18.03.2012
11:24 AM Teléfonos móviles, computadores, redes inalámbricas y
antenas satelitales de televisión son sólo algunos de los aparatos
ante los que ciertas personas se sienten físicamente mal
EFE
Madrid
/ España.- La
hipersensibilidad electromagnética, también llamada
electrosensibilidad o alergia a las ondas electromagnéticas, es una
enfermedad relativamente nueva que afecta a las personas más
sensibles a esas ondas que emiten algunos aparatos en un radio amplio
de distancia.
Según
estudios recientes, esta dolencia afecta a una de cada mil personas,
y en algunos países, como en Suecia, ya se considera un trastorno,
mientras que en otros, los afectados aún luchan porque se les
reconozca su enfermedad.
“El
hecho de que afecte a una de cada mil personas indica que no es una
enfermedad rara, es una enfermedad relativamente frecuente. Sin
embargo, la OMS no ha declarado que la electrosensibilidad sea una
enfermedad”.
“En
medicina hay cierta tendencia a no meterse en temas no consolidados,
y este aún no lo está, a pesar de que ya hay muchas personas
afectadas”, explicó Joaquím Fernández Solá, médico consultor
senior del Servicio de Medicina Interna del Hospital Clínic de
Barcelona.
Fernández
es uno de los pocos médicos que diagnostican esta enfermedad en todo
el mundo.
Sus
pacientes acuden a él con el fin de que encuentre una solución a su
problema, sin embargo, hasta la fecha no existen investigaciones
sobre esta dolencia y detectarla resulta complicado.
“Lo
primero que hacemos es hacer un diagnóstico de caso, estudiamos los
síntomas que presentan estas personas para saber si se trata de
electrosensibilidad o de otro problema”, comentó.
Sintomatología
del mal
Irritabilidad,
insomnio, mareos, dolor de cabeza, pérdida de memoria, sensación de
quemazón, picores, náuseas y palpitaciones son algunos de los
síntomas que presentan los pacientes que sufren esta patología, que
va camino de convertirse en uno de los grandes males del siglo XXI.
“Como
en todas las enfermedades, hay grados. Hay gente que puede vivir con
ello, que sólo necesita tomarse un analgésico para el dolor de
cabeza, y hay otros incluso a los que la antena de la casa del vecino
no les permite salir de casa a pasear”, contó.
Muchas
de las personas que la sufren se ven obligadas a alterar su rutina.
Algunas tienen que protegerse con mantas de las ondas
electromagnéticas y otras no pueden salir a la calle y viven
encerradas como ermitaños.
Hacen
lo que pueden para prevenir esta alergia, aunque resulta algo
complicado ya que están rodeadas de aparatos tecnológicos: La
antena de la casa de al lado, los celulares de la gente, los
computadores en la oficina, el Wi-fi de las casas y comercios.
Las
ondas envuelven las sociedades del siglo XXI como una tela de araña
de la que es difícil escapar.
Cambios
de rutina
Sobre
el tratamiento inicial a la hipersensibilidad electromagnética,
Joaquím Fernández Solá, médico consultor sénior del Servicio de
Medicina Interna del Hospital Clínic de Barcelona (España),
explicó: ”Lo principal es detectar de dónde proviene la emisión
de ondas, si de un cable que va por la pared de detrás de la cama, o
de la antena del vecino, o del Wi-fi del trabajo... Y luego intentar
evitar las fuentes de exposición en la medida de lo posible“.
Las
personas electrosensibles, explica, suelen ser “pacientes con
sensibilidad química, que además no toleran los olores fuertes, ni
los cambios bruscos de temperatura, por lo que en resumen resultan
ser extremadamente sensibles a los cambios ambientales”, explicó
Fernández.
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