sábado, 1 de octubre de 2011

«La historia de la jaqueca es la del fracaso terapéutico»











«La historia de la jaqueca es la del fracaso terapéutico»

24 Septiembre 11 - - Esteban García Albea - Jefe de Servicio de Neurología del Hospital Universitario Príncipe de Asturias de Alcalá de Henares (Madrid)
Mucha gente habla de que tienen jaquecas y a veces las distinguen de las migrañas, ¿existen diferencias hay entre una y otra?
Jaqueca y migraña son sinónimos de una misma dolencia. Jaqueca es un término de origen árabe que quiere decir media ca beza,  y que ya utilizaba Alfonso X el Sabio. Sin mediar razones, últimamente se ha puesto de moda el vocablo migraña por su similitud con el «migraine» anglofrancés.
¿Qué tratamientos se aplican en caso de que las migrañas las sufra una gestante?
Afortunadamente las jaquecas suelen desaparecer durante el embarazo (aunque no siempre). Y es importante en este fase de la mujer evitar en lo posible medicaciones. Si es necesario, debe acudir a la consulta y en todo caso, usar sólo paracetamol, y al mismo tiempo obviar la administración de otros fármacos, como son la aspirina y los ergóticos.
¿Cuáles son las pautas de actuación frente al diagnóstico de migrañas?
La mayoría de los ciudadanos que sufre cefaleas no acude a la consulta de  un médico a preguntar, lo resuelve por su cuenta con los muchos analgésicos comunes que existen hoy día en la botica. Si la cefalea es muy frecuente o particularmente intensa, o se asocia a síntomas generales como fiebre o a síntomas neurológicos como trastornos motores o de la visión, debe acudir presto al especialista para conocer más en profundidad el origen de tales señales orgánicas.
¿Por qué se pueden desatar las crisis?
En la mitad de los casos se puede descubrir una causa desencadenante como la ansiedad, alimentaria, alteración de la higiene del sueño o por sobreestímulos sensoriales a la claridad, el sonido, incluso el olor (los buenos olores). Por ejemplo en España, la crisis, el paro o la amenaza de paro han incrementado de forma notable las cefaleas.
¿Cuántas dosis farmacológicas se necesitan y en qué intervalos deben aplicarse?
La migraña o, mejor dicho, la jaqueca, es una enfermedad crónica que no tiene cura definitiva, pero sí alivio paliativo. Hay que individualizar cada caso y crear un ambiente de confianza.  Cuando la frecuencia de episodios es muy elevada deben buscarse los desencadenantes (como el abuso de medicación analgésica) y realizarse tratamiento preventivo frente a esas causas y evitar así la medicación en demasía.
¿Qué debe evitar una persona que sufra migrañas?
Primero de todo, evitar alteraciones del sueño (dormir poco o en exceso) y el abuso de alcohol. En definitiva, hay que intentar que se lleve una vida ordenada en lo posible.
¿Tienen estas dolencias algún componente genético?
La jaqueca y en menor frecuencia la cefalea tensional son trastornos hereditarios, aunque la frecuencia y la intensidad de los episodios es variable de una generación a otra. En España hay seis millones de personas que podríamos denominar «jaquecosos».
¿Cuáles son las principales novedades terapéuticas?
La larga historia de la jaqueca es la de un fracaso terapéutico. Todo se ha intentado contra este mal. Todavía están vigentes procedimientos antiquísimos como el agua fría o el hielo, o rodear la cabeza con una banda apretada. En los últimos treinta años ha habido dos avances significativos. La mejora farmacológica en la prevención de episodios cuando la frecuencia es elevada, lo que degrada de forma significativa la calidad de vida. Y la llegada de los triptanes en el tratamiento de la crisis aguda. Han supuesto una innovación importante aunque su eficacia es menor de la que se pensó inicialmente, existe el riesgo de abuso y son muy costosos.
¿Con qué otras patologías suele ir asociada?
La jaqueca no suele asociarse a otras patologías, excepto la comorbilidad psiquiátrica, pero menos que otras.
¿Cómo influye la alimentación?
Puede influir de forma muy poderla denominada patología de «sensibilidad química múltiple». El alcohol, el vino (más el tinto), los cítricos, el chocolate, los quesos fuertes, las salsas fuertes, entre otros. El estrés y aun más el postestrés, como en la cefalea que se produce el fin de semana o la cefalea de la noche de bodas (cuando las había).


Fuente: http://www.larazon.es/noticia/3610-la-historia-de-la-jaqueca-es-la-del-fracaso-terapeutico

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