¿Por
qué no se establecen criterios internacionales sobre los riesgos
biológicos de las microondas?
Los
campos electromagnéticos de microondas y los canales de calcio
dependientes de voltaje
Por
Martin L. Pall, profesor emérito de Bioquímica y Ciencias
Médicas Básicas
Universidad
del Estado de Washington
638
NE 41st Ave., Portland, OR 97232 USA
martin_pall@wsu.edu
Resumen:
Las
microondas y otros campos electromagnéticos de baja frecuencia (CEM)
se ha demostrado que actúan activando los canales de calcio
dependientes de voltaje (VGCCs). La mayor parte de los efectos
biológicos se deben a la modificación del calcio intracelular,
elevándose los niveles de óxido nítrico y formándose
peroxinitrito: el desequilibrio de lo que se denomina Ciclo NO/ONOO,
-cuyo centro es el óxido nítrico y su derivado el peligroso
peroxinitrito. [Wikipedia: El peroxinitrito es un agente oxidante
y nitrante. Debido a sus propiedades oxidantes, el peroxinitrito
puede dañar una gran variedad de moléculas en las células,
incluyendo el ADN y las proteínas].A pesar de la gran cantidad
de estudios que hablan de los efectos biológicos producidos por las
microondas y la elevación del calcio intracelular, cifrándose en
más de 20.000 documentos, las normas internacionales sobre seguridad
no establecen criterios sobre estos riesgos biológicos.
Estas
normas se basan en la falsa suposición de que los efectos de las
microondas y a otros campos electromagnéticos tienen sólo unos
efectos de aumento de la temperatura. Pues bien, todos los cambios
biológicos recogidos en gran cantidad de estudios se pueden explicar
ahora en función de un nuevo paradigma: la acción de los campos
electromagnéticos y la activación de los canales de calcio
dependientes de voltaje: estrés oxidativo, rotura de la doble cadena
de ADN celular, rotura de la barrera hematoencefálica, reducción de
los niveles de melatonina y su efecto sobre el sueño, cáncer,
infertilidad masculina y femenina, disfunción del sistema inmune,
disfunción neurológica, disfunción cardíaca, incluyendo
taquicardias, arritmias y muerte súbita por ataque cardíaco.
Se
propone un programa en dos fases para la mejora de los estándares de
seguridad sobre los campos electromagnéticos.
Palabras
clave: campos electromagnéticos de baja frecuencia; efectos de
los campos pulsantes; señalización del calcio; señalización del
óxido nítrico.
—————–
En
todo el mundo se han producido manifestaciones en contra de la
exposición a las campos electromagnéticos de microondas. Esta
exposición ha aumentado en los últimos años. La respuesta de los
Gobiernos y de la Industria es la de que tal exposición está
recogida en las normas de seguridad nacionales e internacionales , y
que por lo tanto son seguras, que entran dentro de los estándares de seguridad. La pregunta que aquí se plantea es si esas normas se
basan en los estudios científicos que se han venido realizando, y
que por tanto debemos están tranquilos en cuanto a su seguridad.
Las
normas estadounidenses actuales de seguridad y las internacionales se
basan en el supuesto de que lo único que hay que tener en cuenta a
nivel biológico sobre los campos electromagnéticos de baja
frecuencia y de microondas, es que se produce un aumento de la
temperatura (1-5), al igual que las microondas calientan en un horno,
y se plantea la duda razonable de si esa suposición es correcta: que
sólo se produce un calentamiento insignificante, sin ningún otro
impacto biológico, y que por lo tanto son seguras.
Los
defensores de los estándares actuales sostienen que las actuales
normas de seguridad son 100 veces más exigentes de lo que sería
necesario (1), ya que incluso un nivel de exposición 100 veces
superior de lo permitido por las normas de seguridad, produciría
sólo un ligero calentamiento.
Sin
embargo, más de 20.000 publicaciones científicas informan de otros
importantes efectos biológicos, que quedan fuera de los estándares
de seguridad, de tal manera que no valdrían las actuales normas de
seguridad si tuviesen en cuenta esta base científica. Estos estudios
incluyen 4.000 estudios sobre efectos terapéuticos de los campos
electromagnéticos que son bien conocidos y no se trataría
simplemente de un aumento de la temperatura (efecto no térmicos)
(6).
Hay
que decir que sí existe una base razonable para establecer unas
normas de seguridad sobre los efectos térmicos de las microondas.
Los fotones que vibran en las frecuencias de las microondas y otros
campos de baja frecuencia, son fotones con muy baja energía, es
decir no tienen la energía suficiente como para producir cambios
químicos en nuestro cuerpo. Es decir, difieren de las radiaciones
ionizantes, o incluso de la radiación ultravioleta o visible, donde
los fotones individuales tienen la energía suficiente para producir
cambios químicos. ¿Entonces, cómo podemos entender los miles de
estudios bien documentados que hablan de los efectos biológicos de
las microondas y de los campos electromagnéticos de baja
frecuencia?: por la activación de los canales de calcio dependientes
de voltaje.
Activación
de los canales de calcio dependientes de voltaje
El
autor mostró en una reciente revisión (7), que en dos docenas de
estudios los efectos de los campos electromagnéticos sobre las
células y los organismos podrían ser bloqueados por los
antagonistas
de los canales de calcio,
agentes que bloquean los canales de calcio dependientes de voltaje (
también conocidos como canales de calcio dependientes de la tensión
o tensión regulada).
En
cada uno de estas dos docenas de estudios, los efectos se redujeron
en gran medida por los bloqueadores de los canales de calcio, lo que
sugiere que la activación de estos canales es responsable de la
mayoría, si no todos, los efectos de los campos electromagnéticos
(7). En la mayoría, peor no en todos los casos, los canales
de calcio dependientes de voltaje de tipo L
eran los que principalmente estaban implicados.
La
activación de estos canales se cree que produce la mayoría de los
efectos biológicos a través del aumento en los niveles de calcio
intracelular. En estos estudios, los campos electromagnéticos
estudiados fueron de varios tipos, incluyendo los campos de
frecuencia extremadamente baja, como las frecuencias de 50 o 60
ciclos del cableado eléctrico, los campos con una frecuencia de
microondas, con ciclos muy cortos del orden de nanosegundos, e
incluso campos eléctricos o magnéticos estáticos.
Los
hallazgos relacionados con los campos electromagnéticos de
microondas producen una mayor preocupación, ya que han aumentado
mucho en los últimos años, y el uso de nuevas tecnologías han
generado nuevas exposiciones, y el incremento es cada vez mayor. La
acción de estas exposiciones a las microondas mediante la activación
de los canales de calcio dependientes de voltaje, apoyado por un gran
número de estudios, que han sido revisados (8,9), muestran que la
exposición a los campos electromagnéticos de microondas conducen a
cambios en la señalización del calcio. Estos efectos también han
sido señalados por Panagopoulos et al. (10.11), quienes
predijeron que los campos electromagnéticos, incluidos los campos
electromagnéticos de microondas, pueden actuar en los residuos de
aminoácidos cargados que controlan los canales iónicos dependientes
de voltaje, activando algunos de esos canales. Estos fueron estudios
en modelos biofísicos y no se refieren sólo a los canales de calcio
dependientes de voltaje. También argumentan que la activación de
estos canales por las microondas y otros campos electromagnéticos de
baja frecuencia es plausible desde el punto de vista biofísico.
Estamos,
por lo tanto, en una situación en la que el viejo paradigma de los
efectos de los campos electromagnéticos, que sólo consideran
plausible los efectos térmicos, se sustituya por un nuevo paradigma
donde la activación de los canales de calcio dependientes de voltaje
por las microondas y otros campos electromagnéticos es algo
plausible y proporciona una explicación en base a los más de 20.000
trabajo existente en la literatura científica, que no son
explicables por el viejo paradigma.
Eso
no quiere decir que no se produzcan otros efectos biológicos. Los
campos electromagnéticos que no impliquen a los canales de calcio
dependientes de voltaje pueden actuar sobre distintos grupos
químicos, incluyendo los residuos de aminoácidos en las proteínas.
Pilla
revisó
dos estudios en los que los campos electromagnéticos de microondas
aumentaban la activación de la calmodulina
(6). La calmodulina
está regulada por el calcio intracelular, de modo que su activación,
junto con la activación de los canales de calcio dependientes de
voltaje, puede establecer dos vías de acción, que se discuten a
continuación.
Dos
vías de acción relacionadas que pueden activarse por los canales de
calcio dependientes de voltaje
Estas
dos vías de acción relacionadas, que pueden ser activadas por la
activación de los canales de calcio dependientes de voltaje, se cree
que provocan un aumento de los niveles de calcio intracelular. Esto
es especialmente cierto en la activación de los canales de calcio de
tipo L, que pueden permanecer abiertos durante largos períodos de
tiempo. Mientras que la mayoría de los canales de iones sólo
permanecen abiertos unos pocos milisegundos, aquellos permanecen
abiertos 100 milisegundos o más. En consecuencia, su activación
puede producir fácilmente un importante impacto en los niveles de
calcio intracelular.
Otros
efectos es probable que sucedan al activarse los canales de calcio.
El aumento de los niveles de calcio intracelular se debe al estímulo
calcio/calmodulina de las dos sintasas del óxido nítrico
dependientes de calcio/calmodulina, nNOS y eNOS (ver abajo la figura
1), provocando un elevado aumento en los niveles de óxido nítrico
(NO). El óxido nítrico puede actuar a lo largo de estas dos vías,
como se indica en la figura 1, o estimular la señalización del
ácido nítrico a lo largo de NO/cGMP (vía del óxido nítrico y el
GMP cíclico), vía G quinasa, que se cree es la principal vía de
acción del óxido nítrico en la aparición de respuestas
fisiológicas normales. Esta es la razón por la que se cree que los
campos electromagnéticos pueden tener efectos terapéuticos (6,7).
En contraste, la vía principal de paso de óxido nítrico a
peroxinitrito y el estrés oxidativo, se cree que genera respuestas
fisopatológicas a los campos electromagnéticos (7); es la vía
probable de acción de los campos electromagnéticos en la ruptura
del ADN celular (7,15). Así que estos pueden ser los mecanismos
plausibles de acción de los efectos de los campos electromagnéticos,
efectos que resultaban inexplicables por los viejos paradigmas de los
efectos térmicos.
Figura 1: Posible patrón de acción de
los canales de calcio
dependientes de voltaje a través del óxido
nítrico (NO)
|
Otras
respuestas a los campos electromagnéticos de microondas también
están documentadas
Hay
tres respuestas bien documentadas a los campos electromagnéticos de
microondas:efectos terapéuticos, rotura de las cadena de ADN
celular y estrés oxidativo. Todos ellos pueden ser explicados
por la activación de los canales de calcio dependientes de voltaje
producida por los campos electromagnéticos. ¿Y qué otros efectos
están también documentados?
La
rotura de la doble cadena de ADN, que se detecta a través de
la acumulación de micronúcleos en las células después de la
exposición a campos electromagnéticos de microondas y otros campos,
puede realizarse a través de los mismos mecanismos de ruptura de una
cadena simple.
Es
sabido que el cáncer puede estar causado por la exposición a la
radiación de microondas de baja intensidad (revisado en 12, 14).
Adey hace ya muchos años mostró que los efectos sobre el calcio
debido a los campos electromagnéticos débiles estaban involucrados
en la etiología del cáncer (9).
Se
sabe que el cáncer puede producirse por una combinación de la
rotura de la doble cadena de ADN y otros cambios en el ADN producidos
por el peroxinitrito y los subproductos de degradación. El paso de
óxido
nítrico a peroxinitrit
está
implicado en lo que se llama carcinogénesis
inflamatoria (15-15) y proporciona un mecanismo plausible de acción
en la carcinogénesis de los campos electromagnéticos y los canales
de calcio dependientes de voltaje.
La
ruptura de la barrera hematoencefálica es otro de los efectos
de la exposición a los campos electromagnéticos de microondas.
Dicho trastorno se produce por la vía del estrés
oxidativo/peroxinitrito, producto de la activación de las
metaloproteinasas de la matriz (MMPs) (18-20), degradando las
estrechas uniones entre las células que son esenciales para mantener
la barrera hematoencefálica (20,21). De nuevo nos encontramos con un
mecanismo plausible de acción por exposición a los CEM: la ruptura
de la barrera hematoencefálica.
Hay
muchos estudios que muestran que los niveles de melatonina se
reducen por la nocheen personas que están expuestas a los campos
electromagnéticos de microondas, con interrupción del sueño como
una consecuencia evidente. Se ha demostrado que los canales de calcio
dependientes de voltaje y los efectos sobre el calcio intracelular
tiene como consecuencia un desajuste de los ritmos circadianos que
controlan la producción de malotonina, interfiriendo en su
producción (22,23), proporcionando una sencilla explicación de esta
disfunción.
También
existe preocupación sobre la infertilidad masculina y femenina
como consecuencia de la exposición a los campos
electromagnéticos de microondas. Esta infertilidad puede ser causada
por múltiples efectos debidos a la activación de la canales de
calcio, incluyendo los producidos a través de la vía de estrés
oxidativo/peroxinitrito. Kesari et al. demostraron el importante
papel del estrés oxidativo por exposición a los teléfonos móviles,
causando infertilidad masculina. La rotura de la doble cadena de ADN
en las células precursoras de los gametos ha demostrado que produce
infertilidad (25). Dichas roturas de la doble hélice de ADN produce
una ruptura de la integridad del genoma, causando aborto espontáneo
temprano y la consiguiente infertilidad. Sin embargo, altos niveles
de calcio intracelular también puede inducir la muerte celular,
apoptosis, por la presencia de unos altos niveles de calcio en las
mitocondrias de las células (26,27). En los hombres, también se
puede producir una ruptura de la barrera hematotesticular, por un
mecanismo idéntico al de la ruptura de la barrera hematoencefálica,
de lo que se ha hablado anteriormente.
Se
puede apreciar que hay 10 diferentes efectos bien documentados de los
campos electromagnéticos de microondas, que se pueden explicar
fácilmente como consecuencia de la activación de los canales de
calcio dependientes de voltaje: estrés oxidativo, rotura de la
hélice de ADN, respuestas terapéuticas, ruptura de la barrera
hematoencefálica, ruptura de la barrera hematotesticular, cáncer,
reducción de melatonina, disfunciones en el sueño, infertilidad
masculina e infertilidad femenina.
Esto
puede ser sólo el comienzo
Cuando
uno mira qué tipos de células tienen canales de calcio dependientes
de voltaje funcionales, se encuentra con muchos. Vamos a exponer
algunos de estos tipos, en aquellos donde se ha estudiado
ampliamente:
-
Las células del sistema inmune llevan estos canales de
calcio. O. Johansson (28) revisó los efectos de los campos
electromagnéticos de microondas sobre el sistema inmune y sugiere
que se produce un aumento de alergias y de inflamaciones.
-
Los canales de calcio también se encuentran en las células del
sistema nervioso, donde casi todos los neurotransmisores se
liberan en respuesta a la activación de los canales de calcio. Hay
diversos estudios sobre el impacto de los teléfonos móviles o
inalámbricos en las funciones cerebrales, pero todavía estamos en
las primeras etapas del estudio de tales efectos. Pero dado el
importante y generalizado papel de los canales de calcio en el
sistema nervioso central, hay que considerar cuidadosamente todo
tipos de respuestas neuropsiquiátricas y neurodegenerativas como
consecuencia o no de esta activación, que puede estar relacionada
con la exposición a los campos electromagnéticos. Muchos estudios
muestran que se producen cambios en las funciones neurológicas y
otros cambios en el cerebro por la exposición a los CEM de baja
intensidad (Véase, por ejemplo, las referencias 30-48).
-
La mayoría de la hormonas
del cuerpo se
liberan bajo el control de los mecanismos desencadenados por la
activación de los canales de calcio (29). ¿Qué efectos puede haber
entre los campos electromagnéticos y el control hormonal? Es algo
difícil de comprender. Se ha estudiado en este contexto la
liberación de epinefrina/norepinefrina de las células
cromafin es
de las glándulas suprarrenales. Se ha demostrado en dos estudios que
los CEM estimulan la liberación de estas dos hormonas por las
células cromafines por los mecanismos de los canales de calcio
dependientes de voltaje (7), así como otros estudios del efectos de
los campos electromagnéticos en las células cromafines, pero sin
considerar el papel de los canales de calcio. Estas dos hormonas se
producen en mayor cantidad cuando existe estrés corporal o estrés
psicológico.
-
Otro tipo de células donde los canales de calcio tiene un importante
papel son las células marcapasos del corazón, del sistema
endocrino y del sistema nervioso central (29). Estas células
marcapasos tienen densidades muy altas de canales de calcio, y por lo
tanto muy susceptibles de ser activados por los campos
electromagnéticos. En el corazón, una hiperactividad de los canales
de calcio produce taquicardias y arritmias, lo que a veces
lleva a una muerte súbita cardíaca (51,52), lo que demuestra que
corazones aislados de animales expuestos a campos electromagnéticos
de microondas ( de conformidad con las normas vigentes) desarrollan
taquicardias y arritmias, y Havas ha demostrado que se produce
taquicardia cuando se expone la persona a la radiación procedente de
un teléfono móvil (53,54).
Actualmente
hay una epidemia de taquicardias, arritmias y muertes cardíacas
repentinas, a pesar de que la enfermedad cardíaca isquémica está
en retroceso. ¿Podría deberse a la exposición a los campos
electromagnéticos de microondas? Esta es una posibilidad que no se
puede descartar.
Todavía
estamos en las primeras etapas del estudio de muchas de estas
cuestiones, pero las normas de seguridad deben servir para establecer
una seguridad real, no simplemente en un conocimiento incompleto y
plausible de peligros.
¿Vamos
a echar por la borda nuestros falsos estándares de seguridad
teniendo en cuenta los efectos biológicos más relevantes?
Campos
pulsantes y diferentes frecuencias e intensidades
Se
sabe desde hace ya más de un cuarto de siglo que los campos
pulsantes de microondas son mucho más activos biológicamente que
los campos no pulsantes. Esta es otra observación que es
incompatible con los efectos térmicos. Los campos pulsantes están
producidos por cualquier dispositivo de comunicación inalámbrica,
ya que es el patrón de pulsaciones lo que transmite la información.
Diferentes
dispositivos utilizan diferentes tipos de patrones de pulsación.
Sabemos que el hecho de producirse la pulsación del campo
electromagnético tiene importantes efectos, pero no sabemos cómo
afecta biológicamente cada uno de estos patrones. Entonces, ¿cómo
podemos comparar los peligros de un dispositivo con los de otro? La
respuesta es que de momento no lo podemos hacer al no disponer de la
información necesaria.
Barrie
Trower, un experto retirado en inteligencia militar del Reino Unido
ha señalado que las diferentes longitudes de onda también influyen
de diferente manera en las actividades biológicas, pero los detalles
de esas actividades biológicas son consideradas información
reservada por varios países, por entender que afecta a la Seguridad
Nacional. El problema es que esto no ayuda a la salud de nuestros
cuerpos. Pero bueno, viene a decir que no podemos comparar diferentes
dispositivos de comunicación inalámbrica si estos trabajan en
diferentes longitudes de onda. Además, se ha demostrado que existen
una ventana (un rango determinado) de intensidad en donde la
actividad biológica es mayor que a intensidades más altas o más
bajas de la intensidad de la ventana (55). Este es un argumento nuevo
en contra de los efectos térmicos y se hace imposible predecir la
actividad biológica sin hacer mediciones reales de esa actividad
biológica. En términos generales, se consideran más seguras
las intensidades más bajas que las intensidades más altas, pero la
presencia de ese rango de intensidades (ventana) muestra que hay
algunas excepciones biológicamente importantes a ese patrón.
¿De
dónde provienen las amenazas y qué podemos hacer al respecto?
Las
amenazas provienen, pero no exclusivamente, de los aparatos de
comunicación inalámbrica,, tales como teléfonos móviles,
teléfonos inalámbricos, bases de teléfonos inalámbricos, redes
Wi-Fi, torres de telefonía móvil, radares, hornos de microondas,
los llamados contadores inteligentes y todo tipo de dispositivos de
comunicación inalámbrica.
También
existe preocupación sobre los campos de frecuencia extremadamente
baja, incluyendo los campos de 50/60 ciclos/seg procedentes del
cableado eléctrico. Además, tal y como se instala el cableado hoy
en día, se generan distintas cantidades de electricidad
sucia.
Además están todo tipo de dispositivos digitales, bombillas
fluorescentes compactas, los inversores digitales para convertir la
energía fotovoltaica en corriente alterna a partir de la continua, o
dispositivos similares utilizados en la producción de electricidad
mediante aerogeneradores, algo particularmente problemático. La
electricidad sucia puede moverse a lo largo de las líneas de
transmisión de la energía y entrar en las viviendas y otros
edificios, de modo que no sólo habría que lidiar con la que uno
mismo produce, sino también con la generada en la vecindad. Los
efectos biológicos de la electricidad sucia, según los estudios de
Samuel Milham (56), Magda Havas y otros, son similares a los de los
campos electromagnéticos de microondas, por lo que es posible que la
electricidad sucia también active los canales de calcio dependientes
de voltaje. No voy más comentarios sobre la electricidad sucia, a
pesar de que es un problema importante.
Los
diversos tipos de dispositivos enumerados en el primer párrafo de
esta sección tiene todos ellos diferentes patrones de pulsación,
por lo que es imposible predecir los efectos biológicos de un
determinado dispositivo en base a los producidos por otro. Del mismo
modo, ya que los diferentes aparatos utilizan diferentes frecuencias,
tampoco podemos predecir el impacto biológico de cada uno de ellos
dada nuestra escasez de mediciones y conocimiento de sus efectos. Por
consiguiente, sería necesario tomar una serie de medidas de salud
pública:
1.-
Reducción de los actuales niveles de exposición permitidos, que
utilizan sólo los efectos térmicos para comparar los dispositivos,
en factores de 100 a 1000 veces. Sabemos que esto puede ser
insuficiente y que todavía se producirían muchos efectos biológicos
por muchos dispositivos. Pero tal reducción produciría una mejora
sustancial sobre las normas actuales de seguridad.
2.-
Utilizar una serie de mediciones de las respuestas biológicas para
comparar las respuestas antes diferentes dispositivos, de modo que se
puedan elaborar unas normas de seguridad más acordes con los
peligros reales.
Reducción
de las exposición en un factor de 100 a 1000 veces
Hay
bastantes cosas que se pueden hacer fácilmente para mejorar la
situación actual. Se pueden poner materiales que blinden la parte
inferior de los ordenadores portátiles y la parte posterior de las
tabletas para reducir la exposición de nuestros cuerpos. Las
redes Wi-Fi están mal diseñadas, con unos niveles de exposición
del orden de 1000 a 10.000 veces la intensidad necesaria para
que que funcionen cuando uno está cerca de una antena Wi-Fi. Estas
redes pueden ser rediseñadas para bajar considerablemente los
niveles de exposición. El problema es que no se ha atendido a este
problema. Está el problema del uso de las redes Wi-Fi en las
escuelas, donde la comunicación entre los ordenadores se realiza
mediante antenas Wi-Fi, generando campos de muy alta intensidad en un
espacio muy pequeño. Mi opinión es que esmejor volver a los
ordenadores que utilizan cableado para evitar exposiciones
innecesarias.
Los
teléfonos móviles se pueden usar con auriculares o con altavoz,
con lo que se reduce sustancialmente la exposición. Los auriculares
se debieran dar a cualquier persona que adquiere un teléfono móvil,
para así fomentar su uso. Los teléfonos móviles pueden ser
transportados en bolsas apantalladas, de modo que no resulte
peligroso llevarlos cerca del cuerpo, reduciéndose los niveles de
exposición.
Los
teléfonos inalámbricos (DECT) están mal diseñados, ya que sus
bases emiten las 24 horas del día. Hay teléfonos inalámbricos en
Europa donde las bases sólo emiten cuando el teléfono está en uso.
Este tipo de diseño debe ser estandarizado. Estos teléfonos
inalámbricos están diseñados para que puedan utilizarse hasta una
distancia de 60 m de la base. La mayoría de las personas no
necesitan una distancia tan largo. Reduciendo la señal y la
distancia a unos 6 metros, se podría reducir la exposición unas 100
veces; rediseño de las antenas y de los teléfonos podría producir
mejoras, reduciendo la exposición a la cabeza cuando se utilizan sin
auriculares ni altavoz.
Los
contadores inteligentes deben ser prohibidos, ya que utilizan
pulsaciones de microondas muy cortas y de alta intensidad.
Sabemos que las pulsaciones del orden de nanosegundos son muy
perjudiciales y actúan como activadores de lo canales de calcio,
cuya activación puede continuar incluso después de haber cesado las
pulsaciones (7). Ya se sabe desde hace más de 30 años que las
pulsaciones cortas de microondas pueden causar un enorme daño
celular (57). Hasta que no dispongamos de más datos de los efectos
biológicos de los contadores inteligentes, cuyo uso es una
temeridad, en mi opinión no se deben utilizar.
Las
torres de telefonía móvil y otras torres de emisión de microondas
deben ser rediseñadas para reducir la exposición en las cercanías
de la torre. Austria ya las está rediseñando, bajando los
límites de exposición unas 1000 veces, y no hay ninguna razón para
que no se haga algo similar en otros lugares.
Los
hornos de microondas también funcionan con campos pulsantes, con la
frecuencia de la corriente que los produce. La exposición a los
hornos microondas también puede fácilmente reducirse 100 veces con
un simple rediseño, incluyendo la colación de una fina malla de
metal conectada a tierra a través de las ventanas.
En
la década de los años 1950 y 60 hasta los años 1980, la seguridad
en los automóviles se convirtió en un gran problema, por lo que las
compañías empezaron a competir en fa favor de la seguridad, no sólo
fijándose en el diseño o el rendimiento. Algo similar necesita la
Industria electrónica. Esto es algo que puede hacerse si el público
empieza a conocer y por tanto lo exige, pero no puede llevarse a cabo
sin la información se oculta.
Evaluación
biológica
Hardel
y Sage (58) argumentaron a favor de establecer unos estándares de
seguridad sobre la base de los efectos biológicos de los campos
electromagnéticos antes de que se conociesen los mecanismos de
acción de los canales de calcio dependientes del voltaje. Es posible
que la acción de los campos electromagnéticos influya en otros
factores biológicos, pero hasta que se identifiquen esos factores,
no solamente el de los canales de calcio, no se puede realizar
fácilmente una evaluación. Sabemos que la activación de los
canales de calcio tiene una gran importancia biológica, y este debe
ser el enfoque actual de las pruebas biológicas.
Hay
10 tipos distintos de canales de calcio dependientes de voltaje,
incluyendo cuatro canales del tipo L y también otros cuatro tipos:
tipo N, P/Q, tipo R, tipo T), con los canales de tipo T de tres
formas diferentes. Estos 10 canales de calcio difieren uno de otro en
sus propiedades y por lo tanto pueden diferir en los efectos y cómo
se activan por los campos electromagnéticos.
Estos
canales también están sujetos a múltiples formas de regulación
biológica, lo que aún puede producir más heterogeneidad en cuanto
a las respuestas biológicas frente a los campos electromagnéticos.
Las células difieren unas de otras en si tienen canales de calcio
dependientes de voltaje o no (la mayoría, pero no todas los tienen),
en los tipos de canales de calcio que se encuentran en determinados
tipos de células y la densidad de los canales de calcio en la
membrana plasmática y cómo estos canales de calcio son regulados en
células específicas en condiciones específicas.
Sería
deseable realizar estudios para conocer las diferentes respuestas
biológicas a los campos electromagnéticos, para así reducir la
probabilidad de desconocer importantes efectos que pudieran producir
esos campos.
Se
proponen aquí tres tipos de pruebas de respuesta biológica. Se
presenta el enfoque general, pero no se entran en detalles de cada
una:
1.-
Pruebas de cultivos celulares: Se deben utilizar células que se
sabe son sensibles a los campos electromagnéticos. La forma más
sencilla de medir las respuestas sería la de utilizar un electrodo
de óxido nítrico en fase gaseosa situado sobre las células en
cultivo para medir los aumentos en la producción de ácido nítrico,
como ya fue realizado por Pilla (59).
2.-
Los efectos biológicos observados en experimentación animal.
Algunos de los efectos que se deben considerar son: taquicardia y
otros cambios en los latidos del corazón; los niveles de
adrenalina/noradrenalina en la sangre; cambios en la función
neurológica, como los indicados durante el uso de los teléfonos
móviles o inalámbricos.
3.-
Medición de la producción de óxido nítrico en los animales. El
óxido nítrico es inestable en el cuerpo y se mide generalmente por
la presencia de nitratos/nitritos en la sangre.
Es
muy importante comenzar a realizar este tipo de estudios, que son
esenciales para abordar una seguridad genuina, en lugar de esta
ficticia de la que disponemos ahora.
————-
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