viernes, 23 de diciembre de 2011

La empresa Innova controla desde la opacidad gran parte de la sanidad pública catalana

Dirigida por el director general del Instutut Català de la Salut

La empresa Innova controla desde la opacidad gran parte de la sanidad pública catalana

Jordi GARCÍA-SOLER | 22/diciembre/2011

La empresa Innova controla desde la opacidad gran parte de la sanidad pública catalana
El presidente de CiU y la Generalitat, Artur Mas. 
EFE/Archivo
El Gobierno de la Generalitat de Cataluña presidido por Artur Mas sigue con su política de recortes en los servicios públicos básicos. Unos recortes particularmente sensibles en sanidad, con importantes reducciones presupuestarias que comportan retrocesos muy graves en esta materia. Todos los ciudadanos de Cataluña deberán pagar una tasa de un euro por cada receta de la Seguridad Social, sea cual sea su nivel de ingresos, aunque se trata de parados o pensionistas, incluso si son enfermos crónicos. Mientras esto sucede, el presidente del Institut Català de la Salut (ICS), Josep Prat Domènech, sigue dirigiendo de forma opaca y sin ningún tipo de control una gran empresa, Innova, surgida de la propia sanidad pública. En principio Innova es un gran “holding” municipal de Reus del que dependen actualment innumerables sociedades del sector sanitario.

202 millones de euros de deuda de Innova
En realidad Innova afecta a la práctica totalidad de la sanidad pública catalana y hasta la fecha generado ya un cuantioso déficit en las arcas municipales reusenses: a principios de este mismo mes de diciembre Innova declaró una deuda de 202 millones de euros, y ello con supuestas atenuaciones formuladas mediante expresiones como mínimo sorprendentes y en algunos casos poco menos que incomprensibles. Por ejemplo, se cita la existencia de un crédito de 47 millones del Servei Català de Salut –del que, por cierto, el mismo Josep Prat Domènech fue director general entre 1998 y 2003-, otros 64 millones de euros de un crédito sindicado conseguido mediante el alquiler del Hospital Sant Joan de Déu de Reus, y otros 67 millones de euros más obtenidos con el canon de la empresa madrileña Metrovacesa y en relación con la empresa Redesa, perteneciente al propio “holding” Innova.

El poder omnímodo y sin control de Josep Prat Domènech
Todo el entramado empresarial de Innova está ahora en cuestión. Lo está particularmente la figura de su director y gestor omnímodo, el ya citado Josep Prat Domènech, en especial desde que el concejal reusense David Vidal, de la CUP, anunció en la última reunión del consejo de administración que recurriría a la vía judicial, reservándose todas las acciones civiles, penales y administrativas que le correspondan, recordando que Prat ni tan sólo ha presentado su declaración de renta, como legalmente está obligado a hacer, ni tan siquiera se conoce cuál es la retribución económica que percibe como gestor de Innova.

Una empresa municipal con extensión extraterritorial
Lo más escandaloso del caso es que Innova, gestionada por Josep Prat Domènech, tiene numerosas empresas sanitarias públicas que facturan al ICS, presidido también por Josep Prat Domènech. Y todo ello se sigue produciendo con el beneplácito tanto del controvertido consejero de Salud Boi Ruiz y del propio
president de la Generalitat, Artur Mas. El actual alcalde de Reus, Carles Pellicer, presidente del “holding” Innova en función de su cargo, ha encargado un informe al catedrático Joaquim Tornos, con el que pretende replicar el informe presentado por el secretario municipal, en el que dictaminaba la obligación legal de dar a conocer todos los datos relativos a Innova, que aun siendo en principio una empresa municipal reusense se ha hecho ya con el control de gran parte de la sanidad pública catalana, mucho más allá sin duda del propio término municipal de Reus.

Los graves recortes de la sanidad pública catalana
Josep Prat Domènech parece escudarse por ahora en que ha renunciado a percibir ninguna retribución económica como presidente del ICS. Pero la absoluta opacidad que mantiene sobre la gestión que ejerce en Innova resulta algo inadmisible, ya que al fin y a la postre se trata de una empresa pública. Esta opacidad de Josep Prat Domènech al frente de Innova resulta escandalosa cuando, por ejemplo, los recortes se imponen en la sanidad pública catalana, con la reducción de horarios incluso de urgencias, el cierre de centros, la supresión de suplencias, la dilatación de las listas de espera y, por último, la imposición de esta nueva tasa de un euro para cada receta de la Seguridad Social. En el recientemente inaugurado Hospital Moisès Broggi de Sant Joan Despí, el primer hospital público destinado a cubrir las necesidades de la población del Baix Llobregat, la situación es absolutamente escandalosa: lista de espera de un año para una visita de un especialista en Dermatología; de ocho meses para una colonoscopia ordinaria, hecha además sin ningún tipo de sedación; como mínimo de medio año tanto para Traumatología como para Oftalmología; de un mínimo de cuatro meses para Cardiología, Neurología, Neumología, Reumatología y Otorrinolaringología; de no menos de dos meses para Cirugía, Aparato Digestivo, Endocrinología y Urología, y de al menos un mes para una simple visita de un médico de familia.

La responsabilidad política de Artur Mas
Si el Gobierno de la Generalitat presidido por Artur Mas realmente necesita recortar los gastos sanitarios, tiene en el gran “holding” Innova un buen sitio donde practicar estos recortes. Aunque no va a ser fácil que lo haga si el director general del ICS siga siendo el gestor de Innova, Josep Prat Domènech. Y si se mantiene la situación actual, resultarán todavía mucho más escandalosos los recortes en las prestaciones básicas que la sanidad pública catalana está imponiendo a una ciudadanía duramente castigada ya por la gran crisis económica que padecemos.

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