viernes, 27 de enero de 2012

Electrosensibilidad: cuando la alergia surge por culpa de los móviles y de las redes inalámbricas

Electrosensibilidad: cuando la alergia surge por culpa de los móviles y de las redes inalámbricas

Los microondas generan unas ondas 
electromagnéticas que pueden producir en las 
personas más sensibles síntomas como mareos, 
náuseas, quemazones o picores. EFE

EFE-REPORTAJES).- Las ondas electromagnéticas están cada vez más presentes en las sociedades modernas. Provienen de hornos, microondas, teléfonos móviles, ordenadores, dispositivos inalámbricos, redes wifi y otros muchos aparatos que se usan cotidianamente, pese a que ya está demostrado que pueden provocar cierta alergia en algunas personas más sensibles. Mareos, golpes de calor, sensación de quemazón, picores, náuseas, palpitaciones y cefaleas son algunos de los síntomas de una patología que

         
La electrosensibilidad, también llamada hipersensibilidad electromagnética o alergia a las ondas electromagnéticas, es una enfermedad relativamente nueva que afecta a las personas más sensibles a esas ondas que emiten algunos aparatos en un radio amplio de distancia.

Según estudios recientes, esta dolencia afecta a una de cada mil personas, y en algunos países, como en Suecia, ya se considera un transtorno, mientras que en otros, los afectados aún luchan por que se les reconozca esta patología.

"El hecho de que afecte a una de cada mil personas indica que no es una enfermedad rara, es una enfermedad relativamente frecuente. Sin embargo, la OMS no ha declarado que la electrosensibilidad sea una enfermedad. En medicina hay cierta tendencia a no meterse en temas no consolidados, y este aún no lo está, a pesar de que ya hay muchas personas afectadas", ha explicado a Efe Joaquím Fernández Solá, médico consultor del Servicio de Medicina Interna del Hospital Clínic de Barcelona.

Fernández es uno de los pocos médicos que diagnostican esta enfermedad en todo el mundo. Sus pacientes acuden a él con el fin de que encuentre una solución a su problema, sin embargo, no existen investigaciones sobre esta dolencia y detectarla resulta complicado.

"Lo primero que hacemos es un diagnóstico del caso, estudiamos los síntomas que presentan estas personas para saber si se trata de electrosensibilidad o de otro problema".

Irritabilidad, insomnio, mareos, dolor de cabeza, pérdida de memoria, sensación de quemazón, picores, náuseas y palpitaciones son algunos de los síntomas que presentan los pacientes que sufren esta patología, que va camino de convertirse en uno de los grandes males del siglo XXI.

Muchas de las personas que la sufren, se ven obligadas a alterar su rutina. Algunas tienen que protegerse con mantas de las ondas electromagnéticas y otras no pueden salir a la calle y viven encerradas como ermitaños. Hacen lo que pueden para prevenir esta alergia, aunque resulta algo complicado ya que están rodeadas de aparatos tecnológicos.

La antena de la casa de al lado, los móviles de la gente que pasea por la calle, los ordenadores en la oficina, el wifi de un autobús. Las ondas envuelven las sociedades del siglo XXI como una tela de araña de la que es difícil escapar.

"Lo principal es detectar de dónde proviene la emisión de ondas, si de un cable que va por la pared de detrás de la cama, o de la antena del vecino, o del wifi del trabajo... Y luego intentar evitar las fuentes de exposición en la medida de lo posible", subraya el especialista.

Las personas electrosensibles, explica, suelen ser "pacientes con sensibilidad química, que no toleran los olores, ni los cambios de temperatura, que son muy sensibles a los cambios ambientales".

Los síntomas generados por la hipersensibilidad son raramente diagnosticados. No hay demasiados estudios, existe un gran desconocimiento general en torno a este problema y ni tampoco existe ningún medicamento específico que acabe con ella.

Laura Serrano-Conde

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