lunes, 23 de agosto de 2010

PREGUNTAS BÁSICAS SOBRE LA FIBROMIALGIA

PREGUNTAS BÁSICAS SOBRE LA FIBROMIALGIA
La fibromialgia es una de las enfermedades que mejor refleja la relación existente entre la parte física y psíquica del ser humano. También es una de las enfermedades más incomprendidas, por ello puede ser interesante conocerla un poco mejor. Para vuestra información, a continuación presentamos cuestiones básicas para comprender qué es la fibromialgia y cómo afecta a todas aquellas personas que la padecen.

¿Qué es la Fibromialgia?

La fibromialgia es una enfermedad que se caracteriza por dolor crónico generalizado, no articular, y sensación dolorosa a la presión de unos puntos sensibles específicos.

Existen unos puntos dolorosos concretos:

Occipucio: inserciones del músculo suboccipital.

Cervicales inferiores: cara anterior de los espacios intertransversos C5-C7.

Trapecio: punto medio del margen superior.

Supraespinoso: en los orígenes, por encima de la escápula.

Segunda costilla:segunda unión costocondral.

Epicóndilo lateral: 2 cm distalmente al epicóndilo lateral.

Glúteo: cuadrante superior externo de la nalga.

Trocánter mayor: posterior a la prominencia del trocánter.

Rodilla: cojín adiposo de la cara interna de la rodilla, cercano a la articulación.

¿Es una enfermedad frecuente?

Según estudios poblacionales, afecta entre el 3% y el 6% de la población (estos datos son variables según cual sea el estudio consultado).

¿Cúales son los criterios diagnósticos de la Fibromialgia?

Según el American College of Rheumatology (ACR) de 1990:

- Historia de dolor generalizado presente durante más de 3 meses. Se considera dolor crónico generalizado cuando:

*Está presente en ambos lados del cuerpo.

*Está presente por encima y por debajo de la cintura.

También hay dolor en el esqueleto axial (cervicales, dorsales, lumbares y pared torácica anterior).

- Dolor a la presión digital en 11 de los 18 puntos definidos (al ejercer una presión equivalente a 4 kg. de peso, estos puntos sensibles son exageradamente dolorosos).

¿Qué es lo que produce el dolor?

El cuerpo humano tiene mecanismos que lo protegen habitualmente contra el dolor. Si no existiesen estos mecanismos, seríamos conscientes constantemente de nuestro organismo y de nuestros músculos y articulaciones. Se considera que en las personas afectadas de fibromialgia estos mecanismos tienen un funcionamiento anormal, lo que provoca un incremento en la percepción del dolor. Una pequeña sobrecarga en una parte del cuerpo es suficiente para notar sensaciones dolorosas. Así pues, nos encontramos ante un trastorno del Sistema Nervioso; concretamente, de los mecanismos que procesan los estímulos dolorosos, dando lugar a un umbral del dolor extremadamente bajo.

¿Cuál es el síntoma más importante?

El dolor musculoesquelético con un mínimo de tres meses de duración, de localización difusa y en diversas partes del cuerpo, como la zona lumbar, el cuello, los hombros, la zona pélvica, codos y manos, que además afecta a ambos lados del cuerpo (izquierda y derecha) y tanto por debajo como por encima de la cintura.

¿ Cómo y en qué partes se nota el dolor?

Las personas que padecen fibromialgia describen el dolor como quemazón, punzadas, pesadez, palpitación o molestia. Es frecuente que el dolor se note en los músculos que más se ejercitan y, en general, en las partes mencionadas anteriormente.

¿Qué otras molestias produce en el aparato locomotor?

Puede provocar rigidez generalizada, sobretodo al levantarse por las mañanas y sensación de inflamación en manos y pies. También se puede sentir un hormigueo poco definido que afecta de forma difusa, sobretodo a las manos. Son muy frecuentes, también, las contracturas musculares, sobretodo en el músculo trapecio.

¿Provoca cansancio?

Sí, en la mayoria de los casos. Las personas que padecen fibromialgia tienen poca tolerancia al esfuerzo y se sienten como si les faltase energía. Esto hace que cualquier ejercicio de intensidad inusual les provoque dolor, por lo cual intentan evitar el esfuerzo físico. La consecuencia es que cada vez realizan menos esfuerzo, la masa muscular se empobrece y el nivel de tolerancia al ejercicio disminuye aún más. De aquí la necesidad de mantener un ejercicio físico suave pero con constancia.

¿El sueño también se ve afectado?

Sí. Entre un 70-80% de las personas con fibromialgia se quejan de tener un sueño de mala calidad y del hecho que el dolor empeora los dias que duermen mal. Los investigadores piensan que estos enfermos se quedan dormidos sin problemas, pero que presentan alteraciones en la fase del sueño profundo. Los registros electroencefálicos presentan alteraciones en esta fase y se detectan unas ondas similares a las que mantienen el estado de alerta del cerebro. Se desconoce si estas ondas están relacionadas con el origen de la enfermedad o son consecuencia de ella. En cualquier caso, los trastornos del sueño tienen una gran importancia en la fibromialgia, siendo imprescindible tratarlos para poder alcanzar mejoras posteriores.

fuente:El divan digital

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¿Qué otros síntomas se presentan con más frecuencia?
Son frecuentes la ansiedad, la irritabilidad y la depresión como consecuencia del estado crónico de dolor y fatiga que se padece. También son frecuentes la migraña, trastornos de la circulación en las extremidades, el llamado síndrome del colon irritable, cefalea tensional, urgencia miccional, disfunción temporomandibular, dolor miofascial, dolor pelviano crónico, sequedad de boca y ojos y, en mujeres, dolores durante la menstruación. También son bastante frecuentes los trastornos cognitivos (dificultades en la atención, la memoria y la concentración).

¿Qué factores pueden empeorar los síntomas?

Los cambios de temperatura y humedad ambiental, el incremento de la actividad física, el estrés, la depresión, la ansiedad y las fluctuaciones hormonales (los estados premenstruales y menopáusicos).

¿Cuáles pueden ser las causas de la enfermedad?

Se han dado casos en los cuales la enfermedad empezó después de un acontecimiento puntual, como una infección bacteriana o vírica, un accidente de automóvil, una separación matrimonial o divorcio, problemas con los hijos, etc. Otras veces, aparece después que otra enfermedad conocida (p.e. artritis o lupus eritematoso) limite la calidad de vida del enfermo. En cualquier caso, lo más probable es que no sean éstas las verdaderas causas de la enfermedad, sino que se trataría de factores desencadenantes de la aparición de la sintomalogía en personas que ya padecen una anomalía -hasta entonces "oculta"- en sus mecanismos de regulación de la capacidad de respuesta frente al dolor y al estrés.

¿Es una enfermedad incapacitante?

En el sentido de incapacidad irreversible por deformación o destrucción de articulaciones, no. No obstante, la fibromialgia puede ser muy incapacitante en lo que respecta a la dificultad para realizar diversas actividades. Los estudios realizados en este sentido han concluido que la fibromialgia puede ser tan incapacitante como la artritis y más que otros procesos como la bronquitis crónica o la "diabetes mellitus".

¿Qué relación tiene su aparición con el sexo y la edad?

Nueve de cada diez enfermos son mujeres. La edad de inicio más frecuente oscila entre los 35 y los 50 años, aunque ha sido diagnosticada en niños, adolescentes y personas de más de 60 años.

¿Además de los puntos dolorosos, se encuentran otras alteraciones en la exploración?

Sí. En la exploración física pueden localizarse contracturas y espasmos musculares. Por otro lado, la piel suele presentarse más sensible al enrojecimiento, que se produce tan sólo presionando con la mano sobre cualquier parte del cuerpo (consecuencia de pequeñas alteraciones en la regulación del riego sanguíneo de la piel).

¿Hay alguna prueba que confirme el diagnóstico de la enfermedad?

Las radiografías y los análisis, si bien se han de realizar, sólo sirven para descartar la presencia de otras patologías, pero no son determinantes para su diagnóstico. Lo mismo pasa con los métodos más modernos, como el TAC (Tomografia Axial Computerizada) o la resonancia magnética, los cuales no permiten -mediante su uso habitual- detectar ninguna alteración determinante para el diagnóstico de la enfermedad. Actualmente, hay numerosas investigaciones abiertas alrededor del mundo, con el fin de poder encontrar otras pruebas y nuevas herramientas de control que hagan posible un diagnóstico más claro y definitivo.

¿Tiene cura la fibromialgia?

La fibromialgia es una enfermedad crónica para la cual, actualmente, no existe cura. No obstante, sí que existen una serie de medidas que han demostrado mejorar, en muchas ocasiones, la calidad de vida de estos enfermos: un correcto diagnóstico, la explicación al paciente de la naturaleza de su enfermedad (explicarle que no causará destrucción de las articulaciones, ni lesiones irreversibles ni deformidades), la educación para procurar que evite los factores agravantes, el tratamiento -si fuese el caso- de las alteraciones psicológicas, el tratamiento de las posibles alteraciones del sueño, cambios en el comportamiento y en los planteamientos vitales, el ejercicio físico suave y moderado, la realización de técnicas de relajación muscular, el uso de analgésicos y medicamentos que aumenten la respuesta al dolor y también, en algunos casos, el uso de terapias complementarias (como la acupuntura, la homeopatía, la naturopatía y la fitoterapia).

¿Son eficaces los medicamentos?

Es cierto que, en la fibromialgia, la eficacia de los medicamentos suele ser parcial, haciéndose necesaria la combinación de diferentes fármacos. Hoy por hoy, no existe una medicación específica para esta enfermedad, empleándose fármacos ya conocidos para otras enfermedades en dosis más bajas a las habituales. La medicación suele basarse en una asociación de tricíclicos (en dosis más bajas que para la depresión), analgésicos, inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina, ansiolíticos y relajantes musculares, entre otros. En cualquier caso, tendrá que ser el médico quien determine cuál puede ser la mejor medicación para cada paciente.

¿Es importante el ejercicio físico?

El ejercicio físico y un adecuado fortalecimiento de los músculos son, sin duda, de gran eficacia. Hace falta, pero, trabajar poco a poco, realizando un ejercicio suave y de forma gradual, dado que la práctica de ejercicio por encima de la capacidad física del enfermo empeora el dolor y la tensión muscular por lo que invita a abandonar el esfuerzo. Se recomienda, pues, la actividad aeróbica moderada (como pasear o caminar sobre una cinta rodante, la hidrogimnasia o la bicicleta), después de la valoración por parte del médico y con la ayuda de terapéutas físicos o monitores especializados. La práctica de algunas disciplinas orientales, como el tai-chí y el chi-qung, practicadas de forma muy suave y progresiva, han demostrado, también, su eficacia en un gran número de casos. Aún así, cada persona tendrá que aprender, con voluntad y constancia, cuál es el tipo de ejercicio que le proporcionará unos mejores resultados.

¿En qué consiste el tratamiento de la fibromialgia?
El tratamiento de la fibromialgia, debería contemplar diversas vertientes:

- La educacional (tener la información necesaria sobre la enfermedad y sobre lo que conlleva)

- La farmacológica

- La física y la psicológica (una terapia cognitivo-conductual, con el fin de ayudar en los necesarios cambios de comportamiento, y buscando el refuerzo de la autoestima y de los mecanismos de control para afrontar los diversos aspectos de la vida diaria).

Es muy importante el intercambio de impresiones y la convivencia con otras personas afectadas, como también la participación en grupos de ayuda mutua y en talleres colectivos de recuperación funcional y de mantenimiento de la forma física (tai-chí, chi-qung, etc.). Abordando todos estos aspectos, es posible, en muchos casos, conseguir una importante mejora en la calidad de vida de las personas afectadas de fibromialgia.

ACAF (Asociación Catalana de afectados de Fibromialgia)

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