamos más de sesenta años practicando una agricultura industrializada a base de ingentes cantidades de insumos químicos tóxicos que enferman la tierra, el agua y a los seres vivos[1]. ¿Los grandes beneficiados? Monsanto, DuPont, Bayer, Syngenta, Novartis, Aventis y mcuhas más empresas. Los mismos, por cierto, que ahora impulsan la biotecnología para vender alimentos transgénicos con la misma excusa del hambre. Bayer, Novartis y Aventis también están entre las multinacionales farmacéuticas que más facturan por sus medicamentos. Monsanto llegó a ser propietaria de la empresa Pharmacia, que luego adquirió el laboratorio Pfizer. Viene esto a colación de la presentación de un libro S.Q.M. El riesgo tóxico diario. La Sensibilidad Química Múltiple y otras enfermedades que la química produce en cientos de miles de españoles. Está escrito por mi buen amigo y compañero de fatigas en la investigación de temas medioambientales Carlos de Prada y lo publica la Fundación Alborada.
El texto de Carlos es el primer monográfico sobre el Síndrome de Sensibilidad Química Múltiple que se publica en castellano. De Prada, como hago yo también, asocia la SQM a la fibromialgia (FM) y al Síndrome de Fatiga Crónica (SFC), y a las tres con los químicos tóxicos. Es un libro muy documentado y en el estilo riguroso que gasta Carlos. El autor nos presenta en carne viva a personas que sufren SQM, generalmente acompañada de FM y/o SFC. Explica muy bien todo el proceso de la enfermedad, cuenta con las voces de los profesionales más destacados en el tema e insiste en que estas enfermedades no son psicológicas sino orgánicas o físicas. En fin, un texto indispensable para quienes padezcan o tengan la sospecha de que sus síntomas pueden ser los de la SQM o alguna de las otras dolencias relacionadas con esta.
Pero lo más importante es que Carlos de Prada explica, con razón, que estas personas son la voz de alarma sobre un problema de enormes consecuencias: utilizamos tal cantidad de productos químicos en nuestra vida cotidiana que el planeta Tierra ya no es capaz de absorverlos y las personas tampoco, por ello muchos de nuestros convecinos muestran desde hace unos años signos, trastornos de su salud, que advierten a los demás sobre lo que puede ocurrirles. Toda la ciudadanía debería preocuparse por la existencia de estas enfermedades denominadas ambientales.
Volviendo a la relación de la industria química con la farmacéutica, que es de lo que quería escribirles, indica De Prada que ambas “no son, con frecuencia, más que una y la misma cosa”. Continúa:
Es un hecho que algunas de las principales multinacionales que fabrican fármacos son también los principales fabricantes de venenos como los pesticidas que, además de otros muchos problemas sanitarios, ‘son los químicos más implicados en causar la SQM y en disparar sus síntomas ‘, como dice McCampbell [la doctora Ann McCambell, del MCS (SQM) Task Force os New Mexico]. Y pasa a citar ejemplos concretos, como el de la multinacional Novartis (antes Ciba-Geigy y Sandoz) fabricante del herbicida atracina y cuyo grupo de presión habría ‘enviado información en 1996 al comité legislativo de Nuevo Méjico oponiéndose a toda legislación relacionada con la SQM y declarando que los síntomas de las personas con SQM no tenían un origen físico’. Pero no sólo Novartis, fabricante de otros pesticidas conflictivos como el insecticida organofosforado diazinon, es citada por la autora del artículo.
También cita la farmacéutica El¡ Lilly y sus vínculos con Dow Elanco (hoy Dow Agroscience) fabricante del pesticida organofosforado clorpirifos. Aventis (antes Hoeschst y Rhone-Poulenc) y el insecticida carbamato Sevin. Monsanto, fabricante del Roundup y otros herbicidas. Zeneca, que, como tantas otras veces acontece, no sólo fabrica fármacos (AstraZeneca), contra dolencias como el cáncer de mama o de próstata, sino pesticidas que, en algunos casos, comenta McCampbell, han sido asociados al origen o exacerbación de algunas de las dolencias tratadas. Y la lista prosigue con Pfizer y Abbot Laboratorios, Basf, Bayer,… que aúnan la fabricación de fármacos y pesticidas. Novartis, Ciba, Dow, Elli Lilly, BASF, Aventis, Bayer,… y otras empresas (Dupont, Merck, Roche, Procter & Gamble, … ) serían miembros del American Chemical Council, del que antes hablábamos [un lobby de la industria química]“.
Queda clara pues dicha relación y como expresa Carlos:
No hace falta ser demasiado perspicaz para darse cuenta de que las repercusiones posibles de lo que aquí estamos diciendo pueden ir mucho más allá de lo que se denuncia sobre la SQM y extenderse, en general, a muchas otras enfermedades que una creciente literatura científica está asociando a determinadas sustancias químicas. Los efectos sanitarios de la situación denunciada serían así, simplemente, devastadores. Prosigue el periodista citando de nuevo a McCampbell según la cual la industria farmacéutica estaría ‘extendiendo desinformación sobre la SQM y limitando la cantidad de información correcta recibida por los médicos y otros profesionales sanitarios a través de su influencia financiera en las revistas médicas, las conferencias y la investigación’, así como a través de su influencia en entidades como la Asociación Médica Americana.
Por todo ello, me parece especialmente importante divulgar informaciones sobre la Sensibilidad Química Múltiple porque nos ofrece la verdadera dimensión de la polución que nos rodea, de la equivocación que supone nuestro estilo de vida y porque es unan enfermedad que seguirá pasando desapercibida debido precisamente a que como estas personas no soportan los productos químicos tóxicos ningún fármaco puede “curarlas” por lo que no son interesantes para las farmacéuticas.
Queda claro que además esta industria es hermana de la química luego existe un interés comercial estratégico en ocultar las enfermedades ambientales. No olvidemos que gracias a las personas que sufren SQM podemos saber cuales son la fuentes de contaminación química que nos enferman y cuales las enfermedades relacionadas con los tóxicos. Es urgente aplicar medidas para evitar esta polución. La existencia de personas con hipersensibilidad química evidencia la paradoja de que quienes venden los productos químicos tóxicos que enferman a la ciudadanía son en muchos casos los mismos que quienes venden los medicamentos para tratar las enfermedades provocadas.
http://www.migueljara.com/2009/05/20/el-beneficio-de-crear-enfermedades-y-ofertar-los-tratamientos/
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¿SINDROME DE FATIGA CRONICA O ENVENAMIENTO CRONICO POR MERCURIO?
Copyright ©1996 / 1997 Jeff Clark
Traducido por Yeyeta.
El fuego de la Cándida
El mercurio dental es veneno, y combustible para un veneno aún mayor: metilmercurio. Los antibióticos encienden el mercurio dental con el fuego de la cándida. La cándida consume el mercurio dental. El fuego de la cándida, y su llama, el metilmercurio, consumen la salud. Las amalgamas dentales liberan mercurio. Los rellenos dentales de amalgama de mercurio sueltan mercurio en diferentes formas químicas dentro de la boca al envejecer, corroerse y desgastarse. El mercurio liberado de las amalgamas es inorgánico. Inorgánico significa que no es químicamente convertido en un compuesto carbónico. El mercurio es liberado de diferentes formas. En forma de gas del elemento mercurio puro, cuando una amalgama reciente está mal mezclada, o al ser calentado por bebidas o comida. Cuando ácidos, azúcar o microorganismos son atrapados en fisuras, grietas y poros, el mercurio se corroe y desprende. Pero la mayor parte de la amalgama se disuelve y erosiona debido a un proceso electroquímico llamado galvanismo. El galvanismo es el mismo proceso electroquímico usado para almacenar y liberar electricidad de una batería de coche. El galvanismo tiene lugar debido a que la amalgama no es un metal, sino una colección de bolsas microscópicas de diferentes aleaciones metálicas. Cada una de estas diferentes aleaciones de mercurio se llama fase de aleación. El galvanismo oral tiene lugar en la amalgama debido a diferencias en niveles ph de los tejidos humanos que la rodean. El galvanismo oral tiene lugar entre amalgamas y otros metales en la boca debido a diferencias en potencial eléctrico. La amalgama es el ánodo, o polo negativo, que libera electrones al producirse la electricidad. Una corona metálica o una amalgama diferente es el polo positivo que consume los electrones liberados, y sería el polo positivo. La electricidad entre ánodo y cátodo fluye a través de los compuestos electrolíticos de la saliva, dientes y tejidos. La electricidad siempre sigue el camino de menor resistencia originándose en el material más débil. En la cavidad oral, los rellenos dentales de amalgama de mercurio son casi siempre los metales más débiles, y los donantes de electrones. El mercurio se desprende de las aleaciones de amalgama al igual que las partes de aleación con electrones covalentes durante el proceso galvánico. Los electrones covalentes liberados son los que crean la corriente eléctrica hacia el cátodo. Sin electrones covalentes, los componentes de la aleación de la amalgama pierden su enlace químico, y los átomos de mercurio cargados son libres para desprenderse. Desde que la amalgama está soltando electrones al disolverse, los componentes libres se desprenden con una carga positiva. Al mercurio elemental liberado por el galvanismo a menudo le faltan dos electrones, quedando en un estado de carga llamado mercurio divalente o Hg2+. El mercurio divalente es volátil, y reaccionará con el primer enlace químico disponible que encuentre y que satisfaga su necesidad de electrones. Los grupos “sulfuro de hidrógeno” de muchas proteínas, llamados “sulfidrales” o “tioles”, son enlaces muy atractivos para el elemento mercurio divalente. Los productos de la corrosión del mercurio en la superficie del empaste se desprenden al masticar, rechinar y cepillar los dientes, en un proceso llamado abrasión. Al retirarse la capa corroída de la superficie se expone una nueva superficie de amalgama sin corroer. La amalgama sin corroer está llena de electrones y átomos de mercurio listos para reaccionar con el entorno oral. Los componentes de la amalgama corroída han sido agotados de electrones de unión y átomos de mercurio. La amalgama sin corroer , al gastarse, sigue liberando partículas de amalgama corroída. Las partículas de amalgama viajan a través del tracto gastrointestinal. El mercurio inorgánico liberado puede vaporizarse como elemento mercurio puro y directamente absorbido por la corriente sanguínea a través de los pulmones. El vapor de mercurio respirado es una de las dos formas de mercurio que tienen la más extensa variedad de efectos en el organismo. La absorción del mercurio elemental a través de los pulmones tiene una eficiencia del 80%. El elemento mercurio respirado puede cruzar la barrera sanguínea del cerebro y atacar las proteínas en un proceso de oxidación que primero convierte el elemento mercurio en mercurio divalente.
El mercurio libre viaja
El mercurio puede viajar de la raíz y superficie del diente a la encía. Si sigue divalente cuando llega a los tejidos blandos, el mercurio puede unirse a proteínas libres en los tejidos y puede ser transportado por la corriente sanguínea. El mercurio divalente puede unirse a la pared de las células de los tejidos de la encía y acumularse allí. Cuando el mercurio divalente escapa de los rellenos dentales en la cavidad oral, rápidamente se une a proteínas de la saliva, y se ioniza con cloro y otros compuestos electrolíticos y elementos encontrados en la saliva. Los compuestos electrolíticos en la saliva son abundantes, reactivos y móviles. El mercurio divalente liberado en la saliva preferiblemente se une a compuestos electrolíticos y proteínas transportadoras de sulfidral disponibles. Estos iones de mercurio inorgánico y “mercaptides” viajan por el tracto gastrointestinal con la saliva, comida y bebida. Atraviesan el estómago, y su ácido hidroclorhídrico convertirá a muchos de ellos en “mercurio clorhidrico”.Algún mercurio es absorbido por el sistema digestivo, otro se va a las heces, otro es ingerido por microbios, otro es atrapado por las manchas, pliegues y vellosidades del intestino, al desprenderse en partículas de la amalgama. La mayor parte del mercurio procedente de la disolución de la amalgama viaja por el tracto gastrointestinal como una forma u otra de iones de mercurio inorgánico. En una persona sana, el 20% de iones de mercurio inorgánico es absorbido a través del tracto gastrointestinal. La mitad es devuelto a tracto gastrointestinal como excreción biliar. El otro 10 % es eliminado a través de la orina, sudor, pelo, uñas, o acumulado en alguna parte dentro de los tejidos del cuerpo. Los iones de mercurio inorgánico no pueden pasar la barrera sanguínea del cerebro, y no son fácilmente absorbibles por células normales con paredes fuertes. El almacenamiento y retención permanente de mercurio iónico dentro del cuerpo requiere que el mercurio pierda de nuevo electrones para convertirse en mercurio divalente.
Células inmunes preferentemente susceptibles al mercurio
El mayor peligro de bajos niveles de iones de mercurio inorgánico en la corriente sanguínea es su absorción por las células inmunológicas. Los neutrófilos (macrófagos inmunológicos) ingieren activamente el mercurio inorgánico absorbido por el tracto gastrointestinal, ya que lo perciben como un invasor. Las células inmunológicas humanas son extremadamente sensibles a todos los compuestos de mercurio. Las células inmunológicas dejan de funcionar perdiendo capacidad de secreción, capacidad de comer invasores y de movilidad. Los neutrófilos contaminados con mercurio pierden la capacidad de comer levadura. Suficiente ingesta de mercurio matará a los macrófagos. Los macrófagos muertos viajarán al hígado donde son metabolizados, y el mercurio es almacenado y finalmente excretado en la bilis, o reconducido a los riñones y excretado en la orina. Un aumento suficiente de mercurio puede producir serios problemas inmunes en macrófagos, células “T” y células de apoyo. Las personas envenenadas seriamente con mercurio parecen capaces de alcanzar un estado de enfermedad que recuerda el SIDA sin VIH. El mercurio inorgánico también puede producir enfermedades autoinmunes en aquellos genéticamente predispuestos. La identificación inmunológica de células contaminadas de mercurio puede llegar a estar fuera de control cuando las células reguladoras también están contaminadas de mercurio. Puede darse lugar un ataque general a determinados tipos de células normales, sanas y propias. La autoinmunidad es la principal característica de esclerosis múltiple (MS), esclerosis lateral amiotrófica (ALS), lupus, artritis reumatoide, y algunas otras enfermedades. En una persona sana, el mercurio inorgánico de la amalgama primero desgasta y produce mal funcionamiento en el sistema inmune. El hígado y los riñones requieren de un constante esfuerzo para excretar el mercurio. Constantemente existe el riesgo de una mala nutrición debido a los desequilibrios en el metabolismo, y la continua pérdida de importantes compuestos de proteína que atrapan y eliminan el mercurio.
Cándida, enemigo en el intestino
En un intestino sano, la cándida álbicans, sus numerosos primos cándida, y las bacterias stafilococo y estreptococo, no son bien recibidos. E. Coli, bifidum, bulgaricus y otros tipos de bacterias acidophilus trabajan juntos con los macrófagos del sistema inmune neutrófilos, para mantener a estos invasores fuera. La levadura, staph, strep y E. Coli convierten los iones de mercurio inorgánico en metilmercurio. E. coli, cuando está presente en un intestino sano, y cuando está bien abastecida con el aminoácido cisteína, junto con los otros habitantes saludables de la pared intestinal, convierten el metilmercurio en mercurio inorgánico. Una flora intestinal saludable es esencial para mantener los malos invasores fuera, reduciendo la ingestión de metilmercurio, y completando el proceso digestivo de muchos alimentos. La levadura es un hongo o una planta, y no son eliminados o controlados por antibióticos. De hecho, los antibióticos son extractos de plantas aislados en un principio en moho de penicilina. Los antibióticos aceleran el crecimiento de la levadura. Los antibióticos son enormemente efectivos en matar bacterias, miembros del reino animal. Los habitantes saludables del tracto gastrointestinal son bacterias. Los antibióticos matan a las bacterias del intestino. Suficientes exposiciones a antibióticos de amplio espectro pueden exterminar por completo la flora intestinal. Los virus no son ni animales ni plantas. Son cadenas de ADN y RDN encajonados que roban la capacidad de duplicarse de las células de los huéspedes que invaden. Los antibióticos no tienen efecto en los virus.
Abuso de antibióticos
Con el tiempo el sistema inmune sufre con la exposición al mercurio y la persona tarda más en curarse. Los resfriados y la gripe empeoran. La cándida y demás invasores malos hacen su trabajo en boca, garganta y paredes intestinales. Virus oportunistas como EBV (epstein bar) y HHV (herpes) empiezan a ponerse fuera de control. La gente tiene prisa en recuperarse, quieren volver al trabajo, a la escuela y a la vida normal rápidamente. Cuando acuden al médico, a menudo piden la prescripción de antibióticos. Los médicos tienen prisa, quieren acabar con este montón de pacientes rápidamente o el día no se acabará nunca. La gente va a las consultas con infecciones de levaduras, bacterias y virus. Sin ni siquiera un frotis de la garganta, o diagnóstico objetivo de ningún tipo, el paciente regresa con una prescripción de antibióticos. A veces la prescripción de antibióticos está adaptada a “cualquier cosa que ande por allí dentro”. Los que tienen suerte se recuperan rápidamente. Las infecciones de bacterias son curadas, o los virus sucumben al efecto natural del sistema inmune. La flora intestinal, perjudicada por los antibióticos, se regenera. Todas las funciones del cuerpo vuelven a su estado anterior de salud amenazada por mercurio. Los que no tienen suerte con las infecciones persistentes de virus y cándida vuelven al médico ya que los antibióticos no funcionaron. Las cosas tampoco han cambiado para el médico, sigue con sus prisas, y sigue sin diagnosticar objetivamente. Termina deduciendo, adivinando o conviniendo que el paciente debe tener una cepa de bacterias resistente. Esta vez el paciente se va con una prescripción de un antibiótico de amplio espectro. Este ciclo puede repetirse en múltiples ocasiones. Algunas veces el paciente acude a otro médico cuando el último se negó a prescribirle más antibióticos. Después de unas semanas de antibióticos de aún mayor amplio espectro, las bacterias amigas de la flora intestinal están muertas. En algún momento de este proceso el paciente comienza a tener diarrea mientras toma los antibióticos. Si la infección original era de cándida, este paciente estará en un grave problema. Si la infección original era de un virus, ese paciente tendrá ahora una o varias infecciones de cándida.
El fuego de la cándida
Muertos los soldados de las bacterias amigas en el tracto intestinal debido a los antibióticos de amplio espectro, la cándida despega. Si el paciente continúa con una dieta alta en azúcares, la cándida se expande aún más rápido. Si la persona tiene un intestino lleno de mercurio inorgánico no absorbido, partículas de amalgama conteniendo mercurio y un constante aporte de iones de mercurio bajando de la boca, pronto se encenderá el fuego y la llama. Algunas personas llegan al estado del fuego de la cándida sin la chispa de los antibióticos. Pueden llegar hasta ahí por medio del decaimiento del sistema inmune que ha absorbido mercurio. La cantidad de exposición, absorción e ingestión inmunológica de mercurio determinan las velocidad del comienzo. Una persona puede llegar rápidamente debido a una infección viral que consume el sistema inmunológico. Cualquier cambio en su natural capacidad de eliminar mercurio puede conducirle al fuego y llama de la cándida. La pérdida de un riñón, la malnutrición o una enfermedad severa puede dar una oportunidad a la cándida. La e. coli también puede llegar a un estado metilizante si las proteínas no son lo suficientemente digeridas para proveer suficientes aminoácidos libres en el intestino. Si el mercurio acumulado en el intestino de alguna manera llega a ser desproporcionado con los aminoácidos libres disponibles, la E. Coli metilizará el mercurio para protegerse a sí misma. E. Coli tiene el doble de capacidad de metilizar el mercurio que la cándida. Una sobredosis de antibióticos es una cerilla segura, una chispa certera para el fuego de la cándida. La flora intestinal puede ser exterminada por los antibióticos. Junto con las bacterias amigas se va la capacidad de mantener la cándida fuera, y la capacidad de convertir el metilmercurio en mercurio inorgánico antes de que lo absorba el cuerpo.
El fuego y la llama de la cándida
La cándida ingiere todo a su alrededor, y crece y se extiende rápidamente si no es controlada. El mercurio inorgánico del intestino también es consumido. Los iones de mercurio inorgánico ingeridos por la levadura forman varios compuestos. Las paredes de las células de levadura pueden cargar con su peso en mercurio. Cuando la acumulación es superior a lo que la cándida puede soportar, éste es expulsado en forma de metilmercurio. El metilmercurio es la llama de la cándida. El metilmercurio (CH3Hg) es rápidamente absorbido por las paredes del intestino. Desde allí la corriente sanguínea lo transporta por todo el cuerpo. CH3Hg puede traspasar la barrera sanguínea del cerebro, la barrera de la placenta, y puede unirse firmemente a proteínas, ácidos grasos, hormonas, enzimas, células nerviosas, por todas partes. El ataque selectivo del mercurio al sistema inmune se completa ahora para las personas en cualquier estado comprometido. Los neutrófilos, los macrófagos del sistema inmune que patrullan los intestinos, consumen la levadura transportadora de mercurio. Los macrófagos recogen todas las formas de mercurio del intestino y de la levadura que se come. Cuando los neutrófilos buscan el antioxidante glutathione (GSH); para librarse ellos mismos de los venenos de la levadura, encuentran muy poco o ninguno disponible. Los compuestos de mercurio en la sangre ya se han unido a todo el GSH disponible ya que el cuerpo se mueve para limpiarse a través del hígado. En un momento dado al cuerpo le faltan recursos para combatir la cándida y el mercurio. Los neutrófilos están dañados y son incapaces de comer cándida. Escasea el GSH. El agotamiento de aminoácidos disponibles, y ruptura de los enzimas y procesos de reacción requeridos para liberar los aminos de las proteínas de la comida son la causa. Tan pronto como GSH es formado, se une al mercurio. El gran esfuerzo de limpiar mercurio por el conducto de la bilis se ve frustrado. El mercurio expulsado por la bilis es separado en los intestinos y de nuevo rápidamente absorbido por la corriente sanguínea. En el intestino, la cándida se extiende, entrando por las paredes y robando trazas de minerales directamente de la corriente sanguínea. Crea fisuras en las paredes del intestino que permiten a partículas de comida y iones de mercurio inorgánico pasar directamente a la corriente sanguínea. De esta manera la cándida facilita el desarrollo de reacciones alérgicas a la comida. Esta condición es a menudo llamada “intestino permeable”. El proceso de reciclaje normal de las enzimas digestivas es roto por la cándida intestinal. Importantes compuestos que deberían ser reclamados son excretados en heces blandas y diarrea. Ácidos grasos de cadena corta y vitaminas normalmente formados por la flora intestinal se pierden o no son formados. La persona en esta condición está en una espiral descendente. Seguir consumiendo azúcar acelera el proceso produciendo un descontrol en el metabolismo de la levadura, permitiéndole reproducirse, cargarse de mercurio y metilizando este mercurio más eficientemente. Existen grados en el fuego de la cándida. Los peores casos se vuelven sistémicos, con levadura viva entrando en la corriente sanguínea e invadiendo cada parte del cuerpo. El metilmercurio se acopla a cualquier parte, y a todas partes en diferentes proporciones dependiendo de la genética. Las mujeres retienen el doble de metilmercurio que los hombres. El metilmercurio se acumula en el sistema nervioso central, el sistema endocrino, y en cada órgano mayor, al igual que a lo largo de todo el cuerpo. Diferentes genotipos tienen diferentes zonas preferentes de acumulación. Quizás las más devastadoras para las personas con síndrome de fatiga crónica sean las acumulaciones en las glándulas pituitaria, tiroides, hipocampo y adrenal. Estos trastornos conllevan cambios repetitivos de nivel de energía, fatiga, mente nublada, pérdida de memoria a corto plazo, problemas de concentración, y dolores de cabeza. Las personas pueden perder su sentido del equilibrio. Las mujeres pueden desarrollar menopausia precoz y endometriosis debido a la pérdida de una correcta regulación hormonal. La llama de la cándida puede enfocarse en cada subsistema o parte del cuerpo. Si la acumulación preferencial ocurre en el sistema inmune, puede producir un SIDA sin el HIV. Si el foco es el cerebro, puede producir síndrome de fatiga crónica y todo tipo de desórdenes mentales. El envenenamiento por mercurio anteriormente se diagnosticaba como “locura”. Si la acumulación se produce preferentemente en riñones e hígado, se pueden producir graves enfermedades allí. En los músculos: fibromialgia. En las articulaciones: artritis. Estas variaciones en los lugares de acumulación preferentes determinadas genéticamente explican esta desconcertante serie de síntomas inconsistentes que experimentan las personas con síndrome de fatiga crónica. Estas inconsistencias se añaden a la confusión acerca de la causa del síndrome de fatiga crónica. Aparenta que tiene que haber muchas causas diferentes que producen la enfermedad para poder explicar la cantidad de síntomas que produce. El envenenamiento por metilmercurio tiene la capacidad de explicarlas todas. El síndrome de fatiga crónica ha sido vinculado y desvinculado a diferentes virus. Con un mal funcionamiento inmune, y deterioro de los macrófagos, todos los virus oportunistas y los que ya preexistentes claman su libertad y se unen a la sintomatología de la enfermedad. Extinguiendo el fuego de la cándida hay salvación. La cantidad de mercurio de las amalgamas liberado diariamente se cuenta en microgramos. La cándida sólo metiliza una porción del mercurio cada vez. El cuerpo puede sufrir esta circunstancia crónica durante mucho tiempo antes de producirse serias consecuencias o la muerte. Mucha gente encuentra poder para enfrentarse y alivio combatiendo la levadura. A la levadura le encanta el azúcar y los almidones simples. La levadura tiene dificultades en entornos bajos en este combustible. La ingestión de mercurio es un accidente que cuesta recursos a la cándida. La manera de enfrentarse de la levadura al mercurio es liberando metilmercurio, para no envenenarse y morir. Antifúngicos efectivos sistemáticos han devuelto a muchos a un aparente estado de normalidad. Estas drogas tóxicas para el hígado pueden mitigar temporalmente el fuego de la cándida, y limpiar las infecciones de cándida a lo largo de todo el cuerpo. La levadura es versátil, cambiando de forma ante situaciones adversas. Si una persona no restaura su sistema inmune, procesos enzimáticos, y se limpia profundamente de mercurio, el fuego de la cándida volverá en cuanto deje de tomar los antifúngicos. La mejor estrategia para la recuperación depende de la persona. Un enfoque nutricional sería lo mejor y más seguro para todos.
La vitamina E y el selenio reducen enormemente los daños causados por el metilmercurio. Aminoácidos libres, enfatizando en el antioxidante NAC (n-acetil cisteína) y producción de GSH (glutation), evita una alteración en la digestión y procesos metabólicos. GSH y NAC ayudan a la excreción de mercurio y a la función de los neutrófilos. Coenzimas de vitamina B proveen al cuerpo equipo metabólico necesario para su metabolismo y reconstrucción. Los enfermos más graves necesitarán recibir estos nutrientes de forma inyectada para volver a poner en marcha el organismo. Deberán añadirse electrolitos y trazas minerales para devolver los robados por la cándida, y derramados desde el conducto digestivo. Controlar la cándida es fundamental. El paso nº 1 es evitar el azúcar y seguir la dieta anticándida.
Los antifúngicos son problemáticos. Algunas cepas de levadura como la cándida tropicalis requieren 10 veces la nistatina requerida para la cándida álbicans para ser controladas. El ketazonacal, y otras variantes relacionadas, son muy efectivas, pero añaden un estrés tóxico adicional al hígado cargado de mercurio. No todas estas drogas abarcan todo el espectro de las cepas de cándida. La c. Tropicalis, por ejemplo, carece de la situación alterada que necesita el ketazonacal para ser efectivo. La nistatina es probablemente el antifúngico más seguro ya que es tópico, y añade poco a los venenos orgánicos del individuo que ya está agotado. Si puede conseguir una muestra de su levadura, podría ser desarrollado un protocolo específico para la cepa de cándida que arde en usted. La nistatina necesita administrarse durante muchas semanas, junto a la dieta anticándida, para conseguirse un control sobre la cándida crecida en el intestino. La repoblación con polvos o yogur de acidófilus necesita ser constante e implacable. Restaurar estos saludables habitantes del intestino ayudará a cambiar el ph del mismo de manera que perjudique a la cándida. Hasta que sus neutrófilos se recuperen, las bacterias amigas, niveles de ph y nistatina son todo lo que tiene para controlar la cándida. La exposición al mercurio tiene que parar. En ocasiones, una limpieza completa y efectiva de intestinos ayudará a eliminar mercurio inorgánico no absorbido, grandes colonias de levadura y partículas de amalgama. Las zonas superficiales y mucosidades del intestino son enormes, pudiendo atrapar mercurio inorgánico y partículas de metales. Evite pescado y mariscos. Elimine todas las amalgamas de sus dientes tan rápidamente y de forma segura como pueda permitirse. La desintoxicación total de mercurio necesita un largo periodo de tiempo, independientemente del protocolo utilizado. La excreción de mercurio es facilitada por proteínas que contienen “sulfidral”. El glutation se forma en el cuerpo humano a partir de aminoácidos cisteína, glicina y ácido glutámico. DMPS, DMSA, EDTA y “resina polisulfidrica” son proteínas sintéticas. Todas ellas son efectivas en la excreción de mercurio a través del hígado y los riñones. Únicamente el glutation propio carece de efectos secundarios conocidos. El aminoácido n-acetil l-cisteína (NAC) es otro captador efectivo de mercurio que facilita su excreción. El NAC es un estupendo precursor de glutation intercelular. Sea paciente, sea persistente, nunca pierda la esperanza! Asuma que la desintoxicación de mercurio le llevará años. Afortunadamente, las alteraciones por mercurio en enzimas volátiles y hormonas pueden eliminarse fácilmente a través de un buen protocolo de desintoxicación y nutrición. Limpiar estas proteínas importantes del cuerpo aceleran la recuperación restaurando una digestión, metabolismo y síntesis de compuestos esenciales efectivos. Algunas captaciones de mercurio y daños pueden ser irreversibles. La bibliografía sobre metilmercurio de los años 70 lo manifiesta así. De todas formas, ninguno de estos informes habla sobre un enfoque nutricional a largo plazo para recuperarse del envenenamiento por mercurio. Sin un protocolo de desintoxicación y nutrición a largo plazo, incluyendo un total espectro de aminoácidos libres y suplementos de vitamina E y B, se puede esperar una recuperación extremadamente lenta o imposible. Los daños graves ocasionados por ataques autoinmunes todavía se creen irreversibles generalmente. Perder la esperanza es la forma más segura de convertir este resultado en cierto. Incluso en estos casos yo recurriría a restauraciones nutricionales con posibilidad de una recuperación lenta. El fuego de la cándida puede ser extinguido permanentemente, y se puede recuperar una salud normal. Alma cansada, el síndrome de fatiga crónica tiene al menos una causa principal, y ésta es curable. Ármese de conocimiento, y ponga fe en que su cuerpo tiene capacidad de recuperarse. Simplemente aporte generosamente a su cuerpo los materiales de formación y nutricionales que requiere para desintoxicarse y regenerarse.
Sea paciente, sea persistente, nunca pierda la esperanza!
http://perso.wanadoo.es/salud_armonia/articulo32.htm#arriba
Traducido por Yeyeta.
El fuego de la Cándida
El mercurio dental es veneno, y combustible para un veneno aún mayor: metilmercurio. Los antibióticos encienden el mercurio dental con el fuego de la cándida. La cándida consume el mercurio dental. El fuego de la cándida, y su llama, el metilmercurio, consumen la salud. Las amalgamas dentales liberan mercurio. Los rellenos dentales de amalgama de mercurio sueltan mercurio en diferentes formas químicas dentro de la boca al envejecer, corroerse y desgastarse. El mercurio liberado de las amalgamas es inorgánico. Inorgánico significa que no es químicamente convertido en un compuesto carbónico. El mercurio es liberado de diferentes formas. En forma de gas del elemento mercurio puro, cuando una amalgama reciente está mal mezclada, o al ser calentado por bebidas o comida. Cuando ácidos, azúcar o microorganismos son atrapados en fisuras, grietas y poros, el mercurio se corroe y desprende. Pero la mayor parte de la amalgama se disuelve y erosiona debido a un proceso electroquímico llamado galvanismo. El galvanismo es el mismo proceso electroquímico usado para almacenar y liberar electricidad de una batería de coche. El galvanismo tiene lugar debido a que la amalgama no es un metal, sino una colección de bolsas microscópicas de diferentes aleaciones metálicas. Cada una de estas diferentes aleaciones de mercurio se llama fase de aleación. El galvanismo oral tiene lugar en la amalgama debido a diferencias en niveles ph de los tejidos humanos que la rodean. El galvanismo oral tiene lugar entre amalgamas y otros metales en la boca debido a diferencias en potencial eléctrico. La amalgama es el ánodo, o polo negativo, que libera electrones al producirse la electricidad. Una corona metálica o una amalgama diferente es el polo positivo que consume los electrones liberados, y sería el polo positivo. La electricidad entre ánodo y cátodo fluye a través de los compuestos electrolíticos de la saliva, dientes y tejidos. La electricidad siempre sigue el camino de menor resistencia originándose en el material más débil. En la cavidad oral, los rellenos dentales de amalgama de mercurio son casi siempre los metales más débiles, y los donantes de electrones. El mercurio se desprende de las aleaciones de amalgama al igual que las partes de aleación con electrones covalentes durante el proceso galvánico. Los electrones covalentes liberados son los que crean la corriente eléctrica hacia el cátodo. Sin electrones covalentes, los componentes de la aleación de la amalgama pierden su enlace químico, y los átomos de mercurio cargados son libres para desprenderse. Desde que la amalgama está soltando electrones al disolverse, los componentes libres se desprenden con una carga positiva. Al mercurio elemental liberado por el galvanismo a menudo le faltan dos electrones, quedando en un estado de carga llamado mercurio divalente o Hg2+. El mercurio divalente es volátil, y reaccionará con el primer enlace químico disponible que encuentre y que satisfaga su necesidad de electrones. Los grupos “sulfuro de hidrógeno” de muchas proteínas, llamados “sulfidrales” o “tioles”, son enlaces muy atractivos para el elemento mercurio divalente. Los productos de la corrosión del mercurio en la superficie del empaste se desprenden al masticar, rechinar y cepillar los dientes, en un proceso llamado abrasión. Al retirarse la capa corroída de la superficie se expone una nueva superficie de amalgama sin corroer. La amalgama sin corroer está llena de electrones y átomos de mercurio listos para reaccionar con el entorno oral. Los componentes de la amalgama corroída han sido agotados de electrones de unión y átomos de mercurio. La amalgama sin corroer , al gastarse, sigue liberando partículas de amalgama corroída. Las partículas de amalgama viajan a través del tracto gastrointestinal. El mercurio inorgánico liberado puede vaporizarse como elemento mercurio puro y directamente absorbido por la corriente sanguínea a través de los pulmones. El vapor de mercurio respirado es una de las dos formas de mercurio que tienen la más extensa variedad de efectos en el organismo. La absorción del mercurio elemental a través de los pulmones tiene una eficiencia del 80%. El elemento mercurio respirado puede cruzar la barrera sanguínea del cerebro y atacar las proteínas en un proceso de oxidación que primero convierte el elemento mercurio en mercurio divalente.
El mercurio libre viaja
El mercurio puede viajar de la raíz y superficie del diente a la encía. Si sigue divalente cuando llega a los tejidos blandos, el mercurio puede unirse a proteínas libres en los tejidos y puede ser transportado por la corriente sanguínea. El mercurio divalente puede unirse a la pared de las células de los tejidos de la encía y acumularse allí. Cuando el mercurio divalente escapa de los rellenos dentales en la cavidad oral, rápidamente se une a proteínas de la saliva, y se ioniza con cloro y otros compuestos electrolíticos y elementos encontrados en la saliva. Los compuestos electrolíticos en la saliva son abundantes, reactivos y móviles. El mercurio divalente liberado en la saliva preferiblemente se une a compuestos electrolíticos y proteínas transportadoras de sulfidral disponibles. Estos iones de mercurio inorgánico y “mercaptides” viajan por el tracto gastrointestinal con la saliva, comida y bebida. Atraviesan el estómago, y su ácido hidroclorhídrico convertirá a muchos de ellos en “mercurio clorhidrico”.Algún mercurio es absorbido por el sistema digestivo, otro se va a las heces, otro es ingerido por microbios, otro es atrapado por las manchas, pliegues y vellosidades del intestino, al desprenderse en partículas de la amalgama. La mayor parte del mercurio procedente de la disolución de la amalgama viaja por el tracto gastrointestinal como una forma u otra de iones de mercurio inorgánico. En una persona sana, el 20% de iones de mercurio inorgánico es absorbido a través del tracto gastrointestinal. La mitad es devuelto a tracto gastrointestinal como excreción biliar. El otro 10 % es eliminado a través de la orina, sudor, pelo, uñas, o acumulado en alguna parte dentro de los tejidos del cuerpo. Los iones de mercurio inorgánico no pueden pasar la barrera sanguínea del cerebro, y no son fácilmente absorbibles por células normales con paredes fuertes. El almacenamiento y retención permanente de mercurio iónico dentro del cuerpo requiere que el mercurio pierda de nuevo electrones para convertirse en mercurio divalente.
Células inmunes preferentemente susceptibles al mercurio
El mayor peligro de bajos niveles de iones de mercurio inorgánico en la corriente sanguínea es su absorción por las células inmunológicas. Los neutrófilos (macrófagos inmunológicos) ingieren activamente el mercurio inorgánico absorbido por el tracto gastrointestinal, ya que lo perciben como un invasor. Las células inmunológicas humanas son extremadamente sensibles a todos los compuestos de mercurio. Las células inmunológicas dejan de funcionar perdiendo capacidad de secreción, capacidad de comer invasores y de movilidad. Los neutrófilos contaminados con mercurio pierden la capacidad de comer levadura. Suficiente ingesta de mercurio matará a los macrófagos. Los macrófagos muertos viajarán al hígado donde son metabolizados, y el mercurio es almacenado y finalmente excretado en la bilis, o reconducido a los riñones y excretado en la orina. Un aumento suficiente de mercurio puede producir serios problemas inmunes en macrófagos, células “T” y células de apoyo. Las personas envenenadas seriamente con mercurio parecen capaces de alcanzar un estado de enfermedad que recuerda el SIDA sin VIH. El mercurio inorgánico también puede producir enfermedades autoinmunes en aquellos genéticamente predispuestos. La identificación inmunológica de células contaminadas de mercurio puede llegar a estar fuera de control cuando las células reguladoras también están contaminadas de mercurio. Puede darse lugar un ataque general a determinados tipos de células normales, sanas y propias. La autoinmunidad es la principal característica de esclerosis múltiple (MS), esclerosis lateral amiotrófica (ALS), lupus, artritis reumatoide, y algunas otras enfermedades. En una persona sana, el mercurio inorgánico de la amalgama primero desgasta y produce mal funcionamiento en el sistema inmune. El hígado y los riñones requieren de un constante esfuerzo para excretar el mercurio. Constantemente existe el riesgo de una mala nutrición debido a los desequilibrios en el metabolismo, y la continua pérdida de importantes compuestos de proteína que atrapan y eliminan el mercurio.
Cándida, enemigo en el intestino
En un intestino sano, la cándida álbicans, sus numerosos primos cándida, y las bacterias stafilococo y estreptococo, no son bien recibidos. E. Coli, bifidum, bulgaricus y otros tipos de bacterias acidophilus trabajan juntos con los macrófagos del sistema inmune neutrófilos, para mantener a estos invasores fuera. La levadura, staph, strep y E. Coli convierten los iones de mercurio inorgánico en metilmercurio. E. coli, cuando está presente en un intestino sano, y cuando está bien abastecida con el aminoácido cisteína, junto con los otros habitantes saludables de la pared intestinal, convierten el metilmercurio en mercurio inorgánico. Una flora intestinal saludable es esencial para mantener los malos invasores fuera, reduciendo la ingestión de metilmercurio, y completando el proceso digestivo de muchos alimentos. La levadura es un hongo o una planta, y no son eliminados o controlados por antibióticos. De hecho, los antibióticos son extractos de plantas aislados en un principio en moho de penicilina. Los antibióticos aceleran el crecimiento de la levadura. Los antibióticos son enormemente efectivos en matar bacterias, miembros del reino animal. Los habitantes saludables del tracto gastrointestinal son bacterias. Los antibióticos matan a las bacterias del intestino. Suficientes exposiciones a antibióticos de amplio espectro pueden exterminar por completo la flora intestinal. Los virus no son ni animales ni plantas. Son cadenas de ADN y RDN encajonados que roban la capacidad de duplicarse de las células de los huéspedes que invaden. Los antibióticos no tienen efecto en los virus.
Abuso de antibióticos
Con el tiempo el sistema inmune sufre con la exposición al mercurio y la persona tarda más en curarse. Los resfriados y la gripe empeoran. La cándida y demás invasores malos hacen su trabajo en boca, garganta y paredes intestinales. Virus oportunistas como EBV (epstein bar) y HHV (herpes) empiezan a ponerse fuera de control. La gente tiene prisa en recuperarse, quieren volver al trabajo, a la escuela y a la vida normal rápidamente. Cuando acuden al médico, a menudo piden la prescripción de antibióticos. Los médicos tienen prisa, quieren acabar con este montón de pacientes rápidamente o el día no se acabará nunca. La gente va a las consultas con infecciones de levaduras, bacterias y virus. Sin ni siquiera un frotis de la garganta, o diagnóstico objetivo de ningún tipo, el paciente regresa con una prescripción de antibióticos. A veces la prescripción de antibióticos está adaptada a “cualquier cosa que ande por allí dentro”. Los que tienen suerte se recuperan rápidamente. Las infecciones de bacterias son curadas, o los virus sucumben al efecto natural del sistema inmune. La flora intestinal, perjudicada por los antibióticos, se regenera. Todas las funciones del cuerpo vuelven a su estado anterior de salud amenazada por mercurio. Los que no tienen suerte con las infecciones persistentes de virus y cándida vuelven al médico ya que los antibióticos no funcionaron. Las cosas tampoco han cambiado para el médico, sigue con sus prisas, y sigue sin diagnosticar objetivamente. Termina deduciendo, adivinando o conviniendo que el paciente debe tener una cepa de bacterias resistente. Esta vez el paciente se va con una prescripción de un antibiótico de amplio espectro. Este ciclo puede repetirse en múltiples ocasiones. Algunas veces el paciente acude a otro médico cuando el último se negó a prescribirle más antibióticos. Después de unas semanas de antibióticos de aún mayor amplio espectro, las bacterias amigas de la flora intestinal están muertas. En algún momento de este proceso el paciente comienza a tener diarrea mientras toma los antibióticos. Si la infección original era de cándida, este paciente estará en un grave problema. Si la infección original era de un virus, ese paciente tendrá ahora una o varias infecciones de cándida.
El fuego de la cándida
Muertos los soldados de las bacterias amigas en el tracto intestinal debido a los antibióticos de amplio espectro, la cándida despega. Si el paciente continúa con una dieta alta en azúcares, la cándida se expande aún más rápido. Si la persona tiene un intestino lleno de mercurio inorgánico no absorbido, partículas de amalgama conteniendo mercurio y un constante aporte de iones de mercurio bajando de la boca, pronto se encenderá el fuego y la llama. Algunas personas llegan al estado del fuego de la cándida sin la chispa de los antibióticos. Pueden llegar hasta ahí por medio del decaimiento del sistema inmune que ha absorbido mercurio. La cantidad de exposición, absorción e ingestión inmunológica de mercurio determinan las velocidad del comienzo. Una persona puede llegar rápidamente debido a una infección viral que consume el sistema inmunológico. Cualquier cambio en su natural capacidad de eliminar mercurio puede conducirle al fuego y llama de la cándida. La pérdida de un riñón, la malnutrición o una enfermedad severa puede dar una oportunidad a la cándida. La e. coli también puede llegar a un estado metilizante si las proteínas no son lo suficientemente digeridas para proveer suficientes aminoácidos libres en el intestino. Si el mercurio acumulado en el intestino de alguna manera llega a ser desproporcionado con los aminoácidos libres disponibles, la E. Coli metilizará el mercurio para protegerse a sí misma. E. Coli tiene el doble de capacidad de metilizar el mercurio que la cándida. Una sobredosis de antibióticos es una cerilla segura, una chispa certera para el fuego de la cándida. La flora intestinal puede ser exterminada por los antibióticos. Junto con las bacterias amigas se va la capacidad de mantener la cándida fuera, y la capacidad de convertir el metilmercurio en mercurio inorgánico antes de que lo absorba el cuerpo.
El fuego y la llama de la cándida
La cándida ingiere todo a su alrededor, y crece y se extiende rápidamente si no es controlada. El mercurio inorgánico del intestino también es consumido. Los iones de mercurio inorgánico ingeridos por la levadura forman varios compuestos. Las paredes de las células de levadura pueden cargar con su peso en mercurio. Cuando la acumulación es superior a lo que la cándida puede soportar, éste es expulsado en forma de metilmercurio. El metilmercurio es la llama de la cándida. El metilmercurio (CH3Hg) es rápidamente absorbido por las paredes del intestino. Desde allí la corriente sanguínea lo transporta por todo el cuerpo. CH3Hg puede traspasar la barrera sanguínea del cerebro, la barrera de la placenta, y puede unirse firmemente a proteínas, ácidos grasos, hormonas, enzimas, células nerviosas, por todas partes. El ataque selectivo del mercurio al sistema inmune se completa ahora para las personas en cualquier estado comprometido. Los neutrófilos, los macrófagos del sistema inmune que patrullan los intestinos, consumen la levadura transportadora de mercurio. Los macrófagos recogen todas las formas de mercurio del intestino y de la levadura que se come. Cuando los neutrófilos buscan el antioxidante glutathione (GSH); para librarse ellos mismos de los venenos de la levadura, encuentran muy poco o ninguno disponible. Los compuestos de mercurio en la sangre ya se han unido a todo el GSH disponible ya que el cuerpo se mueve para limpiarse a través del hígado. En un momento dado al cuerpo le faltan recursos para combatir la cándida y el mercurio. Los neutrófilos están dañados y son incapaces de comer cándida. Escasea el GSH. El agotamiento de aminoácidos disponibles, y ruptura de los enzimas y procesos de reacción requeridos para liberar los aminos de las proteínas de la comida son la causa. Tan pronto como GSH es formado, se une al mercurio. El gran esfuerzo de limpiar mercurio por el conducto de la bilis se ve frustrado. El mercurio expulsado por la bilis es separado en los intestinos y de nuevo rápidamente absorbido por la corriente sanguínea. En el intestino, la cándida se extiende, entrando por las paredes y robando trazas de minerales directamente de la corriente sanguínea. Crea fisuras en las paredes del intestino que permiten a partículas de comida y iones de mercurio inorgánico pasar directamente a la corriente sanguínea. De esta manera la cándida facilita el desarrollo de reacciones alérgicas a la comida. Esta condición es a menudo llamada “intestino permeable”. El proceso de reciclaje normal de las enzimas digestivas es roto por la cándida intestinal. Importantes compuestos que deberían ser reclamados son excretados en heces blandas y diarrea. Ácidos grasos de cadena corta y vitaminas normalmente formados por la flora intestinal se pierden o no son formados. La persona en esta condición está en una espiral descendente. Seguir consumiendo azúcar acelera el proceso produciendo un descontrol en el metabolismo de la levadura, permitiéndole reproducirse, cargarse de mercurio y metilizando este mercurio más eficientemente. Existen grados en el fuego de la cándida. Los peores casos se vuelven sistémicos, con levadura viva entrando en la corriente sanguínea e invadiendo cada parte del cuerpo. El metilmercurio se acopla a cualquier parte, y a todas partes en diferentes proporciones dependiendo de la genética. Las mujeres retienen el doble de metilmercurio que los hombres. El metilmercurio se acumula en el sistema nervioso central, el sistema endocrino, y en cada órgano mayor, al igual que a lo largo de todo el cuerpo. Diferentes genotipos tienen diferentes zonas preferentes de acumulación. Quizás las más devastadoras para las personas con síndrome de fatiga crónica sean las acumulaciones en las glándulas pituitaria, tiroides, hipocampo y adrenal. Estos trastornos conllevan cambios repetitivos de nivel de energía, fatiga, mente nublada, pérdida de memoria a corto plazo, problemas de concentración, y dolores de cabeza. Las personas pueden perder su sentido del equilibrio. Las mujeres pueden desarrollar menopausia precoz y endometriosis debido a la pérdida de una correcta regulación hormonal. La llama de la cándida puede enfocarse en cada subsistema o parte del cuerpo. Si la acumulación preferencial ocurre en el sistema inmune, puede producir un SIDA sin el HIV. Si el foco es el cerebro, puede producir síndrome de fatiga crónica y todo tipo de desórdenes mentales. El envenenamiento por mercurio anteriormente se diagnosticaba como “locura”. Si la acumulación se produce preferentemente en riñones e hígado, se pueden producir graves enfermedades allí. En los músculos: fibromialgia. En las articulaciones: artritis. Estas variaciones en los lugares de acumulación preferentes determinadas genéticamente explican esta desconcertante serie de síntomas inconsistentes que experimentan las personas con síndrome de fatiga crónica. Estas inconsistencias se añaden a la confusión acerca de la causa del síndrome de fatiga crónica. Aparenta que tiene que haber muchas causas diferentes que producen la enfermedad para poder explicar la cantidad de síntomas que produce. El envenenamiento por metilmercurio tiene la capacidad de explicarlas todas. El síndrome de fatiga crónica ha sido vinculado y desvinculado a diferentes virus. Con un mal funcionamiento inmune, y deterioro de los macrófagos, todos los virus oportunistas y los que ya preexistentes claman su libertad y se unen a la sintomatología de la enfermedad. Extinguiendo el fuego de la cándida hay salvación. La cantidad de mercurio de las amalgamas liberado diariamente se cuenta en microgramos. La cándida sólo metiliza una porción del mercurio cada vez. El cuerpo puede sufrir esta circunstancia crónica durante mucho tiempo antes de producirse serias consecuencias o la muerte. Mucha gente encuentra poder para enfrentarse y alivio combatiendo la levadura. A la levadura le encanta el azúcar y los almidones simples. La levadura tiene dificultades en entornos bajos en este combustible. La ingestión de mercurio es un accidente que cuesta recursos a la cándida. La manera de enfrentarse de la levadura al mercurio es liberando metilmercurio, para no envenenarse y morir. Antifúngicos efectivos sistemáticos han devuelto a muchos a un aparente estado de normalidad. Estas drogas tóxicas para el hígado pueden mitigar temporalmente el fuego de la cándida, y limpiar las infecciones de cándida a lo largo de todo el cuerpo. La levadura es versátil, cambiando de forma ante situaciones adversas. Si una persona no restaura su sistema inmune, procesos enzimáticos, y se limpia profundamente de mercurio, el fuego de la cándida volverá en cuanto deje de tomar los antifúngicos. La mejor estrategia para la recuperación depende de la persona. Un enfoque nutricional sería lo mejor y más seguro para todos.
La vitamina E y el selenio reducen enormemente los daños causados por el metilmercurio. Aminoácidos libres, enfatizando en el antioxidante NAC (n-acetil cisteína) y producción de GSH (glutation), evita una alteración en la digestión y procesos metabólicos. GSH y NAC ayudan a la excreción de mercurio y a la función de los neutrófilos. Coenzimas de vitamina B proveen al cuerpo equipo metabólico necesario para su metabolismo y reconstrucción. Los enfermos más graves necesitarán recibir estos nutrientes de forma inyectada para volver a poner en marcha el organismo. Deberán añadirse electrolitos y trazas minerales para devolver los robados por la cándida, y derramados desde el conducto digestivo. Controlar la cándida es fundamental. El paso nº 1 es evitar el azúcar y seguir la dieta anticándida.
Los antifúngicos son problemáticos. Algunas cepas de levadura como la cándida tropicalis requieren 10 veces la nistatina requerida para la cándida álbicans para ser controladas. El ketazonacal, y otras variantes relacionadas, son muy efectivas, pero añaden un estrés tóxico adicional al hígado cargado de mercurio. No todas estas drogas abarcan todo el espectro de las cepas de cándida. La c. Tropicalis, por ejemplo, carece de la situación alterada que necesita el ketazonacal para ser efectivo. La nistatina es probablemente el antifúngico más seguro ya que es tópico, y añade poco a los venenos orgánicos del individuo que ya está agotado. Si puede conseguir una muestra de su levadura, podría ser desarrollado un protocolo específico para la cepa de cándida que arde en usted. La nistatina necesita administrarse durante muchas semanas, junto a la dieta anticándida, para conseguirse un control sobre la cándida crecida en el intestino. La repoblación con polvos o yogur de acidófilus necesita ser constante e implacable. Restaurar estos saludables habitantes del intestino ayudará a cambiar el ph del mismo de manera que perjudique a la cándida. Hasta que sus neutrófilos se recuperen, las bacterias amigas, niveles de ph y nistatina son todo lo que tiene para controlar la cándida. La exposición al mercurio tiene que parar. En ocasiones, una limpieza completa y efectiva de intestinos ayudará a eliminar mercurio inorgánico no absorbido, grandes colonias de levadura y partículas de amalgama. Las zonas superficiales y mucosidades del intestino son enormes, pudiendo atrapar mercurio inorgánico y partículas de metales. Evite pescado y mariscos. Elimine todas las amalgamas de sus dientes tan rápidamente y de forma segura como pueda permitirse. La desintoxicación total de mercurio necesita un largo periodo de tiempo, independientemente del protocolo utilizado. La excreción de mercurio es facilitada por proteínas que contienen “sulfidral”. El glutation se forma en el cuerpo humano a partir de aminoácidos cisteína, glicina y ácido glutámico. DMPS, DMSA, EDTA y “resina polisulfidrica” son proteínas sintéticas. Todas ellas son efectivas en la excreción de mercurio a través del hígado y los riñones. Únicamente el glutation propio carece de efectos secundarios conocidos. El aminoácido n-acetil l-cisteína (NAC) es otro captador efectivo de mercurio que facilita su excreción. El NAC es un estupendo precursor de glutation intercelular. Sea paciente, sea persistente, nunca pierda la esperanza! Asuma que la desintoxicación de mercurio le llevará años. Afortunadamente, las alteraciones por mercurio en enzimas volátiles y hormonas pueden eliminarse fácilmente a través de un buen protocolo de desintoxicación y nutrición. Limpiar estas proteínas importantes del cuerpo aceleran la recuperación restaurando una digestión, metabolismo y síntesis de compuestos esenciales efectivos. Algunas captaciones de mercurio y daños pueden ser irreversibles. La bibliografía sobre metilmercurio de los años 70 lo manifiesta así. De todas formas, ninguno de estos informes habla sobre un enfoque nutricional a largo plazo para recuperarse del envenenamiento por mercurio. Sin un protocolo de desintoxicación y nutrición a largo plazo, incluyendo un total espectro de aminoácidos libres y suplementos de vitamina E y B, se puede esperar una recuperación extremadamente lenta o imposible. Los daños graves ocasionados por ataques autoinmunes todavía se creen irreversibles generalmente. Perder la esperanza es la forma más segura de convertir este resultado en cierto. Incluso en estos casos yo recurriría a restauraciones nutricionales con posibilidad de una recuperación lenta. El fuego de la cándida puede ser extinguido permanentemente, y se puede recuperar una salud normal. Alma cansada, el síndrome de fatiga crónica tiene al menos una causa principal, y ésta es curable. Ármese de conocimiento, y ponga fe en que su cuerpo tiene capacidad de recuperarse. Simplemente aporte generosamente a su cuerpo los materiales de formación y nutricionales que requiere para desintoxicarse y regenerarse.
Sea paciente, sea persistente, nunca pierda la esperanza!
http://perso.wanadoo.es/salud_armonia/articulo32.htm#arriba
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