Monsanto y el Departamento de Defensa
de EEUU están financiando a una empresa farmacéutica que podría
ganar miles de millones de dólares con el tratamiento del Ébola.
Tekmira Pharmaceuticals, una empresa
que trabaja en un fármaco contra el Ébola, acaba de recibir una
inyección 1,5 millones de dólares en efectivo, procedentes de
Monsanto.
Se
ha informado públicamente que la inversión de Monsanto está
relacionada con tecnología desarrollada por Tekmira en el campo de
la agricultura. El acuerdo total está valorado en 86,2 millones de
dólares.
Por
otra parte, Tekmira tiene un contrato de 140 millones de dólares con
los militares de EE.UU. para desarrollar medicamentos para el
tratamiento de Ébola.
Pero
la realidad incontrovertible es que vivimos el brote más importante
de ébola de la historia y el más publicitado por los medios, hecho
que podría crear una gran demanada en el mercado farmacéutico si el
virus traspasa las fronteras africanas y llega a los países ricos
occidentales.
Lamentablemente,
la historia de la medicina revela que las compañías farmacéuticas,
la CDC y la OMS han exagerado en varias ocasiones la severidad de los
brotes epidémicos con el fin de promover la venta de medicamentos
para su tratamiento.
No
sabemos si este es el caso, pero pensarlo no es nada descabellado.
Ahora
que el virus del ébola puede, hipotéticamente, convertirse en una
amenaza para occidente, pueden empezar a producirse fuertes
inversiones en el desarrollo de una vacuna, pues su venta ya sería
un negocio.
Recordemos
que cuatro vacunas que se estaban desarrollando en los EE.UU. contra
el virus del Ébola, llevan paralizadas desde hace tiempo y el dinero
parece haber sido la clave del asunto.
La
vacuna más prometedora se quedó atascada en la etapa de pruebas de
seguridad, por la sencilla razón de que no había dinero para una
vacuna que no tenía mercado, es decir, que afectaba solo a países
pobres que no podían pagarla.
A
la mayoría de las grandes farmacéuticas no les gusta invertir
activos en el desarrollo de fármacos con bajo potencial de negocio.
Eso dejaba el desarrollo de estas vacunas en manos de los gobiernos y
en pequeñas empresas.
“No veo por qué nadie, excepto el
gobierno de EE.UU. se involucraría en el desarrollo de este tipo de
medidas”, dijo la Dra. Sina Bavari del Instituto del Ejército de
EE.UU. de Investigación Médica de Enfermedades Infecciosas
(USAMRIID) en Frederick, Maryland. “No existe un mercado para esto”.
La
tasa de letalidad del brote actual de ébola es de alrededor del 60%,
aunque los pacientes pueden sobrevivir si reciben el cuidado
adecuado. Sin embargo, lo único que los pacientes están recibiendo
como tratamiento son analgésicos y reemplazo de líquidos para hacer
frente a la deshidratación, además de antibióticos para las
infecciones secundarias.
No
hay cura para el Ébola, a menos que las vacunas avancen más en las
pruebas en humanos.
El
dinero no es el único obstáculo en el desarrollo de vacunas. Pasar
de la experimentación con animales a los seres humanos representa un
gran salto. Es difícil encontrar suficientes personas en estado de
alto riesgo para probarlas, a diferencia de enfermedades como la
gripe común o el VIH.
“Hay por lo menos cuatro vacunas que
pueden proteger contra el Ébola (en monos)”, dice el Dr. Thomas
Geisbert, cuyo laboratorio en la Universidad de Texas Medical Branch
está trabajando en alguna de ellas“. Pero, ¿cómo llevar esto al
siguiente nivel?”
Llamada
MB-003, esta vacuna proporciona una protección del 100% a los monos
cuando se administra inmediatamente después de la exposición al
virus, y ayudó incluso después de que se desarrollara los síntomas.
Las
vacunas que usan el virus de la estomatitis vesicular han sido
diseñadas genéticamente para asemejarse al Ébola y han funcionado
bien en monos. Los científicos confían en su eficacia, pero al
utilizar un virus “vivo”, existen ciertos problemas de seguridad.
También
se han producido vacunas utilizando partículas similares al virus,
un enfoque que ha funcionado contra otras enfermedades. Pero, de
nuevo, las pruebas aún no se han hecho en seres humanos.
Un
fármaco que está siendo probado para la influenza, el favipiravir o
T-705 ha demostrado que también puede ser eficaz contra el Ébola en
ratones. El USAMRIID lo está probando actualmente en monos, animales
cuya respuesta a las infecciones del Ébola es más cercana a la de
los seres humanos.
El
laboratorio también está probando una droga llamada BCX4430 en
animales. Una pequeña empresa de biotecnología llamada BioCryst
está trabajando con USAMRIID para desarrollarla.
Sin
embargo los expertos están divididos sobre la cuestión de la
utilización de medicamentos experimentales durante un brote de la
enfermedad. Algunos creen que las vacunas se deben aplicar a los
trabajadores del laboratorio y de la salud en primera línea de
batalla contra el Ébola. A otros no les gusta correr riesgos.
Lo
cierto pero, es que ante la posibilidad de realizar un gran negocio,
la vacuna puede recibir las inversiones necesarias para ser
desarrollada, justo en este momento.
Y
probablemente, tales inversiones no serán destinadas a pequeños
laboratorios o entidades públicas, sino a grandes empresas del
sector sanitario y a grandes farmacéuticas.
Atentos
al desarrollo de los acontecimientos…
Fuentes:
Visto en: El Robot Pescador
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