- Los contratos de cesión incorporan cláusulas de revisión automáticas y obligatorias de los precios que la Administración abona a las empresas a las que entrega la gestión sanitaria
- Los últimos pliegos de la Comunidad de Madrid especifican que "si la empresa concesionaria no puede hacer frente a sus obligaciones los hospitales pueden ser intervenidos temporalmente por el Estado hasta que la empresa resuelva sus problemas".
Raúl
Rejón
26/04/2013
La
Comunidad
de Madrid protege
la rentabilidad para las empresas que se quedan con la gestión de
los hospitales que privatiza. Según ha ido adjudicando la dirección
de centros a sociedades privadas, la Consejería
de Sanidad ha
incorporado en los contratos fórmulas automáticas para que el
precio que paga a las contratas sea revisado.
En
esta línea, el borrador
de pliegos que prepara para privatizar seis hospitales
hasta ahora de gestión sanitaria pública, ha incorporado un
apartado que dice: "Para asegurar la correcta financiación de
las prestaciones (...) con carácter anual el pago capitativo se
actualizará automáticamente". El baremo que utilizará será
el 85% de "el menor" Índice de Precios al Consumo, el
español o el de la Comunidad de Madrid.
El precio total con el que parte el
proceso privatizador es de 576 millones de euros, que sale de aplicar
las cuotas por paciente y año publicadas por Sanidad para cada
hospital. Al presentar este plan, el consejero Javier Fernández
Lasquetty puso sobre la mesa un precio medio de 441 euros pero, al
final, el más barato será 473 euros para el Hospital del Sureste y
el más caro 518 para el Infanta Leonor. Lasquetty justificó este
desfase en la obligación de las concesionarias de conservar la
plantilla de sanitarios que a día de hoy atiende a la población.
En
la anterior oleada de centros privatizados (los de las localidades de
Torrejón
de Ardoz
y Móstoles) ya se siguió una fórmula similar según consta en los
pliegos de concesión: el 85% que "con carácter anual los
importes a abonar por la Administración (...) se actualizarán
separada y automáticamente aplicando el Índice de Precios al
Consumo de la Comunidad de Madrid, subgrupo servicios hospitalarios".
Mejor parado salió el primer proyecto de hospital con gestión
totalmente privada de la red hospitalaria madrileña con cargo a los
presupuestos públicos: Valdemoro. Allí, la cuota por el
funcionamiento del Infanta
Elena se
revisa con dos puntos sobre el IPC.
Estas
cláusulas blindan de alguna manera los ingresos de las
concesionarias. La Asociación
para la Defensa de la Sanidad Pública recuerda
que los hospitales de gestión directa "han visto cómo sus
recursos han ido disminuyendo en los últimos años mientras los
privatizados los veían aumentados obligatoriamente porque estaba
recogido en los contratos". Así, en 2011 la caída promedio del
resto de centros fue de un 9,5%, el 1,5% en 2012 y un 16% en las
cuentas de 2013.
Rescate si la cosa va mal
Aunque
los contratos que se firman entre la Consejería de Sanidad y las
empresas concesionarias siempre se rotulan bajo el epígrafe "riesgo
y ventura"
para las contratas (es decir, que se meten en el negocio a sabiendas
de lo que es), en los últimos pliegos preparados la Comunidad de
Madrid especifican que "si la empresa concesionaria no puede
hacer frente a sus obligaciones los hospitales pueden ser
intervenidos temporalmente por el Estado hasta que la empresa
resuelva sus problemas". Además, tras dos años al frente del
hospital, la empresa que gane el concurso ya podrá ceder servicios a
terceros (en este caso serán siempre sanitarios porque es lo que se
está adjudicando).
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