- Es un material que mejora el confort térmico en edificios y permite reducir el CO2 de la atmósfera, mediante el uso de líquenes, musgos y otros microorganismos
EUROPA
PRESS -
MADRID PUBLICO
MADRID 12/12/2012
Desarrollan un
hormigón biológico
para construir fachadas ‘vivas’con
líquenes, musgos y otros
microorganismos. UP |
El Grupo de Tecnología de
Estructuras de la Universidad Politécnica de Catalunya ha
desarrollado y patentado un tipo de hormigón biológico, con
capacidad para que crezcan organismos pigmentados de manera natural y
acelerada. El material, que está ideado para fachadas de edificios u
otras construcciones en climas mediterráneos, ofrece ventajas
medioambientales, térmicas y ornamentales respecto a otras
soluciones de construcción similares.
Los investigadores estudian el nuevo
tipo de hormigón biológico a partir de dos materiales a base de
cemento. El primero de ellos es el hormigón convencional carbonatado
(basado en cementoPortland), con el cual obtienen un material
de un pH del entorno de 8. El segundo material está fabricado con un
cemento de fosfato de magnesio (MPC, Magnesium-Phosphate Cement),
conglomerante hidráulico que no requiere ningún tratamiento para
reducir el pH, puesto que éste es ligeramente ácido.
El cemento de fosfato de magnesio se ha
utilizado anteriormente como material de reparación por su propiedad
de rápido fraguado. Además, también se ha empleado como biocemento
en el ámbito de la medicina y la odontología, lo cual indica
que no tiene un impacto medioambiental adicional. La innovación de
este novedoso hormigón (multicapa vertical) es que se comporta como
un soporte biológico natural para el crecimiento y desarrollo de
determinados organismos biológicos, concretamente ciertas familias
de microalgas, hongos, líquenes y musgos.
Una vez patentada la idea, el equipo
investiga la mejor manera para favorecer el crecimiento acelerado de
este tipo de organismos en el hormigón. El objetivo de la
investigación es conseguiracelerar el proceso natural de
colonización, obteniendo un aspecto atractivo en no más de un
año. La idea es también que las fachadas construidas con el nuevo
material muestren una evolución temporal mediante cambios de
coloración en función de la época del año, así como de las
familias de organismos predominantes. En este tipo de construcción,
se evita la aparición de otros tipos de vegetación para impedir que
sus raíces echen a perder el elemento constructivo.
Tres capas de material
Para obtener el hormigón biológico se
han modificado, además del pH, otros parámetros que influyen en la
bioreceptividad del material, como por ejemplo la porosidad y la
rugosidad superficial. El resultado obtenido es un elemento
multicapa, es decir, un panel que, además de una capa estructural,
consta de otras tres capas más: la primera de ellas es una capa
de impermeabilización situada sobre la anterior, la cual sirve
de protección ante el paso del agua hacia la capa estructural para
evitar que pueda deteriorarse. La siguiente es la capa biológica,
la cual permitirá la colonización y permitirá la acumulación de
agua a su interior. Actúa como microestructura interna, favorece la
retención y dirige la expulsión de la humedad; puesto que tiene
capacidad para captar y almacenar el agua de la lluvia, esta capa
facilita el desarrollo de los organismos biológicos. Finalmente, la
última se basa en una capa de revestimiento, la cual será
discontinua y hará la función de impermeabilización inversa. Esta
capa permitirá la entrada del agua de la lluvia y evitará su
pérdida; de este modo, se redirigirá la salida del agua allá donde
interesa obtener crecimiento biológico.
Reducción de CO2
El nuevo material, que tiene
aplicaciones diversas, ofrece ventajas de tipos medioambientales,
térmicos y estéticos, según el equipo investigador, de la
Escuela de Caminos, encabezado por Antonio Aguado y formado también
por Ignacio Segura y Sandra Manso. Desde el punto de vista
medioambiental, permite absorber y, por lo tanto, reducir el CO2 de
la atmósfera, gracias al recubrimiento biológico. A la vez, tiene
capacidad para captar la radiación solar, lo cual permite regular la
conductividad térmica en el interior de los edificios en función de
la temperatura lograda. El hormigón biológico funciona no sólo
como material aislante y regulador térmico, sino también como
alternativa ornamental, de forma que sirve para decorar la fachada de
edificios o la superficie de construcciones con diferentes acabados y
tonalidades cromáticas; está pensado para colonizar áreas
determinadas, sin necesidad de cubrir toda una misma superficie, y
con variedad de colores. La idea es crear una pátina de materia como
cobertura biológica o pintura "viva". Por otro lado,
también ofrece la posibilidad de usos en zonas ajardinadas, como
elemento decorativo y de integración paisajística y sostenible de
elementos constructivos, para conseguir una mayor integración de
estos con el entorno.
Rehabilitación de patrimonio
arquitectónico
El material comporta un nuevo
concepto de jardín vertical no sólo para edificios o elementos
de nueva construcción, sino también para rehabilitar los
existentes. A diferencia de los sistemas actuales de fachadas
vegetadas y jardines verticales, el nuevo material plantea un
crecimiento biológico sobre el mismo material soporte; por lo tanto,
no necesita complejas estructuras portantes y permite seleccionar la
zona de la fachada en la que se quiere obtener crecimiento biológico.
Las fachadas vegetadas y los jardines verticales se basan en la
utilización de un sustrato vegetal contenido en algún tipo de
recipiente, o bien mediante cultivos totalmente independientes de
sustrato, como por ejemplo los cultivos hidropónicos. Pero requieren
complejos sistemas auxiliares al propio elemento constructivo (capas
de material) e incluso estructuras adyacentes de tipo metálico o
plástico que comportan complicaciones asociadas a cargas
adicionales, así como reducción de luminosidad y reducción del
espacio circundante del edificio. El nuevo hormigón "verde"
consigue el crecimiento directo de los organismos a partir del
conjunto multicapa.
Patente y comercialización
La investigación ha dado fruto a una
tesis doctoral que está elaborando Sandra Manso. Actualmente se está
llevando a cabo la campaña experimental correspondiente a la fase de
crecimiento biológico, que se realizará a caballo entre la UPC y la
Universidad de Gent (Bélgica). Esta investigación ha contado
con el apoyo del profesor Antoni Gómez-Bolea, de la Facultad de
Biología de la Universitat de Barcelona, quien ha hecho aportaciones
en el ámbito de crecimiento biológico sobre materiales de
construcción. Actualmente, la innovación está en vías de obtener
la patente y la empresa catalana ESCOFET 1886 S.A., fabricante de
paneles de hormigón arquitectónico y de mobiliario urbano, ya se ha
mostrado interesada en comercializar el material.
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