lunes, 2 de enero de 2012

"Nuestro veneno cotidiano"

Después del éxito de “El Mundo según Monsanto”, la periodista, realizadora y escritora francesa Marie-Monique Robin estrenó su nuevo trabajo, compuesto por el libro y el documental “Nuestro veneno cotidiano: cómo la industria química envenena nuestro plato”. La cadena de televisión franco-alemana ARTE emitió el documental el 15 de marzo de 2011.

El trabajo se ha basado en la labor de investigación que ha realizado en seis países europeos (Francia, Italia, Alemania, Suiza, Gran Bretaña y Dinamarca), EEUU, Canadá, India y Chile.

El
libro se presentó exitosamente el 15 de marzo de 2011 en Francia. En “Nuestro veneno cotidiano” Marie-Monique Robin se hace varias preguntas que centran su trabajo, entre ellas:
¿Cómo se examinan, evalúan y reglamentan los productos químicos que se introducen en nuestra cadena alimentaria, desde el huerto (pesticidas) hasta el plato (aditivos y plásticos alimentarios)?.


¿Hay relación entre la exposición a estas sustancias químicas y la actual “epidemia de enfermedades crónicas prevenibles” que la OMS ha constatado (ciertos tipos de cánceres, enfermedades neurodegenerativas como el Parkinson, disfunción reproductiva, diabetes, obesidad), en especial en los países llamados “desarrollados”? (los términos entrecomillados -comenta la autora- son los utilizados por la OMS) .

El “Nada es veneno, todo es veneno: sólo la dosis hace el veneno”, se hizo dogma central de la “ideología de la ingesta diaria aceptable” (en palabras de René Truhaut, según la autora), a pesar de su falta de validez para muchas sustancias químicas como los disruptores endocrinos, por ejemplo; y de que la frase ignore la interactuación entre estas así como el efecto acumulativo de cada una de ellas.


Por otro lado, la frase exacta de Paracelso –comenta Marie-Monique Robin-, no es la que se ha popularizado en nuestros días, sino “Todo es veneno, nada es sin veneno. Sólo la dosis hace que una cosa no sea veneno” (Alle Ding sind Gift, und nichts ohn Gift; allein die Dosis macht, das ein Ding kein Gift ist)

La autora explica que la famosa “ingesta diaria admisible” y los “límites máximos de residuos de los venenos utilizados en la agricultura”, no existen.

Como labor preparatoria a sus viajes se documentó sobre el tema a través de un centenar de libros (la mayoría en inglés), además de informes, estudios científicos y reuniones con expertos de diversas disciplinas (toxicólogos, biólogos, representantes de agencias de reglamentación, etc.)

También consultó los archivos de organismos internacionales como la OMS y la Agencia Internacional de Investigación sobre el Cáncer (IARC) dependiente del primero.

Una parte de su investigación se realizó en Chile, en las regiones VI del Libertador General Bernardo O'Higgins y séptima de región del Maule, zonas agroexportadoras de mayor uso de plaguicidas. Contó con el apoyo de la Red de Acción en Plaguicidas RAP-Chile y en su investigación y entrevistas - entre ellas a la Dra. Victoria Mella, profesional que realizó un estudio pionero sobre teratogénesis asociado a exposición a plaguicidas-, pudo constatar los graves problemas de salud agudos y crónicos causados por plaguicidas, especialmente los casos de malformaciones congénitas sufridas por hijos e hijas de temporeras (os) y trabajadores agrícolas.

El libro “Nuestro veneno cotidiano” se adentra en la influencia del alquimista, astrólogo y médico suizo Paracelso en el sistema de evaluación de los venenos químicos que contiene nuestra alimentación. El médico suizo es repetidamente citado debido a su famoso principio “
Todo es veneno, no hay nada que no lo contenga: es la dosis lo que hace que una sustancia sea venenosa”, frase que sirvió a muchos toxicólogos como excusa para justificar la venta masiva de venenos.

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