Jueves,
29 de septiembre del 2011
Oriol
Canosa Masllorens - (Barcelona)
El
jueves por la mañana avanzaba por la Gran Via cuando, a la altura de
Balmes, encontré el paso cortado por una manifestación contra los
recortes de sanidad. Varios centenares de personas, mayoritariamente
vestidos con bata blanca, exhibían pancartas. Pero me apreció
vergonzoso que prácticamente no se viera a ningún usuario; solo los
profesionales de la salud pública salieron a la calle para
defenderla. Es increíble que quienes pasaban por delante los miraran
como si no fuera con ellos. Y es vergonzoso que algunos conductores
gritaran a los manifestantes sin entender que no estaban allí para
molestar a los ciudadanos, sino para evitar que, cuando estos mismos
ciudadanos se pongan enfermos y vayan a los hospitales, no haya
personal para atenderlos. Si la sanidad pública solo la defienden
los profesionales, si la educación pública solo la defienden los
profesores y si las pensiones solo las defienden los jubilados, vamos
mal. La manifestación me hizo pensar en un poema
de Martin Niemöller (1892-1984):"Cuando
los nazis vinieron a buscar a los comunistas / me callé / porque yo
no era comunista. / Cuando encarcelaron a los socialdemócratas / me
callé / porque yo no era socialdemócrata. / Cuando vinieron a
buscar a los sindicalistas / no protesté / porque yo no era
sindicalista. / Cuando vinieron a buscar a los judíos / no protesté
/ porque no era judío. / Cuando me vinieron a buscar a mí / no
quedaba nadie que pudiera protestar¿.
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