EFE
ECONOMÍA
Pekín
20
NOV 2012
La
asociación Greenpeace presentó hoy en Pekín un estudio en el que
constata el hallazgo de varios productos químicos tóxicos en
prendas de ropa de hasta 20 marcas multinacionales que, según
indica, podrían provocar trastornos hormonales o ser cancerígenos.
Entre las marcas de ropa analizadas se
encuentran Zara, Levi's, Mango, Calvin Klein, Diesel, H&M o
Metersbonwe -el principal fabricante chino-, y en todas ellas el
estudio ha detectado prendas que contienen la sustancia química
nonilfenol etoxilato (NPS), prohibida en la Unión Europea y con
fuertes restricciones en China.
Al ser preguntadas por este informe,
fuentes de Inditex en España señalaron que la compañía "puede
asegurar que el control de calidad del 100% de sus productos se
realiza con los estándares de calidad y seguridad más exigentes",
al tiempo que subrayaron su "firme compromiso con el
medioambiente".
Además, Inditex "no puede
proporcionar en este momento información relativa a las prendas
analizadas por Greenpeace", dado que no ha sido informada
previamente acerca de estos análisis, si bien espera poder hacerlo
en breve, a la vez que señala que mantiene conversaciones con
Greenpeace para alcanzar una propuesta "convincente y realista"
sobre el "Compromiso Detox" y alcanzar "el ambicioso
objetivo común de Cero Emisiones de Sustancias Peligrosas en el
sector textil".
Por su parte, fuentes de Mango en
España subrayaron que desde 2001 la firma tiene establecida una
política de químicos en su Memoria de Responsabilidad Corporativa,
donde detalla "todas" las sustancias que controla en todos
sus artículos.
La compañía española realiza su
control con análisis en un único laboratorio europeo y además
verifica toda esta información.
El estudio presentado en Pekín se basó
en el análisis de 141 prendas compradas durante abril de 2012 en las
tiendas de estas marcas de ropa en 29 países distintos, y entre las
que se incluyen camisetas, pantalones, vaqueros, vestidos y ropa
interior para hombres, mujeres y niños.
Según el informe, que fue presentado
en Pekín porque una de cada cuatro prendas de ropa es fabricada en
la potencia asiática, entre las 141 analizadas un 63% contenía -en
una mayor o menor proporción- NPS, que puede afectar a los sistemas
de reproducción y alterar el desarrollo sexual de los animales que
se exponen a él.
Greenpeace detectó esta sustancia
tóxica en 13 de los 18 países fabricantes analizados, así como en
25 de los 29 donde se venden estas prendas, lo que indica que no se
trata de un fenómeno localizado en ciertos países.
El informe también incorpora el
análisis y la búsqueda de partículas cancerígenas que la ropa
retiene en caso de utilizarse ciertos tintes y colorantes, algo que
se apreció en 2 de las 141 prendas analizadas, de la marca Zara,
producidas en Pakistán y vendidas en Hungría y el Líbano.
Ante estos resultados, Greenpeace ha
alertado de la existencia de estas sustancias en las aguas residuales
de muchas de las fábricas chinas que suplen a las multinacionales
textiles.
"En los últimos años hemos
visitado muchas factorías textiles y hemos visto una polución
angustiosa. Las comunidades locales chinas sufren una grave
contaminación en las aguas debido a la actividad de estas plantas, y
su vida así como su salud está amenazada por estos productos
químicos", explicó a Efe Li Yifang, jefe de campaña de
Greenpeace China.
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