La
desaparición de los polinizadores puede vaciar las estanterías de
las tiendas de comestibles
Carlos
de Prada,
Madrid, 01/07/2013
Estos
días un supermercado anglosajón hizo el ejercicio de fotografiar
una parte de sus dependencias en dos momentos. Primero, tal y como
están hoy en día. Después suprimiendo aquellos productos que no
habrá el día que las abejas dejen de polinizar las plantas que los
producen. El resultado es espectacular, tal y como puede apreciarse
comparando unas y otras instantáneas. Habría muchos espacios
vacíos. Los que hoy ocupan manzanas, cebollas, aguacates,
zanahorias, mangos, limones, limas, melones, calabacines, berenjenas,
pepinos, apio, coliflores, puerros, coles, brócolis,... que serían
mucho más difíciles de encontrar si no existiesen los
polinizadores.
El
ejemplo visual, mostrado por la cadena de supermercados Whole
Foods Market,
no es más que ilustración de un hecho asumido: la
producción de una parte importante de la agricultura caería
brutalmente sin las abejas y otros polinizadores.
Las
abejas son claves en la agricultura mundial
Según
datos de la FAO de 100 cultivos que dan el 90% de los alimentos del
mundo, 71 son polinizados por abejas. En Europa el 84% de las
especies de 264 cultivos son polinizados por insectos. No hace falta
tener mucha imaginación para percatarse del impacto brutal que la
desaparición de los polinizadores tendría para la agricultura. Y lo
mismo cabe decir del impacto que podría tener sobre la flora
silvestre. Miles de especies vegetales existen gracias a los
insectos. Nada menos que el
87% de las plantas con flores del mundo dependen de animales para la
polinización.
Las
pérdidas económicas que ocasionaría la pérdida de la polinización
serían enormes
Es
por cosas como estas que Albert Einstein, de una forma acaso un tanto
exagerada, dijo que si las abejas desaparecieran al hombre le
quedarían cuatro años sobre la tierra.
Las
pérdidas económicas que ocasionaría la pérdida de la polinización
serían enormes.
Según la Comisión Europea el valor de la polinización en Europa
sobrepasa los 22.000 millones de euros anuales. En el mundo la cosa
llegaría a los 265.000 millones anuales.
Sin
polinización un tercio de los cultivos perderían productividad (la
productividad bajaría hasta un 75%). Y la polinización es esencial
para obtener muchas frutas, verduras, leguminosas, frutos secos,
cultivos forrajeros,...
Los
cultivos polinizados se cuentan entre los más valiosos.
El valor por tonelada de los cultivos polinizados es un 500% (cinco
veces) superior al de aquellos que no dependen de la polinización.
Se
está dando una lamentable circunstancia. Que aunque la demanda de
ésos cultivos dependientes de la polinización crece de día en día,
en paralelo están cayendo las poblaciones de abejas y otros
polinizadores. En especial en zonas como Norteamérica y Europa,
aunque también en otras áreas como China o Egipto. En EE.UU. se
habrían perdido entre el 30 y el 40% de las colonias desde 2006. En
Europa, la media sería de un 20%. Europa Central habría perdido un
25% desde 1985. En el Reino Unido podría ser un 54%. Países como
España, aunque no se hayan realizado cuantificaciones más o menos
exactas, han sufrido también fuertes caídas de poblaciones en
algunas zonas. Y España
es el país líder de la UE en producción de miel y polen.
Insecticidas
que perjudican a las abejas
¿Por
qué están cayendo las poblaciones de abejas?. Las razones son
diversas y actúan combinadamente, potenciándose unas a otras. Entre
ellas algunas enfermedades y parásitos, como el ácaro
Varroa o
el microsporidio
Nosema,
que producen grandes estragos. También factores como el
debilitamiento derivado de la falta de polen que traen aparejados los
extensos monocultivos en torno a los cuales se han eliminado los
linderos, llenos de flores, con maquinaria y herbicidas. Y, por
supuesto, entre
los principales factores que dañan a las abejas se cuentan una serie
de insecticidas que están en el punto de mira de los científicos.
Entre
los efectos que los más diversos estudios científicos han asociado
a la exposición a diversos insecticidas se citan muchos, y van desde
la muerte de las abejas, a la reducción de su capacidad de
identificar las flores, o de recordar el camino de vuelta a la
colmena, pasando por otros muchos que podrían venir a darse la mano
en serios quebrantos a las poblaciones de abejas.
Han
llegado a contarse hasta 17 pesticidas diferentes en una sola muestra
de polen
Insecticidas
y abejas congenian mal. Sin embargo, han
llegado a contarse hasta 17 pesticidas diferentes (insecticidas,
fungicidas, herbicidas, acaricidas,...) en
una sola muestra de polen.
Greenpeace
publicó
hace poco un completo informe sobre "el declive de las abejas"
que resumía el problema, pidiendo la eliminación de 7 pesticidas.
Entre ellos estaban tres que la UE ha resuelto recientemente prohibir
temporalmente para algunos usos, como
el
famoso imidacloprid, la clotianidina y el tiametoxam (pertenecientes
a una familia de insecticidas que cada vez estás siendo más
controvertida: los neonicotinoides). Los otros cuatro serían el
fipronil, el clorpirifos, la cipermetrina y la deltametrina.
La
lucha ecologista, que es a la vez la de muchos científicos y
apicultores, se concentra en ampliar la prohibición y se ve
respaldada cada vez con más fuerza. Lo último fue la aprobación de
un informe de la Agencia Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA)
reconociendo los riesgos del fipronil usado en algunos cultivos. Luis
Ferreirim,
experto de Greenpeace en la materia lamenta "la
excesiva lentitud con la que se están adoptando medidas,
haciendo un llamamiento a las autoridades para que se actúe con
celeridad en el caso del fipronil y de otras sustancias que se sabe
que pueden representar una amenaza para los polinizadores".
Veremos qué pasa con este insecticida y con los demás. De un lado
está la conservación del medio y los servicios clave que representa
la polinización. Del
otro, los intereses de algunas pocas grandes empresas químicas:
Bayer, Syngenta, Basf, ... capaces de mover muchos resortes.
La
alternativa mejor, como comenta Greenpeace en su informe estaría
clara:
la
agricultura ecológica, sin uso de pesticidas.
También aumentar la diversidad florística en el entorno de los
cultivos, huyendo del emprobrecimiento que suponen las grandes
extensiones de monocultivos. Sería importante mantener lindes,
barbechos, setos y áreas naturales, alrededor de las áreas
cultivadas, que al favorecer la alimentación de los polinizadores
haría crecer la productividad de los cultivos. Lo que sería mejor
se sabe. Otra cosa será que lo mejor para todos se imponga a lo que
es lo mejor para unas cuantas empresas. Está en juego uno de los
procesos naturales más importantes: la polinización.
Carlos
de Prada,
Madrid. 01/07/2013
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