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Nunca
es tarde para ser activo, pero antes es clave visitar al
especialista.
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Por: REDACCIÒN
VIDA DE HOY|6:27 p.m.| 10 de Abril del 2012
La
OMS lidera un programa para concienciar sobre la importancia de vivir
sanamente desde la niñez.
Envejecer
bien y con buena salud tiene su ciencia y su matemática.
El
35 por ciento de cómo se llega a la vejez tiene que ver con un
determinante genético que da las reglas iniciales del juego. El otro
65 por ciento está dado por factores ambientales, estilos de vida,
exposición a tóxicos y desarrollo de enfermedades. Factores que
podemos modificar positivamente. Por eso, aunque la ciencia cada día
se preocupa por hacernos más longevos (y lo ha logrado), la lucha
actual busca que seamos adultos mayores saludables.
Ese
es el tema del Día Mundial de la Salud este año, que en Colombia se
celebra el 16 de abril. Las personas envejecemos, según el geriatra
del Hospital San Ignacio, Rodrigo Heredia, de tres formas: exitosa
(sin enfermedades relevantes y manteniendo una vida activa en la
sociedad), normal (con males que requieren tratamiento y con la salud
en riesgo de deteriorarse si no hay un control médico adecuado) y
mala (con un deterioro rápido de la salud, mayor al esperado para la
edad y que incluye enfermedades físicas y mentales que comprometen
las actividades funcionales).
Con
ese panorama es necesario aumentar la conciencia sobre los desafíos
que acompañan al envejecimiento.'La buena salud añade vida a los
años', es el lema que este año quiere dejar claro la Organización
Panamericana de la Salud (OPS).
Desde
la niñez
Un
buen envejecimiento no se da de la noche a la mañana, corresponde a
un trabajo desde la niñez e incluso desde antes de nacer.
Para
Iván Darío Escobar, médico endocrinólogo y presidente de la
Fundación Colombiana de Obesidad, "es clave tener conciencia y
asumir con responsabilidad hábitos de vida saludable desde
temprano". Resulta vital "hacer ejercicio para mantener
activos los músculos, dormir el tiempo necesario, trabajar con gusto
(no pensando que es una carga) y tener una buena alimentación, que
permita un peso saludable y estable", recomienda Alicia Cleves,
nutricionista del Centro Integral de Nutrición y Medicina (Cinumed).
Con
la edad, agrega Cleves, la absorción de calcio disminuye y la falta
de ejercicio y la menopausia favorecen la pérdida de masa ósea; por
lo tanto, "se debe suplir el calcio faltante, al igual que otros
nutrientes antioxidantes como vitaminas C, E, Zinc y A. Todo, siempre
orientado por un especialista".
Expertos
de la Clínica Mayo, de Estados Unidos, editaron la Guía de
autocuidados , en la que destacan cómo "el ejercicio regular
ayuda a prevenir la cardiopatía coronaria, la presión alta, el
ataque cerebral, la diabetes, la depresión, las caídas y algunos
tipos de cáncer". Además, recuerdan que "nunca es
demasiado tarde para ser activo". Eso sí, antes de comenzar
cualquier programa de ejercicio, es fundamental una valoración
médica completa.
Para
tener cuenta
En
lo psicológico: Una
vida con bajos niveles de estrés, que permita el desarrollo integral
de la persona, lleva a un envejecimiento psicológico adecuado y a
menos riesgo de de desarrollar males como la depresión o al
deterioro de la memoria.
En
lo social: El
envejecimiento es menos acelerado si hay programas de acceso a la
salud oportunos y de carácter preventivo y curativo, y redes de
apoyo familiar y gubernamental que protejan al anciano que empieza a
tener problemas de movilidad y vulnerabilidad física o mental. Es
clave que conozca sus cifras de colesterol, triglicéridos, tensión
arterial, peso, etc.
Con
los cinco sentidos
Para
mantener las funciones cognitivas es clave prevenir daños en el
cerebro y tener la mente activa.
Consejos
útiles:Participar
en juegos de mesa que involucran preguntas y respuestas y en otros
como sudoku y ajedrez, leer con velocidad y hacer crucigramas.
Ejercicios de evocación que impliquen memorizar o recordar algo,
visualizar (por ejemplo, cómo estaban vestidos los personajes de la
última película que vio), razonar y resolver problemas de lógica.
Realizar tareas complejas que suelen delegarse a otras personas; por
ejemplo, llenar el formulario de impuestos o armar un mueble de los
que vienen separados por partes.
Leer
y contar historias: exige
poner toda la atención y más cuando quiere contárselas a otras
personas.
Aprender
otro idioma: esto
reta al cerebro de forma constante, sobre todo cuando debe traducir o
explicar lo que significa una palabra.
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