17/2/14
OPINIÓN
de Noemi Portela Prol.- En las grandes industrias mundiales es
frecuente encontrar un gran número de sustancias tóxicas. Sin
embargo, y aunque en menor proporción, en nuestros hogares también
existen algunas. Detergentes, pilas, productos de limpieza o
cosmética e incluso prendas de ropa son algunos de los objetos que
por la forma de elaboración, distribución, uso, almacenamiento o
eliminación pueden resultar peligrosos para el ser humano; y dejar
una huella permanente en el medio ambiente.
Las sustancias
químicas presentes en nuestro hogar son en ocasiones un foco de
peligro. El uso inadecuado de cualquier producto que contenga algún
elemento tóxico puede resultar dañino para nuestra salud y el
entorno. Consejos como el de conservar los envases en lugares frescos
y secos o no mezclar estos productos con otros son solo un aviso de
lo perjudiciales que pueden resultar. A la hora de desechar el
producto también se debe tener especial precaución, para así
evitar que permanezca durante años en el entorno y lo
contamine.
Sin embargo, no es necesario que el producto llegue
a nuestras manos, el daño ya ha sido ocasionado antes. Es el caso de
la industria textil. Un informe detectó grandes cantidades de
sustancias tóxicas en los ríos chinos como las anilinas, que pueden
pasar el proceso de depuración y llegar a la naturaleza. Su
procedencia, diversas fábricas del sector. El problema reside en la
desinformación, y es que se desconoce el tipo de sustancias que se
usan y se vierten en las aguas del país. Un claro peligro que tiene
como resultado la contaminación de hasta un 70% de lagos, ríos y
embalses del gigante asiático.
La alarma causada por estos
datos desencadenó el estudio Puntadas Tóxicas. El oscuro secreto de
la modaen el que GreenPeace analizó hasta un total de 141 artículos
de ropa de veinte marcas distintas de reputación internacional. En
ellas se encontraron residuos químicos peligrosos tanto en el
proceso de elaboración como en el lavado. Y es que algunos de ellos
al degradarse crean nuevas sustancias que provocan alteraciones
hormonales, dificultan la respiración en mamíferos y resultan
cancerígenas. Es el caso de la marca española Zara, cuyos artículos
tenían presentes tanto sustancias que alteran las hormonas como los
elementos cancerígenos.
Las prendas para la lluvia de
diversas marcas deportivas merecen una mención especial. Para lograr
su objetivo, repeler el agua, estos tejidos contienen el ácido
perfluorooctanoico, una sustancia potencialmente peligrosa que afecta
a la disminución de la fertilidad y genera problemas en el sistema
inmune. Además, cuando es liberada en el medio ambiente, no se
degrada y se mantiene en el entorno de forma permanente. Como
consecuencia, entra en la cadena alimentaria hasta llegar a nuestro
cuerpo y al de otros organismos.
La falta de transparencia y
el hecho de que todas las fábricas del lugar viertan sus residuos a
una misma depuradora impiden encontrar culpables. Sin embargo los
tintes, colorantes, antiadherentes, disolventes, repelentes y demás
productos químicos, y tóxicos, se siguen usando con consecuencias
devastadoras para el medio ambiente, la salud de los seres humanos y
la de otros animales. Por ello, la propia ONG GreenPeace decidió
realizar una campaña de concienciación que pronto tuvo sus frutos y
marcas como Marks & Spencer, Levi ’s, Inditex, Puma o Mango se
unieron a la iniciativa. Su objetivo consiste en ‘descontaminar’
sus prendas de ropa a medio plazo, hasta el año 2020, y pedir
transparencia a sus fábricas de producción en el uso de sustancias
químicas.
Las alternativas existen. Una prueba de ello es la
marca textil H&M que desde el año 1995 lleva a cabo un proceso
de sustitución de sustancias tóxicas por otras inocuas. Su último
reto ha sido eliminar de sus productos el ya mencionado ácido
perfluorooctanoico. La información es otro paso necesario para
evitar el desastre, conocer las características de los vertidos es
primordial para evitar una contaminación irreversible.
Por
último, las grandes empresas del sector han de entender que el medio
ambiente, y las personas, están por encima de la producción masiva
y barata. El valor incalculable de la responsabilidad ambiental.
No hay comentarios:
Publicar un comentario