viernes, 27 de enero de 2012

Las tasas de paro en España en relación a la UE: ¿nadie se siente culpable? ¿nadie siente vergüenza?

Esta mañana se ha hecho pública la tasa de paro en España: se cierra el 2011 con una cifra récord que aumenta hasta las 5.273.600 personas. 577.000 personas perdieron su empleo el pasado año. Según la Encuesta de Población Activa (EPA) del último trimestre del año pasado, el paro representaba el 22,85% de la población activa. Y para mayor pesadumbre, según el Banco de España que es perito en dar malas noticias y malos consejos, no se volverá a crear empleo hasta la mitad del 2013. Hay que remontarse a 1995 para encontrar unas cifras similares. Entonces, la tasa de paro se encaramó hasta el 23,49%, si bien el número total de parados era menor ya que el peso demográfico de España era menor.

En Catalunya y para el conjunto del año, el paro creció en 88.700 personas, un 12,91% más que el año anterior y alcanza el 20,5% de la población activa. En el País Vasco las cifras son mejores (12,6% de paro), como también en Navarra (13,8%) y Cantabria (15,9%). En el otro otro lado de la horquilla, el paro azota el sur: Andalucía (31,2%), Canarias (30,9%) y Extremadura (28,5%). El hecho más desgarrador es que, en esta situación. un millón y medio de familias carecen de todo tipo de ingresos, y en el último trimestre se han añadido 150.000 más.

El PP parece decidido, pues, a seguir batiendo records, aunque sea a costa de dejar a familias enteras sin medios dignos de subsistencia, atentar contra la autoestima de las personas, desestabilizar en lo más profundo la vida cotidiana de la ciudadanía. Antes, en Europa, se juzgaba la inclinación más o menos socialdemócrata de los gobiernos por si anteponían el paro a a inflación, o viceversa. Después del
Tratado de Maastricht –y en especial con las últimas imposiciones neoliberales – parece que no haya en España políticas de creación de empleo (ni siquiera empresarios dignos de este nombre) y que desde el sector público se contribuye por distintos medios (todos ellos letales) a aumentar el número de parados: por todo lo que he podido leer y aprender de política económica, no sólo no se hace nada para reducir el paro, sino que de hecho, se fomenta. ¿Cómo pueden los responsables de velar por el “bien común” hacerse cómplices de la peor política económica para los seres humanos, y seguir mirándose al espejo?

Y cuando la condena no es al paro, sí lo es a la más absoluta precariedad: Después de las disminuciones de plantilla de funcionarios y “asimilados”, ayer jueves, la vicepresidenta Joana Ortega de UDC, informaba que el Govern de CiU reducirá este año un 15% del salario y de jornada laboral a los 7.103 interinos que trabajan en la Generalitat en ámbitos administrativos y técnicos para garantizar la “sostenibilidad” del sistema, a pesar de no haber llegado a ningún acuerdo con los sindicatos de la función pública.

Nuestro paro y nuestra precariedad nos ponen en la cola de la UE. Vean el último gráfico de Eurostat por lo que a tasas de desempleo se refiere, en este caso referidas a noviembre del año pasado, cuando para la eurozona, la tasa media de desempleo fue del 10,3%, y para el conjunto de la UE-27 en el 9,8%, prácticamente sin cambios en comparación con el mes anterior.

Eurostat calcula que 23.674.000 hombres y mujeres en la UE-27, de los cuales 16.372 millones se encontraban en la zona del euro, estaban desempleados en noviembre de 2011. En comparación con octubre de 2011, el número de desempleados aumentó en 55.000 en la UE-27 y en 45.000 en la zona del euro. En comparación con noviembre de 2010, el desempleo aumentó en 723.000 personas en la UE-27 y en 587.000 personas en la zona del euro.

Entre los Estados miembros, las tasas de desempleo más bajas se registraron en Austria (4,0%), Luxemburgo y los Países Bajos (ambos 4,9%), y la más alta en España (22,9%), Grecia (18,8% en septiembre de 2011) y Lituania (15,3 % en el tercer trimestre de 2011). En comparación con hace un año, la tasa de desempleo disminuyó en catorce Estados miembros y aumentó en trece. Los mayores descensos se registraron en Estonia (del 16,1% al 11,3% entre el tercer trimestre de 2010 y 2011), Letonia (18,2% a 14,8% en tre el mismo periodo) y Lituania (18,3% a 15,3% también entre el mismo periodo). Los mayores incrementos se registraron en Grecia (13,3% a 18,8% entre septiembre 2010 y septiembre de 2011), Chipre (6,0% a 9,1%) y España (20,4% a 22,9%).

Entre noviembre de 2010 y noviembre de 2011, la tasa de desempleo para los hombres aumentó de 9,8% a 10,0% en la zona del euro y del 9,5% al 9,7% en la UE27. La tasa de paro de las mujeres aumentó del 10,3% al 10,7% en la zona del euro y del 9,7% al 10,0% en la UE27.

La vergüenza más grande, el fracaso más estrepitoso: En noviembre de 2011, 5.579.000 personas jóvenes (menores de 25 años) estaban desempleadas en la UE-27, de las cuales 3,4 millones se encontraban en la zona del euro. En comparación con noviembre de 2010, el desempleo juvenil aumentó en 335.000 en la UE-27 y en 207 000 en la zona del euro. En noviembre de 2011, la tasa de desempleo juvenil fue del 22,3% en la UE27 y del 21,7% en la zona del euro. En noviembre de 2010 fue 21,0% y 20,6%, respectivamente. Las tasas más bajas se registraron en Alemania (8,1%), Austria (8,3%) y los Países Bajos (8,6%), y la más alta en España (49,6%) en la que uno de cada dos jóvenes no encuentra trabajo, Grecia (46,6% en septiembre de 2011) y Eslovaquia (35,1%).

En noviembre de 2011, la tasa de desempleo fue del 8,6% en los EE.UU. y de un 4,5% en Japón. Y éste es el gráfico de la vergüenza para los responsables de la política económica en España – del que no puede eludir tampoco su responsabilidad los grandes empresarios españoles.


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