Patricia
Heras, condenada y encarcelada en el caso 4F en base a las
declaraciones de estos policías, se suicidó el 26 de abril del 2011
Semanario
Directa.- Con el cruzamiento de los números de placa que aparecen a
los expedientes judiciales del caso 4F y de la sentencia condenatoria
por torturas graves a un ciudadano de Trinidad y Tobago hemos podido
saber que los mismos agentes de la policía municipal de Barcelona
son los protagonistas en ambos casos.
En
el caso 4F estos dos policías, con número de placa 24.751 y
24.738, fueron la pieza clave testimonial que llevó a la prisión a
Rodrigo Lanza, Patricia Heras y otros dos jóvenes, así como la
condena sin ingreso a prisión para otras 6 personas. Aquel proceso
no contaba con ninguna otra prueba documental que no fuese el
testimonio de esos policías.
Ahora,
seis años después, los mismos agentes han sido condenados por
torturas graves a un joven estudiante residente en Barcelona. En la
sentencia de la sección quinta de la Audiencia Provincial de
Barcelona a la que hemos tenido acceso se detalla que los agentes
además de protagonizar gravísimos maltratos durante el traslado y
sobre todo en el interior de la comisaría de la Zona franca,
falsificaron documentos, inventaron falsas acusaciones y generaron
una falsa coartada para explicar las heridas del joven torturado.
Hay
que recordar que los procesados por el caso 4F también habían
denunciado torturas durante la detención, pero en aquel caso el
tribunal creyó la versión de los policías y archivó las
denuncias. Todos los documentos y las pruebas del caso los
encontraréis con detalle a la edición en papel del semanario
Directa.
Los
hechos considerados probados se iniciaron la noche del 7 de
septiembre de 2006 en la discoteca Bikini de Barcelona, cuando, según
el fallo, Yuri Sarran, para proteger a una amiga suya, agredió al
agente Víctor Bayona y a otros policías, que estaban fuera de
servicio. El joven fue detenido y posteriormente torturado por los
dos agentes condenados, que le sometieron a "actos vejatorios y
humillantes", ya que le agredieron físicamente varias veces,
tanto en el furgón policial como en las dependencias policiales,
donde le golpearon repetidamente en la cara, le dieron patadas, le
quemaron con un cigarrillo encendido, le restregaron la cara con un
mocho de fregar y simularon que emplearían una pistola para hacer un
juego contra él.
Patricia
Heras. Se quitó la vida tras seis meses de prisión en base a las
declaraciones de estos policías.
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