Los afectados por Sensibilidad Química
Múltiple podrán ser asistidos en las urgencias hospitalarias de la
Comunidad de Madrid sin miedo a empeorar por los tóxicos ambientales
(productos de limpieza, ambientadores, perfumes, desinfectantes…) o
por las propias propuestas terapéuticas, gracias a la implantación
de un protocolo de urgencias para esta dolencia. Asimismo, a
principios de año, la asociación SFC-SQM Madrid presentó ante el
Defensor del Pueblo una serie de reivindicaciones de los afectados
El próximo 12 de mayo se celebra el
Día Internacional de la fibromialgia, el Síndrome de Fatiga Crónica
y la Sensibilidad Química Múltiple (SQM). Esta última es una
patología adquirida de carácter crónico, de funcionamiento
diferente al de la alergia, que produce síntomas recurrentes en los
sistemas nervioso central, circulatorio, respiratorio, endocrino y
digestivo, entre otros, en respuesta a bajos niveles de exposición,
bien tolerados por la mayoría de la población, de múltiples
sustancias químicas presentes en el aire, el agua y los alimentos.
La SQM reduce de forma drástica la
calidad de vida de quien la padece (hasta en un 80%), y en casos
severos obliga al confinamiento domiciliario, y por ende, al
aislamiento del entorno social, laboral e incluso familiar.
Entre los desencadenantes más
frecuentemente relacionados por este colectivo de enfermos, figuran
los siguientes productos: perfumes, fragancias y colonias; productos
de aseo: gel, champú; productos para el cabello: espuma, fijador,
acondicionador, laca; productos cosméticos: cremas, lociones,
desodorantes, etc; detergentes y suavizantes para la ropa; todo tipo
de ambientadores; productos de limpieza: friegasuelos, lavavajillas,
limpiadores multiusos, limpiacristales, quitagrasas, etc.; pinturas,
barnices, colas, disolventes; todo tipo de productos en spray; tinta
de periódicos y revistas; humo de tabaco, de barbacoa o de la
combustión de productos derivados del petróleo; combustibles:
gasóleo, gasolina, butano, propano, etc; insecticidas, herbicidas y
otros productos fitosanitarios; amalgamas dentales (mercurio);
excipientes, conservantes y aditivos utilizados para la elaboración
de medicamentos y suplementos.
Muchos afectados tienen también
electrohipersensibilidad y sufren reacciones adversas por la
sobreexposición a las ondas procedentes de antenas y dispositivos
eléctricos e inalámbricos.
Grave desasistencia sanitaria para los
afectados de SQM
En opinión de SFC-SQM Madrid, la situación de
los afectados de SQM es insostenible. Son tantas las sustancias que
producen sintomatología, que en muchos casos apenas pueden salir a
la calle, y cuando lo hacen deben usar obligatoriamente mascarilla
filtrante. No pueden disfrutar de actividades tan sencillas como
entrar en una tienda o sentarse en una cafetería. En la mayoría de
las ocasiones, les resulta imposible permanecer en su puesto laboral.
Si bien España ha incluido la SQM en
los anexos de las versiones 9 y 10 de la Clasificación Internacional
de Enfermedades, aún es una enfermedad poco conocida y sin
tratamiento curativo, que la mayoría de los médicos no saben cómo
abordar. Por otra parte, a los afectados les resulta difícil acudir
a una consulta o a un hospital, debido a que tienen intolerancias a
fármacos y materiales sanitarios y reaccionan a las sustancias
volátiles emanadas por desinfectantes, productos de limpieza o
cosméticos de otros pacientes y del personal sanitario.
CARTA AL DEFENSOR DEL PUEBLO
Dada la
gravedad de la situación, la asociación SFC-SQM Madrid, después de
años reclamando en distintas instituciones el cumplimiento de los
derechos de estos afectados, ha presentado a principios de 2018 una
carta al Defensor del Pueblo en la que se plantean las principales
necesidades de estos enfermos. Esta petición, que se encuentra en
trámite, ha sido respaldada por otras asociaciones a nivel nacional,
así como por múltiples quejas individuales.
En la carta se reseñan las siguientes
carencias: atención médica adecuada (diagnóstico, tratamiento y
seguimiento), espacios adaptados en centros de salud, reconocimiento
de las limitaciones y discapacidades resultantes de la enfermedad, y
pautas para la adaptación de puestos de trabajo.
UN PROTOCOLO DE ATENCIÓN A LA SQM PARA
URGENCIAS HOSPITALARIAS
En este marco, el colectivo de afectados
ha recibido una magnífica noticia: la Consejería de Sanidad de la
Comunidad de Madrid, a través de la Dirección General de
Hospitales, ha elaborado un Protocolo de Atención a Afectados por
Sensibilidad Química Múltiple para Urgencias Hospitalarias, que
recoge las adaptaciones necesarias desde la acogida hasta la
exploración, pasando por los cuidados específicos y el tipo de
material y medicación aptos para esta patología. Los pacientes
esperan que este protocolo sólo sea el primero, ampliándose a
consultas, ambulancias y hospitalización para una adecuación
completa de la asistencia.
SFC-SQM Madrid es una asociación de
pacientes, fundada en 2010, que cuenta con cerca de 350 socios y
mantiene una intensa actividad de atención a personas afectadas por
Síndrome de Fatiga Crónica y/o Sensibilidad Química Múltiple, a
través de su Servicio de Información y Orientación (SIO). Este año
ha recibido una felicitación escrita de la Comunidad de Madrid por
su trabajo en favor de los afectados por estas patologías. En este
escrito se anunciaba la aplicación del Protocolo SQM para Urgencias
Hospitalarias, tantas veces reclamado.
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