jueves, 14 de febrero de 2019

"Se vulneran los derechos de las personas hipersensibles"

Carmen Sayago. www.carmensayago.com
ENTREVISTA A CARMEN SAYAGO

Las fotos de "Birds of pollution", de Carmen Sayago, denuncia las barreras a las que se enfrentan los afectados por las enfermedades de la contaminación medioambiental, la mayoría, mujeres.

Ana Montes

Los retratos de la exposición Birds of pollution son un documento real y valiente, una denuncia social que foto a foto compone el drama cotidiano silenciado de muchas mujeres. Carmen Sayago ha metido el dedo en la llaga de la hipersensibilidad a los químicos (o sensibilidad química múltiple, SQM), a menudo solapada con el padecimiento también de la electrosensibilidad (o hipersensibilidad a la electricidad, EHS), dos enfermedades emergentes, que no raras, fruto de la contaminación medioambiental creciente.

Ambas enfermedades cuentan con cientos de estudios científicos publicados, una evidencia científica frente a la que permanece impasible la política sanitaria. Sin embargo, la ONG Médicos del Mundo respalda esta exposición en Caixa Forum (Madrid), objeto de números premios y finalista del XXII Premio Internacional Luis Valtueña de fotografía humanitaria.

Sus imágenes, aunque parezcan venir de otro mundo, han sido capturadas en distintos lugares de España, los espacios donde estas mujeres con velo y mascarilla se han ido refugiando, a falta de un lugar más seguro, para seguir viviendo en una sociedad que no se preocupa por ellas, aunque poco a poco las ha ido contaminando.

Carmen Sayago: "La vida de las personas afectadas por la hipersensibilidad es en blanco y negro"

–¿Por qué has querido contar esta historia?

–Quería reflejar la situación de vulnerabilidad que están viviendo todos los afectados y la increíble vulneración de sus derechos fundamentales, porque me sorprendía el desconocimiento generalizado que hay sobre estas enfermedades. Creo que he sido de las pocas personas que han podido acceder a las casas de personas afectadas de forma más severa y ver su día a día. Es algo sorprendente y claustrofóbico, por eso me salió plasmarlo en blanco en negro cuando yo siempre trabajo en color. 

Pero este proyecto me transmitió que su vida era así: en blanco y negro, con muchos momentos de monotonía y a veces situaciones de malestar extremo.

–¿Qué derechos se vulneran en estas enfermedades?

–El acceso a la sanidad, a la salud, a una vivienda digna, a tener trabajo si no lo tienen, a recibir ayudas sociales, a la inviolabilidad de tu domicilio cuando las ondas penetran en él… Muchos afectados no se atreven a contar lo que les sucede a sus vecinos porque tienen miedo a su reacción, por eso algunos con los que contacté no quisieron salir en mi proyecto. Pero hay otros que no les importa dar la cara.

–¿Qué reacciones está recibiendo este trabajo?

–Ha recibido varios premios y menciones pero no veo que la gente quiera colaborar para cambiar esta situación. Les parece un trabajo muy bonito y original, pero no hay una reacción real. Unos por incredulidad y otros porque no lo quieren ver. Imagínate si la gente fuera consciente de que esto también les puede pasar a ellos: habría que cambiar todo, toda la industria química y tecnológica.

–Pero la opción podría ser reclamar una tecnología más segura y una química inocua

–Sí, claro. Pero eso ve a contárselo a las empresas que gobiernan ahora; la mayoría no están dispuestas a invertir en estos cambios.

–¿Qué es lo que más te impactó de la situación que viven algunos?

–Me impactó la situación de Victoria, que vive en Tarifa. Está sola, sus vecinos, la están acosando porque no quieren que viva allí, y además ahora está al borde del desahucio. Otra es Rosa, con dos nenes, que por culpa de la retirada de una amalgama de mercurio se intoxicó, y desde entonces empezó a sufrir sensibilidad química y electrosensibilidad teniendo que alejarse de todo. Su marido y los niños terminaron viviendo dos años en Los Pirineos en una caravana y ella en una tienda de campaña en pleno invierno. Ahora vive en Santander en una zona aislada y ha mejorado.
Foto de Carmen Sayago. www.carmensayago.com
–También algunas de estas personas viven una situación precaria debido a su enfermedad

–Sí, yo he dado con todo tipo de personas. Afectados que viven con normalidad, pero dentro de su burbuja, y casos más extremos. Una es Isabel que recientemente se quedó viuda y tiene que sacar adelante a la niña de 14 años, con SQM y EHS ambas, porque la madre se quitó las amalgamas estando embarazada y le trasmitió el mercurio a su hija, por lo que está diagnosticada desde bebé.

–¿Cómo viven?

–Viven como les cuadra. En una de las fotos sale Victoria con todas las paredes forradas con telas metálicas para protegerse de los campos electromagnéticos de las antenas y los móviles de sus vecinos. Y en otra Rosa está durmiendo en el suelo del pasillo en un futón, porque le afectaba la humedad de las habitaciones de una casa que alquiló mientras buscaba un hogar donde asentarse.

"Veo que aún no hay reacciones, que no ha cambiado nada de la situación en la que viven estas mujeres desde que las retraté hace ya dos años"

–Tus mujeres aparecen cubiertas de la cabeza a los pies pero, mientras un burka nos asalta la conciencia, ¿no causan estas fotos la reacción que deberían?

–Yo creo que el exceso de información nos hace más impasibles y además, si reaccionas, estás obligado a cambiar algo en tu vida. Pero si algo es ajeno a ti al final no te despierta interés. Por eso me siento ya nerviosa, porque veo que aún no hay reacciones y no ha cambiado nada de la situación en la que viven estas mujeres desde que las retraté hace ya dos años.

–¿Siempre has abordado el mundo de la discapacidad?

–Sí, generalmente trabajo para fundaciones, aunque soy freelance. Y el mensaje que hay tras este sector es que no hay barreras. Pero en el caso de la SQM y la EHS sí hay barreras. Yo siempre intento ayudar con mis proyectos, por eso con este me gustaría conseguirlo. He elegido la foto documental de autor para plasmar mis sentimientos ante este problema que en un determinado momento me terminó afectando, porque pretendía buscar soluciones pero he encontrado muchos obstáculos.

–¿De qué tipo?

–Me hubiera gustado fotografiar a estas mujeres en otros ambientes, como yendo al médico. Pero no pueden entrar en un entorno sanitario porque no está libre de químicos.

• Puedes ver un vídeo sobre la exposición Birds of pollution en www.carmensayago.com

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