- La Fundación Vivo Sano inicia una campaña contra este componente tóxico de los plásticos
- Se trata de un disruptor endocrino que ya se eliminó de la fabricación de biberones en 2011
ELENA
G. SEVILLANO
Madrid 21
FEB 2013
El
13 de diciembre pasado la Asamblea Nacional francesa votó de forma
casi unánime a favor de una ley
que prohíbe el uso de bisfenol A,
uno de los disruptores endocrinos más frecuentes, en materiales de
uso alimentario. Es el primer país europeo que erradicará esta
sustancia química, que se usa para fabricar envases como botellas o
tuppers
y
en los revestimientos de latas de conserva, y que se ha relacionado
con enfermedades como diabetes, infertilidad, cáncer de mama o de
próstata. Los disruptores endocrinos son compuestos químicos
presentes en multitud de productos de uso cotidiano (plásticos,
cremas, champús...) sobre
cuyos efectos en la salud ha alertado un informe de la OMS.
La Unión Europea ya eliminó el bisfenol A (abreviado como BPA) de
los biberones infantiles en 2011. Ahora la Fundación
Vivo Sano
ha
lanzado una campaña para pedir que España prohíba de forma urgente
este compuesto en materiales en contacto con alimentos y bebidas.
"El
bisfenol A es la estrella de los disruptores endocrinos, el más
estudiado. Hay una base científica impresionante, con más de 1.000
estudios realizados.
Los datos científicos han hecho que la agencia
de seguridad alimentaria francesa, la Anses, tome la decisión de
prohibirlo. No queremos que España vaya a remolque, sino que esté
en la vanguardia y ya hemos empezado contactos con grupos políticos",
ha explicado este jueves en rueda de prensa el director de la
campañaHogar
sin tóxicos,
Carlos de Prada. La Anses determinó en un estudio de 2011 que era
necesario sustituir esta sustancia en los envases en contacto con
alimentos "cuanto antes".
El
Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente (UNEP en sus
siglas en inglés) y la Organización
Mundial de la Salud
presentaron
esta semana un
informe
encargado
a 16 especialistas para evaluar las evidencias científicas
relacionadas con los efectos de los disruptores endocrinos. Una de
sus principales conclusiones es que estos compuestos químicos son
una “amenaza global” que hay que vigilar.
El
cientítico Nicolás Olea, catedrático de la Facultad de Medicina de
la Universidad de Granada, ha explicado que el bisfenol A llega a la
sangre a través de los alimentos o las bebidas que han estado en
contacto con materiales como envases, botellas de plástico o latas.
Se utiliza para crear policarbonato, un tipo de plástico rígido
transparente, y resinas epoxi, que se usan en recubrimientos y
revestimientos de latas de conserva, por ejemplo. "Si se protege
a los niños hasta los tres años al prohibir el bisfenol A en los
biberones, por qué no se hace con el que es más débil, el feto.
Habría que extender la prohibición por lo menos a las mujeres en
edad de procrear", ha señalado Olea.
"Los
poderes públicos están obligados a velar por la salud de los
consumidores frente a cualquier posible amenaza que la comprometa y,
por lo tanto, en el caso que nos ocupa, deben adoptar con urgencia
medidas tendentes a que se reduzca la presencia de Bisfenol A en el
cuerpo de la población española", señala la
web de la campaña.
"Con la mayor premura posible, debe redactarse una ley en España
que impida que cualquier material, envase o recipiente destinado a
estar en contacto con alimentos y bebidas (y estos en sí mismos)
puedan contener Bisfenol A", añade. La petición va acompañada
de un informe que repasa la evidencia científica disponible sobre
este y otros compuestos químicos en el punto de mira de las
autoridades sanitarias.
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