Publicado por Miguel Jara el 4 de enero de 2011
Si ayer el oncólogo Javier Herráez publicaba un comentario que por arte de WordPress yo elevaba a categoría de post hoy es JLC, otro seguidor del blog, el que opina sobre lo que escribe Herráez, que a su vez opinaba sobre lo que decía Iñaki Gabilondo. JLC -que está totalmente de acuerdo con el médico-, y que tiene un blog muy reflexivo, argumenta que incluso el miedo no es sino un subproducto, un derivado de algo mucho peor, más amplio, más invisible, más lento, y seguramente (¡ay!) más irreversible. El INFANTILISMO.
“Toda nuestra sociedad se basa, como sabemos, en la idiotización y el soborno ultraconsumista, en el cultivo del egoísmo y el halago demagógico, en la destrucción de cualquier sentido de lucidez y responsabilidad individual. Las redes sociales están contribuyendo, además, a que todo se haga ‘a mogollón’, es decir, más gregaria y sumisamente que nunca”.
El texto que ha enviado continúa así:
Podemos proponer muchas alternativas más o menos idealistas. Pero, en mi opinión, nada será mejorable sin algún grado de INSUMISIÓN. Simplemente insumisión. Por ejemplo:
-Basta ya de pedir créditos: no compres lo que no puedas pagar.
-Niégate a pagar precios e impuestos injustos (¿os imagináis cientos de millares de personas negándose a pagar la factura de la luz?)
-Incumple las leyes totalitarias (como la del tabaco y parecidas).
-Organicemos enormes protestas frente a las sedes de los autores de nuestras desgracias (bancos, corporaciones, partidos políticos, etc.).
-Si el gobierno comete excesos con la policía o el ejército, enseñará sus verdaderas cartas, y aún sabremos mejor a qué clase de enemigo nos enfrentamos.
-Incumple las leyes totalitarias (como la del tabaco y parecidas).
-Organicemos enormes protestas frente a las sedes de los autores de nuestras desgracias (bancos, corporaciones, partidos políticos, etc.).
-Si el gobierno comete excesos con la policía o el ejército, enseñará sus verdaderas cartas, y aún sabremos mejor a qué clase de enemigo nos enfrentamos.
Creo que hacen mucho más daño al Sistema las cosas que NO HACEMOS que cualquier cosa que podamos simplemente “hacer”. Y el corazón del Sistema es el dinero, el beneficio, la banca y los paraísos fiscales donde se atesora. Todo lo que no esté orientado, pues, a frustrar directamente esa codicia será inútil.
¿Qué opináis?
Un saludo.
http://www.migueljara.com/
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