Miguel Luis
Jiménez Atencia
Comisión
Constituyente Frente Cívico-Somos Mayoría Málaga
La
Renta Básica (RB) la podemos definir como la remuneración económica
a la que cada ciudadano tiene derecho por el mero hecho de ser
ciudadano. Se trata pues de un derecho universal, similar al derecho
al voto y tendría derecho todo ciudadano, mayor de 18 años,
independientemente de su nivel de renta, raza, sexo o religión.
Un
paso intermedio en el camino hacia la RB es el Subsidio por Desempleo
Indefinido en el tiempo (SDI). Este sería una RB que se perdería en
el momento en que el ciudadano obtuviera un trabajo o unas rentas
determinadas. Esta primera etapa en la consecución de la RB,
presentaría determinadas ventajas: permitiría un mayor margen
temporal para la búsqueda de los recursos económicos necesarios
para la RB, sería una forma efectiva de determinar el salario mínimo
interprofesional, ya que si este Subsidio por desempleo Indefinido
(SDI) es de 1000€/mes, nadie trabajaría en nada por menos de esta
cantidad y además, sería una forma de erradicar los núcleos de
pobreza y exclusión social de muchos ciudadanos y al haber más
dinero en circulación, la actividad económica en todos los sectores
se vería incentivada.
Pero
en el momento en que se trata el concepto de Renta Básica, los
detractores siempre se lanzan al ataque de esta idea esgrimiendo,
básicamente, dos argumentos:
- 1.- Con una RB o SDI nadie trabajaría.
- 2.- La implantación de la RB o SDI es inviable económicamente.
Sin
embargo, lo que subyace a este argumentario, como veremos a
continuación, son más razones de tipo ético que de tipo económico.
Al final, el razonamiento nos lleva a ver si es ético romper el lazo
que une los conceptos de trabajo y retribución. ¿Es posible que
exista una retribución sin haber trabajo? Ésta, es, en última
instancia, la pregunta a la que debemos responder.
Técnicamente,
la respuesta es clara: SI. Hoy en día, una persona, debido a la
evolución tecnológica que han experimentado los medios de
producción, es capaz de producir para varios miles de personas.
Muchos expertos auguran que, en un futuro cercano, la inmensa mayoría
de los medios de producción se encontrarán automatizados, siendo la
intervención humana ínfima. En este escenario, si no hay
retribución económica sin trabajo, tampoco existirá consumo, con
lo que el sistema entrará en crisis. Por otro lado, está la
vertiente ética en la que se basan los dos argumentos anteriores:
sin necesidades económicas nadie trabajaría o no es posible dar
derechos sin obligaciones o se crearan sociedades de vagos y
holgazanes que vivirán como parásitos de una sociedad que les
alimenta gratuitamente.
Vamos
a rebatir este argumentario clásico con datos concretos.
1.- Con una RB o SDI nadie
trabajaría:
Son
varios los ejemplos que podemos encontrar en diferentes partes del
planeta donde la implantación bien de una RB o bien de SDI no ha
supuesto un incremento de los datos de paro como determinados
creadores de opinión quieren hacernos creer. Igualmente no se han
creado sociedades sin valores al existir derechos sin obligacioines.
Por un lado tenemos un interesante ejemplo en los propios EEUU. En el
estado de Alaska, en los años 60, Jay Hammond, alcalde de Bristol
Bay, un pequeño pueblo de pescadores, observó como los grandes
ingresos derivados de la industria pesquera no repercutían en la
localidad que los propiciaba. De hecho, muchos de los habitantes de
Bristol Bay en la década de los 60 eran pobres. Ante esto, propuso
la creación de una tasa del 3% sobre la industria pesquera. Con este
dinero se creó un fondo cuyo propietario eran todos los ciudadanos
de Bristol Bay.
Posteriormente, Jay Hammond fue elegido Gobernador de
Alaska y en 1986, separó el 50% de los Royalty derivados de las
explotaciones petrolíferas y creó otro fondo de inversión. Cada
persona residente en Alaska, de cualquier origen, raza, sexo o edad,
tiene el derecho a recibir anualmente un dividendo social cuyo monto
es variable en función del rendimiento obtenido por el Permanent
Fund Dividend Application, el organismo gestor. En 2006, el dividendo
fue de 1.106.96 dólares anuales para una población entorno a los
700.000 habitantes.
Igualmente,
resulta muy interesante hablar del caso de Bélgica, donde los
parados tienen un Subsidio de Desempleo Indefinido en el tiempo. A
dicha remuneración económica tienen derecho aunque no hayan
trabajado nunca. Dicha asignación es de 1099€ mensuales. ¿Hay
alguien que trabaje en Bélgica? ¿Se ha creado una sociedad de vagos
y vividores sin valores? La respuesta la podemos encontrar en sus
datos de desempleo y en la productividad laboral. En el año 2011, en
pleno apogeo de la crisis económica, la tasa de paro de Bélgica era
del 7.2%. Por otro lado, según datos de 2011 de la Organización
para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), la
productividad laboral de Bélgica es de las más altas del mundo.
Como vemos, la ruptura del dipolo remuneración-trabajo no ha llevado
a una sociedad desestructurada ni de holgazanes, muy al contrario,
las personas se encuentran más motivadas en su trabajo, ya que
pueden elegir con mayor libertad un trabajo que les gusta. Ello
deviene en una mayor productividad y un mayor compromiso con su
trabajo.
Finalmente
comentaremos el caso de Suiza, donde recientemente, el gobierno ha
publicado en el Boletín Federal del país una propuesta bajo el
título: Por un subsidio de base incondicional. Bajo este enunciado,
se propone la creación de una asignación mensual, que oscilaría
entre 1500 y 2000€, para todos los ciudadanos del país. La
financiación de dicha medida vendrá dada por un aumento de los
impuestos. Con esta medida, según Oswald Sigg, miembro del comité
de la iniciativa "la gente no trabajará menos, sino que lo hará
de otra manera, más de acuerdo con sus intereses personales, y los
que quieran ganar más, trabajarán más". Por su parte, el
economista Samuel Bendahan comenta que a su juicio "la gente
trabaja por motivación intrínseca, por motivos sociales y no por
dinero", por lo que la incitación al trabajo sería aún mayor
gracias a esta prestación. Como podemos observar con estos ejemplos
tan esclarecedores, el argumento nº1 en contra de la RB o del SDI
queda vacío de contenido.
2.-
La implantación de la RB o SDI es inviable económicamente.
Para
ver si una medida como esta es o no inviable económicamente, lo
primero que necesitamos saber es de que cantidad económica estamos
hablando, es decir, qué partida necesitamos introducir en los
presupuestos generales del estado para hacer frente a una medida como
esta. Para conocer dicha cantidad debemos fijar qué cuantía mensual
se le daría a cada persona y cuantas personas tendrían DERECHO a
estas retribuciones ciudadanas.
Al
objeto de estas reflexiones vamos a tomar como cantidad mensual
1000€. Siendo el fin último que todo ciudadano mayor de 18 años
tenga derecho a dicha retribución, vamos a plantearlo como una
operación en dos fases: primero, como un SDI y posteriormente, como
una RB a la que tendrían derecho todos los ciudadanos
independientemente de si trabajasen o no. Así pues, en esta primera
fase, los beneficiarios serían los parados mayores de 18 años.
A
Junio de 2012, en España teníamos 4.615.269 parados, según fuentes
del Ministerio de Empleo. Se asume que, una parte de las personas que
están trabajando en condiciones de explotación, con sueldos
inferiores a los 1000€/mes, o sencillamente que trabajan en lo que
no les gusta, dejarían el trabajo. Es, por ello, que vamos a asumir
el doble de parados, es decir 9 millones. Con estos datos,
necesitaríamos 108 mil millones de € anuales. Igualmente, debemos
considerar que esta cifra es un máximo ya que conforme nadie
trabajara por menos de 1000€/mes, todos los empresarios que
necesitaran contratar a personal tendrían que hacerlo por más
dinero y con mejores condiciones laborales. Además, habría
ciudadanos que podrían dedicarse a lo que realmente les gusta y
terminarían encontrando su trabajo deseado.
Por todo ello, estas
cifras de paro irían bajando con el tiempo y por lo tanto, el
esfuerzo financiero del Estado también. No cabe duda, igualmente,
que con más dinero en la calle, la actividad económica aumentaría,
el consumo interno subiría y en definitiva, los ingresos del estado
por IVA, IRPF, etc, aumentarían en la misma proporción.
Sin
embargo, obviando todo esto, aún nos queda por buscar 108 mil
millones de Euros. Según cálculos del Banco Mundial y de la GHESTA
(Sindicato de técnicos del Ministerio de Hacienda) el fraude fiscal
asciende a unos 240 mil millones de €. Esto ya es más del doble de
lo que se necesitaría para la implantación del SDI. Por otro lado,
según datos de Merryl Linch, en España hay más de 143.000 personas
con más de un millón de Dólares en efectivo ( o que rápidamente
pudiera hacerse líquido). Igualmente, existe un número
indeterminado de grandes fortunas y un grupo de unas 3000 personas
con más de 25,000 millones de €. Todos ellos, junto con diversos
accionistas atesoran, unos 400 mil millones de €, los cuales se
agrupan en las SICAV y cotizan al 1%. Ante tantas cifras, es
necesario ponerlas en contexto, estos 400 mil millones de € es lo
mismo que tienen los 17 millones de hogares que existen en España.
No es necesario decir que un aumento de la presión fiscal sobre las
SICAV nos reportaría también ingentes cantidades económicas. Pasar
del 1% al 10% supondría un ingreso extra de 36 mil millones de €.
La imposición de la Tasa Tobin a las transacciones financieras sería
otra importante fuente de ingresos. Según un estudio de la Fundación
Ideas, un impuesto del 0,05% de las operaciones llevadas a cabo en
España supondrían unos 6300 millones de € anuales.
Los
paraísos fiscales son otro agujero negro. Según un estudio
realizado por James Henry, experto en paraísos fiscales y exjefe
economista de la consultora McKinsey, para la organización Tax
Justince Network, los millonarios han evadido en el mundo unos 15
billones de €, es decir, unas 15 veces el PIB de España o la suma
del PIB de EEUU y Japón. Complices necesarios de dichas evasiones
fueron los bancos USB y el Credit Suisse y, como no, Goldman Sachs.
Sólo ellos han gestionado 5 de los 15 billones de € (con b de
barbaridad). Según la Tax Justice Network, la evasión fiscal en
España sería de 107 mil millones de €. Dicha agencia sitúa a
España como décima nación con mayores ratios de fugas impositivas.
Por
otro lado, también tenemos los 752 millones de € que deben los
Clubs de futbol (que no son otra cosa que empresas privadas) a
Hacienda o los 3000 millones de € que se ingresarían si la iglesia
Católica pagara el IBI. En fin, ha llegado la hora de hacer la suma
:
- Fraude Fiscal 240 mil millones €
- Evasión Fiscal 107 mil millones €
- SICAV 10% 36 mil millones €
- Tasa Tobin 6,3 mil millones €
- IBI Iglesia Católica 3 mil millones €
- Regulación Futbol 0,752 mil millones €
- TOTAL 393 MIL MILLONES €
Creo
que sobran las palabras. El segundo argumento de inviabilidad
económica no solamente es falso, sino que, con estas fuentes de
financiación, el estado tendría cuatro veces más dinero de lo que
se necesitaría para la implantación del SDI. Para que nos hagamos
una idea de la cantidad tan astronómica de la que estamos hablando,
según datos del Ministerio de Economía, el presupuesto de España
para el año 2012 es de 312 mil millones de €, es decir, con estas
medidas se podría, en muy poco tiempo, duplicar el presupuesto
nacional. Vemos pues, que los argumentos esgrimidos en contra de la
RB o SDI son desmontadas bajo el peso de los datos concretos y de las
realidades existentes en otros lugares.
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