Los
neurocientíficos han asegurado que los elementos medioambientales
afectan al coeficiente intelectual de los niños
Vida
|17/10/2014
Ilustración de una neurona y sus
interconexiones Getty
|
Barcelona
(EFE).- Los científicos han identificado 214 productos neurotóxicos,
como el mercurio, que tienen consecuencias negativas en el desarrollo
cerebral de niños y adolescentes, incluso desde la etapa prenatal,
según ha explicado hoy el profesor de la Escuela Médica de Harvard
(EEUU), Philipe Grandjean.
Este
especialista es uno de los que han participado hoy en el encuentro de
neurocientíficos convocados por B.Debate en el CosmoCaixa de
Barcelona para debatir sobre cómo afecta al desarrollo del cerebro
de los niños la polución atmosférica, la dieta, el tabaco o el
contacto con productos químicos.
Sobre
los productos neurotóxicos, Grandjean ha hablado de una "epidemia
silenciosa", que, según ha dicho, supone un gasto anual de
9.300 millones de euros en Europa por la pérdida de capacidad
intelectual debido al mercurio, 4.500 millones de ellos en España.Los
expertos en epidemiología y neurociencia han debatido sobre las
mejores técnicas en neuroimagen a la hora de analizar los efectos de
los factores medioambientales en el desarrollo cerebral, desde la
etapa prenatal hasta la adolescencia.
"Queremos
conocer si estos efectos medioambientales, como la polución del
aire, la alimentación o los químicos, tienen un efecto sobre el
desarrollo cerebral y la conducta de los niños y adolescentes",
ha explicado el coordinador del encuentro y director del Centro de
Investigación en Epidemiología Ambiental (CREAL), centro de
investigación del ISGlobal.
Los
neurocientíficos han asegurado que los elementos medioambientales
afectan al coeficiente intelectual de los niños, de manera que es
probable que crezcan en los próximos años los problemas de
aprendizaje y disminuya el número de niños superdotados.
Los
expertos han pedido incluir las técnicas de neuroimagen los grandes
estudios poblacionales para comprender los patrones normales de
funcionamiento y desarrollo neuronal.
"Los
neurocientíficos de diferentes disciplinas necesitamos identificar
la correlación entre los factores medioambiental y de
neurodesarrollo", ha dicho sobre las ventajas de la neuroimagen
Jordi Júlvez, investigador del CREAL.Los científicos están
interesados en analizar las "ventanas de vulnerabilidad"
del desarrollo del cerebro humano, en el que un nivel elevado de un
contaminante -conocido como neurotóxico- tiene un efecto sobre la
salud de la persona a largo plazo.
En
concreto, quieren conocer cómo afecta el aire respirado, la
contaminación atmosférica, la calidad del agua, la alimentación,
los químicos industriales y el consumo de alcohol a la configuración
del cerebro en los niños.
Los
investigadores buscan la correlación entre la exposición a factores
medioambientales durante los primeros años de vida y la
predisposición a padecer ciertas enfermedades, como el autismo, el
trastorno por déficit de atención con hiperactividad (TDAH) y otros
problemas de conducta.
También
sospechan que estos factores pueden acelerar la aparición de
enfermedades en la edad adulta y acelerar su aparición, como las
patologías neurodegenerativas del Parkinson y la demencia tipo
Alzheimer.Uno de los estudios más prometedores del CREAL es el
proyecto Breathe, que analiza el impacto de la contaminación
ambiental sobre el desarrollo cognitivo de los niños en las
ciudades, donde las escuelas están situadas en lugares con mucha
contaminación.
"Hemos
observado que la contaminación entra dentro de las aulas. Hay tanta
exposición en el patio como en el aula y seguramente pase en todo el
mundo", ha comentado Sunyer.
El
objetivo de este estudio es la prevención, mediante la descripción
de las exposiciones y las interacciones con el ambiente que
perjudican el desarrollo cerebral, así como el impulso de políticas
de salud públicas que protejan a la población.
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