Las
tecnologías inalámbricas provocan secuelas adversas para la salud
si las exposiciones son prolongadas o crónicas, alertan reportes
internacionales.
POR
EMILIO GRILLO
Ante la proliferación de antenas de telefonía
celular en zonas residenciales de Lima, como la ubicada en la esquina
de las calles Blas Cerdeña y Santa Margarita, en San Isidro, el
destacado médico Sacha Barrios Healey manifestó ayer a EXPRESO que
hay abundantes estudios realizados por científicos y profesionales
de la salud que señalan que las torres que emiten microondas de
celular causarían cáncer entre los vecinos cercanos, por lo que
recomendó que se retiren esas estructuras para evitar poner en
riesgo a la población.
“Abundantes estudios evidencian los
riesgos para la salud de los campos electromagnéticos y las
tecnologías inalámbricas. Uno de los más recientes es el informe
BioInitiative 2012, preparado por 29 científicos y expertos en salud
independientes de todo el mundo, acerca de los posibles riesgos de
las tecnologías inalámbricas y los campos electromagnéticos”,
señaló el reconocido médico.
En efecto, el grupo de trabajo
BioInitiative 2012 concluye que la evidencia de riesgos para la salud
de los campos electromagnéticos y las tecnologías inalámbricas
(radiación de radiofrecuencias) ha aumentado sustancialmente desde
2007.
El informe revisa 1,800 estudios científicos nuevos que
informan de los efectos biológicos y los efectos adversos para la
salud de los campos electromagnéticos y las tecnologías
inalámbricas (teléfonos móviles e inalámbricos, las antenas de
telefonía, WI-FI, ordenadores portátiles inalámbricos,
etc).
Precisa también que la exposición crónica a los niveles
de las estaciones base de telefonía puede provocar enfermedad. “Es
razonablemente previsible que los bioefectos constatados provoquen
secuelas para la salud si las exposiciones son prolongadas o
crónicas, debido a que interfieren con los procesos fisiológicos
normales del organismo, impiden que el cuerpo repare el ADN dañado,
provocan desequilibrios del sistema inmunológico, trastornos
metabólicos y una menor resistencia a las enfermedades a través de
múltiples vías”, detalla el reporte.
Remarca que “al menos
cinco nuevos estudios sobre antenas de telefonía móvil han
informado sobre los efectos biológicos en el rango de 0,003 a 0,05
μW/cm2, a niveles más bajos que los reportados en 2007 (0,05 a 0,1
uW/cm2) fue el rango por debajo del cual no se observaron efectos en
2007)”.
Los investigadores refieren dolores de cabeza,
dificultad de concentración y problemas de conducta en niños y
adolescentes, y trastornos del sueño, dolores de cabeza y problemas
de concentración en los adultos.
El informe concluye que “existe
mucha más evidencia de riesgos para la salud que afectan a miles de
millones de personas en todo el mundo. El mantenimiento del status
quo no es aceptable a la luz de la evidencia de daño actual. La
evidencia científica manifestada por los nuevos estudios canalizados
coincide con un aumento de dolencias y enfermedades directamente
relacionadas, registrado en la población”.
Ante estas
evidencias, Sacha Barrios recomendó que las antenas de telefonía
celular se ubiquen a no menos de 600 metros de las zonas urbanas. “El
Gobierno debería crear un reglamento que tome en cuenta los nuevos
descubrimientos científicos sobre este tema y alertar al público
sobre las consecuencias de las microondas que emiten esas antenas”,
señaló. Sugirió a las personas que viven cerca a esas torres que
se dirijan a las autoridades municipales. “Deben hablar con los
alcaldes y funcionarios de su municipalidad, hablar con los vecinos y
exigir que no se ubiquen en zonas residenciales”, refirió.
“Telefónica
pretende distraer ilegalidad de la antena”
En
carta notarial dirigida al alcalde de San Isidro, Raúl Cantella, el
ciudadano Fernando Bustamante Letts señala que “Telefónica
pretende distraer la ilegalidad de antena aduciendo que el retiro de
la antena perjudicará a los vecinos de San Isidro y Miraflores
porque se quedarían sin servicio de telefonía celular e internet”.
Refiere que “aceptar una especie de esta naturaleza como argumento
válido para darle la razón a Telefónica en el marco del Exp. N°
297797-2012 en donde en primera instancia la Gerencia de
Fiscalización ya ha ordenado el RETIRO de la Antena, sería
totalmente nefasto para el Estado de derecho que rige en nuestro
país”.
Estadísticas
de mortalidad por neoplasia
Belo
Horizonte con 2.5 millones de habitantes, es la tercera ciudad de
Brasil, tiene el mejor sistema de salud a nivel nacional, la mejor
educación del país, con un nivel de vida bastante superior al
promedio del país. Según la ONU, es la metrópoli con la mejor
calidad de vida de Latinoamérica. Sin embargo, tiene la más alta
incidencia de cáncer a nivel nacional, un fenómeno difícil de
explicar. Belo Horizonte cuenta con la más alta concentración de
estaciones base de celular en el país. La pregunta natural fue saber
si existe alguna correspondencia. Al evaluar las estadísticas de
mortalidad por neoplasia, medida en función a la distancia de una
torre de microondas de celular a la residencia del fallecido, se
obtuvo los siguientes resultados:
A 100 metros de una estación de
celular 3,569 muertes
A 200 metros 1,408 muertes
A 300 metros
973 muertes
A 400 metros 482 muertes
A 500 metros 292
muertes
Más allá de los 1,000 metros 147 muertes
Del
total de personas fallecidas con cáncer, el 81.37% se produjo dentro
de los 500 metros de distancia a la antena, lo que indica una
correlación altamente significativa. En 2008 Lima contaba con 1,414
estaciones base de telefonía móvil, mientras que el resto del país
contaba con 1,358, con un total de 2,772 bases a nivel nacional.
El
dato
“Algunas
personas alquilan su casa para una antena, reciben 1,500 dólares
mensuales y luego se mudan, dejando la contaminación para todos los
vecinos”, alertó Sacha Barrios.
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