viernes, 11 de agosto de 2017

Prohibir los plaguicidas más tóxicos y marcar límites a sus residuos para proteger la salud pública

La OMS ha alertado de que estos productos son una de las principales causas de muerte por intoxicación y aunque reconoce que se seguirán utilizando, es necesario que "su producción, distribución y utilización se controle y regule".


La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha abogado por prohibir los plaguicidas que sean más tóxicos para el ser humano y los que permanecen durante más tiempo en el medio ambiente, y además establecer límites máximos de sus residuos en alimentos y agua para la protección de la salud pública.

Más de mil plaguicidas se usan en el mundo. Su toxicidad depende de su función y de otros factores como la dosis y la vía por la que se produce la exposición (ingestión, inhalación o el contacto directo con la piel). Las personas que corren más riesgo son aquellas directamente expuestas, como los trabajadores agrícolas y las personas próximas en el momento de la propagación. No obstante, la población general no cercana también está expuesta, aunque en cantidades muy inferiores, porque estos productos pueden estar presentes de forma residual en alimentos y agua.

La OMS ha alertado de que los plaguicidas son una de las principales causas de muerte por intoxicación voluntaria. "Debido a que son intrínsecamente tóxicos y se aplican deliberadamente para que se propaguen en el medio ambiente, su producción, distribución y utilización debe regirse por un control y una reglamentación estrictos", ha explicado la organización.

Asimismo, y de acuerdo con las previsiones de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura, el 80 por ciento del aumento de la producción de alimentos necesario para hacer frente al crecimiento demográfico inminente en los países en desarrollo se obtendrá gracias al mayor rendimiento de los cultivos y al aumento de las cosechas anuales en el mismo suelo. Por tanto, solo el 20 por ciento del crecimiento de la producción de alimentos provendrá de la expansión de las tierras de cultivo.

"Los plaguicidas se continuarán utilizando porque permiten evitar pérdidas importantes de las cosechas. Sin embargo, sus efectos sobre las personas y el medio ambiente son una preocupación permanente". Los que debe hacer que "su uso debe cumplir con las prácticas agrícolas correctas con independencia de la situación económica del país y los agricultores no deben aplicar más cantidades de las necesarias para proteger sus cultivos", ha zanjado la OMS.

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