El
ritmo de desaparición de las abejas ha aumentado en todo el mundo,
un grave problema ecológico y económico
-
Imagen: Mateusz
Atroszko
-
|
Las
abejas
desaparecen en todo el mundo desde
hace décadas y, en los últimos años, el ritmo se ha acelerado. La
situación es mucho más grave que quedarse sin miel: la mayoría de
los alimentos que consumimos, o muchas plantas que ofrecen servicios
esenciales en los ecosistemas, no serían posibles sin la
polinización de estos insectos. Los científicos han detectado más
de una
docena de factores
que
inciden en las desapariciones, repentinas en ocasiones, de las
colmenas. Insecticidas, productos químicos nocivos, hongos,
parásitos, contaminación del aire o cambio climático son algunos
de ellos.
Las
abejas desaparecen en todo el mundo
El
descenso del número de abejas
melíferas,
las abejas de la miel, se conoce desde hace 50 años. En 2011, un
amplio estudio
del
Programa
de Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA)
destacaba
la aceleración mundial del problema en los últimos años.
Cerca
de un 84% de los cultivos comerciales depende de la polinización de
las abejas
En
Europa,
según el informe de Naciones Unidas, los países más afectados son
Bélgica, Francia, Alemania, Italia, Holanda, España y Reino Unido.
En Estados Unidos, la pérdida de colonias de abejas les ha dejado
desde 2004 con la menor capacidad polinizadora de los últimos 50
años. En este país acuñaron el término "síndrome
de
despoblamiento de las colmenas"
para
referirse a las pérdidas repentinas de sus colonias. Los apicultores
de lugares tan distantes como Asia o África informan de situaciones
similares desde hace años.
En
España, Luis
Pérez Ventosa,
presidente
de la Fundación Amigos de las Abejas, señala que la situación es
"dramática", como ocurre en algunas comarcas de Galicia,
donde las abejas casi han desaparecido. Según Pérez, el problema
puede ir a peor, "si bien algunos medios sensacionalistas se
pasan al relacionarlo con el fin del mundo y cosas parecidas".
Un
grave problema ecológico y económico
El
problema es más importante de lo que parece si no se conoce a estos
insectos. Las abejas sirven para mucho más que hacer miel. Su papel
como polinizadoras es clave en la naturaleza y en la economía: Achim
Steiner,
director ejecutivo del PNUMA, recuerda que de las cien especies de
cultivos que proporcionan el 90% de la comida mundial, más del 70%
se polinizan gracias a las abejas.
En
Europa, cerca de un 84% de los cultivos vegetales comerciales y un
80% de las plantas en estado salvaje dependen de la polinización de
las abejas, según
la
Comisión Europea. La Unión Alemana de Apicultores estima en 22.000
millones de euros anuales las ganancias
que
posibilitan estos y otros insectos polinizadores.
¿Por
qué desaparecen las abejas?
Los
científicos investigan desde hace años la desaparición de las
abejas y han detectado más
de una docena de factores negativos
que
inciden por separado o en conjunto ("efecto cocktail"):
Insecticidas:
dos recientes estudios
publicados
en la revista 'Science' señalan que el uso extendido de los
insecticidas neonicotinoides han afectado de forma negativa a las
colonias de abejas y abejorros. Estos pesticidas, introducidos a
principios de los años noventa del siglo pasado, se han generalizado
para el control de plagas en los cultivos de todo el mundo.
Productos
químicos:
diversos estudios han demostrado que algunas sustancias pueden
afectar al sentido de la orientación, la memoria o el metabolismo de
las abejas.
Nosema
Ceranae:
la presencia de este hongo en las colmenas mata a las abejas y
favorece otros factores letales para estos insectos, como el ácaro
parásito Varroa. Así lo señalaba un estudio de la revista Applied
and Environmental Microbiology.
Parásitos:
además del mencionado Varroa, otros parásitos, como un pequeño
escarabajo que daña las colmenas, causarían más daños que hace
décadas.
Contaminación
del aire:
reduce la potencia de los mensajes químicos que emiten las flores y
a las abejas y otros insectos les cuesta más localizarlas, según un
estudio
de
la revista Atmospheric Environment. Sería un círculo vicioso: si no
encuentran las flores no comen bien, mientras que las flores no se
reproducen al no polinizarse.
Cambio
climático:
podría agravar la situación de varias formas, como la alteración
en el tiempo de floración de las plantas o la cantidad y época de
lluvias, que afectaría a la cantidad y calidad del néctar.
Especies
invasoras:
abejas de otras regiones, como la africana o la asiática, se han
introducido en Estados Unidos y Europa, respectivamente, y dañan a
las especies autóctonas.
Campos
electromagnéticos:
las emisiones de postes eléctricos podrían confundir a las abejas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario