miércoles, 23 de mayo de 2012

Tóxicos medioambientales causarían desórdenes conductuales en futuras generaciones

Salud

Lunes 21 de Mayo de 2012

Tóxicos medioambientales como los fungicidas causarían
problemas de conducta en la tercera generación. (Foto:
Archivo)
Un estudio realizado con ratones por investigadores de la Universidad del estado de Washington y de Texas en Austin descubrieron que la exposición a tóxicos medioambientales como el fungicida vinclozolina tendrían consecuencias negativas para la conducta de terceras generaciones.

Un estudio realizado recientemente con ratones en Estados Unidos (EE.UU.) reveló que el contacto con los actuales contaminantes del medio ambiente puede afectar la respuesta de las futuras generaciones al estrés, así como también ocasionar desórdenes de conducta.

Investigadores de la Universidad del estado de Washington y de Texas en Austin, descubrieron que una sola exposición de ratones hembras gestantes a la vinclozolina, un fungicida usado con frecuencia en frutas y verduras, tenía consecuencias negativas en la conducta de la tercera generación de sus descendientes, a pesar de que fueron engendrados y criados en un ambiente libre de toxinas.

Este estudio, publicado este lunes en Proceedings of the National Academy of Sciences (PNAS) indicó también que los ratones mostraban ser más sensibles a las situaciones de estrés y revelaron una mayor ansiedad que los descendientes de ratones que no habían sido expuestos a los fungicidas.

"En la actualidad estamos en la tercera generación humana desde el comienzo de la revolución química, desde que los humanos han estado expuestos a este tipo de toxinas", señaló uno de los autores principales, David Crews, quien afirmó que el estudio es "el modelo animal" de esta situación.

Hasta el momento, se desconocía que la respuesta al estrés pudiera estar ralacionada con factores medioambientales de generaciones pasadas.

Sin embargo, los científicos ya habían demostrado anteriormente que la vinclozolina puede afectar a los genes.

Según el estudio, la socialización del individuo y los niveles de ansiedad con los que reacciona ante el estrés están condicionados no sólo por los acontecimientos de su vida sino también por la herencia ancestral epigenética (la acción del estilo de vida sobre los genes).

"No hay duda de que asistimos a un aumento real de problemas mentales como el autismo y el  trastorno bipolar", declaró Crews, quien opinó que esto se debe no sólo a que vivimos en un mundo más frenético, sino también a que reaccionamos de un modo diferente por el efecto de los factores medioambientales.

En su estudio, los investigadores también observaron que los ratones cuyos antepasados estuvieron expuestos a la vinclozolina tendían a ser más gruesos y a tener niveles más altos de testosterona que sus congéneres.

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