De izquierda a derecha: Kira Rubtsova,
Philippa Marracky Anatoly Rubtsov.
(Foto: National
Jewish Health)
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Unos investigadores han
identificado un agente desencadenante para enfermedades autoinmunes
como el lupus, la enfermedad de Crohn y la esclerosis múltiple. El
hallazgo ayuda a explicar por qué las mujeres sufren enfermedades
autoinmunes de forma más frecuente que los hombres, y sugiere una
diana terapéutica sobre la que actuar para prevenirlas en humanos.
Las enfermedades autoinmunes
suceden cuando el sistema inmunitario ataca y destruye órganos y
tejidos del propio cuerpo, al confundirlos con invasores que hay que
erradicar. Docenas de enfermedades autoinmunes afligen a millones de
personas en el mundo. Varias de ellas, incluyendo el lupus, la
artritis reumatoide y la esclerosis múltiple, aparecen en las
mujeres de 2 a 10 veces más frecuentemente que en los hombres. En
general, alrededor del 80 por ciento de los pacientes de este tipo de
enfermedades son mujeres.
Las células B desempeñan
un papel importante en las enfermedades autoinmunes. Tiempo atrás,
se identificó un subgrupo de células B que se acumulan en estos
pacientes, y en hembras viejas de ratón examinadas en esas
investigaciones. Análisis posteriores mostraron que el factor de
transcripción T-bet desempeña un papel crucial en la aparición de
esas células, denominadas ABCs (Age-associated B cells, o células B
asociadas a la edad).
Los factores de
transcripción se unen al ADN dentro de las células y dirigen la
expresión de uno o varios genes. Los investigadores creen que el
T-bet aparece dentro de las células cuando cierta combinación de
receptores son estimulados sobre las superficies de células B.
A través de técnicas
genéticas y de crianza, el equipo de Kira Rubtsova, Philippa Marrack
y Anatoly Rubtsov, del hospital NJH (National Jewish Health) en
Estados Unidos, eliminó en unos ratones propensos a la autoinmunidad
la capacidad de expresar el T-bet dentro de sus células B. Como
resultado de ello, las ABCs no aparecieron y los ratones
permanecieron sanos. Aparecieron daños en los riñones en el 80 por
ciento de los ratones con T-bet en las células B, y solo en el 20
por ciento de aquellos deficientes en este factor de transcripción.
El 75 por ciento de los ratones con T-bet en sus células B murieron
antes de transcurridos 12 meses, mientras que el 90 por ciento de los
que eran deficientes en él sobrevivieron durante este periodo de
seguimiento.
Los resultados de la
investigación muestran por primera vez que las ABCs no solo están
asociadas con las enfermedades autoinmunes, sino que en realidad son
capaces de dirigirlas, tal como subraya Rubtsova.
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