martes, 3 de junio de 2014

Cómo actúan a nivel biológico las radiaciones emitidas por los teléfonos móviles y otros dispositivos inalámbricos: la activación de los canales de calcio

Por NOTICIASDEABAJO 31 MAYO, 2014

¿Por qué no se establecen criterios internacionales sobre los riesgos biológicos de las microondas?

Los campos electromagnéticos de microondas y los canales de calcio dependientes de voltaje

Por Martin L. Pall, profesor emérito de Bioquímica y Ciencias Médicas Básicas
Universidad del Estado de Washington
638 NE 41st Ave., Portland, OR 97232 USA
martin_pall@wsu.edu
Resumen:

Las microondas y otros campos electromagnéticos de baja frecuencia (CEM) se ha demostrado que actúan activando los canales de calcio dependientes de voltaje (VGCCs). La mayor parte de los efectos biológicos se deben a la modificación del calcio intracelular, elevándose los niveles de óxido nítrico y formándose peroxinitrito: el desequilibrio de lo que se denomina Ciclo NO/ONOO, -cuyo centro es el óxido nítrico y su derivado el peligroso peroxinitrito. [Wikipedia: El peroxinitrito es un agente oxidante y nitrante. Debido a sus propiedades oxidantes, el peroxinitrito puede dañar una gran variedad de moléculas en las células, incluyendo el ADN y las proteínas].A pesar de la gran cantidad de estudios que hablan de los efectos biológicos producidos por las microondas y la elevación del calcio intracelular, cifrándose en más de 20.000 documentos, las normas internacionales sobre seguridad no establecen criterios sobre estos riesgos biológicos.

Estas normas se basan en la falsa suposición de que los efectos de las microondas y a otros campos electromagnéticos tienen sólo unos efectos de aumento de la temperatura. Pues bien, todos los cambios biológicos recogidos en gran cantidad de estudios se pueden explicar ahora en función de un nuevo paradigma: la acción de los campos electromagnéticos y la activación de los canales de calcio dependientes de voltaje: estrés oxidativo, rotura de la doble cadena de ADN celular, rotura de la barrera hematoencefálica, reducción de los niveles de melatonina y su efecto sobre el sueño, cáncer, infertilidad masculina y femenina, disfunción del sistema inmune, disfunción neurológica, disfunción cardíaca, incluyendo taquicardias, arritmias y muerte súbita por ataque cardíaco.

Se propone un programa en dos fases para la mejora de los estándares de seguridad sobre los campos electromagnéticos.

Palabras clave: campos electromagnéticos de baja frecuencia; efectos de los campos pulsantes; señalización del calcio; señalización del óxido nítrico.

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En todo el mundo se han producido manifestaciones en contra de la exposición a las campos electromagnéticos de microondas. Esta exposición ha aumentado en los últimos años. La respuesta de los Gobiernos y de la Industria es la de que tal exposición está recogida en las normas de seguridad nacionales e internacionales , y que por lo tanto son seguras, que entran dentro de los estándares de seguridad. La pregunta que aquí se plantea es si esas normas se basan en los estudios científicos que se han venido realizando, y que por tanto debemos están tranquilos en cuanto a su seguridad.

Las normas estadounidenses actuales de seguridad y las internacionales se basan en el supuesto de que lo único que hay que tener en cuenta a nivel biológico sobre los campos electromagnéticos de baja frecuencia y de microondas, es que se produce un aumento de la temperatura (1-5), al igual que las microondas calientan en un horno, y se plantea la duda razonable de si esa suposición es correcta: que sólo se produce un calentamiento insignificante, sin ningún otro impacto biológico, y que por lo tanto son seguras.

Los defensores de los estándares actuales sostienen que las actuales normas de seguridad son 100 veces más exigentes de lo que sería necesario (1), ya que incluso un nivel de exposición 100 veces superior de lo permitido por las normas de seguridad, produciría sólo un ligero calentamiento.

Sin embargo, más de 20.000 publicaciones científicas informan de otros importantes efectos biológicos, que quedan fuera de los estándares de seguridad, de tal manera que no valdrían las actuales normas de seguridad si tuviesen en cuenta esta base científica. Estos estudios incluyen 4.000 estudios sobre efectos terapéuticos de los campos electromagnéticos que son bien conocidos y no se trataría simplemente de un aumento de la temperatura (efecto no térmicos) (6).

Hay que decir que sí existe una base razonable para establecer unas normas de seguridad sobre los efectos térmicos de las microondas. Los fotones que vibran en las frecuencias de las microondas y otros campos de baja frecuencia, son fotones con muy baja energía, es decir no tienen la energía suficiente como para producir cambios químicos en nuestro cuerpo. Es decir, difieren de las radiaciones ionizantes, o incluso de la radiación ultravioleta o visible, donde los fotones individuales tienen la energía suficiente para producir cambios químicos. ¿Entonces, cómo podemos entender los miles de estudios bien documentados que hablan de los efectos biológicos de las microondas y de los campos electromagnéticos de baja frecuencia?: por la activación de los canales de calcio dependientes de voltaje.

Activación de los canales de calcio dependientes de voltaje

El autor mostró en una reciente revisión (7), que en dos docenas de estudios los efectos de los campos electromagnéticos sobre las células y los organismos podrían ser bloqueados por los antagonistas de los canales de calcio, agentes que bloquean los canales de calcio dependientes de voltaje ( también conocidos como canales de calcio dependientes de la tensión o tensión regulada).

En cada uno de estas dos docenas de estudios, los efectos se redujeron en gran medida por los bloqueadores de los canales de calcio, lo que sugiere que la activación de estos canales es responsable de la mayoría, si no todos, los efectos de los campos electromagnéticos (7). En la mayoría, peor no en todos los casos, los canales de calcio dependientes de voltaje de tipo L eran los que principalmente estaban implicados.
La activación de estos canales se cree que produce la mayoría de los efectos biológicos a través del aumento en los niveles de calcio intracelular. En estos estudios, los campos electromagnéticos estudiados fueron de varios tipos, incluyendo los campos de frecuencia extremadamente baja, como las frecuencias de 50 o 60 ciclos del cableado eléctrico, los campos con una frecuencia de microondas, con ciclos muy cortos del orden de nanosegundos, e incluso campos eléctricos o magnéticos estáticos.

Los hallazgos relacionados con los campos electromagnéticos de microondas producen una mayor preocupación, ya que han aumentado mucho en los últimos años, y el uso de nuevas tecnologías han generado nuevas exposiciones, y el incremento es cada vez mayor. La acción de estas exposiciones a las microondas mediante la activación de los canales de calcio dependientes de voltaje, apoyado por un gran número de estudios, que han sido revisados (8,9), muestran que la exposición a los campos electromagnéticos de microondas conducen a cambios en la señalización del calcio. Estos efectos también han sido señalados por Panagopoulos et al. (10.11), quienes predijeron que los campos electromagnéticos, incluidos los campos electromagnéticos de microondas, pueden actuar en los residuos de aminoácidos cargados que controlan los canales iónicos dependientes de voltaje, activando algunos de esos canales. Estos fueron estudios en modelos biofísicos y no se refieren sólo a los canales de calcio dependientes de voltaje. También argumentan que la activación de estos canales por las microondas y otros campos electromagnéticos de baja frecuencia es plausible desde el punto de vista biofísico.

Estamos, por lo tanto, en una situación en la que el viejo paradigma de los efectos de los campos electromagnéticos, que sólo consideran plausible los efectos térmicos, se sustituya por un nuevo paradigma donde la activación de los canales de calcio dependientes de voltaje por las microondas y otros campos electromagnéticos es algo plausible y proporciona una explicación en base a los más de 20.000 trabajo existente en la literatura científica, que no son explicables por el viejo paradigma.

Eso no quiere decir que no se produzcan otros efectos biológicos. Los campos electromagnéticos que no impliquen a los canales de calcio dependientes de voltaje pueden actuar sobre distintos grupos químicos, incluyendo los residuos de aminoácidos en las proteínas. Pilla revisó dos estudios en los que los campos electromagnéticos de microondas aumentaban la activación de la calmodulina (6). La calmodulina está regulada por el calcio intracelular, de modo que su activación, junto con la activación de los canales de calcio dependientes de voltaje, puede establecer dos vías de acción, que se discuten a continuación.

Dos vías de acción relacionadas que pueden activarse por los canales de calcio dependientes de voltaje

Estas dos vías de acción relacionadas, que pueden ser activadas por la activación de los canales de calcio dependientes de voltaje, se cree que provocan un aumento de los niveles de calcio intracelular. Esto es especialmente cierto en la activación de los canales de calcio de tipo L, que pueden permanecer abiertos durante largos períodos de tiempo. Mientras que la mayoría de los canales de iones sólo permanecen abiertos unos pocos milisegundos, aquellos permanecen abiertos 100 milisegundos o más. En consecuencia, su activación puede producir fácilmente un importante impacto en los niveles de calcio intracelular.

Otros efectos es probable que sucedan al activarse los canales de calcio. El aumento de los niveles de calcio intracelular se debe al estímulo calcio/calmodulina de las dos sintasas del óxido nítrico dependientes de calcio/calmodulina, nNOS y eNOS (ver abajo la figura 1), provocando un elevado aumento en los niveles de óxido nítrico (NO). El óxido nítrico puede actuar a lo largo de estas dos vías, como se indica en la figura 1, o estimular la señalización del ácido nítrico a lo largo de NO/cGMP (vía del óxido nítrico y el GMP cíclico), vía G quinasa, que se cree es la principal vía de acción del óxido nítrico en la aparición de respuestas fisiológicas normales. Esta es la razón por la que se cree que los campos electromagnéticos pueden tener efectos terapéuticos (6,7). En contraste, la vía principal de paso de óxido nítrico a peroxinitrito y el estrés oxidativo, se cree que genera respuestas fisopatológicas a los campos electromagnéticos (7); es la vía probable de acción de los campos electromagnéticos en la ruptura del ADN celular (7,15). Así que estos pueden ser los mecanismos plausibles de acción de los efectos de los campos electromagnéticos, efectos que resultaban inexplicables por los viejos paradigmas de los efectos térmicos.
Figura 1: Posible patrón de acción de los canales de calcio 
dependientes de voltaje a través del óxido nítrico (NO)  
Otras respuestas a los campos electromagnéticos de microondas también están documentadas

Hay tres respuestas bien documentadas a los campos electromagnéticos de microondas:efectos terapéuticos, rotura de las cadena de ADN celular y estrés oxidativo. Todos ellos pueden ser explicados por la activación de los canales de calcio dependientes de voltaje producida por los campos electromagnéticos. ¿Y qué otros efectos están también documentados?

La rotura de la doble cadena de ADN, que se detecta a través de la acumulación de micronúcleos en las células después de la exposición a campos electromagnéticos de microondas y otros campos, puede realizarse a través de los mismos mecanismos de ruptura de una cadena simple.

Es sabido que el cáncer puede estar causado por la exposición a la radiación de microondas de baja intensidad (revisado en 12, 14). Adey hace ya muchos años mostró que los efectos sobre el calcio debido a los campos electromagnéticos débiles estaban involucrados en la etiología del cáncer (9).

Se sabe que el cáncer puede producirse por una combinación de la rotura de la doble cadena de ADN y otros cambios en el ADN producidos por el peroxinitrito y los subproductos de degradación. El paso de óxido nítrico a peroxinitrit está implicado en lo que se llama carcinogénesis inflamatoria (15-15) y proporciona un mecanismo plausible de acción en la carcinogénesis de los campos electromagnéticos y los canales de calcio dependientes de voltaje.

La ruptura de la barrera hematoencefálica es otro de los efectos de la exposición a los campos electromagnéticos de microondas. Dicho trastorno se produce por la vía del estrés oxidativo/peroxinitrito, producto de la activación de las metaloproteinasas de la matriz (MMPs) (18-20), degradando las estrechas uniones entre las células que son esenciales para mantener la barrera hematoencefálica (20,21). De nuevo nos encontramos con un mecanismo plausible de acción por exposición a los CEM: la ruptura de la barrera hematoencefálica.

Hay muchos estudios que muestran que los niveles de melatonina se reducen por la nocheen personas que están expuestas a los campos electromagnéticos de microondas, con interrupción del sueño como una consecuencia evidente. Se ha demostrado que los canales de calcio dependientes de voltaje y los efectos sobre el calcio intracelular tiene como consecuencia un desajuste de los ritmos circadianos que controlan la producción de malotonina, interfiriendo en su producción (22,23), proporcionando una sencilla explicación de esta disfunción.

También existe preocupación sobre la infertilidad masculina y femenina como consecuencia de la exposición a los campos electromagnéticos de microondas. Esta infertilidad puede ser causada por múltiples efectos debidos a la activación de la canales de calcio, incluyendo los producidos a través de la vía de estrés oxidativo/peroxinitrito. Kesari et al. demostraron el importante papel del estrés oxidativo por exposición a los teléfonos móviles, causando infertilidad masculina. La rotura de la doble cadena de ADN en las células precursoras de los gametos ha demostrado que produce infertilidad (25). Dichas roturas de la doble hélice de ADN produce una ruptura de la integridad del genoma, causando aborto espontáneo temprano y la consiguiente infertilidad. Sin embargo, altos niveles de calcio intracelular también puede inducir la muerte celular, apoptosis, por la presencia de unos altos niveles de calcio en las mitocondrias de las células (26,27). En los hombres, también se puede producir una ruptura de la barrera hematotesticular, por un mecanismo idéntico al de la ruptura de la barrera hematoencefálica, de lo que se ha hablado anteriormente.

Se puede apreciar que hay 10 diferentes efectos bien documentados de los campos electromagnéticos de microondas, que se pueden explicar fácilmente como consecuencia de la activación de los canales de calcio dependientes de voltaje: estrés oxidativo, rotura de la hélice de ADN, respuestas terapéuticas, ruptura de la barrera hematoencefálica, ruptura de la barrera hematotesticular, cáncer, reducción de melatonina, disfunciones en el sueño, infertilidad masculina e infertilidad femenina.

Esto puede ser sólo el comienzo

Cuando uno mira qué tipos de células tienen canales de calcio dependientes de voltaje funcionales, se encuentra con muchos. Vamos a exponer algunos de estos tipos, en aquellos donde se ha estudiado ampliamente:

- Las células del sistema inmune llevan estos canales de calcio. O. Johansson (28) revisó los efectos de los campos electromagnéticos de microondas sobre el sistema inmune y sugiere que se produce un aumento de alergias y de inflamaciones.

- Los canales de calcio también se encuentran en las células del sistema nervioso, donde casi todos los neurotransmisores se liberan en respuesta a la activación de los canales de calcio. Hay diversos estudios sobre el impacto de los teléfonos móviles o inalámbricos en las funciones cerebrales, pero todavía estamos en las primeras etapas del estudio de tales efectos. Pero dado el importante y generalizado papel de los canales de calcio en el sistema nervioso central, hay que considerar cuidadosamente todo tipos de respuestas neuropsiquiátricas y neurodegenerativas como consecuencia o no de esta activación, que puede estar relacionada con la exposición a los campos electromagnéticos. Muchos estudios muestran que se producen cambios en las funciones neurológicas y otros cambios en el cerebro por la exposición a los CEM de baja intensidad (Véase, por ejemplo, las referencias 30-48).

- La mayoría de la hormonas del cuerpo se liberan bajo el control de los mecanismos desencadenados por la activación de los canales de calcio (29). ¿Qué efectos puede haber entre los campos electromagnéticos y el control hormonal? Es algo difícil de comprender. Se ha estudiado en este contexto la liberación de epinefrina/norepinefrina de las células cromafin es de las glándulas suprarrenales. Se ha demostrado en dos estudios que los CEM estimulan la liberación de estas dos hormonas por las células cromafines por los mecanismos de los canales de calcio dependientes de voltaje (7), así como otros estudios del efectos de los campos electromagnéticos en las células cromafines, pero sin considerar el papel de los canales de calcio. Estas dos hormonas se producen en mayor cantidad cuando existe estrés corporal o estrés psicológico.

- Otro tipo de células donde los canales de calcio tiene un importante papel son las células marcapasos del corazón, del sistema endocrino y del sistema nervioso central (29). Estas células marcapasos tienen densidades muy altas de canales de calcio, y por lo tanto muy susceptibles de ser activados por los campos electromagnéticos. En el corazón, una hiperactividad de los canales de calcio produce taquicardias y arritmias, lo que a veces lleva a una muerte súbita cardíaca (51,52), lo que demuestra que corazones aislados de animales expuestos a campos electromagnéticos de microondas ( de conformidad con las normas vigentes) desarrollan taquicardias y arritmias, y Havas ha demostrado que se produce taquicardia cuando se expone la persona a la radiación procedente de un teléfono móvil (53,54).

Actualmente hay una epidemia de taquicardias, arritmias y muertes cardíacas repentinas, a pesar de que la enfermedad cardíaca isquémica está en retroceso. ¿Podría deberse a la exposición a los campos electromagnéticos de microondas? Esta es una posibilidad que no se puede descartar.

Todavía estamos en las primeras etapas del estudio de muchas de estas cuestiones, pero las normas de seguridad deben servir para establecer una seguridad real, no simplemente en un conocimiento incompleto y plausible de peligros.

¿Vamos a echar por la borda nuestros falsos estándares de seguridad teniendo en cuenta los efectos biológicos más relevantes?

Campos pulsantes y diferentes frecuencias e intensidades

Se sabe desde hace ya más de un cuarto de siglo que los campos pulsantes de microondas son mucho más activos biológicamente que los campos no pulsantes. Esta es otra observación que es incompatible con los efectos térmicos. Los campos pulsantes están producidos por cualquier dispositivo de comunicación inalámbrica, ya que es el patrón de pulsaciones lo que transmite la información.

Diferentes dispositivos utilizan diferentes tipos de patrones de pulsación. Sabemos que el hecho de producirse la pulsación del campo electromagnético tiene importantes efectos, pero no sabemos cómo afecta biológicamente cada uno de estos patrones. Entonces, ¿cómo podemos comparar los peligros de un dispositivo con los de otro? La respuesta es que de momento no lo podemos hacer al no disponer de la información necesaria.

Barrie Trower, un experto retirado en inteligencia militar del Reino Unido ha señalado que las diferentes longitudes de onda también influyen de diferente manera en las actividades biológicas, pero los detalles de esas actividades biológicas son consideradas información reservada por varios países, por entender que afecta a la Seguridad Nacional. El problema es que esto no ayuda a la salud de nuestros cuerpos. Pero bueno, viene a decir que no podemos comparar diferentes dispositivos de comunicación inalámbrica si estos trabajan en diferentes longitudes de onda. Además, se ha demostrado que existen una ventana (un rango determinado) de intensidad en donde la actividad biológica es mayor que a intensidades más altas o más bajas de la intensidad de la ventana (55). Este es un argumento nuevo en contra de los efectos térmicos y se hace imposible predecir la actividad biológica sin hacer mediciones reales de esa actividad biológica. En términos generales, se consideran más seguras las intensidades más bajas que las intensidades más altas, pero la presencia de ese rango de intensidades (ventana) muestra que hay algunas excepciones biológicamente importantes a ese patrón.
¿De dónde provienen las amenazas y qué podemos hacer al respecto?

Las amenazas provienen, pero no exclusivamente, de los aparatos de comunicación inalámbrica,, tales como teléfonos móviles, teléfonos inalámbricos, bases de teléfonos inalámbricos, redes Wi-Fi, torres de telefonía móvil, radares, hornos de microondas, los llamados contadores inteligentes y todo tipo de dispositivos de comunicación inalámbrica.

También existe preocupación sobre los campos de frecuencia extremadamente baja, incluyendo los campos de 50/60 ciclos/seg procedentes del cableado eléctrico. Además, tal y como se instala el cableado hoy en día, se generan distintas cantidades de electricidad sucia. Además están todo tipo de dispositivos digitales, bombillas fluorescentes compactas, los inversores digitales para convertir la energía fotovoltaica en corriente alterna a partir de la continua, o dispositivos similares utilizados en la producción de electricidad mediante aerogeneradores, algo particularmente problemático. La electricidad sucia puede moverse a lo largo de las líneas de transmisión de la energía y entrar en las viviendas y otros edificios, de modo que no sólo habría que lidiar con la que uno mismo produce, sino también con la generada en la vecindad. Los efectos biológicos de la electricidad sucia, según los estudios de Samuel Milham (56), Magda Havas y otros, son similares a los de los campos electromagnéticos de microondas, por lo que es posible que la electricidad sucia también active los canales de calcio dependientes de voltaje. No voy más comentarios sobre la electricidad sucia, a pesar de que es un problema importante.

Los diversos tipos de dispositivos enumerados en el primer párrafo de esta sección tiene todos ellos diferentes patrones de pulsación, por lo que es imposible predecir los efectos biológicos de un determinado dispositivo en base a los producidos por otro. Del mismo modo, ya que los diferentes aparatos utilizan diferentes frecuencias, tampoco podemos predecir el impacto biológico de cada uno de ellos dada nuestra escasez de mediciones y conocimiento de sus efectos. Por consiguiente, sería necesario tomar una serie de medidas de salud pública:

1.- Reducción de los actuales niveles de exposición permitidos, que utilizan sólo los efectos térmicos para comparar los dispositivos, en factores de 100 a 1000 veces. Sabemos que esto puede ser insuficiente y que todavía se producirían muchos efectos biológicos por muchos dispositivos. Pero tal reducción produciría una mejora sustancial sobre las normas actuales de seguridad.

2.- Utilizar una serie de mediciones de las respuestas biológicas para comparar las respuestas antes diferentes dispositivos, de modo que se puedan elaborar unas normas de seguridad más acordes con los peligros reales.

Reducción de las exposición en un factor de 100 a 1000 veces

Hay bastantes cosas que se pueden hacer fácilmente para mejorar la situación actual. Se pueden poner materiales que blinden la parte inferior de los ordenadores portátiles y la parte posterior de las tabletas para reducir la exposición de nuestros cuerpos. Las redes Wi-Fi están mal diseñadas, con unos niveles de exposición del orden de 1000 a 10.000 veces la intensidad necesaria para que que funcionen cuando uno está cerca de una antena Wi-Fi. Estas redes pueden ser rediseñadas para bajar considerablemente los niveles de exposición. El problema es que no se ha atendido a este problema. Está el problema del uso de las redes Wi-Fi en las escuelas, donde la comunicación entre los ordenadores se realiza mediante antenas Wi-Fi, generando campos de muy alta intensidad en un espacio muy pequeño. Mi opinión es que esmejor volver a los ordenadores que utilizan cableado para evitar exposiciones innecesarias.

Los teléfonos móviles se pueden usar con auriculares o con altavoz, con lo que se reduce sustancialmente la exposición. Los auriculares se debieran dar a cualquier persona que adquiere un teléfono móvil, para así fomentar su uso. Los teléfonos móviles pueden ser transportados en bolsas apantalladas, de modo que no resulte peligroso llevarlos cerca del cuerpo, reduciéndose los niveles de exposición.

Los teléfonos inalámbricos (DECT) están mal diseñados, ya que sus bases emiten las 24 horas del día. Hay teléfonos inalámbricos en Europa donde las bases sólo emiten cuando el teléfono está en uso. Este tipo de diseño debe ser estandarizado. Estos teléfonos inalámbricos están diseñados para que puedan utilizarse hasta una distancia de 60 m de la base. La mayoría de las personas no necesitan una distancia tan largo. Reduciendo la señal y la distancia a unos 6 metros, se podría reducir la exposición unas 100 veces; rediseño de las antenas y de los teléfonos podría producir mejoras, reduciendo la exposición a la cabeza cuando se utilizan sin auriculares ni altavoz.

Los contadores inteligentes deben ser prohibidos, ya que utilizan pulsaciones de microondas muy cortas y de alta intensidad. Sabemos que las pulsaciones del orden de nanosegundos son muy perjudiciales y actúan como activadores de lo canales de calcio, cuya activación puede continuar incluso después de haber cesado las pulsaciones (7). Ya se sabe desde hace más de 30 años que las pulsaciones cortas de microondas pueden causar un enorme daño celular (57). Hasta que no dispongamos de más datos de los efectos biológicos de los contadores inteligentes, cuyo uso es una temeridad, en mi opinión no se deben utilizar.

Las torres de telefonía móvil y otras torres de emisión de microondas deben ser rediseñadas para reducir la exposición en las cercanías de la torre. Austria ya las está rediseñando, bajando los límites de exposición unas 1000 veces, y no hay ninguna razón para que no se haga algo similar en otros lugares.

Los hornos de microondas también funcionan con campos pulsantes, con la frecuencia de la corriente que los produce. La exposición a los hornos microondas también puede fácilmente reducirse 100 veces con un simple rediseño, incluyendo la colación de una fina malla de metal conectada a tierra a través de las ventanas.

En la década de los años 1950 y 60 hasta los años 1980, la seguridad en los automóviles se convirtió en un gran problema, por lo que las compañías empezaron a competir en fa favor de la seguridad, no sólo fijándose en el diseño o el rendimiento. Algo similar necesita la Industria electrónica. Esto es algo que puede hacerse si el público empieza a conocer y por tanto lo exige, pero no puede llevarse a cabo sin la información se oculta.

Evaluación biológica

Hardel y Sage (58) argumentaron a favor de establecer unos estándares de seguridad sobre la base de los efectos biológicos de los campos electromagnéticos antes de que se conociesen los mecanismos de acción de los canales de calcio dependientes del voltaje. Es posible que la acción de los campos electromagnéticos influya en otros factores biológicos, pero hasta que se identifiquen esos factores, no solamente el de los canales de calcio, no se puede realizar fácilmente una evaluación. Sabemos que la activación de los canales de calcio tiene una gran importancia biológica, y este debe ser el enfoque actual de las pruebas biológicas.

Hay 10 tipos distintos de canales de calcio dependientes de voltaje, incluyendo cuatro canales del tipo L y también otros cuatro tipos: tipo N, P/Q, tipo R, tipo T), con los canales de tipo T de tres formas diferentes. Estos 10 canales de calcio difieren uno de otro en sus propiedades y por lo tanto pueden diferir en los efectos y cómo se activan por los campos electromagnéticos.

Estos canales también están sujetos a múltiples formas de regulación biológica, lo que aún puede producir más heterogeneidad en cuanto a las respuestas biológicas frente a los campos electromagnéticos. Las células difieren unas de otras en si tienen canales de calcio dependientes de voltaje o no (la mayoría, pero no todas los tienen), en los tipos de canales de calcio que se encuentran en determinados tipos de células y la densidad de los canales de calcio en la membrana plasmática y cómo estos canales de calcio son regulados en células específicas en condiciones específicas.

Sería deseable realizar estudios para conocer las diferentes respuestas biológicas a los campos electromagnéticos, para así reducir la probabilidad de desconocer importantes efectos que pudieran producir esos campos.

Se proponen aquí tres tipos de pruebas de respuesta biológica. Se presenta el enfoque general, pero no se entran en detalles de cada una:

1.- Pruebas de cultivos celulares: Se deben utilizar células que se sabe son sensibles a los campos electromagnéticos. La forma más sencilla de medir las respuestas sería la de utilizar un electrodo de óxido nítrico en fase gaseosa situado sobre las células en cultivo para medir los aumentos en la producción de ácido nítrico, como ya fue realizado por Pilla (59).

2.- Los efectos biológicos observados en experimentación animal. Algunos de los efectos que se deben considerar son: taquicardia y otros cambios en los latidos del corazón; los niveles de adrenalina/noradrenalina en la sangre; cambios en la función neurológica, como los indicados durante el uso de los teléfonos móviles o inalámbricos.
3.- Medición de la producción de óxido nítrico en los animales. El óxido nítrico es inestable en el cuerpo y se mide generalmente por la presencia de nitratos/nitritos en la sangre.

Es muy importante comenzar a realizar este tipo de estudios, que son esenciales para abordar una seguridad genuina, en lugar de esta ficticia de la que disponemos ahora.

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Élite política y empresarial consume alimentos sanos pero a la ciudadanía le dan transgénicos

Con un toque de triste ironía, los grandes empresarios y la élite gubernamental y política mundial consumen alimentos sanos y orgánicos, mientras que las masas, esas mismas personas que supuestamente están representados y protegidos por sus gobiernos, son envenenados por ocultos organismos modificados genéticamente, plaguicidas y contaminantes peligrosos.

La familia presidencial demanda alimentos orgánicos en su cocina, sin embargo, a puerta cerrada, se dan la mano con la industria de biotecnología.

La Plana mayor de China por ejemplo, se alimenta por un exclusivo jardín orgánico, cerrado, mientras que el resto de la población consume alimentos transgénicos, la carne y los productos lácteos contaminados con esteroides mezclados con melamina. Incluso los dueños y los principales ejecutivos de Monsanto exigen para su dieta alimentos que no estén genéticamente modificados. El acceso a la limpieza, la comida orgánica y saludable no es un derecho más, se ha convertido en un campo de batalla política con el ciudadano común que sufre la pérdida de la comida saludable.

Casa Blanca

Mientras que la primera dama de Estados Unidos, Michelle Obama. ocupa parte de los terrenos de la Casa Blanca para plantar un jardín orgánico, su marido promueve una agenda de OGM dentro de su administración.

"Sabes, en mi casa, en el último año hemos pasado a sólo orgánico", dijo en una entrevista para el New Yorker en 2008, durante la campaña presidencial de Barack Obama.

Los productos orgánicos de la huerta alimenta a la familia Obama y dignatarios visitantes por igual.

Todo esto parece bien hasta ahora. Pero entonces eche un vistazo a los ejecutivos nombrados por Obama en algunos importantes puestos de su administración: USDA, jefe Roger Beachy, un ex director de Monsanto; en la FDA,Michael Taylor, ex vicepresidente de política pública en Monsanto; Comisionado de la USDA, Tom Vilsack, quien creó la Asociación de Gobernadores por la Biotecnología. Además, bajo la presidencia de Obama, 10 nuevos cultivos transgénicos han sido aprobados para el "consumo seguro.

Alambre de puas para proteger jardines orgánicos

La élite política en China goza de la máxima seguridad de los alimentos: productos orgánicos, ganado alimentado con pastos de Mongolia, arroz libre de pesticidas, de productos químicos o de organismos genéticamente modificados. Compare esto con el suministro de alimentos de los ciudadanos comunes que están cargado de pesticidas, químicos industriales y organismos genéticamente modificados. Los niños se han enfermado y muerto al consumir ciertos productos lacteos y fórmulas para bebés contaminadas. La ceguera y la muerte en adultos se generan porque consumen licor falso. Sin embargo, los líderes chinos tienen sus propias y protegidas fuentes de alimentos de la más alta calidad.

En Beijing, una granja orgánica se encuentra rodeada por una cerca de púas de dos metros, mientras que el personal de seguridad vigila la entrada. El jardín produce alimentos para los funcionarios de primer nivel solamente. Sanitorium Beidaihe, un paraíso junto al mar para los cuadros retirados del partido, utiliza exclusivamente una especialidad de arroz que es orgánico y libre de transgénicos.

En cuanto el público general, puede adquirir el pequeño superávit restante de ese tipo de grano a 15 veces el costo del arroz regular. Al mismo tiempo, el gobierno sigue aprobando los OMG y los productos químicos nocivos para el consumo general.

Jefes de Monsanto no comen transgénicos

Un aviso en un comedor del personal de Monsanto afirma que existe una decisión "para eliminar, en la medida de lo posible, la soja transgénica y maíz modificado de todos los productos alimenticios servidos en nuestro restaurante. Hemos dado los pasos anteriores para asegurarnos que usted, el cliente, puede estar seguro de la comida que servimos".

Según Tony Coombes, portavoz de la compañía, asegura que "Sí, este es el caso, y es porque creemos en la elección".

Es evidente que el ciudadano medio no se permite la misma cortesía de elección teniendo en cuenta que los OGM se han infiltrado en el suministro de alimentos y no están etiquetados en América del Norte.

Sólo las personas que pueden pagar el precio de los alimentos ecológicos son capaces de protegerse contra los contaminantes dañinos. En tanto todo el resto de la población es la que va a sufrir las consecuencias devastadoras para la salud de un sistema corrupto. Ecoportal.net
Radio del Mar


domingo, 1 de junio de 2014

La mayor montaña tóxica de Europa asfixia a Huelva

En el centro de la imagen, las dos balsas de fosfoyesos junto a la ciudad de Huelva. 
JUNTA DE ANDALUCIA 
01 de junio de 2014 Daniel Salado

Desde su balcón, Luisa López Albendi veía hace diez años los pueblos de Moguer y Palos de la Frontera. Hoy, desde el piso de la presidenta de la Asociación de Vecinos del barrio de Pérez Cubillos, en un extremo de Huelva capital, sólo se ve un macizo de color entre pardo y blancuzco, una especie de meseta que se interpone entre su barrio y el horizonte. Es como si una montaña hubiese ido creciendo allí a una velocidad geológicamente imposible, a la vista de los vecinos.

En realidad no es una montaña lo que oculta el paisaje. A 200 metros del barrio y de los hipermercados, sólo separados por la ronda de circunvalación H-30, se han ido amontonando durante al menos dos décadas 120 millones de toneladas de fosfoyesos, unos residuos químicos formados por aguas ácidas, metales pesados, fluoruros, fosfatos, arsénico y otros elementos contaminantes, que conforman la mole principal del vertido. Esos fosfoyesos los ha ido depositando la empresa de fertilizantes Fertiberia desde la mitad de la década de los 90, hasta que en 2010 una sentencia de la Audiencia Nacional, ratificada por el Supremo, le condenó a paralizar definitivamente los vertidos y proceder a la regeneración de los terrenos contaminados. La sentencia venía a dar la razón a la Dirección General de Costas, dependiente del Ministerio de Medio Ambiente, que ya había anunciado a la empresa el fin de la concesión al no estar cumpliendo las condiciones de la misma. El de Huelva es el mayor vertedero de materiales tóxicos de Europa y tiene efectos nocivos para la salud de la población, que lleva años pidiendo una solución, hasta hoy sin éxito.

La empresa paralizó los vertidos ya desde la primera sentencia, pero la regeneración está por acatar. Ninguna administración parece considerarse capaz de hacer respetar la ley. Es más, la Junta de Andalucía y el Gobierno central se pasan la pelota el uno al otro, aunque está fuera de duda que le corresponde al Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente imponer una solución. En este sentido, todas las miradas están puestas en la sucesora de Miguel Arias Cañete al frente del Departamento, Isabel García Tejerina, porque la ministra fue asesora y directora de Planificación Estratégica de Fertiberia desde septiembre de 2004 hasta febrero de 2012, según consta en su currículum publicado por el Ministerio de la Presidencia. Para la oposición y grupos ecologistas hay un evidente conflicto de intereses. Durante su primera visita oficial a la provincia, hace unas semanas, no respondió a una sola pregunta sobre el mayor problema medioambiental de Huelva y de España. Sí lo hizo su secretario de Estado, Federico Ramos, que prometió en mayo ante los medios locales que el Gobierno “va a hacer que se ejecute la sentencia en la parte que le corresponde”. Además, aseguró que la empresa “ha mostrado interés en cumplir su obligación”.

Fertiberia está presidida por Juan Miguel Villar Mir, ministro de Hacienda y vicepresidente de Asuntos Económicos en el primer gobierno postfranquista, entre el 12 de diciembre de 1975 y el 5 de julio de 1976, bajo la presidencia de Carlos Arias Navarro. El rey le concedió el título de Marqués de Villar Mir en 2011. Su grupo de empresas incluye también la constructora OHL.

La reticencia de Fertiberia a cumplir la condena se explica por el coste de la operación de regeneración de los terrenos contaminados, que puede alcanzar cifras estratosféricas, aunque no ha sido cuantificado aún oficialmente. El científico Jesús de la Rosa, exvicerrector de Investigación de la Universidad de Huelva y actualmente investigador principal de las unidades asociadas a contaminación del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), se atreve a aventurar una cifra. Si no se trata de dejar la montaña sellada como un sarcófago, sino de desmontar todos los residuos y llevárselos a otro sitio, podrían ser “más de 1.200 millones de euros”, calcula. Y eso no acabaría del todo con el problema, que seguiría siendo qué hacer son los residuos que se extraen, añade.

La Junta de Andalucía hace hincapié en la obligación del Gobierno central de solucionar el problema. La secretaria general de Medio Ambiente y Agua de la Junta de Andalucía, Carmen Lloret, asegura que están haciendo todo lo que pueden dentro de sus competencias como Administración responsable de que la empresa cumpla sus obligaciones medioambientales, pero que no es “parte” en la sentencia, como lo es el Gobierno, que dio la concesión a la compañía y se la quitó con ayuda judicial. “La sentencia”, señala, “no se está cumpliendo”.

Multa de 240.000 euros

Finalmente, el pasado 24 de mayo se supo que la Consejería de Medio Ambiente había impuesto a Fertiberia una multa de 240.000 euros. Se trata de la máxima cantidad posible en el marco de una falta grave por incumplimiento de sus obligaciones medioambientales, concretamente por no presentar a tiempo el plan de regeneración (el plazo dado por la Justicia venció en febrero de 2013). Los últimos datos disponibles indican que Fertiberia facturó 1.264 millones de euros en 2012. Lloret admite que la Junta tiene competencias para suspender la actividad de una empresa en determinadas condiciones pero estima que no se han alcanzado esas condiciones en esta fase.

La empresa no ha escatimado recursos para retrasar ese momento. El primer proyecto que presentó en la Junta fue “un Power Point”, dice Lloret. Después, presentó un “avance del plan de regeneración” en inglés que la Junta está valorando. La multa, asegura, la tendrá que pagar con o sin plan de regeneración.

Por otra parte, la Junta concedió a Fertiberia en 2013 la Autorización Ambiental Integrada (AAI), un permiso de actividad que, según Lloret, sirve para maniatar más a la empresa, ya que dicha autorización contempla el cumplimiento de las resoluciones judiciales, incluida por tanto la obligación de la compañía de presentar un estudio de regeneración de la zona contaminada. No obstante, para Aurelio González Peris, presidente de la Asociación Mesa de la Ría, una de las plataformas ciudadanas que lucha por la descontaminación de la zona, la AAI a Fertiberia fue un cheque en blanco para que la compañía siguiera operando sin más, obviando las irregularidades que a su juicio estaba cometiendo.

Hasta la Comisión Europea llegó a sacar los colores a España en 2010 con un “apercibimiento final” con el que esta alta institución llegó a advertir al Gobierno español que “la naturaleza no es un vertedero”. El expediente abierto por “infracción del Derecho Comunitario en materia de tratamiento y vertido de residuos industriales” dejaba poco margen al Gobierno español: obligaba a las autoridades a correr para evitar que el asunto llegase al Tribunal de Luxemburgo.

Los científicos siguen investigando

Pero el mayor problema medioambiental aún latente de España permanece a escasos 200 metros de las primeras viviendas de Huelva. Entre tiras y aflojas políticos, el vertedero industrial se extiende a lo largo de 120 hectáreas de terreno de la marisma de Mendaña, entre Huelva y la ría, y asciende hasta a 25 metros de altura en algunos puntos (la concesión del Gobierno establecía un máximo de tres metros de altura). Junto a los fosfoyesos conviven 7.000 toneladas de cenizas procedentes de un accidente que ocurrió en una planta de Acerinox en Cádiz hace diez años (y que fueron transportadas hasta Huelva), y cenizas de pirita de una planta de inertización de las empresas Egmasa Albega y Befesa (Grupo Abengoa). Estos nuevos vertidos son consecuencia de que Fertiberia ha estado subarrendando su extensa área de vertidos a otras empresas.

Informes científicos (CSIC, la Universidad de Huelva, los laboratorios franceses CRII-RAD, el Consejo de Seguridad Nuclear) y médicos (Hospital Juan Ramón Jiménez de Huelva) han arrojado resultados preocupantes o al menos han aconsejado precaución ante la posible peligrosidad de los vertidos para la salud. El estudio del Juan Ramón Jiménez, en concreto, detectó concentraciones significativas del elemento radiactivo Celsio 137 en las uñas de 37 trabajadores que operaban en los alrededores y que suponían el 40% de los analizados. El estudio examinó también a trabajadores de otras zonas de España con resultado negativo. La propia representante de los vecinos de Pérez Cubillos padece hipotiroidismo, un mal que los vecinos reconocen como frecuente en el barrio, al igual que el cáncer, y que creen se debe a la cercanía de la montaña de residuos. Pero el miedo lleva a algunos incluso a no moverse porque piensan que, si se remueve la montaña, las consecuencias para su salud serían peores. “Mejor que la dejen como está”, dice un dependiente de la tienda de Luisa. El mismo que cuenta cómo ve pasar cada poco tiempo a vecinos en camilla camino del hospital.
Los residuos están al lado de viviendas. ROBERTO DÍAZ RODRÍGUEZ 

Algunos científicos creen que aún falta trabajo por hacer y ya se están poniendo manos a la obra. Jesús de la Rosa está inmerso en un estudio sobre la calidad del aire en el entorno de la zona de los vertidos. Este científico explica que los fosfoyesos “llevan asociados múltiples elementos, entre ellos uranio, que es un radiactivo presente en la naturaleza”. Aunque es muy prudente, De la Rosa ha observado que los procesos de evaporación de las aguas ácidas pueden favorecer la concentración de estos elementos. Recalca que el estudio no arroja aún ninguna conclusión y subraya que no se debe considerar el uranio de antemano como un elemento siempre peligroso, aunque admite que trabaja “por el bien de la sociedad”, tratando de despejar cualquier duda sobre la alta, baja o nula peligrosidad de estos elementos. De la Rosa hace hincapié en que hacen falta más estudios en la zona ya que, según dice, con los últimos avances científicos, “cada vez es más fácil saber cosas nuevas”. Opinión que comparte Carlos García Izquierdo, uno de los investigadores del informe del CSIC, quien cree imprescindible “seguir ahondando en estudios que sirvan como base para acometer un proyecto de recuperación de la zona”.

Movilización de la sociedad onubense

El problema se trata a diario en las formaciones políticas y asociaciones locales. El coordinador general de Izquierda Unida de Huelva, Pedro Jiménez, afirma que a su formación y a la plataforma en la que se integra, Recupera tu Ría, no le basta con presionar a Fertiberia, aunque reconoce que la primera que “tiene que aportar es la empresa, y después las Administraciones”. Pero pone el énfasis en que la solución salga del consenso de instituciones y vecinos implicados, una lista que incluye 22 organismos, públicos y privados.

El Ayuntamiento ha aprobado por unanimidad su propuesta de crear un órgano de participación para la búsqueda de soluciones conjuntas. Es decir, más reuniones a la vista. Asegura que desde el principio el objetivo de la empresa es hacer pasar como plan de regeneración “una cubierta vegetal de 30 centímetros de espesor con adelfas y otras plantas”, pero nunca acometer un plan para descontaminar y llevarse las tierras acumuladas, o sea, plantar sobre los residuos. Jiménez aporta una nueva versión del viejo lema “quien contamina paga”: “Quien contaminó al amparo del empleo, que regenere amparándose en el empleo”, dice.
Aurelio González Peris asegura que algunos partidos “están abusando de este conflicto para alimentar sus confrontaciones políticas”, si bien la asociación Mesa de la Ría, que preside y que surgió en el seno del Colegio de Abogados de Huelva, se constituyó como partido político y llegó a obtener un concejal en las últimas elecciones municipales. A su juicio, “Gobierno y Junta juegan a arrojarse la responsabilidad de tomar las decisiones”.

La importancia del empleo

Para gran parte de la sociedad onubense, el plan de regeneración va más allá de la seguridad sanitaria. Es una oportunidad de crear empleo en tiempos de crisis. Según Aurelio González, “durante décadas Huelva capital ha renunciado a las posibilidades económicas del turismo porque se nos vendió el empleo que generaba la industria”, dice. Actualmente, las empresas del Polo representadas en la Asociación de Industrias Químicas Básicas y Energéticas de Huelva (Aiqbe) aportan el 8% de la riqueza generada y proporcionan entre 8.000 y 10.000 empleos directos, indirectos e inducidos. Pero, pese a que a escasos kilómetros hay playas casi paradisíacas como Punta Umbria, El Rompido o Cartaya, Huelva capital ha permanecido aislada del boom turístico español de los años 70, ya que fue en 1964 cuando se inauguró el polo químico, en el que operan compañías como Cepsa, Tioxide, Fertiberia, Ercros y otras muchas.

Ni Fertiberia ni el Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente han respondido a la solicitud de información cursada por La Marea. Sí lo ha hecho de manera indirecta el gerente de la Asociación de Empresas Químicas, Básicas y Energéticas (AIQBE) de Huelva, Juan Manuel Díaz del Valle, quien se ha remitido a unas recientes declaraciones que hizo a la Cadena SER, en las que afirma que la sentencia que pesa sobre Fertiberia “no es por una infracción medioambiental” sino por un “procedimiento administrativo”, y achaca parte de la responsabilidad a la falta de entendimiento entre la Administración central y la Junta de Andalucía, presionadas por grupos ecologistas y otros colectivos, aunque admite “algo de responsabilidad de la empresa”.

Díaz del Valle asegura en esa entrevista que la compañía de Villar Mir “está cumpliendo” con la parte de la sentencia que la obliga a presentar un plan de regeneración y añade que si se ha retrasado es porque se trata de un proyecto muy ambicioso. Según el gerente de la AIQBE, el proyecto plantea muchas dificultades de ejecución, como el tratamiento de las aguas ocluidas. Además, defiende, han contratado a una empresa de Florida con experiencia en más de 60 cierres de instalaciones contaminantes.

Mientras, en la calle, en el barrio de Pérez Cubillos, Luisa López reconoce con resignación que el barrio apenas lucha ya por sus derechos. “Con estos niveles de paro, la mayoría de la gente aquí vive día a día para comer, la contaminación es secundaria”, afirma. Aunque los vecinos más afectados apenas tengan fuerzas para protestar, los ciudadanos no se olvidan de que los responsables de este problema deben solucionarlo cuanto antes. En balcones, en bares, en paredes de toda la ciudad aparecen, cada poco, unos carteles amarillos que lo dejan claro: “Fosfoyesos no”.

CASI MEDIO SIGLO DE CONTAMINACIÓN SIN SOLUCIONES

1968. FERTIBERIA INICIA SUS OPERACIONES CON VERTIDOS DE FOSFOYESOS AL CAUCE DEL RÍO TINTO

1995. LA JUNTA DE ANDALUCÍA EXIGE LA “REORDENACIÓN” DE LOS VERTIDOS PARA EVITAR LA CONTAMINACIÓN DEL RÍO. LOS VERTIDOS PASAN A HACERSE EN TIERRA EN DOS BALSAS.

1998. UNA DE LAS BALSAS DE RESIDUOS SE ROMPE Y VIERTE 50.000 METROS CÚBICOS DE TÓXICOS A LA RÍA.

2003. EL MINISTERIO DE MEDIO AMBIENTE EMITE UNA ORDEN DE CADUCIDAD DE LA CONCESIÓN DE FERTIBERIA.

2007. TRAS UN RECURSO DE LA COMPAÑÍA, LA AUDIENCIA NACIONAL RATIFICA EN SENTENCIA EL FIN DE LA CONCESIÓN A FERTIBERIA, FIJA DICIEMBRE DE 2012 COMO FECHA LÍMITE DEL CESE DE LOS VERTIDOS Y EXIGE A FERTIBERIA COMENZAR DE INMEDIATO LA REGENERACIÓN DE LOS TERRENOS OCUPADOS POR LAS BALSAS.

GREENPEACE Y LA MESA DE LA RÍA DIVULGAN UN INFORME SOLICITADO POR LA PRIMERA AL LABORATORIO FRANCÉS CRII-RAD, QUE DETECTA RADIACTIVIDAD POR CELSIO 137 EN LA ZONA DE LAS BALSAS.

2008. LA COMUNIDAD EUROPEA EXPEDIENTA A ESPAÑA POR VERTIDOS DE FOSFOYESOS AL RÍO TINTO.

LA COMISIÓN DE INFRACCIONES DE LA D.G. DE MEDIO AMBIENTE DE LA COMISIÓN EUROPEA INSPECCIONA LAS BALSAS.

2009. INVESTIGADORES DE LA UNIVERSIDAD DE HUELVA Y DEL HOSPITAL JUAN RAMÓN JIMÉNEZ ELABORAN UN ESTUDIO EPIDEMIOLÓGICO QUE DETECTA LA PRESENCIA DE URANIO RADIACTIVO EN EL 44% DE LOS TRABAJADORES METALÚRGICOS DE LA ZONA ANALIZADOS.

2010. LA COMISIÓN EUROPEA ENVÍA UN APERCIBIMIENTO A ESPAÑA POR INFRACCIÓN DEL DERECHO EN MATERIA DE TRATAMIENTO Y VERTIDO DE RESIDUOS INDUSTRIALES EN HUELVA, EN EL QUE DECLARA QUE “LA NATURALEZA NO ES UN BASURERO”.

2011. EL TRIBUNAL SUPREMO RATIFICA LA SENTENCIA DE LA AUDIENCIA NACIONAL CONTRA LA CONCESIÓN Y CONFIRMANDO EL CESE DE LOS VERTIDOS, ESTO ÚLTIMO YA ACATADO POR LA EMPRESA.

2014. TRES AÑOS DESPUÉS DE LA ÚLTIMA SENTENCIA, FERTIBERIA NO HA CUMPLIDO CON LA PRESENTACIÓN Y EJECUCIÓN DE UN PLAN DE REGENERACIÓN DE TODA LA ZONA AFECTADA, QUE SIGUE ALMACENANDO 120 MILLONES DE TONELADAS DE FOSFOYESOS.