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de blog
por Eric
Darier
-
julio 3, 2013
China
tiene una gran tradición en el uso de la medicina natural a base de
plantas. Una tradición que se remonta a miles de años y que se basa
en la capacidad de la naturaleza para prevenir enfermedades y
restaurar la salud humana. En los últimos tiempos los productos
herbales chinos se han convertido en un icono mundial debido a sus
propiedades curativas y
se incluyen en la dieta diaria (sopas, salteados e infusiones) por
millones de personas de todo el mundo.
Desde
2009, China es el mayor exportador del mundo de este tipo de
productos. Muchas
personas los consumen porque consideran que son buenos para la salud,
sin conocer que están expuestos a niveles peligrosos de
pesticidas.
Así
lo demuestra un estudio reciente de Greenpeace en Asia Oriental que
ha publicado un informe en el que denuncia cómo China
exporta su medicina tradicional con gran contenido de residuos de
pesticidas.
Tras
el lanzamiento del informe la semana pasada “Productos
herbales chinos ¿Elixir de salud o cóctel químico?”
(en
inglés) se ha publicado una segunda publicación para explicar cómo
se han encontrado estos residuos de plaguicidas en los productos
exportados desde China.
Greenpeace
realizó analíticas en 36
muestras de estos productos comprados en tiendas de Londres, Virginia
(cerca
de Washington DC), París, Amsterdam, Hamburgo, Milán, Toronto y
Vancouver, con los siguientes resultados:
- 32 muestras (¡casi el 90% de todas las muestras!) Contenían tres o más tipos de plaguicidas. El récord lo tiene Alemania y Canadá, donde las muestras de madreselva contenían 26 y 24 tipos diferentes de pesticidas, respectivamente.
- Casi la mitad de todas las muestras (17) contienen plaguicidas enumerados como muy o extremadamente peligrosos por la Organización Mundial de la Salud (OMS).
- Unas 26 muestras presentaron niveles de residuos de pesticidas que excedían lo que las autoridades europeas consideran que el nivel máximo de seguridad (LMR).
Los
pesticidas (herbicidas, insecticidas, fungicidas, etc) son sustancias
tóxicas diseñadas para matar. El
problema es que los pesticidas no sólo matan las plagas objetivo,
también matan o afectan a otras formas de vida que pueden ser
beneficiosos para la producción de alimentos o cumplir una función
tan importante en los ecosistemas como la polinización. Nos
referimos a las
abejas y otros polinizadores.
Los
seres humanos también pueden verse afectados por los plaguicidas
tóxicos. Estudios científicos alertan que los pesticidas pueden
causar envenenamiento y en algunos casos la muerte a corto plazo con
altas dosis de las sustancias más peligrosas. También ocasionan
graves efectos crónicos a largo plazo con la exposición aún a
niveles muy bajos.
Los pesticidas están involucrados en graves
problemas de salud, como la reducción
de la fertilidad masculina, cáncer testicular y problemas del
sistema nervioso,
especialmente en los niños y niñas.
A
nivel mundial, sin embargo, la venta anual de estos productos del
sector químico se duplicaron entre los años 2000 y 2009, y la
industria química mundial ha proyectado que sus ventas crezcan en un
3% por año hasta 2050. Una tendencia que no es sostenible desde el
punto de vista ecológico ni para la salud de las personas. Es,
literalmente, un callejón sin salida.
Este último escándalo
confirma una vez más que el sistema
de agricultura intensiva química está fuera de control. Greenpeace
pide a los gobiernos que tome medidas, reduzca el uso de plaguicidas
promoviendo la agricultura ecológica frente a la agricultura
industrial intensiva con aplicación masiva de insumos químicos.
Greenpeace
también quiere exigir una mayor
financiación pública para investigar la agricultura ecológica y en
particular sobre las alternativas no químicas para controlar las
plagas. No
esperemos que no haya abejas o que otros productos alimenticios se
contaminen con sustancias químicas tóxicas.
Vamos a ayudar a los
agricultores a cambiar rápidamente a la agricultura ecológica, que
es la única opción viable.
Post
Eric Darier (@EDarier), responsable de la campaña de agricultura
ecológica de Greenpeace Internacional.
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