Esta
mañana se ha hecho pública la tasa de paro en España: se cierra el
2011 con una cifra récord que aumenta hasta las 5.273.600 personas.
577.000 personas perdieron su empleo el pasado año. Según la
Encuesta de Población Activa (EPA) del último trimestre del año
pasado, el paro representaba el 22,85% de la población activa. Y
para mayor pesadumbre, según el Banco
de España
que
es perito en dar malas noticias y malos consejos, no se volverá a
crear empleo hasta la mitad del 2013. Hay que remontarse a 1995 para
encontrar unas cifras similares. Entonces, la tasa de paro se
encaramó hasta el 23,49%, si bien el número total de parados era
menor ya que el peso demográfico de España era menor.
En
Catalunya y para el conjunto del año, el paro creció en 88.700
personas, un 12,91% más que el año anterior y alcanza el 20,5% de
la población activa. En el País Vasco las cifras son mejores (12,6%
de paro), como también en Navarra (13,8%) y Cantabria (15,9%). En el
otro otro lado de la horquilla, el paro azota el sur: Andalucía
(31,2%), Canarias (30,9%) y Extremadura (28,5%). El
hecho más desgarrador es que, en esta situación. un millón y medio
de familias carecen de todo tipo de ingresos, y en el último
trimestre se han añadido 150.000 más.
El PP parece decidido, pues, a seguir batiendo records, aunque sea a costa de dejar a familias enteras sin medios dignos de subsistencia, atentar contra la autoestima de las personas, desestabilizar en lo más profundo la vida cotidiana de la ciudadanía. Antes, en Europa, se juzgaba la inclinación más o menos socialdemócrata de los gobiernos por si anteponían el paro a a inflación, o viceversa. Después del Tratado de Maastricht –y en especial con las últimas imposiciones neoliberales – parece que no haya en España políticas de creación de empleo (ni siquiera empresarios dignos de este nombre) y que desde el sector público se contribuye por distintos medios (todos ellos letales) a aumentar el número de parados: por todo lo que he podido leer y aprender de política económica, no sólo no se hace nada para reducir el paro, sino que de hecho, se fomenta. ¿Cómo pueden los responsables de velar por el “bien común” hacerse cómplices de la peor política económica para los seres humanos, y seguir mirándose al espejo?
Y
cuando la condena no es al paro, sí lo es a la más absoluta
precariedad: Después de las disminuciones de plantilla de
funcionarios y “asimilados”, ayer jueves, la vicepresidenta Joana
Ortega de
UDC, informaba que el Govern de CiU reducirá este año un 15% del
salario y de jornada laboral a los 7.103 interinos que trabajan en la
Generalitat en ámbitos administrativos y técnicos para garantizar
la “sostenibilidad” del sistema, a pesar de no haber llegado a
ningún acuerdo con los sindicatos de la función pública.
Nuestro
paro y nuestra precariedad nos ponen en la cola de la UE.
Vean el último gráfico de Eurostat
por
lo que a tasas de desempleo se refiere, en este caso referidas a
noviembre del año pasado, cuando para la eurozona, la tasa media de
desempleo fue del 10,3%, y para el conjunto de la UE-27 en el 9,8%,
prácticamente sin cambios en comparación con el mes anterior.
Eurostat
calcula
que 23.674.000 hombres y mujeres en la UE-27, de los cuales 16.372
millones se encontraban en la zona del euro, estaban desempleados en
noviembre de 2011. En comparación con octubre de 2011, el número de
desempleados aumentó en 55.000 en la UE-27 y en 45.000 en la zona
del euro. En comparación con noviembre de 2010, el desempleo aumentó
en 723.000 personas en la UE-27 y en 587.000 personas en la zona del
euro.
Entre
los Estados miembros, las tasas de desempleo más bajas se
registraron en Austria (4,0%), Luxemburgo y los Países Bajos (ambos
4,9%), y la más alta en España (22,9%), Grecia (18,8% en septiembre
de 2011) y Lituania (15,3 % en el tercer trimestre de 2011). En
comparación con hace un año, la tasa de desempleo disminuyó en
catorce Estados miembros y aumentó en trece. Los mayores descensos
se registraron en Estonia (del 16,1% al 11,3% entre el tercer
trimestre de 2010 y 2011), Letonia (18,2% a 14,8% en tre el mismo
periodo) y Lituania (18,3% a 15,3% también entre el mismo periodo).
Los
mayores incrementos se registraron en Grecia (13,3% a 18,8% entre
septiembre 2010 y septiembre de 2011), Chipre (6,0% a 9,1%) y España
(20,4% a 22,9%).
Entre noviembre de 2010 y noviembre de 2011, la tasa de desempleo para los hombres aumentó de 9,8% a 10,0% en la zona del euro y del 9,5% al 9,7% en la UE27. La tasa de paro de las mujeres aumentó del 10,3% al 10,7% en la zona del euro y del 9,7% al 10,0% en la UE27.
La
vergüenza más grande, el fracaso más estrepitoso:
En
noviembre de 2011, 5.579.000 personas jóvenes (menores de 25 años)
estaban desempleadas en la UE-27, de las cuales 3,4 millones se
encontraban en la zona del euro. En comparación con noviembre de
2010, el desempleo juvenil aumentó en 335.000 en la UE-27 y en 207
000 en la zona del euro. En noviembre de 2011, la tasa de desempleo
juvenil fue del 22,3% en la UE27 y del 21,7% en la zona del euro. En
noviembre de 2010 fue 21,0% y 20,6%, respectivamente. Las tasas más
bajas se registraron en Alemania (8,1%), Austria (8,3%) y los Países
Bajos (8,6%), y
la más alta en España (49,6%) en la que uno de cada dos jóvenes no
encuentra trabajo,
Grecia (46,6% en septiembre de 2011) y Eslovaquia (35,1%).
En
noviembre de 2011, la tasa de desempleo fue del 8,6% en los EE.UU. y
de un 4,5% en Japón. Y éste es el gráfico de la vergüenza
para los responsables de la política económica en España – del
que no puede eludir tampoco su responsabilidad los grandes
empresarios españoles.
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