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| Actualizado 09 Noviembre 2011
Desde
que se realizaron las transferencias, Madrid tiene una
infrapresupuestación crónica, siendo la comunidad autónoma que
asumió las transferencias con un menor presupuesto per capita. Esta
situación se ha mantenido a lo largo de los años, y desde entonces
el presupuesto sanitario (€ /habitante/año) ha sido
sistemáticamente inferior al promedio de las CCAA. El tema es aún
más relevante si se tiene en cuenta que durante este periodo Madrid
ha sido la primera o la segunda comunidad autónoma en PIB por
habitante.
A
juicio de la Asociación para la Defensa de la Sanidad Publica de
Madrid, "se
ha ido sumando una progresiva potenciación de la provisión privada
y la privatización de servicios que ha ido detrayendo fondos al
sistema sanitario público,
con lo que se han producido cierres de camas en los centros públicos,
disminuciones de plantillas, etc.".
Madrid
tiene una situación peor que la media de las CCAA en 11 de ellas,
que incluyen la valoración que hacen los ciudadanos del
funcionamiento del sistema sanitario. Pero lo más preocupante, es
que la mala posición de Madrid respecto a las demás CCAA se
mantiene a lo largo de los años,
de manera que en la evaluación de los servicios sanitarios de las
CCAA que realiza la FADSP esta siempre incluida en el grupo de cola
que se define como de servicios sanitarios deficientes, siendo la
posición alcanzada la siguiente:
2004:
16
2005:
16
2006:
14
2007:
15
2008
14
2009
15
2010
14
2011
15
Es
decir, se coloca entre
las posiciones 14 y 16 en los últimos 8 años,
lo que es más llamativo si se tiene en cuenta que antes de las
transferencias se trataba de una comunidad autónoma que se
consideraba con los mejores servicios sanitarios del país.
Evidentemente, este retroceso se ha producido tanto por un
empeoramiento de la sanidad madrileña como por la mejora de los
servicios sanitarios de otras CCAA.
Hay
que resaltar, que incluso en los temas en los que la Comunidad de
Madrid estaba bien posicionada, como es el farmacéutico, se ha
producido un retroceso. Madrid
ha pasado de ser la comunidad autónoma con menor gasto farmacéutico
per capita en 2004 a ocupar el segundo lugar en 2011,
y de ser la primera en cuanto a la utilización de medicamentos
genéricos (2004) a ocupar el tercer lugar (2011), y en este último
año la disminución del gasto farmacéutico en recetas de la
seguridad social se sitúa por debajo de la media lo que hace preveer
que el gasto farmacéutico per capita ira empeorando. Por otro lado
conviene tener en cuenta que el gasto farmacéutico hospitalario
sigue creciendo lo que hace que el gasto farmacéutico total siga
aumentando (según la Memoria 2010 del Servicio Madrileño de Salud
en este año el gasto farmacéutico total había aumentado en un
0,34% sobre 2009).
Otra
de las cuestiones que planean sobre el futuro de la sanidad madrileña
es el proceso privatizador al que le ha sometido el gobierno de
Esperanza Aguirre, que ha supuesto unad descapitalización
de la red pública (en
el presupuesto de 2011 los centros privados y semiprivados han tenido
un crecimiento del 56% mientras que la red pública tradicional ha
visto una disminución presupuestaria del 9,56%, y en el proyecto
para 2012 se mantiene esta situación con incrementos para los
centros privados y semiprivados y disminuciones en los centros
públicos).
Y
por fin,
la
llamada libre elección,
que no sólo ha desestructurado el funcionamiento organizativo del
sistema sanitario, sino que además ha supuesto un importante
incremento de costes (los nuevos programas informáticos, las
citaciones centralizadas, etc) y que ha constituido un fracaso
porque, como era previsible, sólo ha sido utilizada por un número
muy reducido de ciudadanos.
Las
últimas medidas de la Consejería de Sanidad no han hecho sino
agravar el problema:
- Se ha incrementado la privatización de los hospitales con unos costes exorbitantes (mas 7 veces por encima de a su coste real),y empeorando la calidad, y se avanza aún en mas privatizaciones (el último el hospital de Torrejón y todavía quedan 2 mas pendientes de apertura)
- Se deterioran los hospitales de la red tradicional, disminuyendo las plantillas, el número de camas y el presupuesto
- Se han realizado gastos absurdos en informática, con escasa utilidad, favoreciendo sistemas distintos según los centros (en hospitales y en atención primaria) y con funcionamiento cargado de problemas
- Se ha roto la estructura de las áreas sanitarias sin resultados positivos, ni siquiera en cuanto a la libre elección que de manera muy mayoritaria (mas del 95% de los casos) sigue circunscribiéndose a lo ya establecido en al legislación anterior.
En
resumen, "un balance muy negativo que ha
deteriorado la atención sanitaria de la Comunidad de Madrid
situándola a cola de las CCAA".
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