domingo, 3 de octubre de 2010

"Es frío presentar un libro desde el ordenador"

María García - Escritora, ilustradora y luchadora

"Es frío presentar un libro desde el ordenador"

"Me niego a morir en vida porque quiero seguir creando, aunque la batalla contra la administración agota"

María García diseñó las ilustraciones  de los cuentos con materiales que no afectaran a su organismo.

MARIÑA FARIÑA - VILAGARCÍA María García lleva meses trabajando en cinco minipresentaciones de personajes, “Óscar”, ”Antón”, “María”, “Salvatore” y “Lara” que servirán para trabajar con niños pequeños, de primaria e incluso secundaria. Esta tarde presenta su trabajo a las 19.30 horas en el Auditorio Municipal, cuya sala cuenta con sus láminas originales que ella misma se encargó de preparar a través de productos naturales como pinturas al agua, telas y tinta de remolacha.

–¿Cómo surgió la idea de crear estas obras?

– El Centro de Filosofía para Niños de Galicia me invitó a escribir diálogos enfocados a los niños pequeños para sesiones didácticas. En este libro aparecen cinco niños de Vilaxoán “literaturalizados”, y para presentar un cuento, los ilustro para que los pequeños puedan imaginarse las cosas. Son mis primeros libros pero les pareció bien empezar el futuro cuento con estos diálogos.

- Tiene montadas las ilustraciones originales.

– Sí, por eso cada libro está dedicado a todos los que nos ayudaron. Vinieron familiares de estos niños incluso de A Coruña para traer una foto o ayudar en lo que podían. Estoy muy contenta con el resultado.

–La presentación va a ser muy especial porque la va a realizar por videoconferencia.

– No, no. Yo estaré presente a través de un ordenador en directo pero no voy a hablar en público. Una amiga leerá por mí el texto de presentación que escribí, porque a mi se me hace poco personal y frío hablar para todos a través del ordenador. Van a venir muchos amigos y me podrán saludar de esa forma.

– ¿Puede explicar el motivo de esta presentación tan poco convencional?

–Padezco Sensibilidad Química Múltiple (SQM), y nuestra enfermedad es una de tantas otras ignoradas por la administración pública, como la fibromialgia (FM) o el síndrome de fatiga crónica (SFC). No sé si recuerda que hace unos años “El Pocero” fletó su avión a Elvira, una mujer valenciana que padecía la misma enfermedad y la llamaban “la chica burbuja”. A mi me pasa lo mismo.

–¿Por eso durante la preparación de la exposición de las láminas usaba la mascarilla para respirar?

– Claro, sólo había dos personas, pero no se puede imaginar lo mal que me puedo poner si no la uso fuera de mi casa. No se trata de los olores en si, es mi cuerpo el que me alerta de las partículas volátiles del aire, que proceden de muchos productos, y que se adhieren con facilidad a la ropa.

–¿Y cuándo le diagnosticaron la enfermedad?

– Hace dos años, pero ya lo sabía hace cinco. Hay que luchar con la administración para que te diagnostiquen la enfermedad y el tratamiento adecuado, y cuando estás mala no te quieren dar una baja por ello. Estuve años diagnosticada de FM y lo que más daño me hacía era todo el tratamiento tóxico que me daban, que además, no es efectivo. Lo más fácil es que te digan que tienes alergias o enfermedades pulmonares. Ahora la ONU advierte de que el aire está muy contaminado y que es el origen del 80% de los cánceres infantiles, pero ¿como se cambia todo esto?

–¿Cuáles son los productos que le afectan?

– Lo más cotidiano que se tiene por casa. Un perfume, un champú, una laca, un desodorante, el detergente, ... En casa tenemos que recurrir a productos naturales para todo. Las personas no se llegan a imaginar la cantidad de tóxicos con los que vivimos habitualmente y lo perjudiciales que son para nuestra propia salud.

– ¿Cómo hace para comprar estos productos naturales difíciles de encontrar y caros?

– Aquí en Vilagarcía tengo una tiendecita donde compro cosas, y también busco en Santiago o compro por internet. Con la costumbre ya hago pedidos más grandes y se rentabilizan más.

– ¿Pertenece a alguna asociación de SQM?

– No, la verdad es que estoy mejor así, porque lo tengo aceptado y sé cuales son mis límites.

–Muchas personas se dejan vencer por la enfermedad pero su caso es un gran ejemplo de lucha.

–Me niego a morir en vida con esto porque puedo seguir trabajando, aunque la lucha con la administración agota muchísimo. Tengo mis inconvenientes pero no debo de quedarme en casa encerrada. Es mucho más fácil para el médico pensar “esta está de psiquiatra” o “tiene depresión”.

“Tengo mucha suerte de contar con el apoyo de los míos”

–La verdad que tiene mucha suerte de contar con apoyo. ¿Hay muchos casos de afectados con enfermedades que no no son reconocidas por el Estado como la suya que se encuentran solos?

– Yo no sufrí, pero entiendo a quien la sufre pero soy peleona y mi familia y amigos me respetan. La gente que tengo a mi lado es válida y me comprende. Tengo mucha suerte de contar con los míos.

–¿Le costó mucho aceptar la SQM?.

–Al principio bastante, pero soy afortunada porque mi cuerpo reacciona ante sustancias tóxicas. Algunas personas no tienen esta suerte. Luego sufren esclerosis, cáncer u otras enfermedades mortales relacionadas con el contacto con tóxicos habituales y nunca se llega a saber. Yo sé, por ejemplo, los alimentos que me sientan mal en el organismo debido a la enfermedad. Sigo quedando con mis amigas pero no salgo a una cafetería. Otros lo hacen, y después llegan los brotes.

– ¿Y su familia como lo afrontó?

– Me respetan muchísimo. En casa usamos los productos naturales y cuando salen afuera ya es habitual que se cambien de ropa.

– ¿Tuvo que dejar el trabajo por ese motivo?

–Pasé más de un año con una baja derivada de una crisis. Era un gran problema porque no podía hacer mi trabajo en una empresa que organizaba espectáculos. Con tantos meses comiendo cosas suaves no tenía combustible. Hubo un descontrol, y un día el inspector me dijo que la baja no se sustentaba y que pidiera por depresión, era lo que me decían. No le podía faltar a mi jefe, era una angustia terrible pasar tantos meses así y él me hizo un favor al despedirme. Yo sabía que así no podía trabajar, pero aún colaboró haciendo eso y no tener que cesar yo.

http://www.farodevigo.es/portada-arousa/2010/10/01/frio-presentar-libro-ordenador/477290.html

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