
Los
no elegidos potentados de la Comisión de la Unión Europea en
Bruselas han tratado de invalidar recientemente lo que repetidamente
ha demostrado ser la abrumadora oposición de la población de la UE
a que se propaguen los organismos modificados genéticamente (OMG)
por la agricultura de la UE.
El
presidente de la Comisión de la UE tiene ahora un contable maltés
como comisionado de sanidad y medio ambiente para dar el visto bueno
a la adopción de los OMG. El anterior comisionado de medio ambiente
de la UE procedente de Gracia se oponían ferozmente a los OMG. El
gobierno chino también ha señalado que puede aprobar una variedad
de arroz OMG. Antes de que las cosas vayan demasiado lejos, harían
bien en observar atentamente el mayor laboratorio de OMG del mundo,
Estados Unidos.
Ahí
los cultivos OMG son todo menos beneficiosos. Todo lo contrario. Lo
que se elimina cuidadosamente de la propaganda de Monsanto y de otras
agroindustrias a la hora de promocionar cultivos modificados
genéticamente como una alternativa a los cultivos convencionales es
el hecho de que en todo el mundo hasta el presente las cultivos de
OMG han sido manipulados y patentados sólo por dos razones: la
primera, ser resistentes o "tolerantes" al patentado
herbicida químico glifosato altamente tóxico que Monsanto y los
demás obligan a comprar a los agricultores como condición para
comprar sus patentadas semillas. La segunda característica es que
las semillas OMG han sido modificadas genéticamente para resistir a
insectos específicos. Contrariamente a los mitos de relaciones
públicas promovidos en su propio interés, no existe una sola
semilla OMG que proporcione un mayor rendimiento en la cosecha que
las convencionales, ninguna que requiera menos herbicidas químicos
tóxicos, por la simple razón de que no hay beneficio en ello.
La
plaga de las super-semillas gigantes
Como
ha señalado el destacado opositor a los OMG y biólogo, el dr.
Mae-Wan Ho del Instituto de Ciencia de Londres, las compañías como
Monsanto incorporan a sus semillas una tolerancia a los herbicidas
gracias a una forma de insensibilidad al glifosato del gen codificado
para el enzima atacado por el herbicida. El enzima deriva de la
bacteria del suelo Agrobacterium tumefaciens. La resistencia a los
insectos se debe a una o más toxinas derivadas de la bacteria del
suelo Bt (Bacillus thuringiensis). Hacia 1997 Estados Unidos empezó
a cultivar a gran escala plantes OMG por motivos comerciales. En este
momento las cosechas de OMG ocupan entre el 85% y el 91% de las zonas
plantadas con los principales cultivos de Estados Unidos, soja, maíz
y algodón, en casi 171 millones de acres.
Según
Ho, está a punto de estallar la bomba de relojería ecológica
asociada a los OMG. Al cabo de varios años de aplicación constante
de herbicidas patentados de glifosato, como el muy famoso Roundup de
Monsanto, han evolucionado nuevas "super malas hierbas"
resistentes a los herbicidas como una respuesta de la naturaleza ante
los intentos del hombre de violarla. Para controlar a las super malas
hierbas se necesita mucho más, no menos, herbicida.
ABC
Television, una importante cadena nacional de televisión
estadounidense, elaboró hace poco un documental sobre las super
malas hierbas titulado "No se puede acabar con las super malas
hierbas" [1].
Entrevistaron
a agricultores y científicos de toda Arkansas que describían los
campos invadidos por gigantescas malas hierbas de Amaranthus palmeri
que podían soportar todas las pulverizaciones de glifosato que les
hicieran los agricultores. Entrevistaron a un agricultor que había
gastado 400.000 € en sólo tres meses en un intento frustrado de
acabar con las malas hierbas.
Las
nuevas super malas hierbas son tan robustas que las cosechadoras no
pueden cosechar los campos y las herramientas manuales se rompen al
tratar de cortarlas. Sólo en Arkansas esta nueva plaga biológica
mutante ha invadido al menos 400.000 hectáreas de soja y algodón.
No se dispone de datos detallados de otras zonas agrícolas pero se
cree que son similares. Se ha informado de que el pro-OMG y
pro-agroindustria Departamento de Agricultura de Estados Unidos ha
mentido acerca del verdadero estado de las cosechas estadounidenses,
en parte para ocultar la nefasta situación y para evitar que estalle
una revuelta contra los OMG en el mayor mercado de estos del mundo.
Una variedad de super mala hierba, la Amaranthus palmeri, puede
alcanzar hasta 2,4 metros de altura, soporta fuertes calores y
prolongadas sequías, y produce miles de semillas con un sistema de
raíces que agota los nutrientes de los campos. Si se la deja crecer
libremente, ocupa todo un campo en un año. Algunos agricultores se
han visto obligados a abandonar sus tierras. Hasta el momento, además
de en Arkansas, también en Georgia, Carolina del Sur, Carolina del
Norte, Tennessee, Kentucky, Nuevo México, Mississippi y más
recientemente, en Alabama y Missouri se ha detectado la invasión de
Amaranthus palmeri en regiones de cultivos de OMG.
Los
especialistas en malas hierbas de la Universidad de Georgia calculan
que sólo dos plantas de Amaranthus palmeri por cada 6 metros de
largo en las filas de algodón pueden reducir el rendimiento en al
menos un 23%. Una sola planta de mala hierba puede producir 450.000
semillas [2].
Se
está encubriendo el peligro de la toxicidad del Roundup
El
glifosato es el herbicida más utilizado en Estados Unidos y en todo
el mundo. Patentado y vendido por Monsanto desde la década de 1970
bajo el nombre comercial de Roundup, es un componente obligatorio al
comprar las semillas OMG de Monsanto. Usted no tiene usted más que
ir a la tienda de jardinería local, pedirlo y leer la etiqueta
cuidadosamente.
Como
detallo en mi libro, Seeds of Destruction: The Hidden Agenda of
Genetic Manipulation, unas compañías que eran fundamentalmente
compañías químicas (Monsanto Chemicals, DuPont and Dow Chemicals)
desarrollaron en la década de 1970 las cosechas OMG y las semillas
patentadas, con un importante apoyo financiero de la pro-eugenista
Fundación Rockefeller. Las tres compañías se vieron implicadas
tanto en el escándalo del muy tóxico Agente Naranja utilizado en
Vietnam, como en el de la dioxina en la década de 1970, y mintieron
para ocultar el verdadero daño infligido tanto a sus propios
empleados como a poblaciones civiles y militares expuestos a ellos.
Sus
semillas OMG patentadas se consideraron un medio inteligente de
obligar a comprar cada vez más sus productos químicos agrícolas,
como el Roundup. Los agricultores tenían que firmar un contrato con
Monsanto en el que se estipulaba que sólo se podía usar el
pesticida Roundup de Monsanto. De esta manera los agricultores están
atrapados y obligados a comprar nuevas semillas de Monsanto en cada
cosecha, además del tóxico glifosato.
En
un equipo dirigido por el biólogo molecular Gilles-Eric Seralini, la
Universidad de Caen, Francia, realizó un estudio que demuestra que
el Roundup contenía un ingrediente, el polyethoxylated tallowamine,
o POEA. El equipo de Seralini demostró que el POEA en el Roundup era
incluso más mortífero para los embriones humanos y para las células
de la placenta o del cordón umbilical que el propio glifosato.
Aparte del glifosaro, Monsanto se niega a dar a conocer detalles del
contenido de su Roundup alegado que es objeto de una patente [3].
El
estudio Seralini encontró que los ingredientes inertes del Roundup
amplifican los efectos tóxicos sobre las células humanas, ¡incluso
en concentraciones mucho más diluidas que las utilizadas en granjas
y pastos! El equipo francés estudió múltiples concentraciones de
Roundup, desde la dosis típica de cultivos o pastos hasta
concentraciones 100.000 veces más diluidas que los productos que se
venden en el mercado. Los investigadores encontraron que era dañino
para las células en todas las concentraciones.
La
propaganda del glifosato y del Roundup señala que son "menos
tóxicos que la sal de mesa" en un panfleto del Instituto de
Biotecnología que promueve las cosechas de OMG como 'combatientes de
las malas hierbas'. Trece años de cosechas de OMG en Estados Unidos
han aumentado el uso total de pesticidas en 318 millones de libras en
vez de reducirlo como prometían los Cuatro Jinetes del Apocalipsis
OMG. La carga extra de enfermedades en la nación a causa de ello es
considerable.
En
todo caso, tras la introducción comercial de las semillas OMG de
Monsanto en Estados Unidos, el uso de glifosato ha aumentado más del
1.500% entre 1994 y 2005. En Estados Unidos se utilizan al año
aproximadamente 100 millones de libras de glifosato en pastos y
granjas, y en los últimos 13 años se han utilizado en más de mil
millones de acres. Según se ha informado, cuando se le preguntó al
director de desarrollo técnico de Monsanto, Rick Cole, afirmó que
los problemas eran "manejables". Aconseja a los
agricultores alternar cosechas y utilizar diferentes tipos de
herbicidas elaborados anteriormente por Monsanto. Monsanto está
animando a los agricultores a mezclar glifosato con otros herbicidas,
como el 2,4-D, prohibido en Suecia, Dinamarca y Noruega por su
relación con el cáncer y con daños reproductivos y neurológicos.
El 2,4-D es un componente del Agente Naranja, producido por Monsanto
para ser utilizado en Vietnam en la década de los 1960.
Los
agricultores estadounidenses se cambian a los cultivos biológicos
Según
se informa, en todo Estados Unidos los agricultores están volviendo
a los cultivos tradicionales no OMG. Según un nuevo informe del
Departamento de Agricultura de Estados Unidos, las ventas al por
mayor de comida orgánica aumentaron hasta 21.100 millones de dólares
en 2008 desde los 3.600 millones en 1997[4]. El mercado es tan
floreciente que las granjas orgánicas a veces compiten por producir
una oferta suficiente capaz de seguir el rápido ascenso de demanda
de los consumidores, lo que lleva a una escasez periódica de
productos orgánicos.
La
nueva coalición liberal-conservadora en el Reino Unido está
apoyando enérgicamente que se levante la prohibición de facto de
los OMG en este país. El Consejero Científico Jefe de Reino Unido,
Prof. John Beddington, escribió recientemente un artículo en el que
erróneamente afirmaba: "La próxima década verá el desarrollo
de combinaciones de rasgos deseables y la introducción de nuevas
características como la tolerancia a la sequía. Para mitad de siglo
puede que sean factibles opciones más radicales relacionadas con
rasgos altamente poligénicos". Continuaba prometiendo "animales
clonados con una inmunidad innata a las enfermedades gracias a la
ingeniería genética" y más cosas. Muchas gracias, pero creo
que podemos prescindir de eso.
Un
reciente estudio de la Universidad Estatal de Iowa y del Departamento
de Agricultura de Estados Unidos que evalúa los resultados en
granjas durante los tres años de transición que cuesta cambiar de
producción convencional a producción orgánica certificada
demostraba unas ventajas notables de la agricultura orgánica sobre
las cosechas OMG e incluso sobre las cosechas convencionales no OMG.
En un experimento que ha durado cuatro años (tres de transición y
el primer año orgánico) el estudio demuestra que aunque los
rendimientos cayeron inicialmente, se equipararon en el tercer año y
para el cuarto los rendimientos superaron a los convencionales tanto
para la soja como para el maíz.
Del
mismo modo, se ha publicado recientemente la Evaluación
Internacional de Conocimientos Agrícolas, Ciencia y Tecnología para
el Desarrollo (IAASTD, en sus siglas en inglés), [que es] el
resultado de tres años de deliberaciones por parte de 400
científicos y representantes no gubernamentales procedentes de 110
países de todo el mundo. Llega a la conclusión de la agricultura
orgánica a pequeña escala es la vía que hay que seguir para luchar
contra el hambre, las desigualdades sociales y los desastres
medioambientales [5]. Como argumenta el dr Ho, se necesita
urgentemente un cambio fundamental en la práctica agrícola antes de
que la catástrofe agrícola se extienda más a través de Alemania y
el resto de la UE hasta el resto del mundo [6].
F.
William Engdahl es autor de Seeds of Destruction: The Hidden
Agenda of Genetic Manipulation.
Fuente:
http://www.globalresearch.ca/
Traducido
por Beatriz Morales
Bastos
Rebelión
www.rebelion.org
Notas:
[1]
Super weed can't be killed, abc news, 6 de octubre de 2009. Véase
también, Jeff Hampton, N.C. farmers battle herbicide-resistant
weeds, The Virginian-Pilot, 19 de julio de 2009, http://hamptonroads.com/2009/
07/nc-farmers-battle- herbicideresistant-weeds
[2]
Clea Caulcutt, 'Superweed' explosion threatens Monsanto heartlands,
Clea Caulcutt, 19 de abril de 2009, http://www.france24.com/en/
20090418-superweed-explosion- threatens-monsanto-heartlands-
genetically-modified-US-crops
[3]
N. Benachour and G-E. Seralini, Glyphosate Formulations Induce
Apoptosis and Necrosis in Human Umbilical, Embryonic, and Placental
Cells, Chem. Res. Toxicol., Article DOI: 10.1021/tx800218n. Fecha de
publicación (en la web): 23 de diciembre de 2008.
[4]
Carolyn Dimitri y Lydia Oberholtzer, Marketing U.S. organic foods:
recent trends from farms to consumers, USDA Economic Research
Service, septiembre de 2009, http://www.ers.usda.gov/
Publications/EIB58/
[5]
International Assessment of Agricultural Knowledge, Science and
Technology for Development, IAASTD,
2008, http://www.agassessment.org/
index.cfm?Page=Press_ Materials&ItemID=11
[6]
Ho MW.UK Food Standards Agency study proves organic food is better.
Science in Society 44, 32-33, 2009.
No hay comentarios:
Publicar un comentario