Este
tipo de sal de calidad se produce de forma sostenible en Parques
Naturales y ayuda a su biodiversidad
10 de octubre de 2011
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Imagen: Antonio
Saez -
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¿Es
posible una actividad industrial que en vez de dañar el entorno sea
favorable para la biodiversidad? La flor de sal, un producto
alimentario con características y sabor únicos, es una de ellas. Si
tienen curiosidad, lean esta historia cuyos protagonistas son este
tipo único de sal, los Parques Naturales y los flamencos.
La
Flor de Sal, los Parques Naturales y los flamencos
Las
actividades industriales no siempre tienen un efecto negativo en la
naturaleza. En ocasiones, incluso, pueden ser tan favorables para la
biodiversidad, que si desaparecieran se registraría un importante
daño ecológico. En términos medioambientales se conoce como
"antropización sostenible de los recursos naturales".
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Imagen: Antonio
Saez -
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La
flor de sal es un buen ejemplo de este tipo de producción, en el que
seres humanos y naturaleza ganan y se necesitan de forma mutua. Este
tipo de sal, muy apreciada por sus propiedades y su capacidad de
potenciar el sabor de los alimentos, se produce, principalmente, en
los Parques Naturales de Cabo de Gata-Nijar (Almería), las Lagunas
de la Mata y Torrevieja, las Salinas de Santa Pola (Alicante), Bahía
de Cádiz, de ses Salines d'Eivissa (Baleares) y de Camargue
(Francia).
Estos
espacios naturales protegidos reúnen una serie de características
únicas de las que la flor de sal se beneficia. Jaime Crespo,
portavoz de la empresa Unión Salinera, explica que solo se produce
en algunos días de verano, cuando la gran diferencia de temperatura
de la salmuera crea unas láminas de cristales que flotan y se
recogen de forma manual al amanecer, antes de que el viento las
hunda.
La
flor de sal es un tipo de producción en el que seres humanos y
naturaleza ganan y se necesitan de forma mutua
La
flor de sal contiene importantes cantidades de sales cálcicas y
magnésicas, consideradas beneficiosas para el organismo. También se
distingue por su sabor, debido a la formación en la superficie de la
salmuera, donde se encuentra en profusión una microalga de color
rosado denominada Dunaliella Salina.
Por
ello, el color original de la flor de sal es rosaceo, aunque tras un
proceso de secado natural toma su tonalidad blanca final. Aquí es
donde los flamencos entran en esta peculiar historia. El color
original de estas aves no es el rosa, sino el blanco, pero al estar
en contacto con el agua, se nutre de la misma microalga de las
salinas, que tiñen sus plumas.
Tras
su recogida manual, la flor de sal se introduce en grandes sacas
microperforadas a la intemperie para que el sol y el viento la sequen
durante un año. La preocupación medioambiental pasa por todas las
fases del producto, incluso en su envase, que es de cartón
reciclable, añade Jaime Crespo.
Un
ejemplo: las Salinas de Cabo de Gata
Las
salinas son un modelo de explotación industrial doblemente
ecológico. Sus productores cuidan el entorno natural para conservar
las condiciones especiales necesarias. De esta manera se origina un
espacio de singular valor ecológico donde nidifican y descansan
multitud de aves. Si la actividad productiva se parase, las salinas
se desecarían y se destruiría el hogar de muchas especies.
- Imagen: Antonio Saez - |
Este
peculiar ecosistema se puede contemplar en las Salinas de Cabo de
Gata. Ubicadas en un entorno totalmente árido, proporcionan una gran
masa de agua en zona de paso de las migraciones de aves entre Europa
y África, y de invernada de especies anátidas y limícolas. Durante
la época estival, las salinas reciben procedentes de otros enclaves
especies de aves como flamencos, avocetas, cigüeñuelas, gaviotas de
Audouin, tarros blancos o chorlitejos patinegros.
La
vegetación asociada a este ambiente ecológico también es singular.
Destacan especies como Arhtrocnemum macrostachyum, Suaeda Vera,
Salicornia ramosissima, Sarcocornia fruticosa, Juncos subulatus junto
con numerosos endemismos como la aulaga mora y el dragoncillo, la
cabezuela y el gordolobo del Cabo. Esta vegetación forma
agrupaciones que dan lugar a matorrales y estepas característicos de
zonas salinas.
Por ello y por mantener una población permanente de otras especies, las Salinas de Cabo de Gata han sido declaradas ZEPA Zona Especial de Protección de Aves por la Unión Europea) y Reserva de la Biosfera por la UNESCO.
Cómo elegir y utilizar una auténtica flor de sal
Por ello y por mantener una población permanente de otras especies, las Salinas de Cabo de Gata han sido declaradas ZEPA Zona Especial de Protección de Aves por la Unión Europea) y Reserva de la Biosfera por la UNESCO.
Cómo elegir y utilizar una auténtica flor de sal
Los
granos de la flor de sal son crujientes y de tamaños irregulares,
pero en general oscilan entre dos y cuatro milímetros. Su secado
hace que no se humedezcan y no llevan ningún producto químico
antiapelmazante. Sales húmedas, con granos mucho más gruesos, no
son por tanto flor de sal, aunque así traten de venderlo algunos
fabricantes.
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Imagen: Antonio
Saez -
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Los
expertos en gastronomía aconsejan utilizar la flor de sal al final
de la preparación del alimento, incluso en la propia mesa, y se
recomienda en especial para ensaladas, carnes a la parrilla, pescados
y verduras. También conviene utilizar menos cantidad que la sal
normal, porque es más pura y se disuelve de forma fácil con los
jugos del alimento o en la boca sin dificultad.
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