El Dr. Lundell, Doctor en Medicina,
valida la teoría de la inflamación o de la acidez del Dr. Robert O.
Young.
EL MUNDIALMENTE RENOMBRADO CIRUJANO
CARDIOVASCULAR HABLA SOBRE LO QUE REALMENTE CAUSA LAS ENFERMEDADES
CARDÍACAS.
Nosotros los médicos, a veces, con
toda nuestra formación, conocimiento y autoridad, tendemos a tener
un ego demasiado grande haciendo difícil admitir que nos
equivocamos. Así que, aquí está. Yo personalmente admito con toda
libertad que me he equivocado. Como cirujano cardiovascular con
veinticinco años de experiencia sobre mis espaldas y habiendo
practicado más de 5000 operaciones a corazón abierto, hoy es mi día
para enmendar los errores con hechos médicos y científicos.
Me formé durante muchos años con los
mejores y más prominentes médicos, etiquetados de “líderes de
opinión”. Continuamente bombardeados con literatura científica,
atendiendo constantemente a seminarios formativos, nosotros los
líderes de opinión insistíamos en que las enfermedades coronarías
eran el resultado simplemente del aumento de colesterol en sangre.
La única terapia aceptada era
prescribir medicamentos para disminuir el colesterol y recetar una
dieta restringiendo severamente la ingesta de grasas. Esto último,
por supuesto, insistíamos reduciría el colesterol y las
enfermedades cardiovasculares. Cualquier desviación de estas
recomendaciones era considerada herejía y podía derivar
posiblemente en una mala praxis.
¡Señores no funciona!
Estas recomendaciones ya no son
defendibles, ni científica ni moralmente. El descubrimiento hace
algunos años de que la verdadera causa de las enfermedades del
corazón residía en la inflamación de las paredes arteriales, está
conduciendo lentamente a un cambio de paradigma a la hora de cómo
serán tratadas en un futuro las enfermedades cardiovasculares y
otras dolencias crónicas.
Las recomendaciones dietéticas,
largamente establecidas, han generado una epidemia de obesidad y
diabetes, cuyas consecuencias palidecen ante cualquier plaga
histórica del pasado, en cuanto a términos de mortalidad,
sufrimiento humano y consecuencias terribles económicas se refiere.
A pesar del hecho de que el 25% de la
población toma costosos medicamentos a base de estatinas y hemos
reducido el contenido en grasas de nuestras dietas, este año van a
morir más americanos (y Europeos) que nunca a causa de enfermedades
cardiovasculares.
Las estadísticas de la Asociación
Americana del Corazón muestra que 75 millones de americanos sufren
en la actualidad de enfermedades cardiovasculares, 20 millones
padecen diabetes y 57 millones padecen pre diabetes. Estos desordenes
están afectando en gran medida y de forma alarmante cada año a
gente cada vez más joven.
Simplemente mencionar que sin inflamación presente en el cuerpo, no hay manera de que pueda acumularse colesterol en los vasos sanguíneos y provocar enfermedades coronarias e infartos. Sin inflamación el colesterol puede circular más libremente a través del cuerpo, tal como debería ser naturalmente. Es la inflamación la causante de que el colesterol se vea atrapado.
El proceso de la inflamación no es
complicado; de hecho es bastante sencillo, es la reacción de defensa
natural que tiene el organismo frente a cualquier invasor extraño
como una bacteria, toxina o virus. El ciclo de la inflamación es
perfecto en su manera de proteger tu cuerpo de estos invasores
bacterianos o víricos. Sin embargo, si exponemos crónicamente el
organismo a lesiones provocadas por toxinas o alimentos que el cuerpo
humano jamás fue diseñado para procesar, se produce una condición
llamada inflamación crónica. La inflamación crónica es tan
perniciosa como es beneficiosa la inflamación aguda.
¿Qué persona medianamente razonable
se expondría a sabiendas constantemente a alimentos y otras
sustancias que se sabe provocan lesiones en el cuerpo? Bueno, quizá
los fumadores, pero ellos al menos lo eligen conscientemente.
El resto de nosotros simplemente hemos
seguido las recomendaciones dietéticas de la corriente dominante del
momento que consiste en una dieta baja en grasas saludables y rica en
grasas poliinsaturadas y carbohidratos, sin saber que estábamos
lesionando repetidamente nuestro sistema cardiovascular. Este daño
constante genera inflamación crónica que a su vez conduce a las
enfermedades cardiovasculares, infartos, diabetes y obesidad.
Permitirme que lo repita de nuevo: La lesión y la inflamación en nuestros vasos sanguíneos y arterias está causada por una dieta baja en grasas, precisamente la recomendada durante años por la medicina oficial actual.
¿Quiénes son los principales
culpables de la inflamación crónica?
Muy sencillo, es la sobrecarga de
carbohidratos simples altamente procesados como el azúcar, las
harinas y todos los productos fabricados con ellos,y el consumo
excesivo de aceites vegetales omega-6 como los de soja, maíz y
girasol que se hallan presentes en muchos alimentos procesados.
Por un minuto visualiza un cepillo duro
frotando repetidamente una piel suave hasta conseguir que enrojezca
bastante y esté a punto de sangrar. Continúa haciendo esto varias
veces al día, cada día durante cinco años. Si puedes soportar este
cepillado doloroso llegarás a tener un área sangrante, inflamado e
infectado que empeorará con cada nueva lesión. Esta es una buena
manera de visualizar el proceso inflamatorio que podría estar
ocurriendo ahora mismo en tu cuerpo.
Independientemente de dónde se de el
proceso inflamatorio, ya sea externamente o internamente, da lo
mismo. He observado de cerca miles de arterias, y una arteria enferma
se parece a una pared que haya sido rascada repetidamente con un
cepillo. Varias veces al día los alimentos que ingerimos crean
pequeñas lesiones que generan más lesiones, haciendo que el
organismo responda continuamente y apropiadamente con la inflamación.
Mientras degustamos el sabor tentador
de un pastelito, nuestros cuerpos responden alarmantemente como si se
tratara de un invasor extraño declarando la Guerra. Los alimentos
cargados con azucares y carbohidratos simples, o procesados con
aceites omega-6 diseñados para durar mucho tiempo en las estanterías
han sido el pilar principal de la dieta americana durante seis
décadas. Estos alimentos han estado envenenando lentamente a todo el
mundo.
¿Cómo es posible que ingiriendo una
simple golosina se pueda generar todo un torrente inflamatorio
haciéndote enfermar?
Imaginando por un momento que derramas
sirope sobre el teclado de tu ordenador tendrás una ligera idea de
lo que ocurre dentro de la célula. Cuando consumimos carbohidratos
simples como el azúcar, el nivel de azúcar en sangre se dispara
rápidamente. Como respuesta, tu páncreas segrega insulina cuyo
propósito principal es hacer que la glucosa penetre dentro de la
célula dónde será almacenada como energía. Si la célula está
llena y no necesita más glucosa la rechazará para evitar tener un
exceso ya que esto sería muy perjudicial.
Cuando tus células repletas rechazan
la glucosa extra, el azúcar en sangre aumenta produciendo más
insulina y la glucosa se convierte en grasa almacenada.
¿Y qué tiene que ver todo esto con la
inflamación?
El azúcar de la sangre es controlado
por un campo muy estrecho. Las moléculas extra de azúcar se
adhieren a una variedad de proteínas que a su vez lesionan los vasos
sanguíneos. Esta continua lesión de los vasos sanguíneos genera la
inflamación. Cuando tus niveles de azúcar se disparan varias veces
al día, durante cada día, es exactamente como introducir una lija
en tus delicados vasos sanguíneos.
Aunque no seas capaz de verlo, te
aseguro que está ahí. Lo he visto en más de 5000 pacientes
quirúrgicos a lo largo de veinticinco años y todos ellos compartían
un común denominador; inflamación arterial.
Volvamos a nuestro pastelito, esa
golosina aparentemente inocente. No sólo contiene azúcar, sido que
ha sido preparado con uno de los muchos aceites omega 6 como el de
soja. Las patatas fritas están hechas con aceite de soja; los
alimentos procesados se han producido con aceites omega 6 porque
duran más en la estantería. Los omegas 6 son esenciales ya que
forman parte de cada membrana celular que controla lo que entra y
sale de la célula, sin embargo, deben estar en equilibrio correcto
con los omegas 3.
Si este equilibrio se rompe por
consumir demasiado omega 6 la membrana celular produce componentes
químicos llamados citoquinas que causan inflamación.
La dieta Occidental establecida actual
ha generado un desequilibrio muy grande entre estas dos grasas. La
proporción de desequilibrio va desde 15:1 a 30:1 a favor de los
omegas 6. Esto es una cantidad increíble de citoquinas
provocando inflamación. En el entorno alimentario actual, la
proporción óptima y saludable debería ser de 3:1.
Y para empeorar las cosas aún más, tu
exceso de peso provocado por comer este tipo de alimentos genera
células grasas sobrecargadas que a su vez vierten grandes cantidades
de químicos preinflamatorios que se suman a la lesión ya ocasionada
por tener altos niveles de azúcar en sangre. El proceso que comenzó
con un simple dulce se convierte con el tiempo en un círculo vicioso
que degenera en enfermedades cardiovasculares, hipertensión
arterial, diabetes y finalmente la enfermedad de Alzheimer a medida
que el proceso inflamatorio continúa sin cesar.
No se puede escapar al hecho de que cuanto más consumamos alimentos preparados y procesados, más nos toparemos, poco a poco cada día, con procesos inflamatorios.
El cuerpo humano no puede procesar, ni
ha sido diseñado para consumir, alimentos cargados con azúcares o
bañados en aceites omegas-6.
Solo hay una solución para evitar la
inflamación
Volver a los alimentos en su estado
natural. Para crear músculo come más proteína. Elige carbohidratos
muy complejos como frutas y vegetales con muchos colores. Corta con
la inflamación eliminando todos los aceites omegas 6 como el aceite
de maíz o el de soja que se emplean en la mayoría de alimentos
procesados industrialmente.
Una cucharada sopera de aceite de maíz
contiene 7,280 mg de omega-6 y una cucharada de aceite de soja
contiene 6,940 mg. Mejor consume siempre aceite de oliva o
mantequilla proveniente de vacas que se alimenten de hierba.
Las grasas de origen animal contienen
menos del 20% de omega-6 y tienen muchas menos probabilidades de
causar inflamación que los aceites poliinsaturados supuestamente
etiquetados de saludables. Olvídate de la “ciencia” que te ha
machacado la cabeza durante décadas. No existe la ciencia que afirma
que la grasa saturada por si sola provoque enfermedades
cardiovasculares. Asimismo, también es muy débil la ciencia que
afirma que las grasas saturadas aumentan los niveles de colesterol en
sangre. Actualmente, desde que ya sabemos que el colesterol no es el
causante de las enfermedades cardiovasculares, preocuparse por las
grasas saturadas es aún más absurdo hoy en día.
La teoría del colesterol condujo a
recomendar dietas con poca o ninguna grasa, que a su vez, generó los
mismísimos alimentos que en la actualidad está causando estragos;
una verdadera epidemia inflamatoria. La medicina oficial cometió un
terrible error al aconsejar a la gente que evitara ingerir grasas
saturadas y tomara alimentos ricos en grasas omega-6. Actualmente
tenemos una epidemia de inflamación arterial que conduce a
enfermedades cardiovasculares y otros asesinos silenciosos.
Lo que puedes hacer es elegir alimentos
completos como los que solía servir tu abuela y no los que compraba
tu madre en supermercados con estanterías repletas de alimentos
procesados e industriales. Al eliminar los alimentos que provocan
inflamación y añadir nutrientes esenciales procedentes de alimentos
frescos no procesados ni industriales, revertirás el daño
ocasionado a tus arterias y organismo por consumir, a lo largo de los
años, la típica dieta americana.
El Dr. Dwight Lundell fue el director
de personal y director de cirugía del Hospital “Banner Heart
Hospital”, en Mesa, AZ. Su practica privada en el Centro de
cuidados Coronarios estaba en Meza, AZ. El Dr. Lundell dejo la
cirugía para dedicarse a tratar las enfermedades cardiovasculares
desde el punto de vista nutricional. Es el fundador de “Healthy
Humans Foundation” (Fundación de Humanos Saludables) que promueve
la salud humana con un enfoque de ayudar a grades corporaciones a
promocionar el bienestar.
Nota: te recomendamos la dieta alcalina
para revertir las enfermedades causadas por la inflamación arterial,
tal como se explican en este interesante artículo. Desde aquí
puedes descargarte GRATUITAMENTE la Guía de Introducción a la Alimentación Alcalina y Dieta Alcalina.
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